¿VÍCTIMA O VERDUGO?

Personajes de "Candy Candy": Mizuki e Igarashi.

Otros personajes e Historia: INUKY666

Según el Diccionario de la Real Academia Española:

VERDUGO.-

Ministro de justicia que ejecuta las penas de muerte y antiguamente ejecutaba otras penas corporales como azotes, tormento, etc.

Persona muy cruel o que castiga demasiado y sin piedad.

Cosa que atormenta o molesta mucho.

VÍCTIMA.-

Persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio.

Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra.

Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.

Persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito.

En algún momento de nuestras vidas tenemos la desagradable experiencia de convertirnos en "víctima" de algo o de alguien; Sin embargo, pocas veces nos percatamos de que con o sin intención también podemos colocarnos en el papel de "verdugo".

Generalmente sufrimos, reclamamos y lloramos cuando somos la víctima…pero tratamos de justificarnos y endurecer nuestro corazón cuando nos convertimos en el verdugo.

Al parecer, en ocasiones el límite entre víctima y verdugo puede ser confuso y algunas veces, francamente difícil de ubicar…y es precisamente cuando sin siquiera imaginarlo hacemos daño a nuestros seres queridos…o las personas que tanto amamos o queremos, nos hacen daño.

Quién es quién en esta historia? Quién es la víctima? Quién es el verdugo? Podrás señalarlos y juzgarlos sin temor a equivocarte? Qué papel tomarías tú?

Inuky666

Febrero del 2011.


"COINCIDENCIAS"

-1-

"Cualquier arzobispo, obispo o persona honesta, deberá inspeccionar una o dos veces al año las parroquias donde se sospeche que habitan herejes; y ahí obligar a tres o más varones de buena fama –o en caso necesario a toda la vecindad- a que indiquen bajo juramento si es que conocen a algún hereje, o a alguno que celebre reuniones ocultas o se aparte de la vida, costumbres y trato común de los fieles."

-"Varones de buena fama" Vaya! Me pregunto cuales serían esos! –Se dijo a sí misma con una sonrisa-

-Qué tanto murmuras? –Dijo otra chica acercándose con curiosidad-

-Eh?...Oh disculpa, hablaba sola. Estoy leyendo algo sobre la Santa Inquisición, es muy interesante todo esto! Imagínate que solo por caerle mal a tu vecino podrías terminar acusada de brujería y ser condenada a muerte!

Y una vez más leía el mismo párrafo pero ahora en voz alta. La otra chica pareció más bien horrorizarse ante tal suposición y con la lectura del párrafo confirmar su hastío por el tema.

-Pues no creo que resultara precisamente "interesante" para todos los que murieron injustamente en esa época. –Dijo con sarcasmo-

Finalmente salieron de la biblioteca, había muchas tareas pendientes debido a ser fin de semestre así que no tendrían tiempo más que para estudiar y trabajar…eso era justo lo que venían haciendo desde que se conocieron.

Ambas chicas abordaron un autobús. Eran muy buenas amigas y vivían juntas desde hace un par de años. Cualquiera que las viera pensaría que eran hermanas ya que sus rasgos físicos eran bastante similares.

Después de un trayecto de casi dos horas, llegaron a un departamento, no lujoso pero sí cómodo y agradable. Ambas habían elegido la decoración y los muebles. Era su espacio común e incluso dormían en la misma recámara pues ahí tenían unas camas gemelas.

-Al fin en casa! –Dijo una tumbándose en un sillón y extendiendo sus brazos y piernas-

-Señorita Suzette! Cuantas veces le he dicho que no suba los pies en el sillón?

-Tranquila Carol! Al menos no lo hago en otras casas o en la escuela. –Sonrió pícaramente-

-No tienes remedio, siempre serás una chiquilla! –Dijo alegremente-

Ya al anochecer decidieron ir a dormir, habían logrado avanzar buena parte de sus tareas y querían descansar un poco. Estando en pijama y cada una en su cama, apagaron las luces y la charla nocturna de siempre comenzó:

-Parece que sí podrás ir a la fiesta de mañana después de todo! –Dijo emocionada Suzette-.

-Sí, pero…-Carol dudó en decir aquello que le hacía sentirse insegura-.

-Pero qué?

-No sé si deba ir…Él estará ahí…

-Esa es una razón más para que vayas!

