Advertencias: Ciencia ficción, OoC, AU, lenguaje vulgar y sexo explicito en determinado momento.

Declaración: No soy dueña de ninguno de los personajes, todos ellos pertenecen a Masashi Kishimito, etc.

Artificial

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Capitulo

I

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"Bienvenido Uchiha-san."

El observó a su alrededor detenidamente analizando cada persona en el lugar, cada objeto, pero por sobre todo, lo que se hallaba en el centro de la habitación.

Pasó de largo a los hombres con trajes blancos cuando estos quisieron interceptarlo en su camino, intentaron hablar con él pero nuevamente los apartó con la mirada sin la más mínima paciencia.

Sus ojos obscuros sólo tenían un objetivo.

No se detuvo hasta ponerse frente a un cilindro vertical hecho de vidrio, este llegaba del techo hasta el piso y tenía tubos de todo tamaño conectados a el. Dentro, estaba lleno de un liquido viscoso y casi tranparente que se asemejaba al agua

Llevaba años deseando poder ver el resultado final de su trabajo. Pensó que los años que invirtió en investigación, esfuerzo y, por sobre todo, el desgarrrador anhelo que lo acosaba de por fin poder volver a verla en todo su esplendor tendrían una recompensa.

"Tuvimos que detener el crecimiento acelerado, también modificamos algunas cadenas de su ADN, no podíamos mantenerla estable de otra manera."

Estaba allí, ella estaba nuevamente frente a sus ojos tal y como la recordaba la primera vez que la vio.

Su piel clara, su cabello rosa.

"Uchiha-sama, ella no ha podido recuperar la conciencia desde que aplicamos los nuevos cambios".

Todo hecho pedazos, una vez más.

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Uchiha Sasuke siempre supo que su familia era singular, única. Ya fura por la ingenuidad de un niño que cree que su familia es la más grandiosa de todas las que hay, o por la singularidad que realmente existían en la suya.

El clan Uchiha era una familia que podía ser considerado aristocrática, quizá hasta legendaria. No sólo era llevarse palabras de más a la boca cuando se hablaba de ellos. Poseían una historia como ninguna otra y se remontaba hasta tiempos inmemorables, siempre manteniéndose relevante ante la historia que acontecía y donde quiera que hubiera un Uchiha.

Generación tras generación y a través de las años se habían dedicado a fortalecer su poder, como ningún otro clan lo pudo llegar a hacer.

Desde el tiempo en que Konoha fue fundada y los Uchiha eran cientos, siendo uno de ellos uno de los principales fundadores; hasta las épocas actuales donde unos pocos aún tenían el privilegio de llevar ese apellido. Sí, el clan Uchiha tenía una historia y antigüedad única.

Sasuke desde una temprana edad fue consciente del gran legado de su familia. Fugaku, su padre sin descanso le repetía el gran orgullo que debía sentir por ello.

En sus primeros años se vio fascinado y deslumbrado de esto. ¿Cómo no estarlo? Pero el tiempo -lo único de lo que ni siquiera siendo Uchiha se puede escapar al parecer- fue cambiando y formando una nueva forma de pensar.

Él no deseaba ser absorbido por el apellido de su clan, como el resto de su familia, pero aquello parecía casi imposible.

El clan Uchiha no solo era poseedora de una gran historia y patrimonio del pasado, sino que en la actualidad también eran tan imponentes y trasendentales como en el pasado, poseyendo una de las empresas más poderosas e influyentes, Sensu.

Una de las compañías más importantes en desarrollo de nuevas tecnologías en el mundo.

Fugaku quiso que él también fuera parte de eso, con una necesidad que no llegaba a comprender y sin dejarle opción a escoger.

Sasuke fue dejando poco a poco atrás todo aquello que su padre intentaba imponerle, él siempre lo respetaría y admiraría pero prefería encontrar su propio camino y así sería. Él no seguiría la tradición de su familia que le imponía ser relegado y hasta olvidado en virtud de su hermano mayor; pero solo tenía dieciséis años y nadie lo tomaría enserio.

"¿Teme en qué tanto piensas?"

Uzumaki Naruto se encontraba junto a su amigo, ambos estaban en la biblioteca pública de Konoha buscando libros sobre historia para un trabajo del instituto.

Naruto no se sentía entusiasmando de pasar sus últimas semanas de vacaciones encerrado en aquella vieja y lúgubre biblioteca, era un lugar inmenso lleno de estantes que contenían cientos y cientos de libros; sus pasillos eran largos, oscuros y fríos; sumando el desesperante silencio, murmullos y ecos que lo enloquecían. No, Naruto no estaba hecho para esta clase de lugares.

El era un joven inquieto que no soportaba estar encerrado y sentado en una silla leyendo libros y más libros. ¡Qué gran crimen cometió para semejante tortura!

