Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sólo soy la dueña de Sasuke-kun.
No sé en qué estaba pensando.
La verdad ni siquiera sé que fue lo que nos sucedió. Simplemente algo cambió.
Tu mirada ya no era la misma. Esos ojos, los mismos que me han llevado a la locura una y otra vez, no me ven con el mismo amor. Ese brillo, el brillo tan especial que tenían cuando discutíamos, se extinguió. ¿Qué nos pasó?
O fue quizás mi culpa. Lo sabía. Tú simplemente no podías amarme a mí, la eterna molestia.
Solo dime, ¿qué quieres de mí?
Algo cambió. Su sonrisa ya no era la misma.
Claro, qué mujer estaría feliz de estar con un asesino; un asesino como yo.
Y ella. Oh, ella.
Bella, dulce y tan inocente. Sólo por eso no pude resistirme.
Ella, el viento fresco. Tanta sinceridad cuando crecí rodeado de hipocresía.
Sólo espero cumplir esta misión y regresar a ella. Regresar esperando que no sea muy tarde.
Mi vida volvería a ser el oscuro pozo que era antes de conocerla.
Quizás, sólo quizás.
Hablaré con él. Le diré que lo amo - una vez más - si él no me responde, me iré.
No es cierto, nunca podría dejarlo. Rogaré. Si él no me ama no me importa, sólo pide que me deje estar a su lado.
Aquí estoy. Frente a frente.
Se escuchó el sonido del timbre en toda la casa. Ella dejó el trapo con el que estaba secando los platos. Caminó sin prisas, total, no sería su amado.
Al abrir la puerta lo primero que vio fue un ramo. Una hermoso ramo de rosas. Tantas rosas como no creyó posible ver juntas.
Globos, también había globos. Se leía perfectamente 'te amo'. Y un peluche.
Lo miró detalladamente. No era un peluche cualquiera, era una réplica exacta de esa criatura animada que le recordaba tanto su relación enfermiza.
Un gemido de sorpresa se dejó escuchar seguido de un sollozo. El chico creyó morir.
Esta vez había arruinado todo. Sabía que eso era demasiado cursi. Nunca debió seguir esos estúpidos consejos.
De repente, dejó de sentir el peso de las rosas, globos y demás. Sentía algo más cálido y suave; luego unió sus labios con los de ella. Oh sí, besarla era llegar hasta el cielo.
Quizás pelear no es tan malo. La próxima vez quizás no debería trabajar hasta olvidar su aniversario.
La próxima le daría a su pequeña pelirosa algo en lo que entretenerse. Parece ser tiempo de ampliar la familia.
Luego de cinco años de feliz matrimonio, bueno, con sus altas y bajas, pero feliz; era momento de tener otra pequeña criatura a la que amar tanto como ama a su mujer.
Gracias, muchas gracias. Queda a su elección quien es el querido esposa de Sakura.
¡Hasta la próxima! xoxo