-Es que…no irá solo…su novia estará ahí también -Confesó con desagrado Carol-.

-Sigue con esa chica? Creí que ya habían terminado su noviazgo.

-Pues al parecer ella lo buscó y se reconciliaron.

-Ella? Debe quererlo mucho para ser ella quien vaya a buscarlo no crees?

-Eso o…que simplemente está encaprichada con él. Pero ese asunto no me incumbe…No quiero tener problemas –Respondió molesta Carol-.

-Él…ya no te ha llamado?

-No y cuando me enteré de su reconciliación entendí el porqué.

-Entonces lo dejarás así?...Qué lástima! Yo tenía ganas de conocerlo!

-Cómo? –Dijo Carol sentándose veloz sobre la cama-

-No te pongas así. Es solo que desde hace unas semanas me habías hablado maravillas de ese chico y…tuve curiosidad por saber de quién se trataba…Pero por lo visto me quedaré con la duda, ni siquiera su nombre has querido decirme! Está en tu misma clase?

-No y no. No te diré nada sobre él, es mejor así.

-Pero somos amigas Carol! Nunca me habías ocultado nada antes!

-No te lo oculto Suzette…es solo que ya no quiero hablar de él y si solo te digo su nombre, tú averiguarás más y después me estarás persiguiendo con todo eso! Además, te conté lo suficiente: que lo conocí en la cafetería de la escuela, que comenzamos a coincidir en varios lugares de la universidad y que me invitó a salir…Ah! Y por supuesto también te comenté que después me enteré que acababa de romper con su novia; Te dije lo de las llamadas a mi celular, lo de la fiesta de mañana…y que me acabo de enterar de su reconciliación ahora –Concluyó emitiendo un suspiro que más que enamoramiento, demostraba decepción-.

-Bueno, bueno, no te enojes conmigo. La verdad pensé que esta vez si habías encontrado a tu "príncipe azul", a tu "alma gemela", a tu "media naranja", a tu "peor es nada", a tu…

-Ya capté la idea Suzette!...Pero no, ni príncipe ni alma gemela…ni nada. –Y se envolvió con las cobijas para comenzar a dormir-.

-Carol…-Y su tono de voz se llenó de cierta melancolía- no te desesperes…Verás que en cualquier momento aparecerá aquella persona especial que está destinada a estar a tu lado.

-"Persona especial destinada"…-suspiró profundamente- Suzette, tú crees verdaderamente que el "Destino" existe? –Preguntó con algo de nostalgia y también ansiada esperanza-

-El Destino? Claro que existe Carol! No puedes negar que en ocasiones ocurren cosas que ni siquiera tendrían porqué pasar…y pese a eso suceden!

-Sí…supongo que en nuestras vidas siempre ocurren justo las cosas necesarias para colocarnos en nuestro camino…

-Yo creo que el destino va más allá…

-A que te refieres?

-A que en algún momento, en algún lugar hemos tenido ciertos sucesos que se repiten una y otra vez en nuestras vidas…como un ciclo.

-Sucesos repetitivos?...Pues solo mi mala pata a la hora de enamorarme de alguien!

-No Carol! No me refiero solo a esta vida…sino a las otras vidas también.

-Y desde cuando eres un gato? Porque solo he escuchado decir que los gatos tienen nueve vidas! -Sonrió burlonamente-

-Pues aunque te burles, hay quienes aseguran que las almas renacen en cuerpos nuevos cada cierto tiempo!... Es que nunca te ha pasado que sientas que ya has vivido algo que en verdad te esta ocurriendo por primera vez?

-Eso se llama "Deja vu" y tiene una explicación científica perfectamente comprensible Suzette!

-No me refiero a eso; no es un simple "Deja vu", es algo más…intenso, más importante. Alguna vez te han preguntado algo y sabes la respuesta sin siquiera tú misma saber porque lo sabes?... O has tenido recuerdos de algo tan vívido, tan real, que podrías jurar que estuviste ahí, en esa época o en ese lugar aunque todavía ni siquiera nacieras?

-No, realmente no me ha pasado eso…Y el día que comience a pasarme entonces te avisaré para que me lleves al manicomio más cercano. –Concluyó Carol terminando de envolverse en las cobijas y cerrando los ojos-.

-Está bien, está bien… Buenas noches. –Dijo resignada Suzette ya que sabía que su amiga era bastante "cabeza dura" en algunos asuntos-.

