Otra insoportable noche en casa de mis padres, todo por estas estúpidas fiestas que no tienen sentido alguno para mi… Es realmente aburrido, nunca se me han dado bien las fiestas, pero estas son las que más detesto. Espero encontrarme con Black, o Kid a alguno de los chicos.
Dentro me han de estar buscando como locos, siempre me desaparezco sin dar razón, desde que me mudé de casa de mis padres a mi confiable departamento de soltero, paso mucho más tiempo durmiendo que cualquier cosa, si no estoy haciendo eso, pues estoy con los chicos… Kid y Black Star, son mis amigos desde la infancia… desde muy pequeños, la familia Evans y la familia Star son muy amigos, al igual que la familia Death. Aunque todo parecía ser muy cool, éramos los tres chicos más ardientes de Shibusen, algo tenía que pasar.
Hace poco Black regresó a Japón y Kid siempre está ocupado… No puede ser que mis dos mejores amigos me dejaran solo así de la nada.
Con suerte escapé de la aburrida fiesta para refrescarme un poco en el balcón con una copa de vino. Mi madre se empeña en buscarme una novia "formal" ya que nunca he llevado a una chica a casa, piensa que no me gustan las chicas, pero en realidad el que no las lleve a casa a conocer a mis padres no significa que no haya salido con alguna chica. Las chicas con las que paso el rato, son solo para eso… Pasar un rato ¿no? Nunca me he propiamente "enamorado" es decir, nunca he puesto cara de idiota al ver a alguna chica andar, nunca he tomado a una chica en serio, tengo mala fama con las chicas, pero a pesar de todo ellas se me siguen pegando como moscas…
El cielo está despejado y se puede apreciar el firmamento. Es realmente una linda noche.
Podría buscar a alguna chica con la que me pueda entretener un rato…
─Soul… Deja de ser tan raro y ve a la fiesta.
─Eh? Wes, mamá no está cerca ¿verdad?
─No, deja de escapar de ella y regresa a la fiesta.
─Bien, tu ganas no puedo discutir contigo.─ se dirige hacia dentro de la fiesta
Un montón de personas estaba en el salón hablando de cosas triviales, sus padres se mantenían ocupados con algunas visitas, el estaría tranquilo… Por lo menos un rato. Wes fue rápidamente arrastrado por personas que no dejaban de llenarlo de cumplidos por su última presentación, mientras que yo trataba de entretenerme con mi copa de vino, una pequeña niña de ojos grandes y cabello corto comenzó a correr, parecía estar llorando… quizás se perdió.
Antés de que pudiera hacer algo sentí como me empujaban por detrás, antes de soltarle un par de impropios a la persona que me arrolló, me percaté que era una chica, le gruñí por detrás , pero ella ni siquiera reparo en mi presencia… Parecía muy preocupada.
─Angela! Me tenías preocupada.
─Maka... Y Mifune?-Dijo mientras se llevaba uno de sus dedos a la boca.
─Tranquila, él está buscándote, parece que está algo molesto.- Dice la rubia mientras le sonríe amablemente a la niña.
─ ¿Vamos?- Extiende una mano hacia la niña.
─Vamos- Responde mientras le devuelve la devuelve una sonrisa.
Que chica más descuidada, no es mi problema después de todo. Después de un par de minutos me acerque a la mesa para comer algo, un extraño recuerdo me vino a la mente, cuando Black venía a estas fiestas siempre se comía todo lo que había en la mesa… Ese idiota… Me alejé de la mesa para poder comer más tranquilo quería regresar a mi pequeño escondite –el balcón en el que me había escondido antes- estaba alejado de la fiesta y tranquilo.
