CAPITULO 1: INJUSTICIA

En Kantô seguía lloviendo. La lluvia caía débilmente pero con un ritmo continuo y el cielo tenia un color morado intenso como si de un momento a otro fuera a tragarse el mundo. Los rayos del sol parecían haber desaparecido de la Tierra, en consecuencia todo estaba oscuro menos donde las luces de las farolas y las tiendas iluminaban. Las calles y lugares abiertos estaban desiertos, solo algunos valientes se aventuraban a salir de sus casas equipados con paraguas y chubasqueros para combatir la lluvia que no había dejado de caer desde hace 2 días.

En un pequeño cementerio, situado en las afueras de la ciudad, un hombre vestido de negro con una gabardina, un paraguas en la mano derecha y un ramo de flores de un color morado en la izquierda andaba con pasos lentos pero firmes por entre una fila de tumbas. Su única guía eran las velas que estaban puestas en unos pequeños faroles situados a los lado de las lapidas. En ese instante el hombre se paro delante de una pequeña tumba mal cuidada, donde parecía ser que nadie le había puesto flores desde hacia mucho tiempo, allí escrito en la lapida había un nombre:

Yagami Light

El hombre se agacho hacia la tumba.

-Veo que no te han tratado muy bien ¿verdad Yagami Light?- dijo dejando las flores junto a la lapida.

-Pues tu puedes correr el mismo destino Mizuro ¡ju,ju!- rió una voz grave

De repente un ser con unas alas negras y unos ojos saltones aterrizo justo al lado de Mizuro.

-A mi no me ocurrirá lo mismo Ryuk. Me has contado todos los aciertos y fallos que tuvo Kira, así que tengo mucha ventaja, además tengo sus nombres y también a Misa solo tengo que esperar hasta mañana. Además nadie puede relacionarme con Yagami Light.

-¿Porque no? tu conociste a Light en la universidad y además eres el abogado que ha sacado a Misa de la cárcel.

-¡Je! Veo que no lo entiendes Ryuk. La familia de Misa me contrato como su abogado en el momento que salí de la universidad, nadie podría sospechar que eso es algo relacionado con Yagami, además Misa apenas me conoce, y tampoco sabe que yo conocí a Yagami. Solo piensa que soy un abogado normal y corriente que la a ayudado a salir de la cárcel. Respecto a que conocí a Yagami solo estuve en su clase durante el primer año de carrera.

-¿Puedo preguntarte porque Light confiaba tanto en ti? Ya que os conocisteis muy poco...-pregunto

-No creo que a un shinigami le interese la historia de un humano pero se que no vas a dejar de preguntarme estupideces sobre mi vida durante todo el día, así que prefiero decírtelo todo ahora- afirmo Mizuro, tirándole una manzana al shinigami.

-Ñan…hmm Gracias- dijo dándole un gran bocado a la manzana.

-Para empezar mis padres eran de España pero mi madre tenia a sus padres aquí en Kantô, cuando se iban a casar se mudaron a este lugar para que sus padres pudieran asistir, yo no nací hasta un año después.- explico mientras Ryuk jugaba con el hueso de la manzana

-Cuando llego mi séptimo cumpleaños mis padres me prepararon una gran fiesta , solo pudieron venir mis abuelos y unos pocos amigos que conseguí hacer en el colegio además de una amiga a la que tenia mucho cariño, se llamaba Tadsuki y siempre estaba en mi casa ya que vivía muy cerca. Nunca tuve hermanos o hermanas así que ella, era lo más parecido a una hermana.

Después de comer la tarta y romper la piñata salimos a la parte de atrás de la casa a jugar a policías y ladrones. Al anochecer volvimos a entrar en la casa.

-Vamos Mizuro, entrad en casa que os vais a congelar-dijo mi madre desde la ventana de la cocina

-Vale mama, vamos a entrar y seguimos jugando dentro ¿vale?-pregunte

-¡SI!-respondieron todos a la vez

Al entrar vi a mi padre ordenando un poco todo los juguetes que habíamos esparcidos por el suelo. Él era alto, con el pelo castaño y unos ojos marrones intenso

-Que rápido sois para desordenar la casa Mizuro-dijo sonriéndome

-¡Pum!- Le dispare con la pistola de juguete y salí corriendo para que no me cogieran mis amigos ya que yo era el ladrón.

