Este es mi primer IwaOi, amo a esos chicos en serio y me encanta como siempre arman su lio, aunque todo el anime y el manga en general son tan kawaii, la cosa es que esto es sin fines de lucros, la historia desarrollada es completamente mía, los personajes pertenecen a Haruichi Furudate, menos los que no reconozcan, esos si son míos.
Posiblemente las personalidades no coincida pero la verdad intente hacerlos como yo me los imagino que son, y basándome un poco en cómo se desarrollan, en esta historia Iwa-chan es el capitán y estrella del Seijoh, Oikawa es fem pero sus contrincantes no son Ushi ni Tobio, si ellos salen en algún momento de la serie será siendo ellos mismos, Oikawa tendrá contrincantes diferentes, y para terminar esta historia está 100% dedicada a Janet Cab porque ella es genial, y su historia de Confeti Rosa es lo más, en fin, su cumpleaños acaba de pasar y muchas de sus fans le regaron fics, yo aún no la leí pero quise hacer esto aunque sea atrasado, así que si me lees espero que te guste.
Sin más, cualquier duda, error o sugerencia sean felices de decirla que siempre son recibidas. (Si estás leyendo calabaza, dime si algo sale mal porque aún no estoy segura)
...
Oikawa no podía creer lo que estaba viendo, ella estaba acostumbrada a ser el centro de atención, que todos le alagaran, la vieran y la escucharan porque ella era digna para mirar, por eso Iwa-chan pasaba desapercibido, y nunca era víctima de las declaraciones de amor, por lo general no muchas reparaban en el por qué su presencia era despampanante y acaparaba todas las miradas, pero en ese momento ella no recibía atención, ella no estaba siendo despampanante y la atención se la estaba llevando Iwa-chan y aquella chica que se había atrevido a acercarse a su amigo después de las prácticas de Volleyball, porque lo había esperado, la muy acosadora lo había esperado.
Lo peor no era eso, lo peor era la cara de Iwa-chan, todo sonrisas tímidas y mejillas sonrojadas por la vergüenza, acompañando a la de aquella chica. Lo peor era que ellos no se encontraban solos sino que los muy desgraciados de Mattsu, Maki y Umi-chan se encontraban detrás de ellos, tratando de contener la risa y callar los comentarios llenos de saña.
—Lamento mi intromisión—la chica hizo una reverencia y luego de pararse de manera firme extendió un sobre—soy Takumi Haruka, de tercer año clase 3, por favor Iwaizumi-san lea esto—Iwaizumi tomo el sobre, todo cohibido—sé que no nos conocemos mucho, pero yo creo que usted es un buen senpai para sus kohais, y ellos lo admiran—Hajime se sonrojo—me gusta Iwaizumi-san y espero pueda comprender porque cuando lea mi carta—la chica se sonrojo, hizo una reverencia y desapareció de sus vistas.
Nadie dijo nada pero ella podía ver la cara de Iwa-chan, esa sonrisa tierna y cariñosa, esa que no le dedicaba mucho a ella misma, estaba justo en ese momento plasmada en la cara de su amigo, parecía un poco bobo y le daba un aire diferente, pero no le gustaba ni un pelo, esa chica no se podía acercar a Iwa-chan nunca más, no si lo ponía en un estado como ese. Despego la vista de su amigo solo hasta que escucho la risa burlona de los demás.
—Waah ¿Qué fue eso tío?, no pudiste decir ni media palabra—Makki se destornillaba de risa mientras señalaba la cara roja de Iwa-chan—vaya, vaya Iwaizumi, no sabía que el gato te había comido la lengua, ¿o no Mattsu?
—Pero mira que guardado te lo tienes, eres todo un casanova eh Iwaizumi-senpai—dijo con retintín, con esa sonrisa suya que tanto sacaba de quicio porque sí, porque era Mattsu—solo espero que Oikawa y tú no se terminen divorciando, sería una pena, ¿a qué si Umi-chan? —el chico miro de reojo a Umi, como invitándole a molestarles.
