Una bella señorita observa el alba a través de la ventana de su habitación, mientras se alista para ir al colegio. En realidad, el horario de entrada es a las 8:00 am, pero ella se levanta siempre 5:00 de la mañana, todos los días. De lunes a viernes. Feriados incluidos. ¿La razón? Le encanta respirar el aire tan diferente de las madrugadas, libre de la mayor parte de la contaminación, cuando todo esta tan calmado y silencioso y provoca la sensación de estar respirando por primera vez en la vida. O al menos eso sentía Sakura. Y por alguna razón, siempre que había luna llena, esa sensación tan particular era considerablemente más profunda y arraigada.
Justo después de darse ese tiempo de trascendencia espiritual, comenzaba su rutina diaria.
Desayuno, colegio, arduo estudio, almuerzo, mas estudio, clase de gimnasia, organización del centro de estudiantes, estudio, alguna que otra charla con sus amigas, caminata a casa, cena familiar, ducha y buenas noches. Y aun así, se las arreglaba para estar presente en cada reunión o salida que sus amigos organizaran.
Estando lista, se despide de su mamá rodeándola con los brazos y besando su mejilla, provocando una alegría que dura todo el día en la señora.
-¡Cuídate querida! ¡Y no te esfuerces demasiado!
La chica, feliz de haberle arrancado una dulce sonrisa, solo corre y levanta la mano en señal de haber escuchado. "¡Que mal! Seguro que hoy también tendré que leer y firmar papeles, eso me gano por aceptar el cargo de presidente estudiantil… Con lo corta que vivo de tiempo…Al menos mañana tenemos el día libre y voy a poder repasar el tema de vectores, para el examen de pasado mañana…" Debido a que la joven cavilaba en sus pensamientos, no se percató de las miradas que recibía por parte de todas las personas presentes en la calle.
Y no era para menos.
Si por la calle te encuentras a una elegante señorita de un exótico y bello cabello de color rosa, largo hasta un poco más abajo de las caderas, perfectamente lacio con ondulaciones en las puntas, y un flequillo hasta el cuello. Un rostro completamente angelical, resaltado por dos brillantes esmeraldas que refulgían con fuerza. Dueña de un cuerpo escultural, torneado y bien distribuido, envestido de un uniforme colegial de falda corta, camisa y chaqueta que simplemente le sentaba de las mil maravillas. Y que para cerrar con broche de oro, el universo se encarga de acariciar suavemente con una brisa esos mechones de pelo, mientras ella inocente camina bajo un sendero lleno de cerezos en floración, que gentilmente desprenden pétalos a su paso y el astro rey haciendo acto de presencia brinda un aura de ternura. Es una imagen que jamás olvidarías.
Haruno Sakura se había se roba el cariño, respeto y extrema admiración de todos los que la ven, pero como lo habrás notado esta ser humana es un caso muy particular e ignora por completo el peso que tiene. Enserio.
Esos son algunos de los beneficios de las personas que tienen la bendición de poseer mucha belleza. O quizás también sea una maldición, pero ese no es nuestro caso, sino el de cierto chico. En fin, esta escena era cosa de todos los días. Y la tan "perspicaz" jovencita nunca entendía por qué era el blanco de todas esas miradas.
-¡Che Frentona! ¡Esperáme!- gritó una despampanante rubia de ojos celestes, mientras corría grácilmente hacia nuestra protagonista. Ino Yamanaka: mejor amiga desde los seis años, experta en el mundo de la moda y la belleza, medidas perfectas 90 60 90, de una hermosa cabellera dorada y lacia hasta por debajo de la cintura pero siempre recogido en una coleta alta y un flequillo que prácticamente cubre la mitad de su perfecto rostro, ojos celestes propiamente dicho, sonrisa sugerente la mayor parte del tiempo. Sabe adaptarse con facilidad al carácter del resto, menos con Sakura, ya que con ella demuestra su verdadera esencia imponente y decidida. Buenísima persona.
