Hola, hola amigos, como dije anteriormente esta es una recopilación de los songfics publicados con anterioridad en la pagina de face De nuestra parejita favorita, estos estas escritos en base a canciones que algunas fans han propuesto, sin embargo soy consciente de que faltan algunas que no pude cumplir así que voy a tratar de hacerlo aquí. De igual forma quisiera invitar a todo el que lo desee participar con la recomendación de alguna canción de su preferencia para un songfic.

Bueno sin mas nada que decir.

Tren titans no me pertenece, de ser así Robin seria secuestrado para permanecer indefinidamente en mi harem personal.

All my life

Cuando salía con Star. No, aun antes de que iniciáramos una relación siquiera. Siempre la escuche decir cuan maravilloso era el amor, cuanto significaba en la vida de cualquiera ese sentimiento. Yo por supuesto nunca le creí, no porque no la quisiera, yo la quería y la sigo queriendo de alguna manera intensa. Sin embargo a su lado nunca sentí la emoción que ella me describía y sé bien que conmigo tampoco lo sintió.

Pero con Raven, con ella puedo fácilmente dar fe de las palabras que me decía mi ex novia. Raven, ella es diferente, especial, con la única que veo un futuro claro, más que una parte de mi vida ella es mi vida entera. Ella es a quien buscaba sin saberlo.

Raven, mi Raven, puede que la ame demasiado, tanto que incluso llegue a doler pero es un dolor placentero un dolor que disfruto día a día cuando por las mañanas al abrir mis ojos ella es lo primero que veo, lo último también y quien halla siempre la manera de colarse entre mis sueños.

— ¿Quieres bailar? — pregunto extendiendo mi mano, ella no dice nada pero acepta mi invitación.

La música comienza a sonar, pego mi cuerpo al de ella de modo que solo la fina capa de tela de nuestras ropas nos priva de un acercamiento más íntimo.

— Te amo — digo como ella sabe, como tantas veces ya se lo he dicho, como pocas ella me lo ha dicho a mí. — Te amo — no me canso de decirlo, de sentirlo, de vivir este amor.

— Yo también te amo Richard — me dice estrechándome aún más entre sus brazos, si es que eso es posible.

Pero yo sé que miente.

Hay veces, muchas en realidad, en las que dudo. No de mi amor por supuesto. Si no más bien dudo del de ella. Y es que su amor es tan disto al mío, que hay ocasiones en las que simplemente las dudas aparecen.

— No, no es verdad — no titubeo en expresarlo ¿Para qué? Si ya sabe cómo me siento aun antes de pronunciar palabra alguna — tú no me amas como yo te amo. — ella no se aleja, no mira sorprendida y por supuesto no lo niega. — Pero eso no importa. — y esta vez sí aleja, si me mira sorprendida y con su violicaseos ojos me pide una explicación. — No me importa que tú no me ames como yo te amo a ti. Raven, toda mi vida rece por alguien como tú y le agradezco a Dios que finalmente te encontré. No importa lo mal que este cuando tu sola sonrisa basta para iluminarlo todo y sacarme del hoyo más profundo. Así es mi amor por ti Raven, así de intenso, así de puro.

— Richard te amo — repite una vez más, pero esta vez es diferente y casi puedo saborear en sus palabras el mismo sentimiento con el que yo las digo.

Pero aun así es diferente — sigue sin ser igual — le digo, y ella por supuesto lo sabe. — Raven si tan solo estás conmigo no me importa esperar y rezar toda la vida para que me ames como yo te amo a ti.

No sé cuándo de jamos de bailar o cuando me aleje de ella, solo sé que pronto llegara el momento en que la pequeña caja en mi bolsillo salga de su escondite.

— Richard — no me alejado lo suficiente como para ser inmune a su delicado toque en mu mejilla o el murmullo de su voz al pronunciar mi nombre — yo siempre estaré contigo.

Es difícil, aun para mí, comprender por qué no siempre creo en sus palabras si mi amor por ella me ciega. Pero supongo que soy una persona más de hechos que de palabras, y es así que dejo la cajita en la mano que antes me acariciaba.

— Richard, esto es… — dice sorprendida al ver el contenido.

— Una promesa, no, un juramento — prosigo al ver que se ha quedado sin palabras, me tomo el atrevimiento de sacar la joya de su empaque y con delicadeza colocarla en el lugar que le corresponde de ahora en adelante — sin importar el tiempo que pase, yo siempre estaré contigo y nunca te dejare ir. Raven tu eres mi vida, mi todo, y sé que algún día yo seré eso para ti, pero mientras ese día llega estaré contigo por la eternidad.

Pocas veces he visto a Raven llorar y esta ha sido una de ellas, sé que tal vez para tal ocasión se hubiera esperado que comprara un anillo, pero aquello es muy simple y para Raven, para mi Raven y mi juramento no había mejor sello que esa cadena con dije plata que reflejaba perfectamente mis palabras, pues que mayor ejemplo de ellas que el símbolo de la eternidad grabado con nuestros nombres.