—Pero mira que serán fastidiosos, si es lindo que alguien se le haya declarado—la chica dio unos manotazos al aire, como si Mattsu y Makki fueran bichitos flotando a su alrededor y esperara espantarlos—yo creo que es tierno Hajime, que tengas novia no te haría mal. Ademas, yo creo que ella es linda—le dio unas palmaditas en el hombro, como si le diera su aprobación, la muy traidora, la voltio a ver justo en ese momento, donde tramaba mil formas de vengarse de esos tres y sonrió, con toda la malicia mal disimulada de la que era capaz de poseer—Yo creo que incluso Toku-chan, que es toda una antipática, se alegra por ti, ¿no Oikawa? —todos la voltearon a ver, con la curiosidad de saber si al fin diría algo, daría indicios de algo, porque todos creen que estamos liados y que si no es así deberíamos estarlo, pero calla porque cree que es mejor y sonríe con burla, con aquella sonrisa ensayada delante del espejo de su cuarto.
—Pero mira que yo no puedo hacer nada, se ve que la chica es una ciega perdida porque venir a fijarse en Iwa-chan teniendo personas más decentes como Mattsu y Makki—contesta con tono alegre y cantarín, como si todo aquello le hiciera gracias y no comprendiera.
—Serás tonta, feo no debo de ser si se fijó en mi Shittykawa así que piérdete—Iwaizumi frunció el ceño, y empezó a murmurar maldiciones mientras empezaba a caminar.
—¡Iwa-chan, que me voy contigo! ¡Ve más lento tonto Iwa-chan! —corrió a su lado, lo más rápido que podía porque Iwa-chan cuando caminaba lo hacía que daba miedo y más si ella le tocaba las narices de esa forma—vamos, no te enojes—empezó a dar pequeños saltitos mientras caminaba, porque si, porque estaba nerviosa y no sabía lo que en ese momento pensaba su amigo y eso le frustraba—ni que fueras a salir con ella, Iwa-chan—la chica miro el ceño fruncido de su amigo, como esperara una negativa o algo que le confirmara que en efecto el no aceptaría los sentimientos de aquella chica.
—Eso no lo sabes—refunfuño por lo bajo, y Oikawa se preocupó, porque Iwa-chan o bien negaba o bien asentía a las cosas porque así de simple era—en fin, ¿Cómo te fue con tu problema? —su cara estaba llena de preocupación y Oikawa sintió alivio, porque Iwa-chan se preocupaba por ella, no por tonterías como quien se le declara o lo que hará con eso—¿te siguieron los cólicos? —se agacho para murmurar, ahí justo en su oreja, y sintió su corazón acelerar y las mejillas enrojecer, porque madre mía Iwa-chan estaba cerca y tenía unos preciosos ojos verdes, y oh por Dios, se veía tan arrebatadoramente guapo con el sol de la tarde reflejando su rostro.
—Pero mira que decirle perversidades frente nosotros, ¿no podías aguantarte Iwaizumi? —ambos voltearon a ver a Makki y a los demás.
—Pero de que hablas, en serio Takahiro, a veces no sé de qué va tu cerebro y el de Mattsu—Iwa-chan los miro sin comprender.
—Claro, los más calladitos son los peores—Mattsu movió las cejas provocativamente, como si con ello explicara su comentario—mira que susurrar guarradas en público no lo imaginaba de ti pero si esos le va, los apoyamos—Oikawa e Iwaizumi se sonrojaron al comprender la situación y evitaron mirarse, claro, hasta que Oikawa abrió la boca.
—Serás pervertido Iwa-chan, decirle esas cosas a una señorita como yo—miro a su amigo, toda pucheritos y ojitos de cachorro, ya podía ver una vena palpitando en la cien de Iwaizumi y se tragó la risa.
—Tu personalidad es asquerosa—y le aventó así como si nada el balón que llevaba en la mano a la cara, sin pena ni consideración, y le dolió el golpe pero esa era su rutina.
—Auch—se quejó, sobándose la cabeza con los ojos un poco llorosos—eso duele Iwa-chan, que cruel.
—Toku-chan, es que tu no aprendes—Umi-chan le sonrió mientras tallaba con cariño su cabeza, ahí donde había sido alcanzada por el balón—deberías ser más delicada, eres una chica y aunque Hajime sea un chico ambos se deben de llevar mejor.
—Me decepcionas—la miro con el ceño fruncido, mientras se cruzaba de brazos—se supone que nos conoces de toda la vida Umi-chan, ¡no por nada los tres crecimos juntos! —exclamo como si aquello diera a entender todo su argumento.
—Y serás bruta—le dio una colleja a la que Oikawa se quejó—mira que tienes que ser mala con Iwaizumi, la verdad a mí me trata bien, y siempre lo he considerado mi hermano.