El Destino…qué era en realidad el Destino? Una persona? Un ángel exterminador? Un mensajero? Una forma de vida? Un cúmulo de sucesos aislados? Una fuente inagotable de fe y esperanza de que todo puede ser mejor? Una decepción galopante tras otra? Cuántos tipos de Destino habrían? Sería posible modificarlo completamente?... O Suzette tenía razón en decir que había algunas cosas inalterables en él?

Esa noche, ambas chicas pensaron en todo eso, cada una en su propio mundo. Y entonces todo comenzó…o mejor dicho, reinició; Ese sueño nuevamente se hizo presente en una de ellas, se abrió paso entre la bruma del ensueño y logró salir a flote, con más fuerza que antes:

Sentada frente al enorme ventanal que daba al jardín, una mujer bordaba con hilos dorados aquel nuevo vestido que tanto deseaba usar. Sin embargo, la paz que había tenido durante esas horas, súbitamente se tornó en gritos desesperados de dolor provenientes de la calle; inmediatamente se levantó de su silla y corriendo se dirigió a la puerta…

-No mi señora, por favor no salga! –Una joven mujer se interpuso bloqueando la entrada principal-

-Pero qué ocurre afuera? Qué está pasando? Porqué la gente grita de esa manera?

-Otra vez lo de siempre…Es terrible tener que vivir así…Pero nada se puede hacer mi señora, nada!

-No es posible que esto esté sucediendo! Debéis deteneros! –Le gritaba a aquella muchedumbre y nuevamente intentó salir-.

-Os prohíbo que salgáis! –Intervino una voz masculina-.

-Pero esa pobre gente!… Mira! Es nuestra vecina!...Debemos hacer algo!

-Querida, por Dios…Sabes que nada podemos hacer por esa pobre mujer…Cada cierto tiempo ocurre lo mismo…

Y aquel hombre se acercó a su joven esposa rodeándola con sus brazos y en tono más suave le recordó la situación real.

-Sé que todo esto es injusto…pero nada se puede hacer. Incluso nuestro buen nombre, nuestro dinero, nada asegura que no llegue el día en que ellos vengan por nosotros y basándose en calumnias…nos ocurra lo terrible…

-Es insufrible esta situación! Es que acaso jamás tendremos paz? Cómo Dios querría que todo esto ocurriese? Cómo?

-Hablad en voz baja, si alguien escuchara lo que acabas de decir, sería suficiente para…No llores querida, por favor…Algún día ese hombre recibirá lo que merece…

Sí, "algún día ese hombre recibirá lo que se merece", tuvo que conformarse con las palabras de su esposo y soportar ver todo a través de la ventana, ocultándose tras las cortinas, ver que se llevaban a otra joven más, acusada por lo mismo: Herejía.

Súbitamente ella despertó, bañada en un sudor frío y llena de un temor indescriptible, esta vez todo aquello parecía haber ocurrido realmente, casi podría asegurar que si salía de la habitación encontraría aquella enorme sala con todos esos decorados antiguos y entonces…también descubriría que esa era la horrible realidad en la que actualmente vivía. Incapaz de volver a dormir, se limitó a permanecer inmóvil en su cama y sin saber porqué, derramó unas cuantas lágrimas en silencio. A la mañana siguiente…

-Buenos días!

-Buenos días Suzette…

-Te ves cansada Carol, no dormiste bien? Tuviste pesadillas otra vez?

-No exactamente…Tuve un sueño extraño…Dios mío es tardísimo! –Dijo al ver su reloj de pulsera, tomó rápidamente su café y se despidió de Suzette sin dar tiempo a que ésta respondiera algo.

-Yo también soñé algo extraño…muy extraño –dijo lentamente en tono triste ya estando sola Suzette-.

En verdad la amistad es un valioso tesoro…pero pese a confiar plenamente en nuestros seres queridos, es innegable que siempre guardamos algo para nosotros mismos…sin compartirlo con nadie más. Eso no necesariamente es muestra de nuestro egoísmo, o sí? Tal vez es solo muestra de nuestra necesidad de individualidad y privacidad dentro de nuestra mente y nuestro corazón.


Caminaba hacia la estación de autobuses, iba cabizbaja, pensativa, distraída. Sabía que tendría que apresurarse para llegar a su trabajo pero eso no era lo que le preocupaba realmente.