Dispuesto a regresar reparé en la presencia de la misma chica que había visto anteriormente, estaba en el balcón al que yo me dirigía, pero estaba diferente… Ella la misma mujer que haba esbozado esa sonrisa tan sincera a la pequeña de antes, miraba hacia la nada con la copa de vino dando vueltas entre sus dedos, pensando quizás en alguien, definitivamente pensando en alguien, me acerque y pude notar como una pequeña lagrima resbalaba por su tersa piel blanquecina, y sus ojos, los cuales no había prestado atención antes, eran extrañamente iluminados con la luz de las estrellas esa noche, mientras que pequeñas lagrimas luchaban por salir y ella trataba de retenerlas con sus pequeñas y suaves manos…
Una extraña sensación comenzó a invadir mi cuerpo, algo que antes no había sentido por una persona, sentí que mi pecho se oprimía, quería que todo eso se detuviera, que ella dejara de llorar, que ella dejara de tener esa expresión en el rostro. No pude soportarlo más y me fui del lugar de regreso a la fiesta. Estaba algo confundido por mis reacciones… ¿Quién coño era esa chica? ¿Por qué jamás la había visto? Pero lo peor de todo es que a pesar de ni siquiera haber cruzado palabra con ella, el sentía que ella era una persona muy linda y amable, pero ¿Por qué estaba llorando? No logro entenderlo. Ahora creo que ya no entiendo nada.
Las personas empezaban a despedirse, la comida estaba por acabarse, la noche había sido larga, sin embargo no por el hecho de estar rodeado de tanta gente interesada nada más que por su nuevo corte de cabello o nuevo guardarropa, eso ni siquiera me importó, lo que me tenía extrañado era la chica la que había encontrado llorando hace un par de horas la cual ni siquiera se despidió te todos sino que simplemente salió del lugar algo abrumada, no regresó la mirada atrás ni le intereso los malos comentarios de las personas de alta alcurnia… Solo, se fue sin más. El hombre rubio que le acompañaba, al que ella nombró "Mifune" trato de convencerla de quedarse un poco más pero ella simplemente le esbozo una sonrisa melancólica y se retiró así nada más, el hombre pareció entender y dejo que ella se fuera.
Yo por mi parte empecé a pensar un poco en aquella chica de nombre "Maka" su rostro se había grabado en mi mente aunque tratara de repetirme a mí mismo que quizas no la volvería a ver, o que simplemente es una chica cualquiera… Pero ella era diferente, sus ojos eran muy grandes, casi como platos, sus mejillas eran sonrosadas y sus labios… ahora que lo pienso no me había fijado en sus labios… Su cuerpo no era desarrollado, sus pechos eran pequeños y sus piernas… sus piernas eran largas y bien formadas, tenía una cintura pequeña y una cantarina voz algo infantil –a pesar de no haber hablado con ella- Esto esta mal…
─Esto está mal…─ Susurre mientras me colocaba una almohada en mi rostro para pensar en alguna otra cosa… que no fuera ella.
─Vamos, Soul onee-chan!─Canturreó Patty mientras alaba de mi playera blanca con el numero 42 estampado en ella.
─Está bien, pero suéltenme por favor.─ Le digo a las hermanas Thompson.
─Vamos será divertido, no todos los días abren la plaza para eventos como estos.─ Dice la mayor de las Thompson al tiempo que me empuja fuera de mi casa.
─Maldición, déjenme tranquilo─ Gruñí
─No.
─Vamos, por favor.
─No.
─Y si, simplemente nos llevas hasta el mercado y luego puedes irte a hacer cualquier cosa de "chico cool"─ Dice Elizabeth mientras alza uno de sus dedos.
─Eso quiere decir que no voy a ser de "carrito de compras" ¿No?─Reitero a lo que ambas afirman con la cabeza.
─Bien…
Tome las llaves de la motocicleta, pero no encontraba mi chaqueta negra, hice amague de ir a buscarla pero las Thompson me lo impidieron y me llevándome a rastras hasta mi motocicleta, mientras Patty sacaba las llaves de "su" motocicleta, contuve las ganas de reír cuando vi que irían en una motocicleta con sidecar, era negra y tenía detalles en rojo y blanco, en realidad la motocicleta era cool, lo gracioso era que Patty con su personalidad infantil y baja estatura –no tan baja era un poco más baja que Liz- era la que conducía, mientras que su hermana, "la mayor" de las gemelas, era la que estaba en el "carrito" –porque parecía uno de esos carritos de los parques de diversiones- en donde las piernas ni siquiera le entraban, era una imagen muy graciosa a mi punto de vista.