Esta fémina también atraía todas las miradas aunque no causaba la misma reacción, su belleza era apreciada de distinta manera. Una manera salvaje y seductora, al contrario de la dulzura y hasta inocencia que desprendía su amiga.
-¿Enserio cerda?¿Vas a molestarme desde tan temprano?
-Si no lo hiciera, no sería yo. Cierto? Jeje
-mmm… eso creo.
-¿Terminaste lo de física? Porque yo no…
-¡Sos increíblemente irresponsable cerdita! ¡Suerte la tuya de que soy la genia de nuestra generación y encima tenes el gran honor de ser mi amiga! (repentinamente Saku enloqueció XD) Porque como van las cosas es un hecho que te tengo que prestar la tarea toda resuelta, o me equivoco?
-¡No te pases de la raya frente de marquesina! Seras toda una brillante pero eso no te va a conseguir ningún novio si seguís asi de humilde, tontita. ¡Además, yo creo que el verdadero genio es Neji, asi que si no me queres prestar se lo pido a él y listo!
La tensión se sentía en el aire, y ambas se lanzaban chispas por los ojos. No era para menos, se estaban desafiando. Hasta que…
-¡Oh mi dulce Sakura! ¡No solo sos la genia y la dulzura máxima de la juventud, sino que también la hermosura más sublime ante mis ojos!
Un simpático espécimen masculino interrumpió aquel duelo a muerte. Con su extraño corte taza y abundantes cejas, levantaba su dedo pulgar acompañado de una gran sonrisa en señal de confirmación a sus palabras.
-¡Ay Dios! ¡Es lo mismo cada mañana! Lee tenés que dejar de defenderla ¿Quién me defiende a mi? ¡No es justo!- protestaba Ino.
Mientras Sakura y Lee reían por lo bajo, en complicidad, y caminaban juntos hacia el colegio.
-¡Al menos espérenme, insensibles!
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Ya en el salón Rock Lee se separó de sus fieles compañeras y fue con su grupo de amigos masculinos. Las señoritas se dirigen a sus asientos, no sin arrancar suspiros y halagos por el camino, encontrándose con el resto del grupo.
-¡Buenos días mis chicas! – saludó alegremente Ten Ten: amiga desde los siete años, la tercera de la manada, una linda castaña de ojos café y cabello recogido en dos rodetes al mejor estilo japonés. Casi nunca se lo deja suelto. Simpatía en persona. De carácter fuerte y horriblemente honesto, muy similar al de Ino. Aficionada a las luchas y armas de combate, pero no por eso menos femenil, de físico común pero jamás le faltaban pretendientes- Justo le estaba comentando a Hinata lo ideal que esta el día para ir de compras, que les parece? Ya hace unas semanas que no salimos.
-Sí, opino lo mismo. Ya extraño nuestras tardes juntas- acotó tímidamente Hyuuga Hinata: amiga desde los ocho años, de cabello azul, lacio y largo; extraños ojos grisáceos pero con cierto encanto, cabe resaltar que la susodicha estaba más desarrollada en sus atributos femeninos delanteros que una adolescente común y corriente de la misma edad (¿se imaginan cuanto aumentarían de tamaño si tuviera hijos? ¡Gigaaaantes!¡Tetzilla suelta!). Tímida con letras mayúsculas, extremadamente femenina y respetuosa casi todo el tiempo,pero cuando la situación lo amerita sabe mostrar su lado resistente. Pero con sus amigas, se anima a dejar las formalidades aunque conserva un poco su timidez. Y ella es la última de las integrantes en el círculo de amistad.