-Qué haré ahora?...Esos sueños…han vuelto…No es una casualidad…Deben ser por algo…pero…Porqué?…

Súbitamente sintió una sacudida y vio que inevitablemente su bolsa caía al suelo ya que había chocado con algo…o con alguien.

-Discúlpeme por favor! No miraba por donde caminaba, lo siento mucho –Y aquella persona recogió la bolsa y se la entregó-.

-Tú?

-Carol?

Había chocado justo con el chico que hace un par de meses había visto en su trabajo. No habían tenido otro encuentro y ahora, sin saber el motivo, coincidían por segunda vez:

-Vaya! Recuerdas mi nombre –Dijo ella sonriendo nerviosamente- No pensé encontrarte aquí.

-Bueno, al parecer son casualidades del destino –Y le regaló una enorme sonrisa-.

-"Casualidades del Destino"? –Preguntó con cierto temor-.

-Sí, bueno…así les llaman comúnmente o no?

-Ah, sí claro…"casualidades"… -Repitió en voz baja-.

En ese momento, llegó el autobús que esperaban y ambos subieron.

-Qué pasa?... Dije algo malo?

-No. Es solo que…bueno…tal vez son tonterías mías, pero…

-Pero qué?

-Tú crees en la existencia de un "Destino" inalterable?

-Bueno, ciertamente en la vida hay sucesos que por más que uno quiera evitarlos, simplemente suceden.

-Eso mismo dijo Suzette…

-Suzette? Ah, tu hermana no es así?

-No es mi hermana, pero como si lo fuera: Es mi mejor amiga.

-Cielos! Se parecen tanto! La misma estatura, el mismo cabello rubio y lacio, la piel blanca! Tal vez las únicas diferencias son el color de ojos, las pecas…y el carácter –Agregó tímidamente el joven-.

-Qué insinúas?... Qué hay de malo con mis pecas y mi carácter, eh? –Preguntó Carol abriendo enormes ojos-.

-Nada, nada. Quiero decir, ambas son muy parecidas pero con algunas diferencias, eso es todo. –Y después emitió un suspiro de alivio-…Pero, porqué me preguntas esto del Destino?

-Últimamente he tenido sueños extraños…No comprendo nada! Hace mucho tiempo que aparecieron por primera vez…después dejé de soñar…y ahora han vuelto.

-Los mismos sueños?

-Sí, lo peor de todo es que me veo a mi misma…pero con otra apariencia…en un lugar muy distinto…Tal vez no debiera darle importancia, son solo sueños…pero la sensación que me producen es horrible.

-Freud no diría que son "solo" sueños. Él se dedicó a estudiar la mente humana y los sueños entre otras cosas e incluso una de sus obras más importantes está dedicada a ellos: "La interpretación de los sueños".

-Y entonces mis sueños podrían contener información valiosa para mi?

-Seguramente. Actualmente se sabe que los sueños son el reflejo de nuestro inconsciente y pueden tener varias funciones: la manifestación de nuestros deseos verdaderos, ayudarnos a solucionar problemas, mostrarnos nuestros verdaderos temores, prevenirnos sobre algo, recordarnos algo pendiente o algo del pasado…

Las últimas palabras de ese joven, quedaron grabadas en la mente de Carol, deseaba preguntar más, pero había llegado a su sitio de trabajo y no tuvo remedio más que despedirse.

-Aquí bajo…Gracias por la "cátedra" sobre sueños! –Y descendió a prisa del autobús-.

-Espera! Aceptarías salir con…migo alguna vez…-Dijo apagando gradualmente el tono de su voz al ver que Carol se había alejado tan rápido que era imposible que le hubiese escuchado y apenándose al ver que los demás pasajeros del autobús sí le habían escuchado con toda claridad.

Sueños, sueños, sueños…la gente no siempre les toma importancia e incluso en ocasiones ni siquiera recuerda lo que soñó la noche anterior! Entonces porqué ella debía preocuparse por un sueño tan "loco" como ese que desde hace algunos años le había perseguido y que ahora volvía incansable a hacerse presente en su vida? Y qué sucedió entonces con Suzette? Qué tipo de sueño tendría como para haberle hecho notar lo extraño de su contenido?


