Hey! Hoy les traigo algo interesante, nunca pensé que podría llegar a escribir sobre esto, pero así es y espero estar a la altura de lo que ustedes esperan. Mis resúmenes siempre son un asco así que por favor no me maten xD. Me basaré más que nada en las películas (Versión extendida) ya que aun no leo los libros completos y con tranquilidad.
Disclaimer: El señor de los anillos no me pertenece, ni la idea principal ni sus personajes, solo la pequeña Sarah es de mi creación y espero no los desespere.
Las 2 primeras partes son en 3° persona y desde la tercera parte es en 1° persona.
La pareja nuevamente venía discutiendo en el automóvil, para variar una hermosa cena familiar se habría transformado en una guerra civil entre el matrimonio, eso cada vez era más seguido, ya no podían salir sin que todo terminara en gritos y acusaciones y mientras ellos discutían sobre la maldita costumbre de la mujer de criticar todo lo que el hombre hacía, una joven ya convertida en mujercita intentaba leer en su celular la copia de su libro favorito, le había costado demasiado esfuerzo conseguir el libro original online, no es que no pudiera comprarlos si no que le gustaba llevarlo con ella todos los días y a todas partes y todos sabemos que no es muy cómodo andar trayendo un libro de más de 600 páginas bajo el brazo.
- ¡Stephen cuidado! - Fue lo último que la muchacha pudo escuchar antes de que una luz la cegara y un estruendoso golpe le sacudiera hasta el alma.
...-...
La joven separaba sus párpados con pesadez, otra vez tenía esa luz en sus ojos o al menos eso creía ella ya que se sentía cegada por algo que iluminaba directamente su rostro, un calor extraño recorría su cuerpo, podía compararse con esos días de verano en que te dormías bajo el sol junto a la piscina y despertabas con los rayos directamente en tu cara y el cuerpo totalmente quemado porque olvidaste el protector solar. La chica se incorporó lentamente pestañeando varias veces seguidas para poder acostumbrarse a todo lo que había a su alrededor, pudo distinguir varios árboles rodeándola y el pasto húmedo bajo su cuerpo. Su cabeza comenzó a dolerle al intentar recordar lo que había pasado la noche anterior, los recuerdos se amontonaban en su cerebro intentando darle las pistas necesarias para ordenar sus ideas, lo primero que pudo visualizar concretamente fue un camión chocando de frente su pequeño auto. Se miró automáticamente el cuerpo buscando alguna herida, sangre o algo que le dijera que no había sido un sueño, a su alrededor solo habían arboles y más arboles, ¿Dónde demonios estaba el auto y sus padres?
La muchacha comenzó a desesperarse, no había carretera solo un largo y profundo rio, sus padres no estaban por ninguna parte, no encontraba ni su bolso ni su celular, era como si alguien la hubiera tomado 1 segundo antes del accidente y la hubiera depositado en un lugar seguro, sintió como las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas, nunca se había sentido muy pegada a sus padres y a pesar de todas las veces que deseó alejarse de ellos nunca siquiera imagino nada de lo que estaba pasando, si es que acaso pudiera entender lo que pasaba y recostada sobre el pasto lloró hasta dormirse.
- 2 adultos muertos y una veinteañera desaparecida. Desplieguen unidades hay que encontrarla. – Fue lo único que pudo o creyó recordar entre sus sueños.
...-...
- ¿No saben de dónde pudo venir? – Escuchaba voces murmurando a mi lado, no quería abrir los ojos, pero el suave pasto en el que había estado recostada ahora parecía fría y dura piedra.
- No señor, la encontramos durmiendo junto al rio Bruinen, sus ropas no parecen de ningún lugar conocido por los elfos. - ¿Elfos?, ¿Acaso estoy loca?, ¿En coma?, ¿Muerta?, abracé mis rodillas y me acurruque sobre mi misma.
- Lord Elrond, creo que deberíamos interrogarla, la niña esta despierta.
- Entonces hazlo tu Gandalf, a mi ella no me parece muy confiable y tengo cosas mucho más importantes que hacer. - ¿Gandalf, Elrond? Genial no solo estoy en coma si no que me obsesione tanto con el señor de los anillos que ahora sueño con ellos.
- Muchachita podrías decirnos tu nombre, ¿Por favor? – Decidí abrir mis ojos por fin y levantarme con lentitud, frente a mi estaban 2 tipos que realmente parecían ser los que se hacían llamar, era como tener a Ian McKellen y a Hugo Weaving frente a mí y daba gracias a mi padre que me había obligado a aprenderme sus nombres porque "Una cinéfila siempre debe saber de quien esta hablando".
- Soy Sarah – Respondí no muy amablemente, tenía frío, hambre, sueño, miedo y no tenía ni una maldita idea de donde estaba.
