Nada me pertenece, la historia de Teen Wolf es de sus respectivos creadores. (Solo hago esto por que puedo. XD)
Este fic es para el "Intercambio de mi OTP" que realicé Charlotte C. Charlescon y se lo cambié por un DickJay.
Las condiciones para este fic fueron las siguientes: Tres condiciones 1. Omega verse. 2. Sexo en la regadera* (No se considera ningún lemon para los intercambios, por lo que solo quedó como condición la regadera).3 Isaac tiene un bebé*
Resumen: Isaac y Jackson tienen una aventura corta antes de que el castaño se vaya a Inglaterra. Isaac se queda devastado porque para Jackson solo fue una despedida mientras que él estaba seguro de Amarlo. Ahora vive con Derek, su alfa, quien no solo le ofrece su casa sino también seguridad en la manada para él y su hijo. +16 Mpreg. Omegaverse.
I
Las vacaciones estaban comenzando, cualquier estudiante esperaba ansiosamente a que llegara el verano y disfrutar de todo ese tiempo libre, sin embargo ninguno de ellos era como cualquier otro estudiante. Jackson se iría pronto a Londres y dejaría todo atrás, sería para su propio bien, eso es lo que él decía, al igual que sus padres.
Isaac estaba acostado en la cama de su alfa, mirando por la ventana, de eso ya habían pasado varias semanas, el verano estaba por terminar y sus mejores recuerdos eran los más dulces y, también, los más dolorosos.
Justo después de que Jackson fuera salvado por Lydia ellos se habían abrazado como si fueran lo más importante para el otro y eso le rompió el corazón, porque siempre le había gustado el castaño, era su vecino de prácticamente toda la vida y se había pasado años suspirando por él. Sabía que Jackson no era un intolerante, su mejor amigo era Danny y eso decía mucho, pero aun sabiendo eso, Isaac, nunca se atrevió a decirle ni media palabra sobre lo mucho que le gustaba. No hasta hacía poco al menos.
Ellos estaban cenando pizza en casa de Derek, justo después de un curso "intensivo" para Jackson, tenía que aprender lo más pronto que pudiera a dominarse y algunas cosas útiles antes de que se quedara por su cuenta, especialmente a evadir peligros y a mantener lo mejor posible su secreto para sí mismo. Al menos sus padres lo apoyaban con esto, eso debía ser muy importante para él.
No estaban hablando de nada en particular, estaban comentando lo fácil o difícil que sería pegarle a Scott en la cara con alguna cosa a unos veinte metros de distancia, podría ser que hubiesen dicho algo sobre nervioso que habían visto a Derek un par de veces, por increíble que pareciera, aunque Jackson era el más divertido con la situación porque parecía entender algo que Isaac no, pero al rubio no parecía importarle que el castaño no le compartiera el chiste, por mucho que quisiera saber.
De un momento a otro Jackson había comentado que sus ojos eran bonitos, a lo que el más alto solo movió la cabeza ligeramente, perdiendo el tema del que habían hablado segundos antes y movió la boca un par de veces sin pronunciar palabra alguna. ¿Jackson había dicho que sus ojos eran bonitos? ¿En serio?
—Parece que no crees lo que te estoy diciendo— Jackson entrecerró los ojos ligeramente, ladeando su cabeza unos pocos grados a la izquierda, sonriendo divertido, era uno de esos gestos que le gustaban más de él.
—Bueno, es que no creí que pensaras que mis ojos son bonitos— Isaac contestó finalmente, riéndose como si fuera una broma, su corazón aumentó el ritmo un poco, se había olvidado de que el castaño podría notarlo ahora y tampoco era como que pudiera evitarlo.
—¿Es algo bueno, no?— el castaño se rio un poco más, dejando la pizza olvidada en su plato.
—Sí, supongo. Tú también tienes unos ojos lindos— a pesar de lo que otros pudieran pensar de él, Isaac en realidad no era exactamente tímido, era socialmente torpe a veces pero no tímido. Algunas veces no cuidaba lo que decía pero era solo porque le gustaba preguntar —Y tienes unas pestañas bastante largas también— y podía agregar a la lista muchas otras cosas atractivas del rostro del más bajo.
