Hola bello mundo y su gente :D
Hace algún tiempo estuve pensando en hacer algo de mis parejas favoritas, me costó mucho encontrar inspiración y ahora, tengo un nuevo fic, -que será longfic- para mostrárselos.
Se me ocurrió hacerlo con una publicidad del de Rush Hour 3, en donde salió el nombre "Chris Tucker" y yo dije "¡hey! esto es el destino :D" y me puse a fangirlear, y ahora aquí me tienen, publicando cx Procedamos:
Advertencias: Ninguna por el momento.
Forma de lectura:
cursiva y entre comillas: pensamientos
-normal-= dialogo.
normal sin nada =Narración
Los POV y los Flasback se mencionan a tiempo.
South Park y sus personajes no es de mi propiedad son de Trey y Matt, yo solo los transformé para crear historias que ustedes califican con sus hermosos reviews c:
Un silencio gélido inundaba la residencia de los Tucker. La sepulcralidad del silencio hacía que la mínima existencia de sonido al abrir la puerta resonara en las paredes principales y en las escaleras.
El olor de cigarros se mezcló con el aire espeso al cerrarse la puerta de entrada y dejar pasar una brisa con el aroma que emanaba del recién llegado.
Un azabache con actitud de indiferencia, un chullo azul con amarillo, ropas algo sucias por el uso del día y gastadas por las múltiples caídas del skate que había sufrido toda su variedad de prendas, zapatillas de lona oscuras y llenas de lodo, un bolso azul de clases a juego con el polerón azul y varias heridas menores; hizo su presencia en la casa con la mirada sin expresión y arrastrando los pies en lugar de caminar debidamente.
Era Craig Tucker entrando como lo haría cualquier otro día a su casa.
Continuó con su andar dentro de las habitaciones. Parecía disgustarle tener que caminar. No. No parecía ni disgustarle o gustarle. Solo lo hacía porque tenía que hacerlo.
Las sospechas invadieron su mente. La ausencia de sonido alguno lo hacía dudar completamente de la presencia del resto de su familia...
-¿Mamá? ¿Papá?- preguntó al espacio libre de muebles.
No respondió nadie.
Renaudó su traslado hasta el comedor, lugar planeado para dejar su bolso, pero en vez de encontrarse con la sala vacía, vio a sus padres y hermana reunidos en la mesa con la cena ya servida y sin rastros de haber sido tocada.
-Craig...-saludó su madre. ¿Saludo? No, eso era más que nada un susurro con una voz cargada de decepción.
-"Ya lo saben"- se dijo Craig a si mismo.-"Claro que lo saben, es obvio que les han avisado".
-Toma asiento.-ordenó su padre en un tono apropiado para el "tenemos que hablar" típico en las parejas, o en este caso, de los padres cuando pillan a sus hijos en una riesgosa travesura.
El pelinegro dejó su bolso al lado y se dejó caer en seco sobre la silla.
Ahora tocaría el sermón y luego el regaño y las burlas de su "querida" hermanita.
Se dispuso a comer de su plato ignorando su temperatura, que por cierto ya era baja para una comida.
Su hermana le imitó en silencio.
-Craig, lo has vuelto a hacer.-habló su padre con la misma entonación anterior.
-¿hacer qué?
-No te creas tan listo, jovencito.-Le advirtió Thomas- Estamos hablando del robo.
A Craig se le heló la sangre por un instante. Que sus padres supieran sobre su larga lista de delitos no era algo de lo que se sintiera orgulloso.
-¿Y qué hay con eso?-preguntó restándole importancia.
-¿nos estas jodiendo?
-Solo pregunto.
-Craig, sabes bien de lo que hemos hablado respecto al tema.-le miró su madre.
-No es para tanto. Ya lo tuve que devolver.
-Apestas a cigarro…-Mencionó la niña a su izquierda haciendo una mueca –Y el intruso está por venir…
-"Gracias Ruby…"-maldijo a su hermana en su interior luego de recibir la mirada enojada de sus padres.-"¿hoy viene el intruso?"
