Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Este fic ha sido corregido por Adhy Rosier Moon. Esta inspirado por Val Salvaje y por Dartagnan, esta dedicado a ellos y espero que les guste.
El portazo resonó en todos lados. Dartagnan se quedó lívido ante la puerta. Su esposa tenía la mala costumbre de dejarle con la palabra en la boca cuando discutían. Pero no se iba a quedar así la cosa.
Entró en el dormitorio y se quedó boquiabierto al ver a su esposa medio desnuda. Val le miró echando chispas y se dirigió hacia él con la clara intención de seguir chillándole. Con un gesto rápido, se sentó y la tumbó sobre sus rodillas, para darle un suave azote en las nalgas, mientras la sujetaba con la otra mano. Val se revolvió y maldijo sonoramente.
- Esa lengua- volvió a pegarle, pero era más una caricia que un azote.
Val se movió de nuevo, sensualmente, notando ya el bulto de su erección contra su vientre. De repente, se oyó un crujido y la silla se rompió, rodando los dos por el suelo. Dartagnan se movió rápidamente para amortiguar la caída de ella y que no se hiciera daño. El resultado fue que ella quedó encima de él, con las piernas a ambos lados de su cuerpo. Alzó un poco las caderas, buscando con su miembro, todavía apresado, el cuerpo de ella. Val gimió y con sus manos, le liberó.
Inmediatamente, él giro, apresándola contra el suelo y desgarró su ropa interior, penetrándola ansiosamente, mientras con sus labios buscaba sus pechos. Los gemidos de Val fueron en aumento, al mismo tiempo que aumentaba la velocidad de sus caderas. Dartagnan gruñó roncamente, clavándose aún más en su interior.
Val llegó al orgasmo, mordiéndole el hombro para ahogar su grito, al mismo tiempo que él besaba su cuello, liberándose a la vez que ella.
Respiraron agitados, aún en el suelo, cuando escucharon a sus hijos llamarles. Se levantaron de un salto, la ropa interior de Val arruinada, Dartagnan colocándose la suya rápidamente.
- Esta noche seguimos con nuestra "discusión".
Guiñándole el ojo, el gascón salió en busca de sus hijos, para ver qué les pasaba, mientras dejaba tiempo a su mujer para que se recompusiera.
