Disclaimer: Assassination Classroom no me pertenece & tampoco la asombrosa portada que se ve~. Todo es sin fines de lucro(8).

Hey! Ya había hecho algo así de 'un día, un capítulo' con lo del OTP Challenge... y aunque esto tiene temas que me complicarán aún más la vida, el intento de cumplir con el The 30-Day Relationshit Challenge (de BoysOfTheStars) estará hecho :'D (?).

»Aclaración&Advertencia: Conjunto de viñetas/OneShots sobre BL, sin conexión y variando por lo que toque en el día~. Como era de prever, sólo algo de dulce OoC por el momento uwo.

Y sin nada más con que retrasarlos... ¡A Leer!


#01;
Failure to lunch.


Pensé que esto podría llegar a ser divertido, pero comienzo a sentirme algo intimidado por no tener idea de qué es lo que tramas.

Riendo levemente mientras le seguía el paso, Karma no hacía más que dedicarle una sonrisa burlona a todos los que le veían andar, ni más ni menos, por uno de los pasillos del edificio principal de la secundaria Kunugigaoka, con la misma naturalidad solía demostrar antes de que su cadena de castigos le llevasen a la Clase E. ¿Y cómo desperdiciar una oportunidad tan rara? Sería algo totalmente inaceptable para él (en lo que cabían sus términos), además de que siempre podría jactarse de ello más adelante, cuando la situación requiriese un pequeño escudo de ventaja.

—Ambos sabemos que si en verdad te sintieras así, no lo harías saber, y mucho menos con tanta calma —puntualizó el rubio que le guiaba, caminando al frente y con la misma seguridad que le caracterizaba.

De hecho, ahí estaba la otra razón por la que se encontraba andando tan tranquilo por la escuela.

No obstante, al fin habiendo conseguido una respuesta por su parte —no importaba lo frío que se mostrase—, actuó sin variar para no arruinar el gran progreso de aquella para-nada-típica-mañana.

—Qué desconsiderado —intentó decir en medio de un bufido que fue cortado.

—Me aseguro de mantener las cosas claras, Akabane.

—Lo que digas. —Sarcástico, rodó pesadamente los ojos, pero eso no hizo que disminuyera en nada su mueca que, con cierto cuidado, Gakushū vigilaba cada cierto tiempo—. Aún creo que me asesinarás.

— ¿Asesinar? ¿Y a plena vista? —De no haberlo conocido tan bien, el de ojos dorados podría haber creído medianamente el gesto sorprendido con el que el hijo del director volteó a verlo durante un instante—. Tentador aunque… vendría siendo lo contrario.

—Whoa… ¿Eso quiere decir que debería preocuparme por tu repentina atención hacia mi humilde persona, Asano-kun? —burló, adelantándose rápido y lo suficiente para caminar de espalda y, así, apreciar cómo fruncía el entrecejo.

Casi de inmediato, el nombrado se detuvo para incrementar la poca distancia que había quedado al principio. Con el semblante indistinto, no tuvo que tomarse más de dos segundos para examinarle y volver a avanzar.

—Si eres lo bastante idiota para eso, hazlo —se limitó a contestar al apartarle del camino, ignorándole hasta que Karma volvió a quejarse.

— ¿No vas a decirme nada más? ¿Ni un pequeño sermón esta vez?

— ¿Acaso debería? —preguntó en respuesta, sólo que con obvio cinismo al articular y sonreír—. A estas alturas, estoy seguro que, de todos modos, vas a seguirme hasta la azotea.

Lo peor era que tenía razón.

Todo había estado planeado meticulosamente para ganarse el terco interés del pelirrojo aunque, a pesar de lo que se podía creer o apreciar a simple vista, parte de la idea no había sido ingeniada por el mismo Gakushū; si él la había llevado a cabo, era por puro beneficio propio.

—Sólo quiero saber qué es lo que llevas en esa bolsa —se excusó despectivamente, como si eso fuese suficiente para terminar ese corredor, subir por las escaleras y llegar a la terraza… sin ganarse una pelea en el transcurso—. No eres de los que van a almorzar allá arriba, y menos con algo tan corriente como puede ser un… ¿bentō?