—Sí, es cierto— Jackson comentó, encogiéndose de hombros como si eso fuera solo un hecho de conocimiento común y luego sonrió de nuevo, mirando fijamente a Isaac, parecía estar esperando algo.
—¿Qué es? ¿Tengo algo en la cara?— el rubio preguntó después de lo que parecieron cinco o quizás diez minutos, sonriendo torpemente, era una sensación extraña tener toda la atención de Jackson sobre de él, era como tener "mariposas" en el estómago, tal vez murciélagos ahora que lo pensaba, no era la primera vez que lo sentía, aunque si era la primera vez que el castaño lo miraba a él, sólo a él.
—Sí, tienes…— se acercó a él, como si fuera a limpiarle algo de los labios o de sus mejillas, pero él simplemente siguió acercándose, inclinando su cabeza un poco más, besándolo lentamente.
Isaac se desconectó del mundo en ese momento, cerrando los ojos y dejando que las manos de Jackson presionaran y doblaran su cuerpo como prefirieran el castaño. Se levantaron de la mesa, dejando la cena olvidada. El rubio no sabía cómo fue que acabaron en el baño, aún vestidos y debajo de la regadera.
El agua caía sobre ellos, mojando sus ropas de forma irregular. Las manos de Jackson habían subido a su camisa, abriéndola de un solo tirón, acariciando su pecho con sus manos callosas. Isaac había sido más cuidadoso, desabotonando la camisa de vestir del castaño botón por botón, aunque rápidamente, después pasó sus brazos por el cuello de Jackson, acariciando su nuca con fuerza, sin dejar de besarlo.
Isaac había acabado desnudo contra el muro de baldosas, presionado entre ellas y el cuerpo caliente de Jackson, sostenido por su amante. Las embestidas fueron rápidas y constantes, la pared se había agrietado en varios lugares y los dos estaban seguros de que el dueño de la casa los había escuchado perfectamente.
A partir de ese momento estuvieron juntos cada noche, dejando el techo con el olor mezclado de ambos, el mismo aroma del sexo bailando por cada rincón. Se habían entregado en cada parte que pudieron, en el bosque también, en el cine aquel miércoles que habían ido a ver una película y en las escaleras de espiral ese día que no había nadie más en el lugar.
Después llegó el momento en el que no quería pensar, había tratado de evitar ese momento pero él no podía detener el tiempo ni hacer cambiar a Jackson de parecer. No podrían despedirse en el aeropuerto por que los padres del castaño no lo permitirían, o al menos eso es lo que él había dicho unas pocas horas atrás, por lo que su despedida sería aquí, ahora, frente al ventanal.
—Gracias, por todo— Isaac había sido el primero en hablar, sabiendo que el castaño no lo haría, Jackson siempre había sido bastante malo para expresar sus sentimientos, especialmente cuando más cercanas a él eran las personas, al menos eso era lo que el rubio creía.
—Siempre supe que te gustaba Isaac, es solo que nunca me puse a mirarte antes porque…— Jackson respiró profundamente y nunca terminó la oración.
—¿Tus padres no lo aceptarían? ¿Crees que ellos te rechazarían si supieran que… que también te gustan los chicos?— eso le había solido un poco, pero Isaac estaba acostumbrado al dolor, a tener el corazón roto a causa de las personas que amaba.
—Puede ser— el castaño reconoció en un susurro, sin mirar al rubio a los ojos —Esto—señaló a los dos, el espacio entre ellos y, de alguna manera, también señaló sus sentimientos, eso fue lo que Isaac sintió —Lo que pasó no será lago que pueda repetirse, Isaac, me voy y no voy a volver ¿Lo entiendes?— sus ojos se habían puesto ligeramente acuosos o eso es lo que al rubio le gustaba pensar cuando lo recordaba.