Y mientras él se encontraba lamentando su terrible destino había perdido de vista a Sasuke, Naruto retomó sus pasos y lo encontró frente a un estante que contenía grandes tomos, todos ellos dedicados al clan Uchiha. Naruto lo había llamado un par de veces pero Sasuke se encontraba como una estatua, completamente absorto observando los libros.

Él iba a burlarse de Sasuke, seguramente estaría embobado con los libros por el orgullo de ser parte de una familia importante, pero cuando se acercó a él sus intenciones cambiaron al instante. Sasuke estaba serio y no parecía feliz en ninguna forma.

"No es nada." Contestó el de pelo negro mientras se encaminaba a la salida.

"¡Creí que estudiaríamos aquí!" Se quejó Naruto, después de todo, fue Sasuke quien lo llevó ahí casi a arrastras, si por él hubiese sido continuarían en su departamento jugando con su consola.

"Tengo lo que necesitamos" Alzó los libros que ya había tomado, sin detener su caminar en ningún momento.

Naruto le restó importancia al asunto y lo siguió, no sin antes recibir miradas molestas por levantar la voz de los estudiantes allí.

El plan original de Sasuke fue el de estudiar un par de horas en la biblioteca junto a su amigo, a Naruto le costaba mucho concentrarse y cuando lo lograba se distraía con cualquiera cosa; ya sea con su celular recibiendo mensajes o viendo moscas volar por la habitación.

Sasuke no tenía mucha paciencia para estar haciendo de niñera, sin embargo había perdido cualquier interés en quedarse en la biblioteca cuando vio aquellos libros, en todos los estantes por los que había pasado al menos se almacenaba algún libro que se dedicaba a su familia; lo qué hacía recordarle los problemas que comenzaba a tener con Fugaku por eludir sus responsabilidades. Lo cual no era así literalmente, Fugaku tendía a llevar las cosas al extremo.

En los últimos meses sus puntos de vista comenzaron a chocar fuertemente, tanto así que habían discutido un par de veces pero gracias a la intervención de su madre ambos se apaciguaban. Por otra parte, la su madre e Itachi, lo alentaban en sus decisiones, sobre todo su hermano mayor.

Aunque no lo deseaba de ninguna mamera, la situación con su padre comenzaba a hacerse insoportable, a si que tomó la decisión de alejarse de su padre por un tiempo. Le dijo a Naruto si podía pasar el verano en su departamento, pagaría sus gastos y le ayudaría con el alquiler y los víveres; continuar en su casa el verano entero con su padre reprochándole sus decisiones solo empeorarían las cosas. Naruto aceptó entusiasmado sin preguntarle por qué.

Naruto tenía un concepto equivocado de lo qué era su vida, Sasuke era consciente de ello. Ambos habían tenido vidas muy distintas, Naruto al contrario de él había vivido una vida dura desde su niñez, privado de muchas cosas por sus humildes orígenes. Fue criado en un orfanato y con gran esfuerzo llegó a la escuela; ambos se conocieron cuando entraron a la secundaría privada en Konoha.

Naruto había entrado gracias a una beca como deportista, no encajó entre tantos chicos que se jactaban de su riqueza y tonterías, mientras él tenía que trabajar muy duro para pagar todo aquello que su beca no podía. En un principió, no habían hecho una conexión instantánea, por lo contrarío, habían sentido desagrado por él otro, sin embargo ambos compartían muchas clases y de algún modo sentían una rivalidad por el otro, competían en casi todo lo que fuera posible, con el tiempo comenzaron a familiarizarse hasta hacerse amigos.

Aún siendo tan cercano a Naruto, Sasuke no era una persona a la que le gustara hablar de su vida y contar sus penas, siendo de esa manera optó por no involucrar a Naruto, él era su mejor amigo –nunca se lo diría voz alta- pero consideraba que no era esencial hablarle de su disfuncional familia.

Naruto se mantuvo en silencio todo el viaje de retorno a su casa, estaba algo hastiado por la repentina y extraña actitud de su amigo, muchas veces ya lo había visto de esta manera, completamente fuera de órbita y cada vez que intentaba que hablara con él se retraia aun más.

¡Con un demonio eran amigos! Le daría una paliza para que hablara si era necesario.

En un mutuo silencio llegaron al edificio, no faltaba para que anocheciera y las tenues luces del pasillo parpadeaban mientras subían al tercer piso por las escaleras. Una vez llegaron a la puerta del departamento, a un lado de esta había una pequeña caja esperando.

Naruto la tomó curioso para analizarlo y supo inmediatamente que era para Sasuke. El paquete tenía marcado en la parte superior el logo de Sensu; la compañía de la familia de Sasuke, se lo entregó inmediatamente con el deseo de poder abrirlo y saber qué era.

Naruto amaba todos los productos de Sensu, tenían los mejores videojuegos que hubieran podido existir, desarrollaban las mejores consolas, autos, androides y seguramente hacían muchas más cosas, pero eso ya no le importaban. Por su parte Sasuke analizó la caja con detenimiento y algo desconfiado, estaba seguro que no la habia enviado ni Fugaku ni tampoco Itachi.