─Si conoces el camino hacia la plaza.
─Claro, no te preocupes. ─ Respondí con una sonrisa de lado.
─Alla vamos!─ Grito Patty mientras aceleraba de sobremanera, y yo no me iba a quedar detrás.
─ ¡Son unos SALVAJES!─Grito Liz, histérica después de salir del "carrito" en el que estaba atorada –le ayudamos a salir-
─ Mira, onee-chan! Unos bolsos de la marca que te gustan.─ Die Patty mientras señala con su dedo un montón de bolsos, que yo no pude reconocer.
─ ¿DÓNDE?─ Dice Liz, mientras comienza a correr con su hermana.
─Me han dejado solo…
Antes de volver en mi motocicleta, vi algo que me dejo atontado un par de segundos, antes de poder reaccionar, mire a Maka, la chica misteriosa de ayer, ella estaba más hermosa que ayer, pero no por su forma de vestir, si no, por su sonrisa de oreja a oreja, ella iba dando pequeños saltitos en su corto vestido blanco con encajes, tenía el cabello recogido en una coleta alta y llevaba una canasta en su muñeca, aunque ella no estaba en el área de ropa y cosméticos –donde Liz y Patty desaparecieron de mi rango de visión- sino que estaba en un área, que estaba llena de flores, platas y tierra.
─Mierda─ Susurre al tiempo que me tropecé con una roca en el camino, después de todo aún estaba afuera en el asfalto, junto a mi motocicleta, mientras que trataba de mirar a la chica.
Inconscientemente empecé a correr detrás de ella para que ella no pueda escapar de mi campo de visión, me estoy volviendo loco… El gran Soul Eavans, acosando a una pequeña niña pecho-plano… Esto no es nada cool, me hace ver como un pervertido acosador… Al menos creo que eso pensaría ella.
Volví a retomar mi trabajo como acosador, siguiendo nuevamente a la rubia, quien estaba muy feliz olfateando las flores y dando saltitos por todos lados –Como es que ella no se cae- se le veía tan distraída y atolondrada, ni siquiera se daba cuenta que un grupo de babosos pervertidos se le quedan mirando sus largas piernas, y ni siquiera repara en que un par de flores cae del cesto de vez en cuando.
Es una idiota.
Salimos de la Plaza –digo salimos porque aun la estoy acosando- Ella comenzó a caminar y yo la seguía desde el otro lado de la calle, quería saber en dónde tenía que estar, ya que le pregunto la hora a un hombre con maletín y al decirle que eran las 10:30 am, salió corriendo, se me hizo difícil seguirle el paso, no porque no sea rápido –aunque ella es muy rápida- si no que tenía que disimular un poco, es decir, a veces miraba hacia atrás, como si alguien la estuviera siguiendo –ese alguien soy yo- y también tengo que ver por donde va y eso.
Cuando llegó a un restaurante, mi corazón me empezó a palpitar y comencé a jadear, quizás porque estuve corriendo, o porque mi cabeza se imagina muchas cosas, por ejemplo, y si Maka estaba tan apurada porque tenía una cita o algo parecido, o que tal si era con sus amigas, tal vez, prefiero que sea la segunda opción.
Estaba en una guerra interna en la cual no me decidía si entrar en el restaurante o regresar hacia la plaza, tomar mi motocicleta y regresar a escuchar un poco de música e ignorar mis estúpidas ideas, pero algo me dijo que tenía que entrar, si no la conozco así, ahora, quizás no vuelva a tener otra oportunidad… Espera, porque yo quiero otra oportunidad?!
La curiosidad me ganó y entre en el restaurante, era elegante, era un bistró, tenía unas cuantas mesas con manteles a cuadros de color azul claro con blanco, como decoración habían cuadros un poco antiguos, las mesas tenían copas y en los platos habían servilletas bien dobladas –Kid se alegraría- también había estantes con maceteros, dentro de estos habían especias, en el suela había una gran alfombra color rojo vino, tenía una chimenea que ahora estaba apagada, habían muchas ventanas de las cuales iluminaban perfectamente el lugar, el suelo y las vigas eran de madera y al entrar te llegaba un aroma de pan recién horneado. Era un lugar rústico, pero elegante y acogedor.
