NO ME OLVIDES

CAPITULO I

Una hermosa luna tenía con su luz dorada un paraje que se encontraba al norte de Inglaterra, dos jóvenes miraban expectantes el cielo en busca de respuestas, el cielo de pronto de volvió mas oscuro de lo que estaba y algunos relámpagos se hicieron presentes retumbando en la silenciosa noche, sus ojos se encontraron en medio de las gotas de agua que los empezó a mojar sin ningún afán, se aproximaron para resguardarse del frió que empezaban a sentir, sus rostros quedaron juntos y mojados al igual que sus bocas que se acercaron rozándose suavemente para unirse en un profundo beso, los rayos tocaron tierra y ellos estaban mas unidos sin importarles que el viento y la lluvia los azotara sin clemencia…………

Roma……………………………Mayo 28 del 2005………………...8:00 p.m.

Una mujer castaña se despertaba alborozada llevaba 10 minutos durmiendo sobre una mesa, mientras un buen montón de gente caminaba alborozada de un lado a otro desesperada por que tenían los minutos contados, estaban tras bambalinas esperando que el otro diseñador terminara con su muestra

-Hermione, mujer – dijo un amanerado hombre que tenia los nervios de punta – falta poco para salir y tu durmiendo

-calma Joseph – dijo Hermione con una sonrisa – aun tenemos 10 minutos

-10 minutos – resoplo el amanerado hombre de tez blanca – una modelo no puede colocarse el suéter

-que tal si fuera ropa de alta costura – refuto Hermione yendo donde la mujer de pasarela descifraba el modelo del suéter – solo son suéteres, bufandas y gorros

10 MINUTOS DESPUÉS…………………………………………………..

-con ustedes – anuncio una voz potente por el micrófono – la línea de suéteres de la diseñadora Hermione Weston

Una a una las modelos fueron saliendo tras bambalinas para exhibir a la asistencia suéteres, bufandas y gorros que la diseñadora debutante traía para la temporada en las grandes pasarelas de alta costura, cuando la ultima modelo salio, la asistencia ovaciono de pie a Hermione Weston que había brillado durante la noche en medio de los veteranos diseñadores, en entorno de los aplausos y felicitaciones Hermione sintió que ya había encontrado su lugar en el mundo. Después de la ajetreada noche Hermione se fue a su casa que se localizaba cerca del as tiendas de ropa de la ciudad para descansar y tomar una buena taza de te para tranquilizarse, al abrir la puerta flores desde tonalidades rojas y amarillas estaban esparcidas por la sala, una sonrisa se dibujo en su rostro sabiendo quien se había tomado la molestia de hacer eso, fue a su contestadora y se dispuso a escuchar los mensajes en su contestadora

-mensaje # 1: Hola amor felicidades por ese estupendo desfile y cada flor que hay en la sala simboliza que desde que te conocí no hago otra cosa mas que pensar en ti todos los días, te amo Hermione Weston

-mensaje # 2: por cierto soy Carl y para hoy por la noche tenemos una cita, paso por tu casa a las ocho, es una sorpresa

Hermione sonrió y se dejo caer en el sofá mas amplio de la sala descubierta por los rayos del sol de un nuevo día, pensó esta vez que se traía Carl entre manos, las sorpresas eran poco de su agrado y esperaba por lo menos que no fuera un viaje relámpago de los que a Carl gustaba, con un ultimo suspiro Hermione quedo tendida en el sofá durmiendo y soñando con su nueva vida.

OCHO DE LA NOCHE…………………………………………………..

Mientras trataba de acomodar mejor su rebelde cabello, Hermione sonrió al espejo que le devolvía la imagen de una hermosa mujer enfundada en un traje de cóctel negro, una gargantilla y pendientes de diamantes, estiro un poco los labios y comprobó que el labial era difícil de correr, miro le reloj por tercera vez y comprobó que eran las ocho en punto, era cuando la ciudad italiana empezaba tornarse como una vampiresa, un suave pito de un carro le hizo dar un respingo y mirar con rapidez la sala para comprobar como quedaba todo, con mayor tranquilidad tomo un bolso pequeño de mano y lanzo un ultimo suspiro cerro la puerta la puerta de su apartamento, trato de espantar las mariposas que revoleteaban en su estomago cuando sus ojos divisaron a un hombre de estatura alta, cabello avellana y profundos ojos azules, se veía imponente con su traje de corbata dándole la apariencia de ser u miembro de la monarquía inglesa, sonrió como siempre lo hacia para ella con sus dientes blancos y bien alineados, mientras con la mano le indicaba que entrara a la lujosa limusina que tenia deslumbrado a mas de un transeúnte, Hermione se sintió cohibida y con una tímida sonrisa ingreso a la calidad atmósfera

-no debiste – dijo Hermione un tanto apenada – solo vamos a una cena de beneficencia, no a la entrega de los premios Oscar

-quiero que te sientas cómoda – dijo Carl tomando con dulzura su mano – te mereces esto y mucho mas Hermione por ser el rayo que ilumina mi vida