-¡Genial! Cuenten conmigo mis amores.-respondió inmediatamente la rubia. Pero antes de que contestara la pelirosa, Ino se teletransportó a su lado y en susurro casi inaudible le dijo-Mirá quien acaba de llegar Saku…
Todavía no entendía como convenientemente le surgían los súper poderes a su blonda amiga, y por qué demonios siempre que lo veía hacia un escándalo para que ella también lo viera, como si por sí misma no pudiera hacerlo o como si quisiera dejarla en evidencia armando tanta alharaca. Al fin y al cabo, la que debiera armar el alboroto tendría que ser ella, por ser la enamorada. Porque la señorita estaba enamorada de él desde hace ya un buen tiempo. Aunque solo dos personas conocen este detalle. ¿Quién es el culpable de sus suspiros secretos? Uchiha Sasuke. El más popular de todos los populares chicos del instituto, seductor innato, perfecto en todo lo que hace. Cuenta la leyenda que es poseedor de una sonrisa totalmente cautivadora y hechizante, solo vista en contadas ocasiones y solo por unos cuantos privilegiados mortales. Era hermoso sí, pero lo que más le encantaba a nuestra jovencita era su actitud: siempre con ese aire ultra misterioso tanto así que daba la sensación de guardar algún tipo de grandioso secreto. Frío y calculador, pero a la Haruno le encantaba imaginar que ella sería quien conociera su lado dulce y protector, de modo que no se hacía ningún problema por eso. Pero hasta ahora no se había animado a confesarse. Tenía miedo a una negativa por parte de él porque ¿Por qué ella sería la excepción? Es decir, rechazo a muchas chicas totalmente hermosas. Además de que confesarse también significaría que el resto del universo supiera de sus sentimientos, y eso no le agradaba.
-¡Bueno Ino! ¡te aseguro que sola también me hubiera dado cuenta!
-¡Si te ponés así de amargada te voy a ignorar! ¡Encima que me preocupo por tus intereses amorosos! ¡Desagradecida!
Susurraban entre sí, dejando desconcertadas a Ten Ten y Hinata.
-¡Buenos días alumnos! me perdí en el camino de la vida, disculpen la tardanza-habló el recién llegado profesor Hatake Kakashi, tarde como de costumbre, pero muy piola-Por favor, abran sus libros de Física en la página 56. Recuerden que pasado mañana es el examen…
Transcurrieron dos horas de clases normales hasta que una chica apareció y hablo discretamente con el profesor, entregándole una nota. Acto seguido se retira del salón.
-Haruno Sakura, Hyuuga Neji se les solicita en la oficina de la directora en estos momentos.
Como Sakura se encontraba más cerca de la puerta, llego más rápido que el otro solicitado así que cuando se dio cuenta de esto, se giró para indicar que se apurara.Y sin quererlo o esperarlo se encontró con la mirada directa de su querido Sasuke, cosa que la hiso apartar la vista.
Hyuuga Neji: mejor amigo de la pelirosa también desde los seis años pero lo conoció un par de meses antes que a Ino, vicepresidente del cuerpo estudiantil, segundo en la lista de los chicos más aclamados en la academia, poseedor de un escultural cuerpo marcado a la perfección, cabellera larga, castaña y lacia(envidiable, dirían algunas señoritas… yo por ejemplo, porque mi cabello esta corto en estos momentos XD)rasgos esculpidos por las divinidades de la belleza, característicos ojos perlados que irradiaban una mirada apacible y comprensiva. Sumamente educado y correcto, paciente y amable, excepto cuando Lee sale con sus delirantes ideas, muy celoso y sobreprotector con las mujeres que ama: su prima Hinata y su mejor amiga Saku porque sólo con ella se permite dejar las formalidades; Él notó de inmediato aquella situación, y cuando llegó al lado suyo, pasó su brazo por encima de los hombros de la chica y se la llevó. Porque comprendió que aún no estaba lista para sostenerle la mirada.
Caminaban así lentamente… muy lentamente y eso sólo significaba una cosa.
-Ya Neji-kun, decime.
-¿Qué cosa?
-No te hagas el desentendido, solo caminamos así de lento cada vez que querés hablar de algo en particular.
-Tantos años de amistad no son en vano ¿no?-decía mientras picaba el cachete de su amiga con la mano libre-¿Cuándo vas a decirle lo que sentís por él?
-Otra vez con lo mismo…
El castaño suspiró cansinamente, ya se había olvidado la cantidad de veces que trató de hacer entrar en razón a su amiga, siempre tan cabezota, pero estaba lejos de rendirse.
