Este es mi primer fanfic que subí, fue de una idea toda alocada que se me ocurrió, y pensé que Rosalie y Emmett quedarían perfectos como los protagonistas, en fin decidí editar los capítulos, porque la verdad no estaban con buena redacción, y la historia se había desviado de la idea principal, sin mas nada que decir espero que ¡les guste!


El Gimnasio:

Unos de esos días en los que Emmett estaba saliendo del gimnasio, estaba hablando por el celular con Edward y Jasper, los tres planeaban la fiesta número 18 de Edward, ya tenían todo listo, qué iban a hacer y con quién iban a ir, Jasper iba con Alice, Edward con Bella, pero Emmett no tenía una cita. Cuando él seguía pensando con quién ir, se había olvidado de su entorno, y no se dio cuenta que alguien iba a bajar por las escaleras, y accidentalmente tropezó con ella, y los dos rodaron por las escaleras, en el momento que Emmett vio con quien se cayó, se encontró con una rubia que lo dejaba sin aliento, su cuerpo era escultural, pero esos ojos eran los más hermosos que jamás había visto, eran de un profundo azul violeta, sin embargo cuando cayó en la realidad el primer pensamiento que se le cruzó por su mente, fue que una chica así nunca se fijaría en alguien como él.

Por otra parte Rosalie, cuando abrió sus ojos, se encontró con el chico más perfecto que haya visto, sus cabellos eran de un intenso negro, sus músculos eran bien definidos, y sus ojos de un color dorado que derretían a cualquiera. Cuando le tendió la mano para ayudarla a levantarse, en ese momento supo que tenía que saber de aquel muchacho, pero no debía sonar desesperada, y se dignó a hablar…

- Hola, ¿Cómo te llamas?- Estaba nerviosa, porque finalmente iba a saber su nombre, aunque exteriormente no se notaba, se podía divisar que era una chica muy segura de sí misma.

- Emmett, y ¿Cuál es el tuyo sí se puede saber?- no podía creer que había escuchado su voz, era la más, y que por fin ese ángel de rubios cabellos le iba a decir su nombre.

En la mente de Rosalie no había más nada que el nombre de aquel chico Emmett cuando por fin pudo reaccionar dijo su nombre.

- Rosalie- aun no creía que aquella criatura tan celestial se llamaba Rosalie, era como el nombre de la flor más hermosa que pudiera existir.

- Rosalie, un gusto en conocerte, y la verdad lo siento por lo que pasó.

- No te preocupes, también es un placer haberte conocido- después de esas palabras él pensó que ella podría ser la cita que tanto buscaba, antes que ella se fuera la preguntó.

- Un momento no te vayas- fue tras ella- ¿Te gustaría ir a una fiesta este sábado conmigo?- le preguntó con la sonrisa más sincera que se podía ver, se parecía hasta como la de un niño.

Rosalie no podía procesar las palabras que acababa de escuchar, y aun pensaba que él era un producto de su imaginación, pero como aun seguía él ahí le contestó en un suspiro un sí, más para sí misma que para él, porque no sabía sí eso era real o no.

Emmett pensaba seriamente que eso sólo podía ser un sueño, porque en la realidad alguien así no aceptaría nada más, pero lo mejor era que ese momento sí estaba pasando.

- ¿Entonces te recojo a las 7:00 p.m., mañana?- preguntó dudoso.

- Claro perfecto, hasta mañana Emmett.

- Hasta mañana Rose- ella sólo pensaba que proviniendo de él Rose, sonaba perfecto, y mejor parte es que mañana lo vería, porque tenía una cita con él. Cuando se fue, lo único que se podía ver en sus labios, era una sincera sonrisa que nadie se la pudo quitar, hacía tiempo que ella no sonreía de esa manera. Los dos seguían pensando en el otro, tanto Rosalie como Emmett no podía dejar de hacerlo, y no podían esperar el momento para verse de nuevo.


¿Quién dice que rodando por las escaleras no puedes conocer tu primer amor, o verdadero amor?, jajaja, bueno si les gusto dejen Reviews, les aviso que va a ser corta esta historia, y que el siguiente capítulo va a ser la fiesta.

Lucy Otero!