En las afueras de la ciudad, sobresalía una casa grande y lujosa con un enorme jardín. En ese momento un auto entraba a ese terreno, de ahí descendió un hombre vestido de traje impecable, entró a la casa, subió las escaleras y se dirigió hacia una de las piezas del fondo; al llegar frente a la puerta, se detuvo, dudó un momento pero finalmente dijo en voz alta:

-Puedo entrar?

-Por supuesto. –Respondió otra voz masculina desde el interior-.

La habitación se encontraba a media luz, lentamente pisó la alfombra color marrón que cubría el suelo; escasamente se vislumbraban los grandes libreros y un par de sillas con cojines rojos aterciopelados, todo el mobiliario hecho con una madera exquisita, al fondo estaba un enorme escritorio; había una persona sentada detrás, pero se encontraba de espaldas al visitante.

-Creo que he encontrado lo que tanto has buscado… -Comenzó a decir el visitante-.

-En verdad? –Se giró rápidamente aquel que estaba sentado en el sillón detrás del escritorio-.

-Sí, se parece…pero no estoy seguro de que sea…

-Cualquier posibilidad es importante! Por favor! Mira una vez más esto y dime si acaso mi incansable búsqueda ha terminado!

Con ansiedad extendió una hoja que el otro recibió y sus ojos brillaron y se abrieron más al confirmar:

-Sí, así es. Pero cómo asegurarse de que no solo es el exterior lo que se parece?...Y si realmente en su interior fuera… diferente? –Preguntó dudando y colocando aquello en el escritorio-.

-Tengo que acercarme! Tengo que comprobarlo de algún modo! –Dijo desesperadamente-.

-Espera…Si no hacemos las cosas bien, quedarás en ridículo o peor: como un lunático. Deja que sea yo quien averigüe por favor…Y si en verdad es…entonces podrás decidir qué hacer después.

-Esta bien –Dijo resignadamente- Yo te diré lo que debes saber y lo que debes hacer.

Repentinamente el visitante cambió su semblante, sabía que no sería nada fácil la tarea que emprendería pero era necesario hacerlo; Con una mirada de tristeza se acercó hasta aquel que estaba en el sillón y poniéndole una mano en el hombro le dijo:

-Me duele verte así…Todo este tiempo lo has dedicado a esa incansable búsqueda…

-Lo sé. Y te agradezco que me ayudes…Solo espero que en esta ocasión finalmente lo logre…

-Ha pasado mucho tiempo…te diría que dejaras así las cosas…pero sé muy bien que no estarás tranquilo.

Y después de un par de sonrisas comprensivas, el visitante salió de esa casa y en el mismo auto en el que llegó, se alejó de ese lugar. Una sola cosa ocupaba su mente ahora: comprobar que la búsqueda había terminado. Sabía a grandes rasgos el objetivo y los motivos de dicha búsqueda…pero no terminaba de comprender porqué la otra persona se aferraba a todo eso, parecía que esa era la única razón de continuar viviendo cada día.

-Tal vez nunca he perdido algo realmente valioso y por eso es que no he logrado comprenderlo a él –Dijo en voz alta para sí mismo-.

-Cómo dijo señor? –Preguntó el chofer-.

-No es nada…Hablaba conmigo mismo. –Y se dedicó a admirar el paisaje a través de la ventanilla del auto-.

Lo cierto es que cada persona le da un significado distinto a todo, por eso es que el concepto de lo que es "valioso" puede ser muy diferente de persona a persona. Eso aún no lograba comprender claramente aquel visitante, pero seguramente en algún momento de su vida, descubriría lo que es valioso para él mismo…como a todos nos sucede alguna vez.


Desde hace casi un año, Carol trabajaba en la misma cafetería que Suzette: El "Meijikan Café" pero sentía que su sitio no estaba ahí realmente; Desafortunadamente por cuestiones de tiempo no había podido cambiar de empleo. Era sábado y había trabajado durante todo el día, sus piernas le dolían de tanto ir y venir, sentía la piel del rostro estirada por tener que sonreír a cada cliente que llegaba y los brazos parecían habérsele entumido por cargar charolas; eran ya casi las 6pm y dentro de una hora terminaría su día.

-El día de hoy fue duro verdad? –Dijo la dueña del lugar-.

-Así es, todo el día ha estado llena la cafetería! Pero supongo que es bueno, si de negocios hablamos –Dijo Carol guiñando un ojo-.

