Personajes de Mizuki e Igarashi
Susana fue invitada por sus amigas a un club nocturno para escuchar buena música en un ambiente amigable, allí se pondrían al corriente de sus vidas.
─Chicas me alegran que estén bien, y, sobre todo saber que Candy alcanzó su felicidad al lado del hombre que ama ─expresó con sinceridad la rubia de ojos azules, quien sufría de timidez, dada a su condición física; así que cada vez que una de sus amigas daba la noticia de casamiento, ella misma se ofrecía como dama de honor para ayudarlas con su atuendo, era una forma de cumplir sus sueños, tras bastidores.
─Se lo mantuvieron callados durante largo tiempo, ¿quién pensaría que el chico que ella tanto mencionaba se trataba nada más y nada menos que el tío de Archie? Mi tío por ley; ahora mi mejor amiga es mi tía ─dijo Annie entre risas por su vínculo actual con la señora Ardlay, por un momento dejó de carcajearse al recordar que Paty sería también sobrina política de Candy y de Albert y su cuñada si el destino no hubiera mandado a Stear al frente iraní donde perdió la vida. Ella le tomó la mano a su amiga por la metida de pata (torpeza) que había hecho.
─ No te preocupes por mí, Dios así lo quizo; ahora estoy con un excelente hombre ─afirmó Paty con sinceridad─, Tom es maravilloso, la boda fue discreta pero romántica, gracias a la participación de Susi y por supuesto de ustedes. Chicas… les quiero decir que no beberé...
─ ¿Por qué? ─Annie se llevó las manos a la boca y volteó hacia Susana, quien también se imaginaba el motivo, de inmediato Susana habló de lo más emocionada.
─Paty, ¡Paty! Organizaré el baby shower quedará divino. Seguro Candy también traerá un bebé de su luna de miel, sé de buena fuente que no han salido de la habitación ─no pudo evitar decir Susana, quien tras beber varias cervezas de la mejor marca alemana sintió deseos de ir al baño por lo que se levantó con algo de dificultad para ir. Las chicas la miraron con cierta tristeza al recordar que su adorable amiga tenía una prótesis de rodilla. Se lesionó a los siete cuando sin pensar en ella, se lanzó sobre su perrito para evitar que lo pisara un auto y muriera de la peor manera. Se truncaron sus deseos de ser bailarina profesional, además que jamás se vería elegante, pues usar tacones están contraindicado en ella, por tanto solo usa zapatos tenis de color blanco, pantalones de mezclillas y blusas holgadas, jamás se atrevió a mirar a chicos por sentirse inferior dada su apariencia.
─Me gustaría que se encontrara el hombre de su vida…
─ Los hombres son crueles, están pendiente del aspecto físico de la mujer si somos cojas, tuertas, o si tenemos una cicatriz en el rostro; no nos voltean a ver. Hemos tenido suerte con nuestros hombres sé que aunque tenga un accidente y quede desfigurada Tom estará allí conmigo. ─comentaba Paty de manera afligida.
─ Sí, nuestros esposos son hombres espirituales. Ven más allá de las apariencia, pero Susi me preocupa está próxima a cumplir 27 años y nunca ha tenido novio. Recuerda nuestros actos de grado bailó con nada más con Archie y Albert, el restó la ignoró. Ella calla, pero sé que sufre.
─ Tienes razón, y, ¿si le contratamos un caballero de compañía? ─sugirió Paty.
─ ¿Qué cosas locas dices, te refieres a un puto?
─ No mujer, mira existen programas de hombres que son de otros países y desean residenciarse aquí, en nuestra nación para obtener la visa de permanencia.
─ Es muy loco lo que planeas y, si se enamora perdidamente y, y, y… es peor la cura que la enfermedad.
