Bienvenidos a todos aquellos que tropezaron en esta historia por primera vez o le dan vistazo porque alguna de las otras novelas de JC les pareció interesante, o si la están leyendo una vez más. Este es el primer libro de la primera serie de los libros de Jennifer Craw. Empieza con la mayoría de los personajes que están dentro del canon pero en el transcurso de la serie se vuelve más y más acerca de personajes originales.
Esta primer novela es muy corta, básicamente para presentar al personaje principal y sus relaciones, esta es una advertencia, a medida de que la novela vaya avanzando las tramas se volverán mas complejas… pero siempre he intentado que el enfoque principal de mis novelas sea el desarrollo de los personajes, es por eso que en ocasiones hay misterio, en otras ocasiones romance y también aventura… lo que sea que ayude al progreso de la historia.
Esta primera novela en la primera serie de historias de Jennifer Craw (Los años de Voldemort) comienza con un quinto libro alternativo. Es una novela ligeramente obscura y con leve romance más que nada desde el punto de vista de la profesora, con un poco de la perspectiva de los chicos para crear un balance. Es muy rápida de leer, especialmente ahora que he arreglado algunos desperfectos. Empieza justo cuando el verano esta terminando después del Torneo de los tres magos y la muerte de Cedric, así que de antemano recomiendo releer el cuarto libro (Harry Potter y el Cáliz de Fuego)
Los libros del primero al séptimo fueron escritos en el periodo del 2002 al 2003 durante ese espacio JK escribió su cuarto y quinto libro; así que no se sorprendan si algunos contextos son muy diferentes. (Y realmente esas diferencias son importantes para las historias que vienen, como podrán darse cuenta). Esta historia fue actualizada en el 2008. Recientemente he tomado la serie otra vez y estoy trabajando en los primeros tres libros de la cuarta serie (la serie de La Herencia.)
Notas de edición: Septiembre del 2011: En esta edición es solo para arreglar puntuación, errores tipográficos y redacción. No he planeado mayores arreglos en esta última revisión.
Espero que lo disfruten tanto como mis otros lectores lo han hecho y como yo he disfrutado escribiéndolo. Es impresionante encontrar que aun sigo teniendo nuevos lectores. Gracias a todos los que han ayudado a que esta serie sea posible y también a todos los reviews! JC Writer.
Jennifer Craw y la Varita de Fénix
Capitulo Uno
La Nueva Profesora
Jennifer Craw reviso sus maletas por última vez. Sus libros personales y equipo mágico estaban empacados de manera segura en su baúl junto con su bolsa de trucos, y todas sus túnicas. Efectos personales y su guardarropa de fin de semana estaba impecable y eficientemente doblado en su maleta de marca.
Apenas había pasado un mes desde que recibió la carta acerca de su nueva posición como maestra en Hogwarts. Llego como una agradable sorpresa para alguien que en su primer empleo en Beauxbatons se había enfrentado a incontables y agotadoras entrevistas solo para conseguir el trabajo de instructor junior. Rumores de un sitio disponible después del termino de "El Torneo de los Tres Magos" el año pasado la impulsaron a escribir una carta investigando acerca del trabajo y preguntando por mas especificaciones, pero no paso mucho tiempo, poco de echo, para que recibiera una carta en contestación.
~ Señorita Jennifer Corsiva Craw,
Gracias por su interés. Ha sido aceptada como nuestra nueva profesora en la materia de Defensa Contra las Artes Obscuras para el siguiente año escolar. Todo el personal deberá de reportarse dos semanas antes del inicio del semestre para preparar sus planes de estudio y solicitar sus materiales de clase.
Si usted puede, por favor llegue uno o dos días antes de esta fecha para que pueda presentarle a algunos miembros del personal y se familiarice con ellos, así como informarle de ciertas circunstancias especiales alrededor de su nuevo trabajo.
~Albus Dumbledore, Director de Hogwarts.
La reviso otra vez mientras estaba a la luz de la luna llena, esperando en el techo de su casa de verano a las afueras de Paris.