-Tienes razón. Alégrate porque mañana es tu día de descanso! Le toca venir a Suzette y a estas horas también estará diciéndome algo parecido a lo que me acabas de decir! –Dijo riendo la mujer-.

Carol iba a responder al comentario de su jefa pero en ese momento un nuevo cliente llegó y se apresuró a recibirlo:

-Mesa para uno? –Preguntó gentilmente ella sin mirar aún a su nuevo cliente-.

-Sí, pero que sea cerca de ti para poder continuar la conversación que dejamos a medias en el autobús esta mañana–Dijo sonriendo amablemente ese joven-.

Entonces levantó la mirada y vio que se trataba del mismo joven que encontró en la parada del autobús en la mañana, el mismo que le había hablado sobre los sueños.

-Tú otra vez?

-Esa pregunta debo interpretarla como fastidio por encontrarme hoy dos veces?

-No claro que no –Dijo Carol ruborizándose- Lo que pasa es que no te vi durante dos meses y hoy te he visto dos veces!

-Bueno…supongo que te has dado cuenta de que te he estado siguiendo –Agregó el joven con tono pícaro-.

-Es eso verdad? –Preguntó con desconfianza-

-Claro que no! –Soltó una carcajada- Bueno, es cierto que en la mañana vi que te metías a esta cafetería y recordé que la primera vez que te vi fue aquí mismo…solo que ese día no usabas uniforme.

-Ese día llegaste justo cuando yo ya me iba, saludaste a mi jefa y por eso creí que sería una grosería de mi parte no despedirme de ti…Pero lo cierto es que trabajo aquí.

-Sí, Greta me puso al tanto de eso –Dijo el joven mientras lanzaba una mirada de complicidad a la dueña del lugar- A qué hora terminas tu trabajo?

-En menos de una hora y como estoy trabajando no podré sentarme a platicar, lo lamento.

Carol rió de buena gana ante la cara de decepción de aquel joven al escuchar lo último, pero lo dirigió a su mesa amablemente y tomó su orden.

-Anda Carol atiéndelo bien que es mi mejor cliente! –Dijo su jefa desde el mostrador-.

-Puedo esperarte hasta que termines para acompañarte? –Preguntó el joven-

-Supongo que…sí. –Carol no acostumbraba aceptar invitaciones tan fácilmente pero este joven había despertado su interés y además por su aspecto parecía una persona agradable y amable-.

Después de terminar su turno de trabajo, Carol y ese joven salieron del lugar. Iban caminando mientras hablaban:

-Creo que no te he dicho mi nombre verdad?

-Pues no, aún no…pero supongo que tienes un nombre como todos los demás, no es así?...

Él se disponía a responder a la pregunta pero justo en ese momento un teléfono celular sonó: era el de Carol. Tímidamente sacó el celular de su bolso y al ver el número registrado de quien llamaba dudó en responder, pero finalmente…

-Sí diga…

-Vendrás a la fiesta verdad? Te he estado esperando…Quiero hablar contigo…-Dijo una voz masculina-.

-No lo creo, voy a casa ahora y…

-Por favor…dame una oportunidad de hablar contigo…Necesito hablar contigo…O puedo ir a tu casa?

-No es necesario…Esta bien, iré…Llego en una hora.

Y secamente cerró el celular. Su acompañante la miraba confuso y ella seguía con la mirada clavada al piso.

-Tienes que ver a tu…

-Discúlpame, lamento haberte hecho esperarme…Pero debo arreglar algo pendiente. Podríamos vernos en otra ocasión?

-Sí, está bien.

Y sin decir más, ella se alejó y tomó un taxi. Unos minutos después Suzette estando en casa, recibió una llamada:

-Hola Suzette, llegaré a casa más tarde.

-Así que finalmente decidiste ir a la fiesta. –Afirmó pícaramente-

-Sí, sí voy. Veremos qué pasa. En la noche te contaré…y quita esa sonrisita de triunfo en tu rostro!

-Qué? Pero cómo sabes que…-Fingió inocencia Suzette-.

-Porque te conozco!

-De acuerdo. Está bien. Hasta entonces.

Ya pasaba de la media noche y Suzette se sentía demasiado inquieta, era extraño porque no era la primera vez que alguna de ellas iba a una fiesta y llegaba hasta la madrugada o incluso poco antes del amanecer, sin embargo, por alguna razón, estaba convencida de que esto sería diferente.