Una mujer de mediana altura con el pelo rubio y los ojos verdes salió de la cocina con un plato de gominolas y otro con sándwich. Era mi madre.

-¡Venga diablillos! Tomad un aperitivo antes de seguir destrozando la casa- dijo poniendo las bandejas en la mesa que estaba delante del televisor.

-¡GRACIAS!- gritamos todos corriendo hacia la mesa y casi derribando a mi padre

-Ahí que ver que fuerza tienen estos niños- dijo sonriendo y sentándose en una silla que estaba en uno de los lados de la entrada del salón.

Al terminar de comer empezamos a jugar a la consola y después de llevarnos un rato, mi madre me llamó. Me acerque a mi madre rápidamente.

-Mizuro tus abuelos han llamado diciendo que tienen un regalo para ti, no te lo dieron antes porque se les olvido traerlo-me dijo

-Si quieres puedes ir a recogerlo, pero que no sepa tu padre que te he dejado salir tan tarde -me dijo al oído.

-Tranquila ni se enterara-dije riéndome maliciosamente

Salí sigilosamente de mi casa sin que mi padre ni mis amigos se enteraran. Y corrí hacia la casa de mis abuelos que estaba a dos calles de la mía. Cuando llegué mis abuelos me tenían preparado un regalo que desenvolví con entusiasmo, dentro de una caja estaba el juego de la consola que yo quería le di las gracias a mis abuelos y salí corriendo con la intención de jugar con mis amigos al juego y especialmente jugar con Tadsuki.

Al llegar a la puerta de mi casa un escalofrió me recorrió el cuerpo me pare en la puerta y entre, no se escuchaba ningún ruido todo estaba tranquilo. Deje los zapatos y llegue a la puerta del salón, todo estaba oscuro. Me pareció raro pero al instante pensé que seria una broma que me habían hecho mis amigos para asustarme, así que fui hacia donde estaba el interruptor de la luz, pero antes de llegar a él, tropecé y caí al suelo, en ese momento no sabia con que había tropezado pero cuando me levante tenia las manos llenas de un liquido, no pude distinguir que era pero estaba por casi todo el suelo.

Llegue a donde estaba el interruptor y encendí la luz, me mire las manos para ver que era aquel liquido y observe que era sangre.

Entonces me quede petrificado, no sabia que hacer todo estaba manchado de sangre, los juguetes estaban pisados y rotos y en los cuadros había marcas muy raras eran como cruces hacia abajo con un circulo rodeándolas. Al mirar hacia abajo vi a todos mis amigos tumbados boca abajo con los ojos y la boca abierta, cada uno estaba rodeado de un charco de sangre. Al mirar hacia la puerta del salón vi a mi padre en la silla con la cabeza hacia atrás, parecía estar dormido. Corrí hacia el con la intención de despertarlo.

-¡PAPA! ¡QUE HA PASADO!-grite

Al tocarlo el cuerpo de mi padre cayó de la silla y pude ver que no tenia ojos, se los habían arrancado.

Al ver esto ande varios pasos hacia atrás hasta que mi pie chocó con algo, mire hacia atrás y vi a mi madre casi desnuda con una cuerda en el cuello y con los ojos abiertos. Intente mover mis pies pero no me respondían. En ese momento escuche como si un liquido goteara y venia de detrás de mi. Me gire rápidamente y pude ver horrorizado que en la pared del fondo de la habitación donde todavía no había fijado la vista, había una persona colgada con cuerdas por las muñecas y otra en el cuello, tenia la cabeza echada hacia delante por lo que el pelo rubio y largo le tapaba la cara, estaba desnuda y tenia cortes por todo su cuerpo como si la hubieran torturado. Detrás de la pared estaba dibujado aquel signo que vi en los cuadros pero esta vez estaba hecho con sangre. Me acerque a aquella persona para ver quien podría ser y cuando estuve a solo un palmo de su cara.

-¡NO!- Grite

Era Tadsuki la habían matado, sin darme cuenta me abalance hacia ella cortando las cuerdas que la ataban con cuchillo que encontré en el suelo, cuando solté la ultima cuerda su cuerpo se desplomo y cayo sobre mis brazos, en ese momento me di cuenta de que pesaba muy poco, la abrase como si de ese modo pudiera devolverle la vida.