-Cuando vas a entender …-*suspiro*- Ya sé que en realidad lo que te asusta es que si demostrás tus sentimientos y te rechaza, todo el mundo te va a señalar como perdedora y te vas a sentir muy avergonzada. Pero estás siendo muy negativa dando por sentado ese supuesto rechazo. Además, ¿y si te ocurre lo contrario? ,que es probablemente lo que en REALIDAD va a pasar, -clavando la mirada en los ojos de su acompañante, para resaltar esa frase- de todos modos las personas se van a enterar, es inevitable. Te rechacen o no. Pero supongo que lo más fácil es poner esa excusa para no arriesgarte, ¿cierto? No podes privarte de ser feliz sólo por el que dirán los demás, estas siendo toda una co-bar-de…
Y no dijo más, si entendía entendía, sino lo seguiría intentando pero en otra ocasión. Por ahora sólo guardó silencio para darle su espacio. Quería llegar al punto de acorralarla entre la espada y la pared para que de una vez admitiera lo que sentía, y que además lo exteriorizara. Apretó ligeramente su abrazo y siguió caminando como si el tiempo no avanzara, de paso disfrutando del contacto de su amiga, pero más que nada con la esperanza de que ella respondiera.
Y al fin su insistente amigo logró su cometido, porque aquella jovencita le dio la razón. Sakura se quedó sin argumentos. Cavilando en sus pensamientos comprendió que no tenía ningún sentido seguir así, algo debía hacer, por lo menos intentarlo. Quizás, si algún milagro de Kami-sama la favorecía, Sasuke si correspondería a sus sentimientos. Y conociendo al persuasivo de su camarada, seguro estaba esperando una respuesta. En ese momento ella no dijo nada, sólo se dejaba guiar por el fornido brazo de su mejor amigo mientras meditaba todo lo que escuchó. Al cabo de unos 10 minutos llegaron al despacho de la directora y antes de entrar la pelirosa se decidió a hablar y dar a conocer su resolución.
-L-lo voy a i-intentar, creo... Ahora que lo dijiste así, en realidad nunca pensé en otra opción que no fuera una negativa por parte de él. Además, si no lo hago estoy segura de que voy a pasarme el resto de mi adolescencia preguntándome que hubiera sido si lo intentaba, si me animaba y declaraba mis sentimientos. Así que, es a todo o nada y cuando el momento llegue… ¡Simplemente lo diré!
¡Al fin dejó de ser testaruda! Pero no dejaría que perdiera más tiempo.
-¡Era hora, Sakura! Pero no seas lenta, ¿Qué mejor momento que el presente? ¡Te tardaste como 100 años en llegar a esa conclusión, no me vengas ahora con que "cuando el momento llegue"!- imitó torpemente la voz de ella, arrancándole unas risitas- ¡A este paso corremos el riesgo de que tu dichoso momento llegue cuando Sasuke ya este todo senil!
-¡No me presiones! Ya es suficiente por un día…
-¡Vamos!... pensá que a partir de hoy podrías ser la futura señora de Uchiha…
-B-bueno, e-en ese c-caso … -un violento sonrojo se produjo gracias a ese audaz comentario por parte del astuto Neji, pero que no desagrado para nada a la chica-C-como que le voy a decir hoy mismo.
Respondió con determinación, al tiempo en que se detenía frente a la puerta que desde el principio era su destino.
-Hoy mismo…- repitió más determinada que nunca.
En ese momento el joven aparto su brazo de la dama y se acomodó la camisa, la observó un instante, bastante orgulloso de ella aunque no quisiera admitirlo, y le dijo "Esa es mi florecita", con su tan cautivadora y triunfante sonrisa de lado, mientras golpeaba en la entrada de la oficina de la mandataria estudiantil. La directora concedió el permiso y se adentraron.
"¿Florecita? Jeje como cuando nos conocimos…" sonreía la muchacha.
