Disclaimer:El universo de Hellsing, así como sus respectivos personajes son propiedad intelectual del gran mangaka Kōta Hirano y son empleados sin fines de lucro.


Full Moon

Era una calurosa noche de primavera y todos los transeúntes lo miraban por el grueso abrigo de color azabache que llevaba, pero eso no importaba, él solo quería terminar su misión y regresar a Sudamérica lo más pronto posible, además el calor de Inglaterra se sentía fresco comparado con el de Brasil. Hans Günsche detestaba esas abarrotadas calles, los roces con las personas por las reducidas aceras y el bullicio en general, los humanos eran tan molestos. No lograba entender como sus antepasados pudieron aparearse con ellos; para los hombres lobo estaba prohibida la unión entre miembros de la especie, así que la única forma que tenían de reproducirse era con esas criaturas… por más pura que considerara su sangre, solo eran híbridos.

Ya había contactado a los Valentine para entregar las instrucciones sobre el plan que sería ejecutados en unos meses, todo estaba planeado y ningún error sería tolerado; implantó los chips en los interesados de Londres y sus cercanías e investigó a la organización Hellsing, solo restaba observar los movimientos de la real orden de los caballeros protestantes ante esa situación. No prestaba atención a sus pasos y sin darse cuenta llegó a una solitaria calle, débilmente alumbrada por algunos faroles y el brillo de la luna llena. Parecía el típico barrio de clase baja donde no caminarías a altas horas de la noche, tal vez era hora de volver al hotel… o tal vez no. Un impulso salvaje lo obligó a seguir avanzando, pudo sentir esa necesidad primitiva de correr pero la reprimió para no llamara la atención; hacía mucho tiempo que la luna llena no dominaba sus acciones, pero esta vez no pudo evitarlo, algo iba a pasar…

¡Kyaa!

Un grito de mujer… había escuchados cientos de mujeres gritar y jamás se inmutó, pero esta vez era diferente; apresuró el paso hasta divisar un callejón y con su vista lupina la vio, una chica rubia forcejeaba con dos hombres que obviamente no tenían buenas intenciones. Debió pasar de largo, indiferente ante esos asuntos mundanos, pero no pudo… sin darse cuenta ya había cruzado la calle y estaba de frente ante esos maleantes que ingenuamente creyeron ser rivales para él; empujaron a la chica y se arrojaron en su dirección, pero esquivarlos era cosa de niños. Sujetó a uno por el cuello y lo alzó con desgana, moderando su fuerza para no romper las delicadas vertebras; el otro sujeto se impresionó ante su fuerza y presa de un creciente pánico se abalanzó sobre la asustada mujer, colocando la navaja en su yugular.

— ¡Déjanos ir o le atravieso el cuello, hijo de puta!

Ese hombre no bromeaba, la filosa punta de la navaja se clavó en la piel y un hilillo de sangre recorrió el esbelto cuello; la chica cerró los ojos, Hans vio su cuerpo temblar por el dolor y olió su miedo, y eso lo enloqueció. Azotó el cuerpo del hombre que tenía en sus manos contra el muro y lo lanzó contra su compañero; ambos quedaron tendidos sobre un montón de basura, muy cerca de la aterrada mujer. Una sed asesina estuvo a punto de dominarlo, pero la necesidad de ponerla a salvo pudo más, se acercó a ella y la tomó en sus brazos, esos hombres habían tenido mucha suerte.

— Yo… gra-gracias…

Seras Victoria apenas si podía articular palabra alguna por el miedo; recién iniciaba su entrenamiento básico para unirse al departamento de policía y ni siquiera podía ver por su propia seguridad. Ese día salió tarde y los aspirantes tenían prohibido portar armas cuando estaban de civiles; odiaba ese barrio, pero el modesto departamento en esa zona era lo único que podía costear con su actual sueldo de mesera. Su héroe no respondió, se limitó a mirar al frente y caminar lentamente, como si su cuerpo fuera muy pesado.

— Puedo caminar a partir de aquí, muchas gracias, ya no quisiera causarle más molestias.

