Ironía
01
Cuando Hugo se acercó a ella esa mañana, Rose Weasley supo que su hermano pretendía algo. Tal vez era esa extraña mirada en sus ojos, o tal vez era el hecho de que – por sus lazos de sangre – lo conocía como a la palma de su mano.
Sea lo que fuere ella no pensaba solapar más su holgazanería, ya estaba cansada de ayudarle con sus trabajos, estaba harta de llenar decenas de pergaminos con información para que al final Hugo no se dignara siquiera a leerla y entregara sus deberes así, sin más, sin tomar en cuenta su esfuerzo. No, definitivamente no lo haría más.
Sin embargo, le interesaba saber de qué se trataba esta vez, así que preguntó:
- Y bien, ¿qué quieres?
- Uy…que ruda.
- No pretendía sonar así – se disculpó la pelirroja. – Pero cada que te acercas con esa cara de "no rompo un plato" me entran escalofríos.
- Ese es tu problema Rose, no sabes confiar en las personas.
Sí, de eso ya había sido acusada antes. Su madre había tenido una larga conversación con ella, el tipo de conversación dirigida a "debes hacer amigos y confiar en las personas".
El interior de la chica rugió. Ella no tenía la culpa de ser una antisocial de ultranza, así como su hermano no tenía la culpa de ser simpático a mares. El carácter era algo sobre lo que no se podía influir – pensó ella – así como no se podía decidir ser delgado, alto o tener la piel de un determinado color.
Miró a su hermano y pensó sus únicas similitudes eran los ojos azules que poseían ambos y el apellido. No podían jactarse de ser físicamente parecidos, tal como lo eran entre sí todos los Weasley's, por el contrario, mientras Hugo había heredado la cabellera castaña de su madre, ella poseía una melena pelirroja que la caracterizaba como una Weasley, mientras la piel de su hermano siempre parecía bañada por el sol, la de ella lucía una palidez inusual; se podría decir que Hugo era el mejor parecido de los dos: tenía músculos fuertes, pero rasgos suaves, y además era larguirucho, tanto que a pesar de ser su hermano menor, ya le excedía por al menos diez centímetros de altura.
Luego, pensó en ella. Con su melena rojiza, sus comunes ojos azules, sus rasgos no tan delicados y esa palidez "poco saludable" que la caracterizaba. No se consideraba a sí misma "fea", pero simplemente se definía como "común", si a eso se le aunaba su carácter antisocial y su poca disposición a confiar en otros, el resultado era…
- Un completo fiasco.
- ¿Perdón?
- He dicho que soy un completo fiasco. – declaró ella con la mayor serenidad que pudo.
- No quise decir eso Rose, lo siento. – se disculpó su hermano consternado.
- No, perdóname tú – le sonrió la chica – me he alterado sin razón. ¿Qué querías decirme?
- De hecho venía a invitarte a una reunión que se va a organizar esta noche en la Sala de Menesteres.
Rose se sorprendió. Si la reunión iba a llevarse a cabo en la Sala de Menesteres, significaba que sus asistentes estaban relacionados de alguna forma con el antiguo "ejército de Dumbledore", pues sólo unos pocos tenían conocimiento de cómo acceder a la sala, eso significaba que estarían "seguros" de miradas extrañas.
- ¿Quiénes asistirán?
- Ya sabes, los de siempre – enumeró – James, Albus, Lily, Will y yo, cada uno de nosotros podrá llevar a los acompañantes que desee, obviamente les vendaremos los ojos para que no se enteren como llegar a la Sala de Menesteres – tranquilizó Hugo a su hermana.
- Pero aún así es peligroso llevar compañía, ¿qué tal si descubren como encontrar la sala?
- No te preocupes Rose, ya tomamos todas las precauciones.
La pelirroja miró a su hermano con suspicacia. Desde luego que estaba preocupada. ¿Cómo no iba a estarlo? – se preguntó – Desde antes que Victory se graduara de Hogwarts el grupo de amigos había hecho una promesa: constituirían la "Sociedad Mágica Secreta" (SMS) a la cual sólo tendrían acceso los mejores magos y brujas de Hogwarts, su lugar de reunión sería el aula de menesteres y jamás debían revelar su ubicación a nadie.
- ¿Y qué opina James? – él, como presidente de la SMS y poseedor del mapa del merodeador, debía dar su consentimiento expreso.
- Está de acuerdo, de hecho va a llevar a una chica – silbó – Liza Kennedy, sí que es guapa esa chica.
Rose entornó los ojos.
- Está bien, iré. Pero no llevaré a nadie – advirtió.
- Como prefieras. – encogió los hombros.
- ¿Y tú a quién vas a llevar?
- Aún no lo sé…Lily llevará a dos amigas de Hufflepuff, Albus llevará a un compañero de Ravenclaw, Will invitará a su prima que también va en esa casa y Liza es de Slytherin, así que veamos – contó – son dos de cada casa, sólo falta uno de slytherin, así que creo que invitaré a Scorpius Malfoy.
La pelirroja estuvo a punto de escupir parte de su cerveza de mantequilla.
- ¿Y por qué él? – preguntó – casi ni lo conocemos.
- No sé, parece un chico "legal" como se dice. Hace unos días lo vi salvando a unos de primero de unos bravucones y me pareció que no era tan malo.
- Pues claro que salvó a los de primero, es su deber como prefecto.
- ¿Es envidia eso que oigo en tu voz?
Rose sintió deseos de gritar que el que ella no hubiera sido elegida como prefecta no quería decir que sintiera envidia de Scorpius Malfoy, que sí lo era.
- Claro que no. – Respondió – Sólo aclaro que ese tal Malfoy no es ningún héroe.
- Tal vez no lo sea, pero es muy discreto, jamás se mete en donde no lo llaman y me parece agradable, sobre todo para ser buscador del equipo de Slytherin.
- Buscador suplente – lo corrigió la pelirroja.
- Lo que sea.
- Debí suponerlo, a ti te agrada cualquiera que tenga que ver con el quidditch…
- ¡Eso no es cierto!
- Si lo es.
- Que no.
- Que sí.
- ¡Que no!
- ¡Sí!
- ¿Por qué odias a Malfoy?
- No lo odio, es sólo que…me pone de nervios.
- Pues hoy es el día perfecto para que se te quite la manía que le tienes.
- Iré, pero ni creas que me acercaré a ese fenómeno. – fue lo último que dijo Rose Weasley antes de abandonar la sala común de Gryffindor, ir a su dormitorio y enterrar la nariz en otro volumen más de "Hechizos terribles y como utilizarlos"
Continuará…
N/A: Hola a todos, espero que les guste esta nueva historia que estoy iniciando, aclaro que los capítulos serán cortos con el propósito de no tardar tanto en actualizar, aunque no prometo nada porque estoy llevando otro fic a cuestas, jajaja ;D de todas formas pondré todo mi esfuerzo para que les agrade esta historia centrada en la "nueva generación", ya que nada está escrito sobre ellos se puede dar rienda suelta a la imaginación ¿no?
Cualquier comentario, duda o crítica lo recibiré gustosa por medio de sus reviews.
Atte.Aimé
"Dejar reviews cuesta menos que ir a terapia psicológica"