El coche estaba retrasado pero eso era algo usual hasta para uno privado. De hecho, se consideraba que era de mala suerte para un carruaje llegar a tiempo, y aunque Jennifer solía ignorar esa trivial superstición, un poco de suerte extra en su nueva aventura no le haría daño.
Se tomo un momento para abrir su espejo de bolsillo. Normalmente no era su apariencia lo que le interesaba cuando se miraba en un espejo, eran sus pensamientos; pero esta era una ocasión especial. Sus ropas rígidamente negras no hacían nada por ella, más bien se miraba inusualmente pálida y su cabello castaño rojizo, recogido de manera conservadora hacia atrás, se miraba aun mas rojizo. Ella sacudió su cabeza apretando sus labios, mirando sus ojos verdes en el reflejo preguntándose si debería de envejecerse solo un poco para poder verse menos como una estudiante de grados superiores y más como una profesora. Pero después de considerarlo seriamente, decidió no hacerlo. Esa clase de hechizos no eran fáciles de revertir; además, si hubiera algún cuestionamiento acerca de su habilidad y experiencia como profesora, estaba segura que la hubieran hecho pasar por entrevistas como en la ocasión anterior. Cerrando el espejo y devolviéndolo a su bolsillo, dio un vistazo de nuevo al cielo.
Por fin una curiosa nube apareció, moviéndose rápidamente através del horizonte iluminado por la luna. Conducido por dos caballos alados de color negro, un carruaje descendió en el techo frente a ella; apenas haciendo un leve sonido cuando paro de repente. Un hombre muy alto resoplaba mientras trataba de pasar através de la puerta del coche, sacudiéndose mientras asentía con la cabeza hacia ella.
"¡Hola! Usted debe de ser la Profesora Craw! Subiré su equipaje."
"Y usted debe de ser Hagrid, el guardabosque de la escuela y profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas ¿No es así?" Pregunto Jennifer con una sonrisa.
"¿Así que ha escuchado sobre mi?" El pregunto radiante, abriendo la puerta del coche para ella.
"Si, creo que lo vi con Madame Maxime cuando fue de visita a la escuela justo después del fin de cursos."
"Oh, me ha visto" Hagrid asintió rápidamente un poco nervioso mientras detenía la puerta para que ella entrara. "Bueno, supongo que deberíamos irnos. Dumbledore esperaba que la llevara temprano para poder hablar con usted."
Casi como todas las cosas mágicas, el coche era mucho mas grande por dentro que por fuera, con una habitación para Hagrid y una espaciosa habitación para ella también. Al momento de entrar la puerta se cerró, el duende conductor sentado en la parte superior del carruaje sacudió su látigo. El coche despego con una sacudida que lanzo a Jennifer contra el respaldo de su asiento.
"Disculpe por eso, supongo que debí mencionarle que eso podría pasar…" dijo Hagrid, "Los pegasos no están de humor para detenerse u obedecer. Que mal que este anocheciendo, apuesto que tendríamos una vista encantadora del campo desde aquí."
Jennifer rió por lo bajo, pensando en todos los reportes "O.V.N.I" que se levantarían si este fuera un paseo matutino.
"Bestias encantadores, ¿o no? ¿Los crió usted mismo?" pregunto cortésmente. Hagrid asintió con orgullo.
"Oh si que lo hice! bueno, yo y mis alumnos de sexto curso, pero de todas formas Dumbledore no me deja enseñarle a los estudiantes como montarlos." añadió casi decepcionado. "No se por que."
Jennifer asintió, en privado estaba de acuerdo con el Director. Lo último que quisiera ver sobre una creatura tan impredecible como esa, seria un aun mas impredecible estudiante.
Hagrid charlo durante el viaje, mas que nada acerca de sus mascotas y también un poco acerca del colegio, haciendo que Jennifer se sintiera impaciente por llegar. También fue una buena distracción mientras iban sobre el canal, escuchar acerca de los pasillos y las torres… pero mas que nada escuchar acerca de las creaturas que podría encontrar en el bosque cercano a la escuela.
Finalmente el coche empezó a bajar, y Jennifer abrió las cortinas para poder ver el castillo que albergaba a "Hogwarts Escuela de Magia y Hechicería." Sin lugar a dudas era mucho más grande que Beauxbatons, y se encontró a ella misma atemorizada mientras lo contemplaba.