—¿Y qué fue todo esto entonces? ¿Por diversión?— algunas heridas eran más profundas que otras, pero la que Jackson le estaba haciendo era no solo profunda sino que también era ardiente, como una braza al rojo vivo enterrada en sus entrañas, dejaría una marca horrible y negra en su corazón.
—Es una despedida— y con esas últimas palabras Jackson salió de su vida, dejándolo al borde del abismo.
Isaac no estaba en contra de dejarlo ir, él entendía que no podía tener lo que quería, que la vida arrebataba más de lo que proporcionaba a algunas personas, como a él, como a Derek. Algunos no habían nacido bajo una buena estrella y les tocaba vivir de las sobras que la vida les dejaba debajo de la mesa.
Y justo después de que el castaño se fuera se quedó ahí, frente a la ventana viendo el cielo, era un día tan claro y soleado, las personas normales seguro tendrían un día normal y perfecto. Los envidiaba desde el fondo de su alma por eso, por una vez en su vida quería que alguien lo sostuviera, alguien que no fuera a dejarlo, alguien que lo abrazara y le hiciera saber que nunca iba a abandonarlo. Eso no estaba pasando, él lo sabía, porque todo en su vida estaba destinado a ser efímero, frágil, las palabras exactas que Derek le había dicho cuando Isaac le había preguntado si alguna veces podría ser feliz, un par de días antes, porque, con honestidad, el rubio creyó que Jackson lo amaba.
Derek había llegado un poco después, encontrándolo sentado en el piso, llorando en silencio, entonces hizo algo que no creyó que fuera capaz, lo abrazó, lo sostuvo con fuerza y le dijo que todo estaría bien. "El tiempo no puede curar todas las heridas, pero puede hacer que la vida sea menos dolorosa si esperas lo suficiente para ver otro amanecer".
Isaac nunca supo de dónde había sacado el mayor esas palabras y no le importaba, el día de hoy, varios meses, después lo creía, realmente lo creía; especialmente cuando acariciaba su vientre, en unos meses más tendría un verdadero rayo de luz en su vida, le estaría dando a su alfa uno también. Isaac iba a tener el primer hijo de su manada, aunque era aterrador también era un motivo de orgullo para él, sería el primer hijo que Derek cargaría y siempre sería especial.
El rubio estaba sonriendo cuando la puerta se abrió repentinamente, él miró y se encontró con uno de sus amigos. No los había visto desde un par de meses, porque Derek era un paranoico y le había dicho que pro su propia seguridad no debía de estar andando por ahí sin supervisión.
—¡Hola, amigo!— Stiles sonrió, entrando despreocupadamente y mirando alrededor —¿Sabes dónde está Derek?— pero no estaba tan relajado como parecía, algo estaba pasando en Beacon Hills y necesitaba hacer unas preguntas —Y… ¿Por qué estás en su cama?— ese detalle le hizo arrugar el entrecejo, el Alfa le había dicho a todos ellos que no fuerana ver, que lo buscaran al celular o que esperaran por él, era un poco extraño que le prohibiera el paso a todos peor no al chico rubio, para variar no les había dado ningún motivo pero Scott había insistido en que debían darle su espacio y no molestarlo, tal vez era una cosa de manada o algo así. Stiles no se lo creyó ni por un segundo y ahora mucho menos.
—¿Por qué?— Isaac sonrió más ampliamente —¿Es raro que esté en la cama de mi Alfa? Llevo semanas durmiendo con él— lo dijo con un tono casual, sonriendo pícaramente, mirando al chico más bajo parpadear incrédulamente mientras trataba de decir algo. Era increíble que hubiera dejado a Stiles sin palabras, si tan solo se hubiera puesto a pensar en lo que le estaba provocando posiblemente no lo hubiera dicho así —¡Espera! ¡Espera, Stiles!— pero para ese momento el visitante ya había corrido lejos de ahí.
Isaac nunca hubiera querido causar una herida tan profunda como la que Jackson le había dejado en el corazón de alguien más.
Bueno señorita, espero que te guste, porque ésto es sólo el principio. }=)