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Al sonar la campana, todos los alumnos recogían sus cosas y se disponían a marcharse. La Haruno estaba tan absorta observando el hermoso perfil de Sasuke, que no se dio cuenta de los insistentes llamados de sus amigas.
-¡Sakuriiiiiiita!¡Volvé a la tieeeeeerra!
-¿Eh? ¿Qué pasa Teni-chan?
-Ahhhhhhhh… Te estaba preguntando si te vas a quedar para siempre ahí o vas a venir con nosotras, ya sabés, de compras…
-¡Ah si! Sobre eso… jeje no puedo ir. Verán, se me presento algo muy importante y totalmente impostergable-dijo muy seria y levantando el dedo índice con los ojos cerrados - Go-me-ne jejeje –inmediatamente hiso un cambio extremadamente infantil en su actitud, recordando que tenía que por lo menos tratar de salir ilesa ante esta osadía.
-¿Queeé?-Ino la escandalosa- ¿¡Pero no logro concebir algo más importante que por fin un pequeño tiempo libre para compartir con tus amigas!?
-¡Y ya te pescamos memorizando los temas para el examen de pasado mañana así que no tenés excusas!- reclamaba Ten Ten
-C-Chicas por favor cálmense, si Sakura-chan dice que es algo importante tal que no irá con nosotras, entonces me imagino que es algo así como desactivar una bomba nuclear. Además, ya vendrán otras oportunidades, no debemos hacerla sentir mal, n-no les parece?- defendía Hinata.
-¡Hina-chan! ¿Desde cuándo sos defensora de pobres?
-¿¡Que pobres!? ¡Sinvergüenzas pelirosas mejor dicho!
-¡No, no, no, no, no! ¡No lo pienso permitir! ¡Haruno Sakura ya mismo quiero ver tu trasero saliendo por esa puer...! … ¿Sa-sakura?
Para cuando las brillantes damas se dieron cuenta que les faltaba la acusada, ya habían pasado como 5 minutos de su exitosa fuga. No lo hiso adrede, estaba tan ansiosa por ir detrás de su objetivo que en cuanto se dio cuenta que él ya no estaba en el salón, salió disparada en su búsqueda. Para su suerte nadie la había visto y no había dejado ni una mínima pista de a donde se dirigía.
Por otro lado una increíble valentía dictaba la actitud de Sakura. Una vez que confirmó la presencia Uchiha en el gimnasio, se dirigió sin titubeos al lugar. Extrañamente, ni un nervio se había perturbado en su cuerpo, estaba tan tranquila como si de cepillarse los dientes se tratara "Debe ser una señal, ¿Qué diría Ino?... ¡Esfuérzate frentona!" pensaba. Tampoco había pensado mucho sus palabras o la manera en que lo diría porque la confianza del momento le hiso pensar que no sería tan difícil como siempre había escuchado de las chicas a su alrededor. Pero la verdadera verdad era que no quería pensar demasiado, para no tener la oportunidad de arrepentirse.
Rápidamente se dio cuenta que en realidad había sido una gran ilusa.
Al verlo ahí tan concentrado, con la camisa tres cuartos desprendida y el cabello revuelto, alborotando las sensaciones en el cuerpo de la chica. ¿Cómo no sentirse nerviosa después de haber visto tal imagen? ¿Cómo demonios se le había ocurrido que sería fácil decirle lo enamorada que estaba? ¿Qué sería sencillo exponer los sentimientos tan privados que profundamente atesoraba sólo por él? Baka.
Además, para cerrar con broche de oro, tan repentinamente se le apareció el nerviosismo que ni cuenta se dio de que ya había entrado al gimnasio y que había mostrado su cara.
Él la está mirando.
Bastante sorprendido además. La chica no pronuncia ni una sola palabra, entonces el joven rompe el silencio con lo que parece más elemental para la situación.
-Neji ya no está por acá.- informó.
-S-si ya sé. D-de hecho, t-te est-taba buscando a vos…
Ok. Ahora sí que estaba sorprendido. Pero como todo el macho malote de pecho peludo que era, no lo demostraría.