—Pero solo un hermano eh—ambas dieron un respingo cuando Makki asomo su cabeza entre sus hombros—recuerda que tú eres mía—Makki sonrió con coquetería mientras rápidamente le robaba un beso a Umi y salía corriendo para esconderse detrás de Mattsu—¡mira que eres lenta cariño, y eso que estas en el equipo con Oikawa, enana! —todos hicieron una exclamación de dolor, porque nadie jamás se metía con la estatura de Umi, porque ella misma media 1.76 y no era muy alta así que debía ser frustrante ser punta receptor midiendo 1.65.
—Así que enana—Oikawa dio dos pasos lejos de su amiga, porque daba miedo, mucho miedo cuando se enojaba.
—Vaya tío, creo que vas a mendigar lo que resta de la semana—se burló Mattsu mientras Makki solo lo miraba mal, porque ya se había dado cuenta que su comentario no había causado gracia y tendría que sangrar por el perdón de su novia.
—Iwaizumi, tío, tienes que ayudarme—suplico Makki mirando al susodicho, esto negó—¡que es tu hermana! ¡serás mal amigo!
—Y merecido lo tienes por idiota—sonrió con burla mientras empezaba de nuevo su camino—vamos Umi, te comprare un helado por ser tan buena chica—Iwaizumi extendió su mano y Umi-chan acepto sin importar sus propias quejas y las de su novio—me enorgulleces, dejaste a ese mal tío, no te convenía querida—Iwaizumi sonreía mientras acariciaba con cariño la cabeza castaña de su amiga.
—¡Que no hemos terminado! —exclamo todo colérico Makki— y deja de envenenar a mi novia con ideas locas, Hajime—Mattsu rio con ganas—¡y no te rías de mis desgracias Mattsukawa!
—Uff, pero que fuerte Takahiro—bufo sin ganas—tiene gracia, ¿sabes?, porque tu solito te metiste en ese lio—Mattsu sonrió todo altanero—jodimos a Oikawa, ahora te aguantas.
—Me hace gracia, en serio, muchísima— exclamo mientras seguían caminando ahora siguiéndole el paso a Umi-chan e Iwa-chan— la desgracia ajena es tan mona pero justo ahora Iwa-chan me está ignorando y eso no me gusta, posiblemente esto siga hasta que tú te disculpes con Umi-chan y se le bajen los humos por haberlo molestado con la chica esa, así que a qué esperas—empujo a Makki con todas sus fuerzas para acercarlo a los dos que caminaban en frente suyo—pide misericordia de una vez y has que Iwa-chan hable conmigo.
—Serás mala amiga Oikawa—la miro de reojo mientras se rascaba la nuca todo lleno de nervios y mirada llena de arrepentimiento, Umi bufo y siguió su camino sin darle ni la hora, como era inevitable Mattsu y Oikawa rompieron a reír—cuando tengan novios, les voy a echar leña para que ardan—Makki empezó a caminar al lado contrario de donde iban—pues bien, me voy, estoy cansado y no tengo ganas de discutir así que bye— empezó a caminar sin mirar atras, Mattsu suspiro con pesadez y lo empezó a seguir con toda la parsimonia del mundo. Oikawa miro a su amiga, toda ella llena de preocupación y labios apretados.
—¡Makki! —el chico detuvo su camino un momento al escuchar la voz de su novia, pero no volteo—¡avisen cuando lleguen a casa! —el chico solo asintió y siguió su camino
Y Oikawa comprendió, que aunque su amiga estaba enojada se preocupaba porque así de mucho quería a Makki. Siguió caminando detrás de sus amigos un rato hasta que se aburrió de que a ella la dejaran fuera de la conversación, tomo carrerilla y se situó a lado izquierdo de Iwa-cha, este la voltio a ver.
—Tontikawa, ¿ya no te sientes mal? ¿te tomaste la pastilla para el dolor? —Oikawa desvió la mirada y asintió.
—Sí, solo sentí un poco de molestia en el entrenamiento pero se me paso cuando tome la pastilla—Iwa-chan solo le revolvió el cabello antes de volver a platicar con Umi-chan. Oikawa no pudo decir más, siguió caminando en silencio mientras pensaba en aquella chica, no le gustaba que se acercaran a Iwa-chan, es mío, yo lo vi primero y hable primero con él, ninguna chica es suficientemente buena para él.