─ Por lo menos tendrá la dicha de convivir con un hombre, así sea por corto tiempo. Me adelanté a los hechos y el amigo de un primo desea estudiar teatro en Nueva York. Le hablé de un matrimonio por conveniencia, y él ha aceptado, falta nada más comunicarle a Susana que a juzgar por su buen corazón aceptará, pero estoy dispuesta a servir de Cupido para que ese documento legal vaya más allá.
─ ¡Eres una calculadora!
─ ¡No lo soy!
─ ¿Cómo se te ocurre decidir sobre la vida de los demás?
─ Actúo por amor a mi amiga, ¿crees que no me duele verla sola, viviendo a través de nosotras?
─ También la quiero, simplemente considero, que… ella es hermosa y puede conocer el chico indicado sin nuestra intervención. En fin lo hecho, hecho está ─dijo Annie resignada.
Susana, llegó preguntado si todo estaba bien entre ellas, pues desde lejos le pareció que discutían. Paty tomó la palabra:
─ Susana, tengo un problema.
─ ¿Cuál?
─ Se trata del mejor amigo de mi primo Arturo, sabes que le amo como a un hermano. Él tiene verdadero aprecio a este muchacho por lo que desea ayudarlo a incursionar en el mundo del teatro ─Susana no perdía detalle de las expresiones de su amiga quien realmente manifestaba preocupación─ el asunto va… en que para quedarse en nuestro país debe ser nacido o nacionalizado ya sea por tiempo de estadía o matrimonio, he aquí donde te pido… ¿tú estás soltera?
─ Comprendo, cuenta conmigo en lo que desee. Si es tu conocido, me puedo prestar para que se quede el tiempo necesario, lo querré como a un hermano.
─ ¿Estás segura? ─inquirió Paty con cierto sentimiento de culpa.
─Sí, ¿cuándo viene?
─ En una semana.
─ ¡Magnifico! Lo único que pediré es una boda de ensueño ¡Mentira! Ja, ja, ja. Podemos ir a las vegas y casarnos allá. Así disfrutamos de los juegos de azar y tragos exquisitos.
─ Te estás convirtiendo en una alcohólica ─dijo Annie arqueando una ceja.
Susana en respuesta se rió.
Al día siguiente Susana después de dar clases de literatura inglesa, fue a comprar todo lo necesario para la boda al fin se casaría, así fuera por corto tiempo, sin embargo, tendría una boda que siempre imaginó. Se cayó de bruces cuando vio el sustancioso cheque que le dieron para pagar sus gastos nupciales.
Las chicas se sentían felices al ver que su amiga cumpliría su sueño, así fuera de mentiras. Inclusive le prepararon una divertida despedida de soltera, donde sus esposos fungieron como verdaderos bailarines eróticos que al final se las terminaron llevando cada una a sus respectivas alcobas. Susana por su parte tomó lo que quedaba de la botella de vino y se fue a su cuarto quedándose rendida, por lo que nunca oyó el escándalo orgásmico que emitían sus amigas.
Ya en las vegas Candy, Paty y Annie emocionadas por la sorpresiva e inesperada boda ayudaban a la futura novia con su atuendo, un vestido corto hasta las rodillas color blanco, si manga de cuello cuadrado de encaje hasta la parte superior de su busto. Se veía adorable, al calzado le mandaron hacer una zapatilla más alta que la otra para disimular su modo de caminar.
El novio también vestía de blanco y no es sino hasta verle en el altar que le pudo conocer.
Sintió algo extraño en el estomago como un revoleteo, quería ignorar aquella sensación, pero mirar su caballera castaña y ojos verdes azulados, le hicieron sentir nervios que disimuló muy bien, estando cerca de él, casi se desvanece el preocupado le preguntó.
─ ¿se siente bien, señorita?
─ Sí, gracias ─contestó tomando con fuerzas su ramo de flores.
El cura los llamó para iniciar con el apto conyugal:
─ Estamos aquí reunidos para unir a Terry Grahamchéster y a Susana Marlow en sagrado matrimonio. Lo que Dios a unido que no lo separe el hombre pueden ir en paz.
Continuará sí o no?