En coche aterrizo en los jardines. Hagrid y Jennifer bajaron lentamente y se estiraron un poco. El aire que corría era muy húmedo y frío, así que se puso su capa mientras miraba como el cochero hacia alboroto con las cuerdas que ataban el equipaje arriba del coche.
"Muy bien, yo llevare estas" dijo Hagrid, cargando un gran baúl en los hombros y tomando la maleta en la otra mano. "Saquémosla de este aire nocturno, profesora. Esperaba que no estuviera acostumbrada a estos vientos fríos durante esta temporada del año." Jennifer rápidamente le siguió un paso atrás de el mientras entraban, deteniéndose cuando Hagrid se paro para buscar algo en sus bolsillos. "Tengo su numero de habitación y el piso donde esta escrito aquí en algún lado" le aseguro.
" Hagrid? Profesora Craw?"
Jennifer levanto su mirada al escuchar la voz de una mujer para observar a una bruja mayor vestida en una tunica de profesor color verde. Su cabello era más rojizo que el de Jennifer pero estaba encaneciendo, y usaba unos anteojos sobre su nariz. De alguna manera a Jennifer le recordó a todas las profesoras que había tenido cuando fue a la escuela.
"Oh hola, Profesora McGonagall. Profesora Craw, esta es la Profesora McGonagall, Directora Adjunta, también imparte la materia de Transfiguraciones."
"Minerva McGonagall" sonrió, mientras le ofrecía su mano.
"Jennifer Craw" le devolvió la sonrisa y estrecho su mano, inmediatamente decidió que la mujer le agradaba por los pensamientos que leyó en su rostro.
"Pensé que podría venir y ayudarle a instalarse. Tal vez Hagrid ya le menciono que las escaleras aquí tienden a tener una mente propia." Dijo Minerva, mientras les mostraba el camino.
"Debí de mencionarle eso" Dijo Hagrid, mientras seguía a las dos brujas.
"Su oficina se encuentra junto a su salón de clases al final el segundo piso, pero sus habitaciones están en el quinto piso. Iremos ahí primero."
Jennifer estaba más ansiosa por ver su oficina pero siguió obedientemente a Minerva a sus nuevas habitaciones, deteniéndose una y otra vez para echarle un vistazo a los cuadros.
"Es una colección impresionante" comento esperando a que la escalera volviera a su lugar.
"Si que lo es, aunque eran un poco desesperantes la primera vez que vine como estudiante hace muchísimos años ya," Minerva admitió con una risa.
"Me lo imagino. Me hubiera fascinado poder aceptar mi invitación para estudiar aquí, pero mi madre quería mantenerme cerca de casa." Explico Jennifer mientras subían por la última escalera hacia el quinto piso, al llegar ahí Minerva los guío por el pasillo y asintió hacia Jennifer de manera distraída para hacerla saber que le escuchaba.
" Ya veo, tu madre era Alice Corsiva, no es así?" Pregunto Minerva. "Una estudiante destacada en sus días de escuela. Aquí están tus habitaciones," agrego, deteniéndose frente a la pintura de un gran pájaro color negro. "Este es Dewhurst, la contraseña por el momento es 'Mermelada de Naranja.' El cuervo de la pintura empezó a aletear y la puerta se abrió. "Puedes cambiarla a conveniencia, por supuesto."
La habitación consistía en dormitorio, baño y una sala de estar adornada con alfombras y tapices. Una pared permanecía limpia, más que nada para que Jennifer pudiera llenarla a su gusto y con sus cosas. Rápidamente diviso la ventana y fue a abrirla, sacando su mano mientras esperaba que algo ocurriera.
"Mmm..., quizá aun no ha llegado," Jennifer frunció el seño después de esperar un momento. "Lo envíe hacia acá hace algunos días. Pensé que ya estaría aquí."
"¿Tienes una lechuza? Tal vez este en la Lechucería"
"Bueno, el no es una…" En ese momento se escucho un aleteo en la ventana y algo aterrizo sobre su cabeza, chillando molesto.
