DISCLAIMER: los personajes no me pertenecen, son propiedad de las CLAMP, creadoras del manga y anime de Sakura Card Captor.
Mi soledad me mata, ¿Acaso después de ella no hay nada? Me hace falta, me hacen falta sus hermosos ojos amatistas, sus finas manos que tocaban el piano después de al cena, su hermosa voz que cantaba como toda una Diosa griega deleitando a los simples mortales con su preciosa melodía. Todo de ella extraño con locura, desde su cálida sonrisa hasta su desgarrador llanto, ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué permitiste que se fuera de aquí, de nuestro hogar, de mi lado? Dejando la pura y física soledad, dejando este vacio, este dolor en el pequeño trozo que me queda de alma, por que ella, se ha llevado la mitad de lo que más protegía, mi corazón.
Mi padre me decía que enamorarse era de débiles, y así me fui encerrando en una coraza aparentemente impenetrable pero no se que me paso cuando vi su pelo azabache y su piel blanca. Me derrumbe ante su belleza y hoy pago el haberla deseado con tanta lujuria, por no querer dejarla ir cuando tuvo que haber sido, por no valorar cada detalle que componía la perfección de su ser, pero por ese tiempo a su lado, no me arrepiento ni un poquito.
Hoy se ha ido y que puedo hacer yo sin ella, al parecer estoy destinado a estar solo, a no tener a nadie a quien entregar mi amor. Y ahora después de mi pequeña muñeca hecha de fina porcelana ¿Qué hay? Pues solo la nada, sin ella no vivo y solo me queda la soledad.
Destapo la quinta botella de Whisky de estos últimos dos días, desde que la muerte te arrebato de la vida que disfrutabas tanto, dulce Tomoyo, se que al cielo haz llegado, pero mira detrás de ti, mira que muero lentamente sin ti.
Te extraño y no hay Eriol Hiragizawa sin una perfecta Tomoyo Daidouji.