-Es el asistente social, no el intruso.- les corrigió su madre.
-Como sea, es lo mismo. ¿Algo más?- interrumpió la menor al terminar su cena.
-Ruby...-gruñó su padre.
Al instante Ruby se retiró junto a su plato hacia la cocina y demarcó su retirada con la seña tan usada por su familia. Y recibiendo el mismo gesto de la ya mencionada.
El silenció volvió a hacerse presente durante los minutos en los que tardó la comida de Craig en desaparecer.
Al terminar, el primogénito de la familia, al no recibir regaño o sermón alguno, llevó su loza al lavaplatos y se retiró igual que su hermana. Recibiendo lo mismo y unas miradas de preocupación.
La familia de Craig solía ser lo más semejante al término "unida", pero con tantos problemas que causaban los hijos, tuvieron que recurrir a sicólogos, restricciones, castigos, regaños, pero nada que impusiera una autoridad basada en violencia. Y como nada servía, recurrieron a la asistencia social hace unos meses atrás.
Esos "problemas" causados por los menores eran desde problemas escolares hasta algunos en donde uno (o ambos) de los hermanos terminó en una estación policial esperando la llegada de los padres para la posibilidad de regresar a casa.
El timbre a penas se oyó desde la habitación del azabache por el volumen alto de la música.
La puerta principal se abrió ante el asistente social.
Varios minutos de una larga conversación se originaron entre los padres de ambos chicos y el denominado "intruso" por los menores.
-Sr. y Sra. Tucker... Debo responderles su pregunta con la mayor sinceridad que pueda darles.
-Díganos. Estamos muy preocupados por nuestros hijos.
-Bien, comencemos por la pequeña. Ya hemos visto que no ha habido grandes progresos con el sicólogo, ya que su hija se niega a entablar conversación.
-Si...
-Y realmente para sus nueve años ya tiene incluso su nombre en una ficha policial anexa y debido a tal, estamos considerando los últimos planes para evitar la separación de su hija.
-¿¡Qué!?- exclamaron absortos ambos padres.
-¿Se llevaran a nuestra bebé?- lloriqueó la mujer ante la idea.
-¡No pueden hacer eso!-se quejó el hombre.
-Señores, esto es una simple idea considerando que los de mayor poder de la asistencia piensen que sus hijos tienen dificultades por culpa del entorno. Lo que me parece que no es lo que pasa aquí.- Se detuvo a tomar un sorbo del jugo- Siento haberlos confundido.
Los padres suspiraron y lograron un estado más calmado.
Ninguno de los tres adultos notó la presencia de la pequeña de cabellos entre rubios y cobrizos.
La chica en cuando notó que había oído algo confidencial, simuló que acababa de bajar las escaleras por un vaso de agua. En la cocina se tomó su tiempo para evitar oír algo más.
-Pero el tema que más me preocupa es el de su hijo varón, Craig. Con sus tan solo quince años ya tiene su hoja policial casi llena.
Aquí la pareja intercambió miradas.
-Se le ha sorprendido causando desorden público en varias ocasiones, en actos de hurto a supermercados y librerías, reiteradas veces en peleas callejeras y lanzamiento de objetos a transeúntes y vehículos, entre otros.
-...
Eso fue lo último que escucho la niña antes de volver con su vaso.
-Ruby... ¿podrías llamar a Craig?- pidió su madre con la voz temblorosa.
Sin decir nada, subió en busca de su hermano. Quiso "saludar" a su manera al asistente, pero las miradas le indicaban que no sería de gran ayuda.
-¡Craig! ¡Craaaaiiiig!- gritaba mientras golpeaba la puerta de la habitación del azabache.- ¡Abre tonto!
La música paró y la manilla se giró hasta abrir la puerta.
-¿Qué quieres ahora, mocosa?
-No me llames mocosa, pendejo.-le hizo la seña. Recibió la seña de vuelta- Mamá y papá quieren que bajes.-Dijo esto último con la voz que usó su madre. Temblorosa.