…
Oikawa soltó un bostezo mientras se dirigía a la clase 1 de los de tercero, era el almuerzo y Umi-chan le había pedido comer con ella ya que aún no quería hablar con Takahiro, le hacía mucha gracia todo aquello pero no se metería, ellos podrían arreglarse. Por inercia se escondió antes de llegar a su destino, y asomo su cabeza por el filo la pared, ahí frente la puerta del salón de su amiga se encontraba aquella chica que había osado declaró su amor a Iwa-chan hablando como si nada con su amiga, serás traidora Izumi Suzuki, hablando con el enemigo. La chica era más alta que su amiga, tenía el cabello largo cubriendo su espalda y del color de la miel, y poseía unos preciosos ojos azules, además de que tenía bonito cuerpo, solo porque es gimnasta Oikawa, ella no se vería así si no fuera por eso, Oikawa había investigado lo más que podía sobre aquella chica en lo que llevaba de la mañana, sabía que era delegada de su salón, que tenía buenas notas y que era amable y servicial, muchos chicos estaban detrás de ella pero según tenía entendido era tímida y reservada, refunfuño molesta, porque ella también quería saber a qué iba que esa chica estuviera ahí hablando con Umi-chan.
—¿A quién espiamos? —Oikawa dio un respingo y sudo frio al ver cejas profundas, mirada caída, cabellos revueltos y una gran altura acaparando su espacio personal, pero luego suspiro de alivio al ver a Mattsu—vaya, vaya, espiando a la competencia—siguió la mirada de Mattsu hasta donde se encontraba su amiga y la chica—no esperaba menos Oikawa, y ¿Qué dicen?
—Si supiera que dicen no estaría aquí parada todavía, no escucho nada y menos si viene una jirafa a darme un susto de muerte—Mattsu sonrió de forma socarrona, esa sonrisa que decía "pues quien te manda a tener mala conciencia, por eso estarás así", ignoro al chico y se asomó de nuevo pero lo único que pudo encontrar fue un jersey color crema tapando su vista, trago con dureza y sonrió con inocencia al alzar la mirada, su amiga la veía con cara de pocos amigos.
—Oh Umi-chan, pero mira que sorpresa—dijo con una sorpresa sobreactuada—justo le preguntaba a Mattsu si te había visto, ¿o no? —miro atrás suyo y maldijo a su amigo porque la había dejado en esa situación sola.
—Mira Oikawa, siempre he sabido que estas un poco mal de la cabeza, pero, ¿podrías decirme que tratas de hacer al espiar una conversación ajena de esa manera? —se enderezo en su sitio y rasco su nuca, llena de puros nervios.
—Pero mira que eres pesada, yo no trataba de hacer nada de nada, es solo que tú siempre piensas mal de mí cuando yo soy tan pura e inocente—replico mientras caminaba a la par con su amiga, sabía que si no se apresuraban no comerían nada hasta después de los entrenamientos y la verdad estaba que se comería hasta su propia mano del hambre que tenía—mete presión porque sino no comeros nada y si no como nada antes de los entrenamientos moriré—soltó con dramatismo.
—¿Por qué siempre tienes que echarle drama a todo? —replico la chica mientras apresuraba el paso—y no cambies la conversación, dime que se supone que tramas Toku—la chica trato de buscar su mirada mientras ella misma resoplaba por lo bajo.
—Por Dios Umi-chan, para ti e Iwa-chan siempre tengo que estar tramando algo malo, pero mira que malos amigos son—dijo con tono lastimero y ojitos de cachorro pero se rindió al ver que el semblante de su amiga no había decaído ante su actuación—bah, solo iba por ti y las vi platicando, no quería interrumpir—agito la mano, restándole importancia— de todos modos, ¿de qué iba hablándote?
—No te creo—Oikawa hizo el signo de paz, y al minuto siguiente tuvo que tallar su nuca por la colleja que le había propinado su amiga—es compañera de clases de Makki, él le ha pedido de favor que viniera a decirle a Mattsu que lo esperaba en la fuente del patio trasero—Oikawa miro con más seriedad, ella estaba jugando su cabello corto, que apenas llegaba hasta sus hombros, estirándolo y desasiendo su ondulaciones, haciendo que flotaran alrededor de toda su cara llena de preocupación. Por lo general cuando Makki y Umi peleaban eran por tonterías, nimiedades que pasaban a la historia en escasas horas, pero en ese momento no parecía de esa forma, y eso le preocupo, porque Umi y Makki se conocían desde críos pero se habían reencontrado hasta la preparatoria, y desde las vacaciones de primero se habían vuelto inseparables.