Eran casi las 2am cuando escuchó la cerradura abrirse y se levantó del sillón como un resorte.

-Vaya! Pensé que no regresarías a dormir! Imagino que te fue muy bien con el fulano verdad? –Dijo tratando de ocultar su curiosidad sin éxito-

-Suzette! Me has estado esperando para decirme esto? –Dijo evidentemente divertida Carol-

-Claro que no! Me tienes con el alma en un hilo! Parezco león enjaulado, comiéndome las uñas por el ansia de saber lo que pasó! Anda cuéntame! –Dijo mientras jalaba a su amiga hacia el sillón más grande y se frotaba las palmas de las manos entre sí como si de un banquete se tratara-.

-Él llegó…pero sin su novia. Inicialmente lo ignoré, pero después se me acercó y me invitó a bailar, después estuvimos hablando y me dijo que no era verdad que se hubiera reconciliado con su novia; ella sí intentó la reconciliación…pero él la rechazó. Bailamos un poco más y luego…Me invitó a salir!

-Ahhhhh lo sabía! –Gritó Suzette con una gran sonrisa y levantando los brazos en señal de triunfo consumado-.

Pasaron varios días y al parecer todo entraba en la rutina habitual, excepto que Carol salía con más frecuencia por las invitaciones del chico que Suzette aún no conocía, pero se alegraba de ver a su amiga más feliz aunque ella se sintiera un poco abandonada.


Los cursos apenas habían reiniciado y era difícil acomodar horarios: trabajar y estudiar restaba tiempo para estar en casa; Todo esto meditaba aquella joven solitaria en la biblioteca. Buscando un libro para sus tareas se encontró nuevamente en aquel pasillo donde antes leyó algo por simple curiosidad.

Otra vez vio ese libro, ahora en el estante más alto, tomó un banco y subió en él, pero al ver que aún estaba fuera de su alcance, se levantó de puntitas tratando de agarrarlo; desafortunadamente el banco fue resbalando y le hizo perder el equilibrio haciendo que ella cayera hacia atrás!

-Aaaayyyyy! –Fue lo único que pudo decir antes de que todo se hundiera en tinieblas-.

De entre toda esa oscuridad, súbitamente surgió un resplandor que gradualmente cubrió todo y entre niebla tan espesa como las nubes, se abrió paso una imagen:

Una mujer usaba un vestido largo de color azul, decorado con algunos encajes y un amplio escote al frente; llevaba también una capucha azul marino que cubría su cabeza y gran parte de su cuerpo. Tal vez era media noche porque todo estaba en completa oscuridad y en silencio. Quiso detenerse y mirar todo a su alrededor, sin embargo sus pies se movían como si tuvieran voluntad propia y estaban dispuestos a llevarla a un lugar que no recordaba…pero que al parecer conocía muy bien.

Después de caminar varios minutos, se adentró en el bosque que rodeaba aquella pequeña ciudad, y entre arbustos y ramas descubrió la entrada a una cueva. Sin tener nada con qué iluminar sus pasos, continuó su camino con seguridad…es que acaso tantas veces había recorrido ese sendero que ya no necesitaba mapa o iluminación alguna para recorrerlo?

Finalmente al fondo descubrió una tenue luz que danzaba: era la luz de una antorcha; Entonces una voz le dio la bienvenida de manera muy…familiar.

-Por un momento pensé que no vendrías…Es más que evidente que él te interesa demasiado, no es así?

En ese momento descubrió frente a ella a un hombre alto, blanco y delgado, vestido completamente de negro, también usaba una capucha larga, parecía interesado en la respuesta de ella y se sorprendió a sí misma cuando su boca se movió contra su voluntad y pronunció lo siguiente:

-Sabes que lo amo más que a nada en este mundo.

-Ah sí?...Y qué tanto estás dispuesta a sacrificar por ese amor?

-Cómo dices? –La pregunta de ese hombre le hizo sentir calosfríos y por alguna extraña razón, su corazón se llenó de inquietud-.

-Sí. Quiero saber hasta qué punto llegarías para obtener la victoria final…

-Lo daría todo!...Quiero que él esté conmigo para toda la vida! –Respondió ella sin dudar-.

