I: El caso de Mathias Rat
Después de toda la aventura fantasmagórica en mi antiguo instituto, reinicié por completo mi blog con el nombre de "Gaceta Monstruosa" y puse la primera historia real con el titulo "aventura fantasmagórica", con el que recibí cientos de visitas y comentarios. Lo empecé con ayuda de mis monstruo-amigas Clawdeen y Kiyomi, pues ellas tuvieron su propia mini aventura como fantasmas sin mi presencia y no quería usar mi fantasía fantasmagórica para ello. ¡Había prometido no volver a hacerlo! Al estar publicado en la red, no tardó en llegar a todas partes de cualquiera de los mundos y eso hacía que me sintiera más viva (bueno, ya me entendéis).
Aunque no todo eran buenas noticias, pues dejé de saber cosas de Porter nada más verlo partir. Me auto convencí de que si no quería saber nada de mi, es que se había olvidado de todo y que yo también tenía que hacer lo mismo de inmediato. Fue difícil, y llegué a odiarlo, pero eso no paró con que siguiera con la gaceta.
A todo esto tenía que añadir que tenía un ídolo periodístico, Mathias Rat. Era el creador de noticias más fantástico. Algo así como mi crush, pues mi habitación estaba lleno de fotos y artículos redactados por él, al igual que mi taquilla y mi oficina. Había sido algo especial, sus noticias y crónicas espeluznantes. Quería seguir su camino hacia el estrellato periodístico.
Necesitaba más noticias o aventuras que contar. Empecé por las simples de instituto, aquellas que solo servían para hacer orgulloso a cualquier alumno, pero no eran suficientes. Quería llegar a ser como mi ídolo, por lo que busque una aventura por la ciudad. Las aventuras se resistían a aparecerse, ya parecía un alma en pena y perdía por cada día la esperanza hasta que por fin sucedió algo que daría mi salto al estrellato:
Mi crush visitaría mi instituto.
Todo esta preparado para el gran momento. Era cuestión de horas para que llegase y yo ya tenía preparado el ejemplar que mas amaba del autor: El caso de las ratas fantasma de Monstruid. Aquella extraña trama donde las ratas fantasma eran los que movían el negocio del queso clandestino, que resulto ser una gran tapadera para poder expandir las píldoras lunares, una nueva droga muy peligrosa. Para ser un fantasma, por cada momento me sentía mas viva. Sentí que me iría al cielo al ver como bajaba de una Davison y le daba las llaves al señor cortado para que la aparcarse con aire de superior. Para mi sorpresa, era un poco más alto que en las fotos pero se compensaba con el aire de misterio que iba detrás de él, pues las gafas no dejaban que se vieran sus ojos. Sus paletas ratonicas relucían con un blanco perfecto.
Por lo poco que descubrí al inicio, estaba en el instituto de forma súper conferencia para varias clases y después investigaría las catacumbas para escribir un articulo, a parte de su opinión a cerca de la integración progresista de Monster High. Me emocionaba saber que podría estar con él durante el trabajo. Al lado de mi ídolo. Aunque ya no me gustaba la idea de hacer dúos, pues me recordaban a Porter, la idea de aprender de uno de los maestros del periodismo era lo mejor que podía pasarme. Sus preguntas eran directas, algunas con irónia o sarcasmo, otras con un doble fondo rebuscado y mis favoritas: las que estaban llenas de exclamaciones y que llevaban irremediablemente a la verdad que estaba buscando. De vez en cuando me preguntaba cosas bastante sencillas, que no eran nada como la entrada a las catacumbas, quien las conocía muy bien, algunos talentos ocultos de mis compañeros, y yo respondía bastante embobada.
No me daba cuenta de que estaba cayendo en su juego.