-Para qué.-
Ya no hay marcha atrás. Lo prometido es deuda, y se había prometido a si misma decir en este mismo día lo que sentía. Intentar conseguir la felicidad.
-N-no sé cómo vas a tomarte esto p-pero realmente tengo que decírtelo… -y de inmediato sintió arder su rostro, sabía que estaba tan roja como la sangre que corría por sus venas. "¡Ay dios, ay Dios, ay Dios…!" gritaba mentalmente al tiempo que escondía un poco su rostro detrás de su flequillo, ¡no soportaba el hecho de que la estuviese mirando a la cara!- p-pensé que sólo me gustabas, estaba muy segura de eso. P-pero me di cuenta de q-que en realidad, es a-algo más fuerte que eso. Me costó aceptarlo p-pero me di cuenta de q-que…- cerró los ojos y no aguantó más, las lágrimas salieron antes de que pudiera terminar. "Ya está, que sea lo que Dios quiera…"-me di cuenta de que est-toy e-enamorada de vos Sasuke…
Listo. En ese momento sus palpitaciones eran tan desaforadas que no podía escuchar otra cosa, como si todo fuese un silencio ensordecedor. El no articuló una palabra y ella no se animó a mirarlo a la cara. Trató de sacar algo de compostura de algún rincón de su desaparecido carácter e intento explicarse mejor, que realmente entendiera exactamente cómo se sentía. Si ya lo hiso, tenía que hacerlo bien.
-L-lo admito, estoy enamorada pero n-no es que q-quiera s-ser tu n-novia ni nada p-parecido.(Si, claro que quiere, es más quiere ser la señora Uchiha muy pronto sólo que no quiere asustarlo) Sólo q-quiero s-saber si es que al m-menos tengo una mínima p-posibilid-dad de intentar hacerte sent-tir lo mismo q-que yo siento p-por vos. Quiero saber si por lo menos te agrado o te parezco l-linda…
"Kyaaaaaa ¡Que vergüenzaaaaaaa!"
Sin duda aquellas palabras fueron las más atrevidas que haya pronunciado en toda su vida, pero ¿habrán dado resultado? ¿Dejarse llevar y hacer las cosas sin pensarlas demasiado, darían resultado?
-Hmp.
Ok, ok. Recapitulemos, ella acaba de abrir su corazón y dejar al descubierto sus sentimientos haciendo un esfuerzo sobrehumano, dejando de lado sus instintos de preservación ¿y él sólo dice eso? ¿Hmp? ¡Se sentía tan desconcertada! Tanto que al escuchar ese monosílabo, inconsciente levanto su cabeza inquiriendo con la mirada una mejor explanación, porque vaya que se lo merecía. Solo por ese par de segundos, su personalidad tan explosiva volvió. Pero al mirarlo directamente a los ojos que irradiaban burla por doquier, la personalidad que tan rápido vino, más rápido se fue.
-A decir verdad Sakura, no me esperaba esto- le da la espalda y sigue tratando de encestar, el muy educado ¬¬- pero no me importa. Una muy articulada confesión admito, la más impecable. Primero expresar lo que querías, después utilizar el factor "Amor", seguido de una interesante oferta de nada de exclusividad y por último dar la impresión de no ser competencia para el resto de las chicas comunes y corrientes. Justamente vos una chica popular, hermosa y aparentemente perfecta, poniéndote en ese papel. Simpática… pero muy lamentablemente, nótese le sarcasmo, te digo que no me interesa involucrarme con vos de ninguna manera. Simplemente no me atraés.
Sin palabras. Así se quedó Sakura, shockeada mal. En blanco.
Pero como el efecto de un placebo, el dolor arremetió con todo una vez que asimiló esas palabras.
