Kuroko no Basuke así como sus personajes pertenecen a Fujimaki Tadatoshi, "La Sirenita" es de Disney y esta historia es sólo es por mera entretención.
"Sol, arena y buen paisaje."
¿En que estaba pensando al hacerle esa broma a su novio? Bueno, más bien, ¿por qué no estaba pensando? Nunca creyó que Kagami se iba a indignar tanto como para no querer colocarse la estúpida camisa y todo porque sabía que la pasaría igual de mal que él sino lo hacía.
-¡Maldición Taiga, todos te están viendo! ¡Ponte la maldita camisa! - le gruño por la bajo una vez más.
-No. - respondió casi sin duda en esa única palabra, el nombrado. No dudarías de él si no tuviera más rojo el rostro que el tono de su cabello.
Hace unas horas parecía tan divertida la idea de ponerle estrellas de mar en los pectorales a Kagami, hace unas horas parecía tan divertido dejar que se asoleara con estas cubriendo sus pezones.
Ahora, ahora no era divertido. Bueno, sólo parecía serlo para los espectadores y para el maldito de Tetsu que de la nada se aparecía con el ¡click! de su cámara delatándolo.
Kagami era la versión masculina de "La Sirenita" con su bien formado pecho, su hermoso y llamativo cabello, y ahora su bronceado perfecto, bueno ni tanto. El lugar donde las coquetas estrellas fueron puestas se exhibían al público en general.
Y justo eso, era por lo que Aomine se reñía mentalmente. Tanto mujeres como hombres miraban con gracia pero más que nada con una insitadora provocación a Kagami. Y este seguía en plan de no colocarse la camisa.
Se vislumbraba un día fantástico, los ases de Seirin y Touo que llevaban ya una relación nada normal por cuatro meses, habían decidido ir a la playa por lo mismo. Habían invitado a Kuroko y a Momoi, muy a su pesar del moreno para pasar un buen momento juntos.
Habían nadado, jugado volleyball tanto dentro como fuera del mar. Comido hasta hartarse y luego mientras charlaban debajo de las sombrillas que habían colocado. Kagami se quedó dormido y él, bueno busco como entretenerse ya que el otro par se habían ido por unos helados.
Su pelirrojo se había enojado mucho al despertar y parecía que no se le pasaría por un buen rato. Cuando estaba por colocarse su camisa, notó que Aomine fulminaba a los que le miraban de reojo. Y así lo decidió, muy a su pesar, no se colocaría la prenda.
Aomine estaba que lo llevaba el diablo, Momoi sólo reía divertida ante la situación en la que su mejor amigo se había metido y observaba a Kagami que gracias al cielo, le había quitado la atención de varios pervertidos.
De repente, una anciana que parecía ser una turista americana hablo en voz alta con respecto a Kagami, los que entendieron rieron a la par con la mujer. El pelirrojo retrocedió su andar y arrebató la camisa de las manos morenas de su pareja, se la colocó y con la misma aceleró su paso.
Aomine no entendía que había ocurrido y recurrió a la persona más a su disposición.
-Satsuki, ¿qué dijo la vieja?
-Dai-chan, que grosero. - lo reprendió la pelirrosa, luego sonrió pícara y prosiguió. - Dijo algo así como "tanta carne y yo sin dientes" creo.
-¡También dijo "con gusto te devuelvo al mar sireno"! – Kuroko se dejó ver solo para acompletar la traducción de su amiga, esta no resistió más y comenzó a reír.
Aomine se controló mentalmente para no ir a enfrentarse a la anciana por estar acosando a su novio.
-Tch, anciana loca. - murmuro por lo bajo corriendo donde Kagami para hacer lo único que podía en ese momento, besarle. Besarle y dejarle claro a los observadores que Ariel, digo que Taiga era suyo.
-¡Oh, eso está mucho mejor! - Momoi aumento su risa al escuchar hablar a la mujer mayor de nuevo.
Necedades mías, necedades suyas. Sinceramente, espero haberles sacado una risa cuando menos.
¡De antemano, gracias a quien lea y se anime a dejar review! :)