Hans la miró discretamente; debía reconocer la belleza de esa mujer, rubia y de grandes ojos azules, facciones delicadas y cuerpo esbelto, su playera estaba rasgada y dejaba ver parte de sus pechos. Dudó, no quería dejarla sola, pero ni siquiera él comprendía el porque, lo mejor era fingir que nada pasó y seguir su camino. La bajó e inmediatamente la chica perdió el equilibrio, la sujetó para que no cayera y vio la mueca de dolor en su rostro, debió fracturarse el tobillo cuando la arrojaron al piso.

— ¡No es necesario, en verdad estaré bien!

Seras se sonrojó cuando aquel hombre se quitó el abrigo para cubrirla y la cargó nuevamente en sus brazos, la verdad era que el tobillo le dolía demasiado y no creía poder llegar sola a su departamento, pero la sola presencia de su silencioso héroe la cohibía. Sus ojos eran de un azul parecido al suyo y su cabello plateado brillaba con los rayos de la luna, debía ser un tinte porque se veía demasiado joven para tener canas; sus facciones eran toscas pero atractivas y la ajustada camiseta delineaba sus musculosos pectorales. Se detuvo y la miró fijamente, él no tenía idea de donde estaba su departamento.

— ¡Perdón! Vivo a unas cuadras de aquí.

Ella le indicó el camino y Hans siguió en esa dirección. Caminó hasta que señaló un viejo edificio de tres plantas, entraron y subieron al segundo piso; Seras sacó las llaves del bolsillo de su pantalón y se las entregó a su acompañante, el licano odiaba usar esos objetos tan rutinarios pero si derribaba la puerta llamaría más la atención y su plan de pasar desapercibido se terminaría de estropear.

— Disculpa el desorden, pero no suelo recibir muchas visitas.

No respondió, se limitó a dejarla sobre el único sofá que había en la pequeña sala e ingresar a la estrecha cocina como si estuviera en su propia casa, de no ser porque la había salvado Seras lo correría por grosero y mal educado. Miró de reojo como se quitó la camiseta sin pudor alguno, dejando a la vista su musculoso pecho, desvió la mirada… ¿y si trataba de violarla? Era un extraño después de todo. Estaba lista para gritar y rezaba porque sus vecinos dejaran su habitual indiferencia cuando él regresó y le extendió un poco de hielo envuelto en su delgada camiseta; se sintió fatal, era una mal pensada e ingrata. Tomó el paquete y cubrió su inflamado tobillo.

— ¡Cielos, gracias! Te he causado muchas molestias esta noche. ¿Puedo ofrecerte algo?

Hans negó con la cabeza y tomó su abrigo, necesitaba salir de ese lugar o ya no podría controlarse. Desde que la vio en el callejón sintió una atracción como jamás experimentó y esa necesidad de poseerla resultaba dolorosa. Deseaba procurarla y el olor de su sangre lo llenaba de rabia, quería matar a los culpables… ¿por qué?... ¿sería posible?... Había escuchado de la impronta cuando era pequeño, antes de que el ego de sus ancestros y el exterminio de los mismos por parte de los vampiros lo dejaran como él último de los hombres lobo… ridículo, la impronta solo era una estúpida justificación para mezclarse con humanos y él jamás caería tan bajo. Salió del departamento sin mirarla y se apresuró a dejar el edificio; dejó de percibir su aroma y por fin pudo relajarse, todo fue un incidente que no debió ocurrir, un error que ya no tenía importancia. Alzó la mirada y maldijo a la luna llena, culpándola de esos erráticos sentimientos.


Notas del autor:

Lo confieso, soy pésima inventando títulos... el título del capitulo fue textualmente copiado del nombre de una canción del grupo de power metal Sonata Arctica (los invito a escucharla, por cierto)... muchas de sus canciones están relacionadas con lobos y no dejaba de escucharlas mientras escribía, así que es muy probable que cada capitulo lleve el nombre de una canción de este grupo... si Hirano-san pudo nombrar los capitulos del manga con nombres de videojuegos, yo también puedo XD

La idea de la reproducción de los hombres lobo está inspirada en el lore del juego de rol "Werewolf: the apocalypse", donde los licántropos (garou en palabras del juego) no pueden aparearse entre ellos porque engendrarían vástagos deformes e infértiles... y lo de la impronta me pareció romántico.

Un agradecimiento especial a mi mejor amigo, Morniemacar, por hacer la portada para este fic (después de tanta insistencia mía).

Cualquier comentario y/o critica sobre mi trabajo es bien recibido.