Su padre estaba furioso con él y no le enviaria nada, e Itachi hubiera venido en persona si quería darle algo.

Naruto lo hiso entrar a empujones al departamento y lo sentó en el sillón ansioso porque abriera la caja. Estaba tan curioso como Naruto así que no espero más y la abrió, casi sonrió al notar la obvia desilusión de Naruto al ver que tan sólo había una carta dentro.

Naruto inmediatamente se levantó del sillón en la sala refunfuñando y fue a prepararse un emparedado. Seguramente él esperaba que le hubieran mandado algún nuevo producto de Sensu.

Tomó la carta en sus manos y comenzó a leerla, se sorprendio cuando leyó el remitente, provenía de su tío Izuna.

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Había pasado una semana exactamente desde que recibió la carta, en realidad fue una invitación al edificio de investigación de Sensu, donde su tío trabajaba.

Sasuke pensó en rechazar la invitación inmediatamente pero no habia ninguna dirección, sabía de la enemistad que había entre Madara, Izuna y su padre,

Sin embargo en el último instante decidió ir, era un acción muy peculiar viniendo de Izuna, ya que él nunca mostró interés alguno por parte de la familia de su padre.

Lo que le llevaba a su actual situación, estaba en las puertas de Sensu. Esta era la primera vez que venía a esa dirección; Sensu tenía decenas de edificios por toda Konoha, el edificio en el que trabajaba su padre estaba en el centro de la ciudad, pero donde Izuna lo había citado estaba en las afueras de la ciudad, prácticamente en la frontera con Suna.

Era un edificio que estaba en pleno desierto, apenas había una estrecha y desgastada carretera, que seguramente había sido construida exclusivamente para llegar al edificio, porque no había nada más en aquel lugar. Unos kilómetros atrás había una malla de dos metros que rodeaba un amplio territorio y estaba resguardada por seguridad privada.

Todo este asunto comenzaba a despertarle una curiosidad que pocas veces sintió.

Fugaku nunca le había informado que Sensu tuviera oficinas en un lugar como ese, ni siquiera oficinas sería el término correcto; parecía un centro de investigación militar, la infraestructura ocupaba un amplio terreno.

"Bienvenido Uchiha-san." Lo recibió un hombre de traje. Sasuke quedó impresionado al entrar en el edificio. Reflejaba los ostentosos gustos de Izuna en cuanto a arquitectura y lujo.

"Mi nombre es Zetsu, sígueme por favor." Así lo hiso, Sasuke siguió al extraño con actitud sumisa, su mente estaba completamente bloqueada por preguntas.

Si bien su relación con Izuna era fría y distante a pesar de ser familia a él nunca le importó realmente. Izuna se mantuvo presente en su vida sólo las estrictamente necesarias, ni hablar de Madara quien se había vuelto un ermitaño y quien se mantenía en el exilio en alguna parte del mundo.

Itachi en una ocasión le mencionó que Fugaku e Izuna tenían puntos de vista contrarios, irreconciliables para ambos por lo que dejaron de tratarse y se distanciaron. Sasuke quiso saber más pero ni siquiera Itachi lo sabía, Mikoto también se mantenía ignorante al tema y no había posibilidad alguna de que su padre se lo contara conociéndolo como lo hacía.

Sasuke no indagó más al respecto y con el tiempo fue perdiendo el interés en aus tíos, su única familia eran sus padres y su hermano.

Zetsu lo guió a través de amplios corredores los cuales gradualmente iban aumentando la vigilancia, hasta que llegaron a un asesor, cuando entraron, Sasuke observó que únicamente había un botón en el panel y Zetsu lo presionó.

"Este lleva directamente a la oficina de Izuna-san, lo construyó exclusivamente para él." Completamente innecesario, pensó Sasuke.

El asesor se detuvo y las puertas se abrieron dando exclusivamente a un pasillo blanco que llegaba a una puerta del mismo color, Zetsu la abrió y lo instó a entrar a la oficina manteniendo la puerta abierta.

"Sasuke, me siento feliz de verte" Dijo Izuna al recibirlo en su oficina, lugar que se le hizo más familiar ya que guardaba similitud a la oficina de Fugaku. Con paredes altas, sin ventanas pero con fuentes de luz tenues alumbrando, había un escritorio amplio y apenas un asiento frente a este.

Sasuke lo saludo adecuadamente, guardando cualquier inquietud que tuviera por el hombre frente a él, por fin sabría por qué del reciente interés de Izuna por su persona.

Continuara.-

N/A: Me siento muy inspirada en este mes, creo que todos sabemos por qué. Lamento no haber actualizado mis otros fics pero como no veo mucho apoyo y trafico de visitas pues no es un gran incentivo para mí, estoy dejando ideas por aquí y por allá haber que pasa. XD

Creo que me dedicaré a hacer más historias de un sólo capitulo.