Craig bajó sin chistar seguido por Ruby, a quien acababan de llamar también.
-Craig. ¡Tanto tiempo sin vernos!-trató de subir el ánimo, el asistente.
Craig mostró el dedo.
-¿sabes Craig, por qué estamos todos aquí?- ignoró la seña.
-Ni idea- se encogió de hombros al asistente.
-¿Recuerdas tu último acto?
-Sí.
-¿Te pareció correcto?
-¿le importa lo que piense?
-…-quedó callado ante la respuesta del chico- Craig, tienes 15 años recién cumplidos. Pero tu hoja muestra más delitos que años tu vida y eso no es el mejor...
-...ejemplo para Ruby.-completó con desinterés. - Vamos al grano.
-No quería decirlo tan directo, pero al proximo delito... Serás llevado a asistencia. A un centro de rehabilitación en Misuri.
1...2...3...
El mundo de Craig se paralizó al oír el chillido de su hermana. ¿ir a...rehabilitación? ¿¡Cómo dejó que eso pasara!?
Evitó cualquier contacto visual con su familia o aquel hombre que le acababa de dictar su futuro.
-Craig, no fuiste enviado antes porque intentamos darte oportunidades y tú no hiciste caso. De ahora en adelantes tendrás que acostumbrarte a la vida que cualquier chico de tu edad llevaría- seguía hablando, pero Craig ya había perdido el sentido de las palabras desde que su hermana se aferró a él.
-...yo...-emitió Craig.
-¿cómo es ese centro?-preguntó Ruby sin soltar a Craig.
-Es un espacio donde van miles de adolescentes. Pero en este caso se quedan por más tiempo que el común. Están entr meses allí.
-No...no...no...¡Me niego a ir si tuviera que hacerlo!-gritó Craig.
-Me temo que si comete otro delito, no tendrá opción.
El adolescente subió a su cuarto enfurecido. ¿Qué iría a hacer ahora? Sus padres no aceptarían que él acudiera a ese centro ¿verdad?
Al poco tiempo la niña de ojos miel se sentó a su lado y luego de un cálido silencio en compañía, contó todo lo que oyó a Craig.
Definitivamente, con esa ficha, Craig había cavado su propia tumba, y con él, arrastró a Ruby.
¿Evitar hacer algo incorrecto por ley? Eso no corría por sus venas. Él tenía que ser diferente. Era Tucker. ¿Cómo sus antecesores se la arreglaban en esos momentos?
La muchacha tomó a Stripes y lo acarició.
Ahora solo estaban ellos, los dos hermanos, contra el resto. Se cuidarían. No les harían abandonar su casa. No lo permitirían.
Era su hogar y no dejarían que alguien se los arrebatara y arruinara la armonía que conservaban como familia. Eran Tucker. Nadie pisoteaba a los Tucker. Nadie.
Se quedaron dormidos sobre la cama de Craig.
Sus preocupaciones con sus sueños se anularon. Pero, debían despertar.
Craig se levantó con cuidado para evitar despertar a Ruby.
Se dirigió a la ventana para observar la luna con sus ojos negros como la misma noche.
-Craig...Prométeme que nada malo va a pasar.-pidió media dormida la chica.
Craig la contempló. Era fuerte como el hierro, pero en ese momento la descubrió frágil.
Por lo tanto...
-Lo prometo.
No pudo evitar jurar algo que realmente dudaba...
Aun no empieza nada, en los próximos capítulos se empezará a ver algo más de acción. Favor, dejen reviews, no hay nada mejor que reviews nuevos en la mañana -junto a una taza de chocolate caliente con mucha azúcar e.e- y recuerden que por sus bellísimos reviews reciben...ahhmm...una versión en gomita azucarada de sus personajes favoritos de South Park ñ.ñ
Cualquier crítica, golpe, tornado, superpoder, etc son recibidos también.
Sayonara!