-Carl – exclamo Hermione entornando los ojos

-es lo que siento – dijo Carl besando a Hermione con ternura – te amo

Hermione solo atino a sonrojarse algo en su garganta le impedía responder a su novio semejante halago, se limito a mirar por la ventana el resto del camino que no conducía precisamente a la cena de beneficencia, Hermione miro a Carl acusadoramente, el solo sonrió y tomo su mano con fuerza cuando la limusina se estaciono frente al hotel mas lujoso de Roma, Carl bajo del auto y ayudo a descender a su novia que tenia inmensa curiosidad por saber que tramaba el joven, si tan solo hubiera dominado la legeremancia no estaría con ganas de saber en que desencadenaría aquella situación, el portero del hotel les dio la bienvenida mientras abría las puertas de vidrio, los demás empleados los saludaron con familiaridad cuando sus pasos se dirigían al elevador, mil y una situaciones pasaban aterradoramente por la cabeza de Hermione cuyo temor por dar un paso mal dado hacia que mirara con susto a su novio, quien esperaba con paciencia que el elevador se detuviera en el piso 20, cuando las puertas de metal se abrieron, otras puertas de madera y cristal los recibía mientras un hombre con timidez abría las puertas

-buenas noches Sr. Beardsley – saludo le portero con timidez

-buenas noches Leonard – respondió Carl con una sonrisa – indícanos el camino por favor

-claro señor – dijo Leonard tomando la delantera – por aquí por favor

Carl y Hermione siguieron al hombre por el pasillo que concluía en una puerta de vidrio, dentro se encontraba una reconocida joyería de la ciudad, Hermione aun no entendía por que Carl la había conducido aquel lugar, estaba por decirle que ya contaba con demasiadas joyas para que le regalara más, Carl hizo una seña a los dependientes que sacaron varios anillos de deslumbrante belleza, Hermione se tapo la boca con la manos, el no podía hacer aquello, Carl se hinco en el suelo mientras tomaba su mano y la miraba fijamente

-Hermione Weston – dijo Carl sonando demasiado serio – cualquier anillo que elijas esta noche va ser la alianza que representara nuestro compromiso de seguir juntos toda la eternidad, ¿quieres casarte conmigo?

Hermione quedo aturdida mientras asentía con la cabeza ante la proposición directa de Carl, tomo un anillo de diamante blanco que no era muy ostentoso y tampoco pasaba desapercibido, uniéndose en un profundo beso ambos novios sellaron el compromiso, entre tanto los dependientes de la joyería aplaudían.

A unos kilómetros de ahí, una mujer mayor y de porte elegante bajaba de un Mercedez – Benz de lujo, varias cámaras empezaron a registrar su llegada haciendo que la rubia mujer sonriera diplomáticamente, siguió sus caminos por una alfombra roja tanto que unos periodistas trataban de obtener una respuesta a sus insistentes preguntas, la mujer negaba cortésmente hasta que un osado lanzo la pregunta que por nada del mundo esperaba que se hiciera realidad, observo expectante por unos segundos hasta que le periodista le repito de nuevo la pregunta

-senadora Beardsley – repitió el periodista con cierta presión – es cierto que su hijo el abogado de la judicatura de Roma, Carl Beardsley contraerá próximamente matrimonio con la diseñadora que ha deslumbrado las pasarelas de alta costura Hermione Weston

-si supiera la noticia ya la hubiera comunicado – respondió la senadora con un tono de disgusto – no se como hacen ustedes para enterarse antes que yo, que soy su madre

-gajes del oficio senadora – dijo el periodista con un rayado optimismo – entonces es falsa alarma

-creo que deberían preguntarle a los supuestos prometidos – aconsejo la senadora rezando para sus adentros que aquello no ocurriera – miren acaban de llegar, ellos pueden responder mejor a su pregunta

Las cámaras no se hicieron esperar y empezaron a dispararse el flash en busca de la evidencia, en vano Hermione trato de esconder su mano pero con tan mala suerte que la senadora tomo la mano derecha que tanto pretendía esconder de los periodistas, Rebecca Beardsley miro con gesto desencajado el hermoso anillo que la diseñadora portaba, los periodistas empezaron a pelear sitio para lograr el mejor registro de la primicia mientras la senadora veía ya arruinada su hermosa noche, los diarios del día siguiente publicaron la foto de la senadora mirando con gesto sorpresivo el anillo que comenzaba a ser un verdadero dolor de cabeza.

Días después Hermione conducía un discreto auto negro por una vía amplia casi con ansia por llegar pronto a su destino, los árboles flanqueaban a cada lado de la carretera con sus verdes hojas y hermosas flores, un repiqueo sonó procedente de su bolso conduciendo despacio trato de ver quien marcaba a su celular, el nombre de Nikki aparecía en la pantalla, contesto con su manos libres la llamada

-casi no me contestas – se quejo Nikki con reproche – llevo llamándote un buen tiempo para que nos reunamos en el café Dolce

-lo siento Nikki – se disculpo Hermione – pero no podré asistir

-por que no – protesto Nikki con disgusto – dile a ese novio tuyo que tus amigos también te necesitan

-no estoy en Roma – contesto Hermione con algo de nerviosismo – estoy camino la Valle de Godric

-¡Dios mió! – exclamó Nikki con horror – vuelve enseguida

-no puedo – dijo Hermione con firmeza – tengo un asunto que resolver