Las lágrimas arrasan sus mejillas, incontrolables. Implacables. Sinceras. Se siente morir, y literalmente escuchó como si el universo se quebrara, su universo. No sólo fue rechazada, sino que también ¿ofendida? En realidad no sabía cómo tomar esa parte de su respuesta. Las heridas emocionales fueron devastadoras para esta tímida e indecisa chica que apenas hoy decidió arriesgarse y agarrar el toro por las astas, siendo este el desastroso resultado. La hermosa sensación de que todo irá bien y das lo mejor de vos, pero la realidad te golpea de la peor manera y a pesar de dar lo mejor nada bueno resulta. Así señores, nace un trauma. Un asqueroso trauma emocional.
Pero reuniendo fuerzas y dignidad, se limitó a asentir y proseguía a simplemente retirarse pero…
-Por cierto Haruno, no tendrías la más mínima oportunidad de enamorarme, porque honestamente no te encuentro para nada "linda".
Estocada final.
¿No había sido ya muy claro en rechazarla? ¿Por qué tenía que ser cruel? Ni siquiera le había vuelto a hablar, ella sólo se estaba yendo. Pero no, el muy gentil tenía que derribar toda autoestima, solo en caso de que no se hubiera desvanecido por completo minutos antes. Y aún derribada como estaba en estos momentos, su volátil personalidad le dio la fuerza para seguir caminando.
-Vaya Sasuke, esta sí que es una forma "articulada e impecable" de decir que sos gay.
¡Auch! El gran ego Uchiha fue ultrajado. Encima, le soltó ácidamente aquello un nanosegundo antes de cerrar la puerta tras de sí, sin darle la ocasión de rebatir. Y se echó a correr como nunca antes.
Mientras que el azabache, siguió practicando. Solo que ahora tenía una amarga sensación de ira debido a su deshonrado orgullo. Fuera de eso, todo seguía muy normal. Como si le importara lo que ocurriera con una chiquilla molestosa.
Por otro lado, Sakura era un remolino de infinitas emociones encontradas pero que al fin y al cabo, todas y cada una de ellas le causaban dolor. ¿Cuál era la causa de tal insensibilidad y bestialidad? ¿Había hecho algo que lo hiciera detestarla? ¿Qué pudo ser? O acaso… ¿Acaso el problema no era ella, sino posiblemente una vida infeliz? ¿Habrá sufrido una horrible e insuperable tragedia que lo hiso ser así? "¡Que idiota! Aún después de esto, sigo tratando de justificarlo…No tengo cura… Pero supongo que eso es el amor…" Todo el camino de regreso contuvo las atropelladas lágrimas, estaba sufriendo pero lo último que quería era dar una pésima imagen de depresión. Después de todo si ella viera a alguien llorar a mares, se sentiría sumamente incómoda. Y quien no, si una persona que viaja alrededor media hora en el mismo vagón del subte que vos, se la pasa llorando a más no poder.
Apenas llego a su hogar, se excusó de la cena familiar alegando extremo sueño y cansancio. Mebuki Haruno jamás caería en tal engaño pero, confiaba en su hija y esperaría pacientemente a que ella misma le compartiera sus pesares; sólo de ser necesario pediría explicaciones o dado el caso, intervendría. Kisashi Haruno era algo más básico y elemental así que al ver el demacrado rostro de su niña, le creyó sin más ni menos.
Era un fatídico viernes, pero viernes al fin y al cabo, no más colegio hasta el martes ya que era feriado. Pronto sus furiosas e inquisitivas amigas sabrían lo ocurrido así como también Neji, y no quería causar lástima. Tampoco quería que el gran Sasuke la viera en tal deplorable estado emocional. Terminó por decidir desconectarse del mundo en ese largo fin de semana. Sumirse en su miseria y fundirse en el dolor, llorar hasta secarse y desahogarse por completo durante todo ese tiempo, para volver a ser la Sakura fuerte de la que ella misma estaba orgullosa. O por lo menos aparentarlo muy bien. Antes del martes. Y tras cualquier pregunta que potencialmente pudiera desarmarla, ella fundamentaría que "en realidad se dio cuenta de que nunca estuvo enamorada". "OK no. Eso sería más patético aún."
¡En qué circunstancia tan desventajosa se vio envuelta de repente! Sin duda las noches siguientes serian eternamente largas y muy tristes.
