Is this the worst or the best day ever?

Chapter 1:

Ottawa

Se removió entre las sabanas perezosamente. No quería despertar de la que había sido una de las mejores noches en los últimos años, pero el teléfono móvil no dejaba de sonar desde la cocina y Lachelle también se estaba despertando.

Saltó descalzo de la cama y se dirigió hacia allí rápidamente. Tropezó con los zapatos de su futura mujer, que habían salido volando en un arrebato la noche anterior.

Al llegar a la blanca cocina, todavía a oscuras, se guió por la suave luz que proyectaba el teléfono a su alrededor para encontrarlo. Maldiciendo a quien fuera que lo llamara, lo cogió y lo descolgó.

-¿Si?- Preguntó malhumorado.

-¿Pierre?- le respondieron al otro lado del altavoz.

-No, tu abuela. ¿Qué coño quieres, Dave?- inquirió intentando parecer más molesto de lo que estaba.

-Vístete, o no, que te esperamos con el coche en la entrada de tu casa.

-¿Perdón?- exclamó incrédulo- ¿Quiénes?

-Tus abuelas- repuso burlón el otro-. Saca la cabeza por la ventana.

Pierre, sin colgar el teléfono, salió hacia el recibidor de la casa y se asomó entre las cortinas, no quería que la mitad del vecindario, si por lo que fuera miraban por la ventana, lo vieran tal y como llegó al mundo.

En medio de la calle, en un no muy lujoso pero si caro coche descapotable, David lo saludaba agitando el móvil, Jeff estaba al volante con cara de circunstancias mientras, en los asientos traseros, Chuck y Seb se daban empujones para conseguir más espacio donde dormir.

Colgó el teléfono sin intercambiar otra palabra con su compañero y se dirigió al dormitorio, donde Lachelle ya se había despertado.

-No- se quejó ella al ver que se vestía.

-Vuelvo enseguida- se excusó él, aunque deducía que no sería así.

Se despidió rápidamente de ella y salió a la calle.

-Tío- exclamó Seb, cuando Pierre se sentó a su lado-, ¿Eso es un chupetón o es que te metieron una paliza?

Pierre ignoró el comentario dispuesto a preguntarles el porqué de haberle chafado su perfecta mañana, pero entonces atacó Chuck.

-¿Tuviste fiestecita anoche?- lo picó, un poco envidioso.

-Más de la que imaginas- susurró por lo bajo, mientras Jeff arrancaba el coche-. Lachelle está embarazada.

El coche frenó en seco y cuatro cabezas se voltearon hacia él.

-Te acompaño en el sentimiento, tío- le dijo David, dándole unas palmitas.

-Es imposible que sea tuyo- añadió Jeff-. Con lo impotente que eres.

-Dejémonos de temas que no os incumben y vayamos a lo que me interesa- cortó Pierre, algo sonrojado y ofendido por los comentarios de sus amigos-. ¿Porqué me habéis despertado a estas horas de la mañana?

-Pat nos quiere ver- respondieron todos al unísono.

Bostezó por décima vez esa hora. Brian los había llamado diciendo que quería verlos urgentemente para no sabía que cosa sobre una apuesta. Ahora mismo se encontraban en la furgoneta yendo hacia el hotel donde se alojaba Brian. Estaban de tour por Canadá y Bob odiaba levantarse temprano por las mañanas, especialmente los días que tenían concierto.

Gerard estaba mirando las musarañas, Mikey durmiendo en la otra punta de la furgoneta, Ray conducía y Frank estaba durmiendo apoyado en Gerard, como un padre en un niño. Él simplemente observaba el panorama que le ofrecían sus queridos compañeros de grupo.

-¿Falta mucho?- Preguntó cansado.

-No Bob, y deja de preguntar eso cada cinco minutos- Replicó Ray. Bob bufó, Ray estaba especialmente rancio por las mañanas, y él iba a matar a Brian como le hubiera levantado por una chorrada de las suyas.

