¡Hola a todos!
He decidido, a pesar de tener ya unas cuantas historias empezadas y no terminadas, subir un nuevo Fanfic. Quiero volver a sentir las ganas de escribir, sentir las ideas brollar en mi cabeza, y, como si fueran burbujas, quiero soplarlas con facilidad. Es decir: un nuevo fic, un nuevo comienzo y una nueva ilusión.
Me he lanzado al vacio, con una simple idea en mi cabeza. Nó sé que saldrá de esto, repito, no tengo ni idea. Así que, deseadme suerte...
Espero leeros pronto.
¡Muchas gracias!
PROLOGO
-La realidad de los tiempos es tan sólo un juego para mi, mi querido esbirro- fueron éstas, las palabras sorbias que pronunció aquel ser, oculto en la oscuridad. Sus manos, de largos dedos y finas uñas acariciaban ciertas cartas sobre un tablero.
-Pero mi señor...-intentó hablar el otro ser. Más pequeño y más débil que su amo.
-No debemos preocuparnos- las palabras salieron calmadas de su boca. Una sonrisa se forjó en sus labios. -Sólo debemos esperar...el momento ideal- Sus dedos tomaron una de aquellas cartas, en ella había varios rostros, rostros de niños. -Mi mundo ideal, no. Nuestro mundo ideal pronto será la fuerza que moverá las dimensiones. Los únicos amos seremos nosotros. Por fín ya tocamos nuestro reino, un reino que durante años ha estado a la sombra.-el ser soltó una gran carcajada que se oyó en todos los rincones de aquel extraño y misterioso lugar. Su esbirro miró a su amo y frunció su entrecejo.
-¿Y qué hay sobre ellos?- preguntó.
-¿Ellos?- el jefe seguía revisando todas las cartas del tablero.
-"Los elegidos"- recitó mientras ponía una desagradable cara.
-Ah, sí, ellos- el amo movió indiferente su mano. -Quiero que ellos participen, por supuesto, quiero que sean fichas de mi gran juego- el esbirro quedó sorprendido.
-Pero...no son unos inútiles, son...
-¡¿Insinuas que son más poderosos que mis guerreros?!- el amo giró enfurecido. El esbirro negó con la cabeza murmurando un "no, señor". Entonces el ser volvió a sonreir. -Bien, entonces- susurró acariciando las palabras. -Todos estarán juntos...
-¿Todos?- interrumpió el pequeño de nuevo. El ser suspiró.
-Odio las interrupciones- apretó sus puños. -Todos los elegidos jugarán en mi juego, y más tarde- su mano se movió encima del tablero y entonces cogió una pequeña fotografía, en ella sonreían unos cuántos jóvenes. -¡Los aplastaré!- el amo apretó la foto dentro de su puño y una última carcajada fue oída por su esbirro antes de que un cuervo negro como la noche pasara volando sobre su calba cabeza.
Continuará
Espero con ganas las preguntas, sugerencias, comentarios.
Volviendo al lugar de siempre,
Ky.4*