-Entonces confía en mi…Si haces todo lo que te digo al pie de la letra…tendrás a ese hombre que tanto dices amar.

-Qué tengo que hacer? –Preguntó sin ser capaz de tolerar ni un minuto más la espera-.

-Deberás provocar que ella…

Quiso quedarse, quiso saber qué más diría aquel hombre…Pero poco después escuchó una voz que le llamaba lejanamente, nuevamente todo se cubrió de niebla y luego…

-Enfermera venga por favor! Ha abierto los ojos!...Estás bien?

Frente a ella se encontraba un joven de cabello castaño, piel morena clara y ojos azules oscuros que la miraban con curiosidad, fijamente, esperando una respuesta.

-Qué me pasó? Ouch, porqué me duele tanto la cabeza? –Dijo al tiempo que se tocaba la nuca-.

-Estabas en la biblioteca tratando de bajar un libro de la estantería más alta, vi que el banco resbaló y corrí para tratar de evitar tu caída pero no llegué a tiempo; te golpeaste en la nuca. Me pegaste un susto de muerte! Pensé que habías muerto pero solo estabas desmayada y te traje a la enfermería.

Al ver a ese guapo joven inevitablemente se ruborizó y con la mirada baja solo susurró un "Gracias". Enseguida el joven le entregó algo:

-Toma, traje todas tus cosas…y mientras estabas inconsciente, regresé a la biblioteca por el libro que vi que sujetaste antes de caer…Es este verdad? –Preguntó amablemente y le mostró un libro grueso con empastado negro.

-Sí es ese…

-Muy bien señorita, veo que ha despertado, solo le haré unas cuantas preguntas y podrá regresar a casa si quiere –Interrumpió la enfermera-.

El joven permaneció junto a ella en todo ese momento y ya al salir de la enfermería ambos se observaron en silencio hasta que finalmente él habló:

- "La Santa Inquisición" eh? Buen tema! Supongo que estás haciendo algún trabajo sobre eso.

-No…Solo leo por curiosidad… -respondió dudando-.

-Bueno, me alegra ver que no te ocurrió nada grave. Creo que…debo irme a clase…

-Sí...Adiós…

Aquel joven se giró y comenzó a caminar, ella sin saber el motivo simplemente dio dos o tres pasos hacia él: Sintió el impulso de ir detrás de él y detenerlo. Repentinamente se percató de lo que acababa de hacer y entonces fue cuando con voz temblorosa alcanzó a preguntar:

-Espera…espera…Cuál es tu nombre?

-Taylor…y el tuyo?

-Suzette…Gracias por ayudarme, Taylor.

-Bueno, no podía dejarte ahí tirada…alguien podría haberte pisado –Dijo en tono de burla y guiñando un ojo-.

El joven inmediatamente continuó su camino. Suzette permaneció ahí parada, viendo cómo aquel chico se alejaba y en su corazón surgió un chispazo de algo que no supo definir bien: ternura, nostalgia…esperanza?

Esa noche no pudo dormir bien; Todo el tiempo ocupó su mente la imagen de aquel muchacho y el recuerdo de todo lo que había sucedido…durante su caída y después de su caída.

-No le diré nada a Carol…Si ella tiene sus secretos…creo que yo también puedo tener los míos –Se dijo a sí misma en voz baja y una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro-.

Sin embargo, otro asunto también ocupaba parte de sus pensamientos y no podía evitar preocuparse:

-Qué fue todo eso?...Vi más de lo que había soñado antes!... Esa mujer era yo realmente?...En qué lugar estuve?...Porqué ese hombre habló de mi supuesto amor?...Provocar que ella qué?...Quién es "ella"?

Estas y otras preguntas más, se hacía una y otra vez…pero era incapaz de encontrar alguna respuesta y no la encontraría…al menos no en este mundo. Sujetó con fuerza aquel libro de empastado negro y observó su portada al tiempo que recordaba la verdadera razón por la que había comenzado a leer sobre aquel tema.

Continuará...


Hola chicas! Les presento el primer capítulo de uno de mis fics más nuevecitos, espero que le den una oportunidad y lo lean! La temática es un poco extraña y tal vez el principio parezca confuso pero si le dan seguimiento sin tratar de saber inmediatamente quién es quién, podrán poner cada pieza en su sitio respectivo después! Espero sus comentarios!