-No, no y no patriarca me rehusó siquiera a hacerlo

-Pero Mascara de muerte fueron órdenes precisas de nuestra diosa acaso piensas ir en contra de su divina voluntad- Eso no se oyó muy bien para nuestro caballero de cáncer, sabía que no debía desobedecer las órdenes de su diosa, pero…aquello que le estaban encomendando estaba fuera de su alcance y porque pedírselo ha el justamente a él, la persona que más odiaba interactuar con las personas

-Patriarca usted sabe de sobra lo que me molesta interactuar con las personas, entonces ¿porque a mí?- El patriarca dio un largo suspiro

-Es precisamente por esa causa, Athena intenta que dejes ese carácter, quiere que fraternices con tus compañeros además de Afrodita, ¿acaso es malo?

-No…bueno pero….Que más da, lo hare pero no sé de que vaya a servir, darme un discípulo para que lo entrene, lo tolero, pero lo que no es… ¡que lo vayan a mandar a vivir en mi casa!- Exploto furioso el cangrejo

-Ya te lo dije no me reclames a mí, díselo a Athena en cuanto regrese de su viaje a Japón

-Eso hare, por cierto ¿cuándo regresa?- Shion enarco una ceja y puso una sonrisa de medio lado

-En seis meses- Dijo tranquilamente el patriarca

-Ah entonces no será mucho tiempo… ¡¿QUEE?!

-Sí, nos es mucho tiempo y resígnate, ¡es una orden!- Sin más, el caballero dorado de cáncer salió resignado de la sala, para dirigirse a sus aposentos, mañana empezaría su tortura, pero debía ser fuerte, no porque fuera a vivir con uno de sus discípulos debía tratarlo bien, además lo tendría entrenado hasta que desfalleciera, así mas rápido el chico saldría huyendo despavorido, cosa que le beneficiaria, antes de darse cuenta ya se encontraba en la entrada del doceavo templo o sea piscis, por lo que entro sin más, antes de estar a mitad de aquella casa zodiacal se encontró al guardián del mencionado templo, Afrodita

-Que pasa Mascara de muerte, a que te mando llamar el patriarca- Dijo el santo dorado de piscis

-No quiero hablar de ello me molesta, tan solo de recordarlo

-Debió ser algo que no fuera de tu agrado

-Si

-Que será... Bueno aunque de cierta manera es fácil sacarte de tus cabales, pierdes rápidamente la paciencia

-Cállate rosa con patas que te lo repito no estoy del mejor humor que digamos

-¿Y cuándo lo estás cangrejo?- Mascara de muerte vio mal a afrodita que lo veía con una sonrisa burlona

-El patriarca me encomendó entrenar a un discípulo nuevo- Soltó de pronto, para cambiar el curso de la conversación

-¿Y eso te molesta tanto?-Dijo extrañado el caballero de piscis

-Bueno si a eso le sumas que tendrá que vivir en mí templo

-¿En serio?, ¿pero porque?

-No tengo ni la más remota idea toda fue idea de Athena, por lo que no me puedo negar

-Y ya intentaste hablar con ella

-Pues digamos que por el momento no puedo, recuerda que hace días salió a arreglar algunos asunto que tenía pendientes en Japón, peor aún tardara cerca de seis meses si no es que más tiempo

-Ahora sí, ni cómo ayudarte- Después de aquella charla, el caballero de cáncer, salió de la doceava casa, para seguir su rumbo, sin detenerse en ninguna otra casa zodiacal, finalmente cuando llego a la suya, se adentró a ella, llegando a su habitación, después de darse un largo baño, se tiro a la cama a dormir profundamente