—Deberían hablar, yo no creo que sea tan malo que te haya dicho enana, es algo sin importancia—Oikawa sonrió un poco para darle animo a su amiga mientras ambas empezaban a comer de sus bentos, pero esta no hizo ningún comentario, solo se dedicó a ver su comida.
—No es solo por eso, ya sé que no importa el que me diga enana, ya sé que lo soy—la chica alzo su mirada y Oikawa abrió los ojos con sorpresa, lo ojos cafés oscuros de su amiga estaban anegados en lágrimas no liberadas, sus labios se encontraban apretados, tratando que ningún sonido lamentable saliera de ella, Oikawa no sabía qué hacer, podía dar calma y consuelo a Iwa-chan porque se conocían de toda la vida, y aunque a su amiga la conocía del mismo tiempo nunca había tenido que lidiar con ella cuando tenía ese tipo de ánimos—Makki me ha echado cosas en cara, hemos peleado más de lo que me podría haber imaginado, no sé qué hacer y me siento tan perdida de que pase de mí, no quiero que piense cosas erradas cuando ya le he explicado como son las cosas realmente, ¿Qué va a pasar si termina conmigo?
—Oye, oye, para el carro—acaricio con cariño las mejillas de la chica mientras quitaba las lágrimas que ya habían resbalado—Makki y tú no van a terminar, él te ama con locura—su amiga pestañeo para aclarar un poco su vista—además, ¿Qué va a hacer ese tío sin ti?, no podría sobrevivir, eso seguro—su amiga soltó una risa mientras acomodaba un poco su rebelde cabello—no sé porque han peleado, pero lo que sea aquello no hará que terminen, por eso no deberías preocuparte.
Ambas chicas terminaron su almuerzo entre risas y anécdotas vividas esa misma mañana, de camino a sus salones Oikawa acompaño a su amiga a su clase y ella misma se encamino al suyo, iba cavilando en las probabilidades de que la relación de sus amigos acabara, y si aquello pasaba cual sería el problema por el cual terminaran, su amiga no había querido soltar nada de lo que Makki le echaba en cara y no parecía muy cooperativa para ilustrarle un poco el panorama. Se sorprendió al ver a Makki recargado en el pasillo que llevaba a su salón, como si la estuviera esperando.
—Hey Makki—saludo como si eso fuera lo más normal y no diera mala espina—¿Qué haces aquí?, llegaras tarde chico genio.
—Estuviste con Izumi—eso más que una pregunta sonaba a una afirmación, así que solo asintió—¿de qué hablaron?
—Serás pervertido Makki—dijo con retintín, pero al ver que su amigo lo miraba con seriedad supo que hablaba en serio— pues vale, hablamos de ustedes y su relación, ¿sabías que ella llora por esta situacion—Makki abrió los ojos, con sorpresa y ella lo miro con seriedad—ella nunca llora en frente de nadie Hanamaki, y si se entera Iwa-chan te pateara el culo—el chico fruncio el ceño, hizo una mueca de disgusto y apretó los puños a sus costados, su semblante cambio, como si en realidad se hubiera enojado, pero no he dicho algo fuera de lo común.
—Iwa-chan—soltó con burla—es algo que tenemos que arreglar ambos así que por favor Oikawa, no dejes que Iwaizumi se meta, eso solo empeoraría las cosas—y la chica no comprendió porque su amigo habla de manera tan acida sobre Iwaizumi, él le respetaba como capitán, jugador y como camarada pero en ese momento se refería a él como si fuera un mal innecesario—nos veremos luego.
La chica se quedó parada ahí en medio del pasillo con la confusión llenando su cabeza, porque ellos estaban actuando raros, y no comprendía, sentía que había algo que no estaba viendo, algo que parecía obvio pero no lo era.
…
Habían pasado dos días más donde ni Makki ni Umi se hablaban, se había evitado todo el tiempo posible, Umi había adquirido la manía durante esos días en quedarse horas extra a practicar mientras ella misma había decidido darle su espacio e irse con los demás, Makki en cambio se iba con ellos pero siempre que ella llegaba y se disculpaba por su tardanza miraba detrás suyo, como si esperara que alguien más apareciera, al final se iban a sus casa pero el ambiente se sentía pesado, Makki ya no reía con las bromas de Mattsu, Iwa-chan parecía un poco preocupado y ella, bueno, ella ya no era el centro de atención.
