Bien, aqui traigo después de bastante algo nuevo. Es bastante cortito, pero, bah~ Espero que les agrade~
A veces, lo único que el noruego quiere es silencio.
Que Dinamarca deje de hablar, que se calle. Que deje de contarle cosas que no le importan. Porque es fácil cansarse de la diarrea verbal del danés.
Pero cuando consigue esa paz, cuando el otro se calla y solo hay silencio, Noruega añora esa voz que le cuenta cosas que no le importan. Porque le gusta saber que es lo suficiente cercano a Dinamarca como para que este le cuente lo que piensa.
Y se pregunta si, cuando está con otros, Dinamarca habla de el. Del tiempo que pasan juntos. De lo que el danés siente hacia su fría persona. Pero jamás preguntará, porque descubrir que no es tan importante para el otro como piensa.
Simplemente, día tras día, sigue escuchando al danés, quejándose de que no le interesa lo que le cuenta aunque, en el fondo, lo escucha con toda su atención. Y se pregunta, si, algún día, será el, Noruega, el que hable del día a día al danés.
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