El Potterverso es de Jotaká.
Este fic participa en el reto "¡Feliz cumpleaños, Merodeadores!" del foro Amor de Tercera Generación.
«VIERNES 10 DE MARZO»
Por Victoire Black.
Viernes, 10 de Marzo de 1995. Londres, Inglaterra.
La había estado buscando durante todo el día con la mirada, pero Nymphadora Tonks no hacía más que evadirme. En las reuniones, en los pasillos, hasta en las comidas. ¿Qué le había hecho para que me evitara así, intencionalmente? Simplemente quería hablar con ella, que me mirara... Poder mirarla.
—Está arriba, con Sirius —me respondió Hestia cuando le pregunté por la joven—. Por cierto, feliz cumpleaños, Remus —añadió, y agradecí con una sonrisa cansada. Estaba deseando saludar a Tonks, por más que ella me quisiera evitar.
Subí las escaleras con lentitud, y en el tercer piso oí la voz de Sirius.
—¿... diría tu madre? —dijo su amigo, y seguí avanzando
—Que dejes de ser tan insoportable, y que me dejes hacer mi vida —reclamó la voz de Nymphadora—. ¡Ya tengo veintidós años, Sirius!
—Solo tienes veintidós —le corrigió él—, y eres trece años menor que...
—¡Shh, por Merlín! —Sentí un golpe, una disculpa y un reclamo en voz baja. Seguí acercándose, hasta terminar con la oreja pegada a la puerta de la habitación donde se encontraban los otros dos.
—No sé qué pretendes con esto, Tonks —comenzó a decir Sirius en tono burlón—, si jamás podría fijarse en alguien menor. Además, seguro que me teme a mí. —Y una risa salió de sus labios, esperando ser compartida. Su compañera jamás llegó.
—No me parece gracioso. —En un susurro, dijo algo que no llegué a entender a entender desde donde me encontraba. En ese momento, oí pasos y no me dio tiempo de apartarme lo suficiente antes que la figura de mi mejor amigo apareciera en la puerta hasta ese momento cerrada.
—¡Bueno, bueno! —exclamó entre risas—. ¿Esperabas a alguien, Lunático?
Maldije en voz baja, sabiendo que ninguna respuesta para él bastaría. Se fue aún riendo y, antes de poder darme cuenta, Nymphadora Tonks se encontraba a veinte centímetros de distancia, sonriendo.
—Feliz cumpleaños, Lupin —me deseó, y le agradecí con seriedad. ¿Después de evitarme todo el día, después de haber oído que quería salir con alguien una década mayor, me sonreía de esa forma? Esa chica me quería matar, por supuesto que sí—. Mañana vamos con Mo y Olive a un recital de Lorcan d'Eath, ¿te gustaría venir?
Dudé antes de darle una respuesta. ¿Acaso me estaba invitando a una cita? ¿Con otra pareja más?
—No tienes que responder ahora —se apresuró a aclarar—. Estaremos hasta las cinco en mi casa; si quieres ir, serás bienvenido. —Y con una última sonrisa, se fue.
No pensaba ir, eso lo tenía claro. Pero aquella invitación no había sido un mal regalo de cumpleaños.