Era bastante tarde cuando descubrí que el hombre iba a dormir en el mismo instituto en el ático donde solía escribir antes. No me molesto, pero decidí mentir a mis padres para poder ver desde la distancia los progresos que estaba teniendo en sus artículos. Vi que realmente estaba buscando una llave en la sala de la directora y exploró todas las salas que podía. Cogió varios expedientes y las leía mientras comía un sándwich de queso. No tardé en empezar a grabar con el móvil. Al terminar de leer los expedientes, los dejó en su sitió y bajo a las catacumbas con un mapa que le había dado Operetta con los lugares con los que tenía que tener cuidado. Estaba muy sorprendida y no entendía porque había abierto una de las puertas con calavera.
¡Había soltado a los monstruos!
Aquellos seres no eran como nosotros, eran mucho peores pues solo buscaban la destrucción de las cosas, como perros salvajes. Intenté marcharme pero una de las trampas me había capturado. Escondí el teléfono sin dejar de grabar como aquel hombre que solía ser mi ídolo me llevaba a una de las salas grandes del instituto. Tenía planeado dejarme como la culpable para romper aquella armonía con los fantasmas y que su noticia tuviera más impacto.
Lección aprendida: no volvía hacer dúo con nadie. En la vida.
Me dejó sola y se fue a limpiar sus huellas hasta la hora de abrir el instituto, donde la trampa me soltó y fui rápida a ver la destrucción que había causado. La gente le creyó por las noticias. Todo el mundo, incluida la directora creía ciegamente que había sido yo. Desde mis padres a la policía fueron a buscarme, e intenté defender con las pruebas de mi teléfono. Me preguntaron varias veces si era real, y dije que si, yo ya no usaba mi fantasía y no sabía crear videos falsos. Solo en ese momento se buscó a Mathias Rat, pero ya se había marchado. Quedé absuelta, pero sabía que no servía para nada, pues algunos alumnos seguían creyendo que había sido yo y las voces de fuera pedían que el consejo fúnebre hiciera revisión. Varias clases fueron suspendidas y a veces la policía me seguía.
Realmente horrible.
Para lavar definitivamente mi imagen y sacar la verdad, decidí usar mis mejores cartas. Renombré la gaceta como "Diario Spectral" y cree el artículo "La Prensa Honrada Ha Muerto", que se hizo viral con una rapidez sorprendente por las pruebas y las palabras más fuertes que se me ocurrían. Necesitaba que la gente fuera a ver Monster High y su verdad, pero sobre todo, llamar la atención de Mathias a muy malas para que volviera a atacarme con la trampa. Mis padres se opusieron y quisieron quitarme la conexión, pero encontraba la forma de eludirlos. No podía dejar las cosas así.
Y entonces la rata cayó en la trampa.
Estaba anocheciendo y me quede en mi "oficina" para poder terminar el artículo cuando, sin previo aviso, esa rata cruzo la puerta con un buster humano. Sabía que estaba poniendo mi vida en peligro, pero tenía las cámaras y dos de mis amigos con un policía esperando a mi señal. Necesitaba que lo dijera el mismo como prueba, con un ambiente digna de las películas de súper héroes. Y lo dijo con un orgullo que había sido su perdición.
-Me habían pagado muy bien por una noticia falsa, Spectra. Además, este lugar tan progresista es una amenaza para los monstruos de bien
-Quienes amenazan sois vosotros con vuestras ideas retrógradas- le solte y vi como disparaba el arma, destrozando la pared pues pude agacharme a tiempo, no sin una leve herida en el rostro por aquella arma.
Solo en ese momento lo pararon y lo llevaron preso. Mis padres se pusieron como locos por aquella herida, pero yo le reste importancia. Por fin tenía una historia que en el diario sirvió para saltar mi fama. Estaba orgullosa de mi misma por haber logrado destapar algo. Hasta la directora y mis amigas me felicitaron y se preocuparon bastante, pues las heridas de un buster humano hubieran sido mi perdición. Los adultos prometieron ponerme unas medidas con las que iba a temblar
Aquella aventura semanal solo iba a ser la primera de muchas. Peligrosas o no.
Iepale!
este fanfic será de subida semanal, narrado por Spectra. Serán casos independientes y diferentes y realmente no se cuanto va a durar.
Hasta la próxima
