Mi primer one.shot para la comunidad LJ de 30 vicios. Es la segunda vez que escribo sobre estos dos hermanos, y como me gustó mucho la experiencia anterior pues aquí os voy a traer 30 one.shot o viñetas, creo que son viñetas pero no estoy muy segura así que si sabéis qué son agradecería mucho que me lo dijerais .
Bueno, pues eso es todo.
Como música de fondo os aconsejo: Promise of a Lifetime de Kutless.
¡Qué os guste!
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Retroceso
-Fred, deja de jugar con eso.
La voz de la Sra. Weasley se cuela por la puerta de la cocina hasta llegar al salón donde el pequeño Fred está curioseando entre los paquetes. La casa entera se ha convertido en baúles, paquetes, cajas… Todo para la mudanza. Según sus padres será un sitio maravilloso: donde podrá volar sin que haya muggles curioseando, y pueda tener ahí su mascota. Sino, sabe que mamá no le dejará. Y como dice su tío Percy cualquiera le lleva la contraria a una Weasley.
Pero la emoción de todos y su nerviosismo no impiden que el pequeño siga abriendo y cerrando cajas, moviendo y desordenando objetos. Una recordadora cae de uno de los baúles y el sonido del choque le recuerda a los chillidos de Buckbeak, el hipogrifo del tío Hagrid.
-¡Fred!- vuelve a gritar su madre –George, mira a ver qué hace el niño
George Weasley, de cuya imagen Fred es una réplica en miniatura, aparece por la puerta. Se agacha a recoger la recordadora y mira largamente a su hijo.
-Estás emocionado ¿no?
Fred asiente, con el pequeño temor de que le eche la bronca, a pesar de que sabe que su padre no suele enfadarse nunca. George sonríe ante la afirmación de Fred.
-Sí, todos lo estamos. Y además, mamá está nerviosa. Así que ¿qué te parece si la ayudamos?
Fred vuelve a asentir. Sólo tiene cinco años pero aún así no puede pararse quieto. A George le recuerda mucho a alguien. Alguien de quien suele evitar hablar, y sólo en algunas épocas es capaz de decir algo sobre lo que pasó. Fred sabe qué pasó; bueno, lo sabe por encima. Una guerra, muchas muertes, y una, la de su tío: el hermano gemelo de George.
Angelina y George nunca le cuentan nada, como dicen los demás cuando creen que nadie les oye, aún es demasiado doloroso para los dos. Aunque Fred se muere por saber más cosas sobre él. Sobre el tío que perdió aquel día. Quizás cuando sea mayor se lo cuenten, quizás…
-Entonces, ve corriendo a guardar tu ropa- le anima su padre mientras el pequeño esboza una sonrisa sincera y se encamina hacia la puerta.
George se levanta, y busca el sitio donde estaba colocada la recordadora antes de que Fred la sacara de su sitio. Pero la bola no encaja, hay algo que lo impide. El libro que George separa para poder poner todo en orden resulta no ser un simple libro, sino un álbum de fotos. Sin pararse a pensar George lo abre y comienza a pasar páginas. Una detrás de otra, y sin darse cuenta el tiempo se ha detenido para él y lo único que corre ahora son las lágrimas sobre sus mejillas.
La recordadora vuelve a caer al suelo y Angelina ya no puede más. Se acerca decidida al salón pero se detiene al ver a George. No puede creer que después de tanto tiempo alguien haya vuelto a mirar esas fotos.
-George- le llama pero el sonido de su voz se pierde en el aire. No se atreve a repetirlo ni tiene ni idea de qué va a decir.
Se da la vuelta, despacio y se aleja de allí. Sale en silencio, volviendo sólo una vez la vista atrás. Allí está George, rodeado de una gran pila de cajas, envuelto en los recuerdos del pasado, y a saber qué le estará pasando por la mente. Lo único que Angelina sabe es que desde hace mucho tiempo él necesitaba retroceder en el tiempo, volver la vista atrás; y también sabe que ahora necesita estar solo.