"Cálmate, Raftly, murciélago tonto." El largo murciélago frutero se colgó de cabeza sobre la percha dispuesta para las lechuzas junto a la ventana, examinando la habitación con poco interés. "Es bastante arrogante en ocasiones, y también es todo un personaje. Me gustan los personajes." Explico Jennifer con una risilla, tomando la maleta que sostenía Hagrid para ponerla en la mesa.
"Entonces te sentirás como en casa aquí, porque si hay algo que puede encontrar en Hogwarts son personajes," dijo Minerva con una sonrisa de lado. Jennifer rió abiertamente por el comentario.
"¿Podemos ir a ver mi oficina?"
"Tenia el presentimiento de que querrías verla esta noche, bajemos entonces."
" Hagrid si no es mucho problema, podría traer el baúl? Por favor," dijo Jennifer.
"Para nada, Profesora" Contesto contento, como si estuviera disfrutando el momento.
Mientras descendían, Jennifer tenía la impresión de que el castillo en si los observaba. Hagrid le había hablado de fantasmas, y se preguntaba si eso era lo que la hacia sentir un aura misteriosa.
"Aquí estamos." Anuncio Minerva mientras abría la puerta.
Jennifer entro inmediatamente. Estaba básicamente vacía, exceptuando por los estantes rudimentarios, mesas, un escritorio y como única decoración una alfombra. "Bueno, parece que hay bastante trabajo para mi aquí," dijo complacida. "¿Puede poner el baúl en el piso Hagrid? ¡Ha sido muy amable!"
"No hay problema, Profesora," Le aseguro el gran hombre. "Tiene que venir a visitarme alguna vez, podría mostrarle algunas de las mascotas de las que le hable durante el viaje."
"Ha sido una fantástica compañía y estoy segura que seguiremos hablando sobre ellas. Tengo un par de ideas para mi clase que podrían requerir de una creatura o dos."
"¡Por supuesto! Bueno será mejor que alimente a esos pegasos, Profesoras."
Minerva se despidió con la mano mientras miraba como se alejaba antes de voltear a ver a Jennifer.
"Ahora, se supone que tendrías una reunión con el Director esta noche, ¿no es así? Aun tienes un tiempo para prepararte antes de que empiecen las clases, no te preocupes mucho por tu oficina por ahora."
"De todas maneras parece un trabajo de mas de una noche," Sonrió, pensando en el delicado equipo que trajo, el cual tenia que ser instalado a mano. Además, su curiosidad había crecido desde que recibió su carta de aceptación. ¿Quien era este mago legendario que la contrato como maestra sin pensarlo? "Estoy lista para la reunión, gracias." Minerva rápidamente la condujo hasta el estudio privado de Dumbledore, haciendo las presentaciones necesarias antes de retirarse silenciosamente.
"Bienvenida," dijo el Director mientras le ofrecía una sonrisa y un lugar para sentarse. "Como supongo habrás adivinado soy Albus Dumbledore. Me alegra tenerte dentro de mi personal, Jennifer."
"Gracias, señor," tartamudeo un poco. En apariencia, quizás no era muy impresionante… un mago anciano con largo cabello y barba plateada, tunica dorada y brillantes y sinceros ojos azules… pero en ese momento se dio cuenta de que estaba frente a uno de los hechiceros más poderosos en el mundo. Trato de poner sus pensamientos en orden y se reclino en el respaldo de la silla tratando de aparentar calma. "Me siento honrada de estar aquí, un poco sorprendida, pero honrada."
"Te preguntas por que fuiste contratada, ¿no es así?" Dumbledore sonrió de manera casi traviesa. "Creo que te sorprenderá saber que he estado al tanto de tu trabajo desde hace un tiempo. Tuve un presentimiento cuando expresaste interés en lo académico, de que llegarías lejos. Tu madre era una excelente estudiante en Hogwarts. Se graduó como la mejor de su clase. Esperábamos que se convirtiera en profesora."
Jennifer asintió levemente. ¿Así que eso era? Tenía conocimiento que sus padres asistieron a Hogwarts y después vivieron un tiempo en Inglaterra antes de volar a America hace quince años. Aparentemente, no se fueron lo suficientemente lejos. Cuatro años después, su padre fue encontrado muerto y su madre desapareció de su casa en Francia el año pasado y no había escuchado de ella desde entonces.
