Chapter 1
-Que así sea, fue la amargada respuesta de ella.
-Lo lamento… fue lo único que pronunció la sacerdotisa suprema.
Tamao miró al cielo… era hora de enfrentarlo.
-Lo que ordene su alteza, será órdenes cumplidas.
-¿Aún si eso significa entregarte ante el demonio de China? Preguntó Hanako.
-Aún si eso significa entregarme al demonio de China respondió resuelta Tamao.- aunque ahora que lo pienso ¿Por qué lo llaman demonio de China?
-Eso se debe a su reputación, Tamao, se hicieron conocer por ser asesinos impecables, de ahí el demonio de China fue la respuesta del chico enmascarado.
-Ren Tao… el hombre de mi destino respondió suavemente Tamao, mirando al horizonte usando su abanico. Para tapar su boca de una manera muy sensual.
En la capital de Japón, la tierra del sol naciente, en su capital, para ser más exactos, uno de los lugares más caros de toda la tierra, se encontraba un hombre de negocios muy apuestos, cabello azul oscuro, largo, y unos ojos amarillos como el de un gato, una piel un poco quemada (claro como no vas a estar un poco quemado, si te quedas como veinte días en el sol, idiota le había dicho HoroHoro) miraba con una ira absoluta como si la persona delante suya, su mejor amigo fuera el culpable, de la peor estupidez que iba a cometer en un par de días.
-Ren, sé perfectamente que prefieres a la muerte a casarte con esta…
-Tipa, puedes usar ese adjetivo cortó Ren.
-No seas tan cruel, recuerda que a esta chica también pueden estarle obligando le recordando por centésima vez Asakura Yoh, resignado tomando otra taza de té.
-Ya es hora ¿No? Preguntó Lyserg mirando el cielo.
-¿Hora de qué? Preguntó Chocolove mientras trataba de arreglar una radio.
-De tu entrevista.
-Y de conseguir familia agregó un cansado HoroHoro, entrando agotado por la puerta.
Un silencio sepulcral, pues todos sabían que lo que decía HoroHoro era cierto, sus padres ya se quejaban, decían que ya era tiempo de que tengan familia, pero ninguno, ni siquiera Lyserg, podía conseguir una "calificada".
-Debo irme, dijo Ren.
-¿Tan pronto? Preguntó Manta.
-Tamamura Tamao, la más famosa y bella artista de Japón me está esperando fue la lacónica respuesta de Ren, poniéndose su chaqueta y preparándose para la muerte