Su rostro se iluminó cuando vio el hotel delante suyo, se identificaron para poder pasar y subieron dieciséis pisos hasta llegar a la habitación de su manager.

Llamaron a la puerta pero nadie contestó. Insistieron pero no obtuvieron respuesta. No descubrieron que la puerta estaba abierta cuando Frank se apoyó en ella. Entraron con cautela y la luz que entró por el ventanal los cegó. Finalmente vieron a Brian sentado trágicamente en lo que era su cama.

Gerard se acercó rápidamente hacia él al verlo así. Tenía una estrecha relación con él después de lo pasado con las drogas y el alcohol.

-¿Brian? ¿Qué pasa?- Preguntó preocupado. Su manager rompió a llorar y Bob se acercó a consolarlo.

-Vamos hombre, no llores, no voy a matarte aunque me hayas levantado por una chorrada de las tuyas- Intentó consolarlo, pero sólo consiguió que Brian rompiera a llorar más fuerte. Ray, Mikey y Frank se acercaron preocupados por su manager.

-Chicos...- Empezó trágicamente. Todos le miraron atentos-. No me matéis, por favor- Suplicó. Se miraron confundidos pero accedieron a las suplicas de Brian.

-Ahora, ¿Nos dirás que es tan trágico?- Preguntó Frank.

-¿Puedes repetirlo, por favor?- susurró Jeff, atónito, observando como su manager, Patrick Langlois, se frotaba las manos nerviosamente.

-A ver, ¿Qué es lo que no entiendes?- repuso exasperado Chuck- ¡Ayer se emborrachó con Brian Schechter, el manager de esos, y ahora nos ha metido a nosotros en el marrón!

Patrick tragó saliva antes de pedirles disculpas otra vez.

-Me parece surrealista- susurró David, sentado en el sofá de piel que Patrick tenía en su despacho-. ¿No será una broma de Punk'd?

-Yo no veo a Ashton por ningún lugar- susurró Seb, sentándose también en el sofá.

-Sacad los pies de allí- ordenó Pat, al ver que los dos hacían la acción de tumbarse en su preciado sofá de piel.

-A ver- cortó Pierre, llamando la atención de todo el mundo-, me has despertado, me has hecho dejar a Lachelle en casa cuando acababa de decirme que está embarazada, sólo porque te emborrachaste y te apostaste con ese tipo que nosotros éramos más divertidos que los de MCR?

-Exacto- susurró Patrick, no muy seguro de si se lo estaban tomando a buenas o a malas-. Pero chicos, pensad que ahora es un buen momento para tomarse un descanso y divertirse. Será entretenido.

-Habla por ti, que vas a verlo- murmuró Jeff, mirando por la ventana.

-¡Oh venga!- se quejó Patrick, perdiendo la paciencia- ¡Os he sacado de muchos marrones sin que la prensa se enterara! ¿No podéis hacerle este favor a vuestro viejo amigo?

Los cinco componentes del grupo se miraron los unos a los otros indecisos. Sabían que Patrick tenía razón y que no podían negarle nada, pero el hecho de que el loco de su manager se hubiera apostado esa gilipollada yendo borracho, no olía nada bien.

-Bueno- aceptó Pierre en nombre de todos-, ¿Qué se supone que debemos hacer?

A Patrick se le iluminó una sonrisa de oreja a oreja y, con rápidos movimientos de mano, les indicó que se acercaran a su mesa. Al tenerlos cerca empezó a sacar distintas carpetas llenas de papeles de uno de los cajones.

Después de que Frank, junto a Ray, pararan el intento de asesinato producido por Bob, de que el grupo aceptara el participar en la locura de su manager sin ganas, Brian había empezado a explicarles lo que serían las bases del concurso.

-Entonces... ¿Sólo participarán tres de nosotros?- Preguntó Mikey analizando la situación. Brian asintió. -¿Y cómo vamos a elegir a los tres participantes? Porque, no pensarás hacerlo a suertes, ¿verdad?- Dijo acusadoramente.