Estuve abrazándola hasta el amanecer, cuando llegaron mi abuelos de visita, me encontraron allí dormido en el suelo abrazándola.

Ellos llamaron a la policía. Investigaron todo la escena y me hicieron algunas preguntas, pude enterarme que hablaban de un fanático procedente de una secta. Unos días mas tardes capturaron al asesino y se pudo celebro el funeral, yo no solté ninguna lagrima delante de los ataúdes, solo pensaba en que el asesino fuera condenado y en carcelado de por vida.

Observe como se desarrollaba el juicio aunque no entendía muchas cosas, me sorprendió como al cabo de unos días el juez absolvió de todos los cargos al asesino y salió en libertad con solo pagar una fianza. El asesino siguió cometiendo crímenes y siguió siendo absuelto.

Desde ese momento comprendí que la justicia no servia de nada, todo estaba corrupto. Jure encerrar al asesino aunque fuera lo ultimo que hiciera en esta vida.

Mis abuelos me acogieron en su casa y desde entonces no volví a tener más amigos. En el instituto siempre estaba callado, nunca hablaba y era el raro de la clase. Todos mis compañeros me insultaban porque apenas me defendía, los odiaba a todos.

Es entonces cuando decidí estudiar derecho con el objetivo de ser abogado.

Quería poder ayudar a las personas que pasaban por el mismo problema que yo.

Después de unos años mis abuelos murieron y me dejaron una pequeña herencia que junto con la de mis padres pude mudarme de aquel barrio y comprar una casa cerca del centro.

Entré en la universidad, allí todos mis compañeros seguían mirándome raro excepto uno Yagami Light , él se acercaba a mi y me ayudaba con los trabajos. Además teníamos la misma idea sobre la justicia, todo estaba corrupto, el pensaba que todos los criminales deberían ser eliminados sin tener que pasar por un juicio, es decir, que apareciera una persona que juzgara a esos criminales.

Después de unos años termine la carrera y Yagami y yo dejamos de vernos.

Empecé a trabajar como abogado de una familia, esta tenía una hija que me recordaba mucho a Tadsuki, llegue a quererla igual.

Pero un día le ocurrió la misma desgracia que a mi, un asesino mato a su familia. Yo intente encarcelarlo por todos los medios posibles pero otra vez se repetía la misma historia, quedo en libertad.

Pero entonces ocurrió un milagro el asesino murió de un infarto al corazón cuando iba saliendo del juzgado y así fueron muriendo todos los criminales que salieron absueltos de los juicios, incluidos el asesino de mi familia y amigos.

Ese fue el momento en el cual supe que alguien estaba juzgando a los criminales como era debido, y que ese alguien mas tarde fue llamado:

KIRA

Mizuro cerró el paraguas porque había dejado de llover y dejo al descubierto a un hombre de unos 24 años, de mediana altura y delgado pero con un físico fuerte debido a las peleas que tuvo en el instituto y al gimnasio, tenia el pelo castaño y los ojos color pardo.

-Veo que te interesas bastante por mi historia ¿¡verdad Ryuk!?- dijo Mizuro sarcásticamente mientras Ryuk roncaba tendido en el suelo.

-Gracias por darme esta oportunidad de limpiar el mundo, prometo hacer realidad tu sueño, creare un mundo ideal para todos- susurro hacia la tumba

-Volveré ha visitarte cuando lo cumpla, hasta la vista KIRA- se despidió levantándose.

-Ya va siendo hora de volver a casa Ryuk-dijo Mizuro mientras le daba un punta pie al shinigami para que despertara

-Mañana será un día duro pero podrás divertirte un poco viendo como limpio a los asesinos de Kira- afirmó andando hacia la salida del cementerio.

NOTAS DEL AUTOR:

Bueno aqui empieza la nueva historia, soy novato asi que espero vuestras opiniones para poder mejorarla. Espero actualizar pronto.El siguiente capitulo lo tendreis la siguiente semana si veo que tiene exito. hasta la vista y comed muchas manzanas que son muy buenas.