Me senté en una de las mesas, esperaba el menú, pero no podía evitar preguntarme, dónde estaba Maka, había entrado aquí y desapareció, quizás se fue en el momento de mi guerra interna, eso me decepcionaba un poco, pero al menos había encontrado un buen lugar para comer.
─Disculpe…─ Una voz aguda y cantarina me regreso del mundo de mis pensamientos, hacia la realidad y al reparar en la persona dueña de esa dulce e infantil voz, me di cuenta que era la persona que quería ver.
─Eh?─ Me hice el desentendido, como si no hubiera reparado en la presencia de la chica. Aunque mi cabeza estaba echa una mierda, tanto tiempo siguiéndola –acosándola- y no sabía qué coño decirle… le diría un ¿Hola preciosa? O un ¿Qué tal, quieres mi número? NO! En estos momentos solo me quedaba ser lo que siempre he sido un chico cool.
─ ¿Desea ordenar algo? Ah, disculpe, soy Maka y le voy a atender… ah y bienvenido a Le Grand Bistró ─ Me dijo algo nerviosa, ya que se supone que se debía presentar primero, ella comenzó a reír nerviosamente mientras sus mejillas se adornaban de un tierno color carmín.
─Disculpé, soy nueva y pues, estoy aún aprendiendo.─ Dijo mientras me miraba con nerviosismo en sus ojos.
─...─ Me le quede viendo como idiota, con cara de bobalicón por un par de segundos, antes de retomar la actitud cool de hace unos momentos. Luego ella me entregó el menú y me seguía viendo de forma tierna y tranquila con sus ojos entrecerrados esbozando la misma sonrisa de antes.
─ Voy a ordenar unas tostadas a la francesa y para beber un jugo de naranja.─ Digo después de mostrar mi sonrisa de lado, ella siente con una sonrisa y se va a traer mi orden.
No entendía como alguien como ella trabajaba en un lugar así, es decir, como mesera… Ella después de todo estuvo en una fiesta de los Evans, simplemente no debería estar aquí… Tal vez ella no esté relacionada con las familias de alta alcurnia… o sí?
…
─Aquí tiene. ─Dice mientras pone el
Me sirvió en el plato con una sonrisa, olía delicioso y no pude evitar retener la gota de baba que salía de la comisura de mis labios, olía tan bien y se veía delicioso, quizás sea divertido venir aquí más seguido y tal vez conocer más a Maka… solo tal vez.
Terminé mi comida le pague a Maka, pero antes de salir, me detuvo sosteniéndome del brazo.
─Eh?
─Ammm, disculpe pero usted ha dejado dinero de más.
─Así es… Es tu propina.─ No es obvio…
─Pero, en la factura dice que al pagar la comida, también paga mi propina, mire.─ Me dice mientras señala la factura.
─Lo sé, tranquila.
─Bien, tome.
─Ahora uno no puede ser amable… eh.─ Está chica o realmente era una idiota o simplemente no le interesaba el dinero.
…
Terminé sentándome fuera del restaurante en una banca, cerca de allí, creo que me quede dormido, desperté al sentir las gotas de agua mojándome, y por culpa de las Thompson me iba a empapar, ya que ni siquiera traía puesta mi chaqueta.
─Mierda.─Masculle.
─No digas palabrotas.
─Eh?─ Me giro y me doy cuenta de que Maka sostiene un paraguas encima de mí, veo su graciosa expresión en el rostro, está inflando los cachetes y frunce el seño en señal de enojo por mi impropio.
─ Te vas a mojar, yo estoy bien, a unas calles tengo mi motocicleta y…
─Ahora uno no puede ser amable…
─Esa es mi frase…
─No seas idiota, te vas a enfermar, ven te acompaño hasta tu motocicleta.
─Pero que amable…
─Vamos rápido antes de que me arrepienta.
Tal vez, seguirle no fue tan malo después de todo.
...