- No es de por aquí Lady Sarah, ¿De dónde proviene? – Me preguntó el hombre que se suponía era Gandalf el gris.
- Usted lo sabe todo, usted debería ya de saberlo - Me las dí de cerebrito y recibí una extraña mirada de parte de "Elrond"
- No deberías de responder así y menos siendo sospechosa, mejor comienza a hablar o te dejaremos aquí hasta que te pudras – Intervino muy "amablemente" el supuesto elfo.
- Mira orejas picudas no tengo ni idea de quienes son realmente ustedes, no sé donde estoy ni estoy segura de donde vengo, ¡Ni siquiera sé si mis padres aun viven!, tengo bastante como para que dos locos como ustedes me vengan a hacer el show de "El señor de los anillos" – Comencé a pasar de desesperación a histeria, sentía como si fuera a llorar en cualquier momento y mis manos se movían erráticamente.
- ¿El señor de los anillos?, ¿¡Qué sabes tú sobre Sauron y los anillos!? – Preguntó desconfiado y enojado Hugo Weaving.
- Sé que eres buen actor Hugo, te mandaste papelazo en Matrix y hasta te tome cariño haciendo el papel de Lord Elrond pero por favor no tengo ánimos de esta cámara escondida, quiero ver a mis padres, quiero mi cama y mis libros, quiero volver a mi casa – Mi voz comenzaba a quebrarse, me temblaba la quijada y mi cuerpo se resbalaba por sobre los barrotes, intentaba no caer de rodillas pero era casi imposible.
Podía notar que él comenzaba a desesperarse igual que yo, bufó con rabia y se disculpo con "Gandalf" para retirarse al concilio que estaba por comenzar no sin antes quejarse de que ÉL ERA Elrond y que como yo podía ser tan ignorante de no saberlo. Yo ya estaba cansada de todo esto, ¿Por qué me estaban haciendo esto?, nunca le he hecho daño a nadie, solo quería volver a casa.
El más viejo, Ian, pidió que abrieran la puerta de lo que recién venía a notar parecía una mazmorra, una cárcel o algo así, incluso si comparaba era prácticamente igual a la de la película; el hombre se sentó a mi lado en lo que debía ser una cama de piedra y me acomodo entre sus brazos, él era bastante más alto que yo y, sin darme cuenta, sentí que podía confiar en él y terminé echándome a llorar como una Magdalena sobre su hombro.
- Vienes de muy lejos pequeña Sarah, pero tú ya no perteneces a ese mundo, tu estas aquí por una razón y creo que ya la sabes, esto no es tu imaginación, esto es real, no sé que nombres nos has puesto ni quienes crees que somos, pero lo que tu creías conocer ya no sirve aquí. Estas es Rivendel a minutos del concilio para decidir que pasara con el anillo, pero creo que eso ya lo sabes. – Sonaba tan tranquilizador y tan seguro de sus palabras que por un segundo pensé que me decía la verdad.
- Eso no puede ser verdad, yo no puedo estar muerta – Tapaba mi rostro con mis manos intentando comprender lo que el hombre me decía.
- No estás muerta Sarah, estas viva, pero en otro lugar, en otro tiempo, en otro mundo y para lo que estabas destinada. Ser parte de la comunidad del anillo. – Me sujeto por los hombros y puso su mirada fijamente en la mía. – Sarah, te necesitamos, eres la única que sabe de nosotros más que nosotros mismos, debes de ayudarnos, algo me lo dice, aquí, dentro de mi – Lo último lo dijo apuntando su corazón con su dedo índice.
- Lo dices tan seguro que casi me lo creo – Susurre rehuyendo sus ojos.
- Es verdad, debes de creerlo, debes de sentirlo dentro de ti. – Gandalf elevó la vista unos segundos hacía el techo de mi "cárcel" – El concilio ya va a empezar, debemos ir, eres aunque no lo creas, una invitada de honor de Lord Elrond.
Sin si quiera notarlo ya estaba caminando tras aquel anciano por los hermosos pasillos que me rodeaban, la arquitectura era tan hermosa y perfecta que cada vez dudaba menos de que ellos estuvieran locos, comenzaba a creer que toda la historia era real, pero no podía dejar de pensar que mis padres habían fallecido, eso no podía ser, pero algo dentro de mi, un leve calor que se paseaba desde mis pies hasta mis manos me decía que estaba donde debía estar, que ese era mi lugar.
Bueno lo dejo hasta aca C:, quisiera saber primero sus opiniones para poder avanzar más o realizar capítulos más largos o más completos, esto solo es una pequeña introducción, espero que les guste y enserio, toda crítica u opinión es bienvenida.
Saranghee~~