-Bueno... Pues esa era mi idea- Dijo riendo divertido, ganándose cinco miradas asesinas. -Venga chicos, no os enfadéis y hacedme el favor de elegir una papeleta de este montoncito- Y les mostró una bolsa con cinco papeles doblados.

-No puedo creer que esto esté pasando de verdad- Susurró Gerard cogiendo una de las papeletas. Frank sólo sonrió y cogió otra, seguido de Ray, Bob y Mikey fue el último.

-Bien, cuando diga tres, las abrís- Contó hasta 3 y las abrieron. La cara de Frank se iluminó sonriendo, Gerard se volvió más blanco de lo que ya era, Ray sonrió feliz, Mikey saltó de alegría y Bob... Bob solamente te quedó en shock mirando la papeleta que ponía '¡Felicidades! Participas en el fabuloso concurso de Brian y Pat'. -Entonces... Los que no participéis, por favor, iros de la habitación, el premio es secreto...- Dijo haciéndose el misterioso.

Mikey y Ray salieron de la habitación más felices que un niño con una piruleta. Gerard, Frank y Bob se acercaron a su manager, tal vez un poco intrigados por el asunto del premio.

-¡Felicidades chicos! ¿No estáis contentos?- Empezó dando pequeñas palmaditas, intentando disimular su nerviosismo.

-Si Brian, estamos super contentos de participar en tu estúpido concurso...- Replicó Gerard cabreado, ya tenía suficientes problemas con Lyn-z y Frank para ahora participar en las chorradas de su manager.

-¿Cuál es el premio?- Preguntó felizmente Frank. Parecía que era el único que se tomaba eso positivamente y eso era algo que Brian agradecía porque no le hacía sentir tan estúpido.

-Eso... Os lo diré cuando terminéis el concurso. Así será más emocionante, ¿no creéis?- Dijo haciendo ver que estaba emocionado con la situación. A veces odiaba el dejarse llevar por sus emociones cuando bebía tanto.

Lachelle no se lo había tomado bien. Por no decir que le había lanzado un portarretratos con la última fotografía que se habían hecho juntos ese verano cuando fue a recoger sus cosas.

Ella no había entendido que no podían negarle un favor a su manager, y Pierre tampoco se lo reprochaba pues ni él mismo entendía porque había aceptado.

David y Jeff lo esperaban en el coche, como unas horas antes, a que bajara con su maleta. Su manager les había hecho escoger entre ellos quienes serían los tres afortunados para ir a participar al concurso.

Y, escogieron como siempre lo hacían, a piedra papel y tijera. Pierre perdió. Siempre se le daba mal ese juego.

Lachelle se encerró en el baño, demasiado orgullosa para que él viera que le dolía que se fuera por una gilipollez como aquella, pero él ni se planteó intentar hablar con ella. Cuando se enfadaba era demasiado peligroso acercarse a ella.

Cargando con la maleta que siempre traía preparada por si surgía un imprevisto bajó hacia el coche y lo cargó con su equipaje.

-¿Dónde debemos ir?- preguntó David, poniéndose sus gafas de sol favoritas y acomodándose para unas segura horas de viaje.

-Ottawa- murmuró por lo bajo Jeff.

Pierre suspiró. Les esperaban muchas horas de viaje en coche antes de descubrir qué sería de ellos cuando llegaran allí.

¡Tachán!

¿Qué os pareció? Es la primera vez que escribo algo así, y salió de la mente de mi amiga Silvia (siesna) y yo esta tarde aburridas mientras instalaba un antivirus nuevo en el portátil. Bueno, en realidad se nos iluminó porque el Miercoles fuimos al concierto de Simple Plan, pero no vamos a hacer un fic de cada concierto al que vayamos ¬¬U.

Bueno, esto seguirá hasta que nos cansemos de tonterías, pero si queréis que se termine ya sabéis lo que toca

Un beso,

Erised Black.