—Tú ni siquiera eres de los que podrían estar aquí si no fuera por mí —recalcó soberbiamente, pero ni eso ni su sonrojo (que quiso ignorar por lo irrelevante que era) fue lo que los sobresaltó al mismo tiempo.

Chicos, no hace falta que lleguen a esos extremos, y menos durante una de sus primeras citas oficiales.

Tras una repentina brisa, el excéntrico profesor —salido de la nada— pasó su largo y delgado brazo por encima de los hombros de su alumno, que se encontraba demasiado resignado ante la escena como para tratar de reaccionar, inclusive pudiendo aprovechar la ventaja de la cercanía para intentar atacarle de algún modo.

—Tu profesor me dijo que te salteabas tu desayuno y que debía hacerme cargo —inculpó instintivamente el rubio al voltear hacia el mayor, cambiando su mueca por una más carismática a pesar de que su tono seguía siendo rígido—. Este es su supuesto Koro-sensei, ¿cierto?

—No podría haber otro Koro-sensei cuidando a sus alumnos… o buscando alguna revista sucia —contestó Karma, dibujando la mejor sonrisa amenazante que, hasta el momento, había sido exclusiva para su maestro.

— ¡Yo sólo me preocupaba por la vida amorosa de mis estudiantes!

—Maehara necesitaría más ayuda que yo con eso —siguió, aprovechándose de haberse zafado del abrazo, caminando relajadamente hacia el de ojos violetas hasta lograr quedar a su lado y tomar su mano libre—. Estoy perfectamente bien con Asano-kun, ¿no se nota?

Antes de que Gakushū arruinara ese inexistente punto (que quiso defender al estrecharlo confiadamente), trató de callarlo con la mirada. Sin embargo, aquel mensaje pronto pasó a ser una pequeña competencia en la que ninguno quería ceder, tensando el ambiente para el desorientado Koro-sensei, que no tenía idea de a dónde mirar exactamente antes pensar cómo intervenir entre los dos para que hiciesen las paces.

—Karma-kun, ¿estás seguro de que…?

Silencio, eso fue lo que invadió todo el pasillo antes de que un gritillo alertase a varios curiosos que merodeaban en la cercanía y, los que no, se acercaran a ver qué ocurría.

Después de que el de la Clase E dejase conocer que su medida adicional para ganar sería un repentino y pícaro beso en los labios, ni el pulpo disfrazado logró decir nada al respecto porque, al contrario de lo pensado, el rubio esperó a que Karma se separase por su propia cuenta.

—Esto no se quedará así —advirtió luego, golpeándole el pecho al pasarle amablemente la bolsa con el bentō que había comprado de forma furtiva en la tienda más cercana.

—No podría querer otra cosa, Asano-kun.

Aceptando el gesto con total comodidad, le sonrió de vuelta antes de girarse para caminar en sentido contrario al que iban… no sin tratar de robarle otro beso frente a todos, únicamente para acabar con ese fingido y frustrante exterior paciente. Y si bien había esquivado el primer puñetazo luego de esa hazaña, el terminar recibiendo una engañosa patada había valido la pena por la travesura y la comida gratis que obtuvo a cambio de desperdiciar parte de esa mañana; sin contar la perfecta excusa para pasar buscando a Gakushū incontables veces durante el resto de la tarde.


Hey de nuevo, en caso de que alguien esté leyendo esto! No tengo idea de qué hago, pero tenía algunas ideas para esto y... soy necia (?), además de que necesitaba una pequeña distracción que terminó con desembocar en el inicio de esto :'3. Espero que no haya quedado tan mal y, si lo fue... supongo que trataré de compensarlo con alguno de los siguientes capítulos 9v9.

¡Nuevo día, nuevo tema~! Al menos, en teoría (?) y sin ninguna falla de internet se interpone, todo indica que regresaré a molestar mañana también(8).

Y sin nada más para decir... ¡Ciao-Ciao nvn7! ¡Grazie siempre por leer~!