"Tu madre tenia una habilidad innata; una rara habilidad que siempre he admirado," el continuo, interrumpiendo sus pensamientos. "Ella podía ver a las personas por quien realmente son. No había hechizo, encantamiento o intención suficiente como para evitar que ella pudiera ver la verdad. Tengo entendido que compartes el mismo talento, incluso has evitado algunos malentendidos y escándalos en Beauxbatons." sonrió.
Jennifer se movió en su lugar incomoda. Considerando que la mayoría de esos incidentes tenían que ver con archivos cerrados, supo que Dumbledore debió de haber tenido una larga charla con Maxime antes de pedirle que fuera parte del colegio. Tal vez no era tan impulsivo como ella había pensado.
"Entonces también sabe que impartí encantamiento de objetos y teoría sobre creación de pociones y no una materia de artes mayores," dijo Jennifer cautelosamente.
Dumbledore parecía divertido.
"Oh si, escuche todo acerca del escepticismo de Maxime por tus habilidades mágicas. Pero estoy seguro de que te habrás dado cuenta de que no compartimos el mismo escepticismo. Esperaba que además de enseñar la típica defensa mágica también ayudaras a nuestros estudiantes a utilizar mejor su percepción; enseñarles como ver através de toda esa obscuridad que se mezcla en este mundo para que puedan encontrar la verdad," dio un pequeño suspiro y asintió con la cabeza como si hablara para el mismo.
"Si, la verdad," continuo, mirándola directamente a los ojos. "Estos no son tiempos fáciles para nuestra escuela, nuestra comunidad o nuestro mundo," dijo suavemente. "Dejame comenzar hablándote de uno de nuestros alumnos de quinto año. Su nombre es Harry Potter."
"Oh, si. He escuchado sobre lo que paso el año anterior," Jennifer afirmo sobriamente.
Ella había estado preocupada cuando la mayoría de la escuela fue a Hogwarts para "El Torneo de los Tres Magos", una competencia que presentaba a los mejores estudiantes de las tres escuelas mas grandes, pero su madre había desaparecido justo antes de eso y Jennifer prefirió permanecer cerca de casa, con la esperanza de que de alguna manera su ella regresara.
Los reportes que recibió de Madame Maxime cuando regreso le helaron los huesos… Voldemort había regresado. En ese momento comenzó a preguntarse si había una conexión con la desaparición de su madre; sus padres no eran amigos de Voldemort. No podía imaginarse que fue para Harry Potter presenciar esa clase de suceso desde primera fila.
"Quisiera que le prestaras especial atención a el, así como a sus dos amigos Ron Weasly y Hermione Granger. Parte de tu trabajo como personal de esta escuela incluye medidas de seguridad que serán implementadas este año. Las tuyas consisten en acompañar a los visitantes de la escuela mientras estén aquí, y también vigilar los eventos especiales. No puedo decirte si he decidido que actividades continuaran normalmente y cuales no, como el Quidditch, pero si continúan será de especial importancia que estés preparada. Hemos tenido muchos sucesos desafortunados que involucran a Harry, y preferiría que estos no se dieran otra vez," le explico Dumbledore tranquilamente y Jennifer estuvo de acuerdo.
"También adherimos al personal de rutina algunos, digamos 'amigos', en espera de un mejor año escolar," siguió. "Ellos ayudan a proteger a la escuela, su posición y a sus habitantes… ya tendrás oportunidad de conocerlos y ellos de conocerte. Espero que estas responsabilidades extras no afecten tus clases. Por lo que escuche, tienes habilidad para no perder tu ingenio y definitivamente necesitamos eso en un profesor de Defensa.
Debo advertirte que algunos de nuestros estudiantes creen que esa posición esta maldita," agrego con un guiño. "Desde hace un tiempo no hemos tenido un profesor que pueda mantenerse mas de un año en ella. Me gustaría que ese ciclo se rompiera. Bienvenida a Hogwarts, Jennifer. Estaba esperando tener a alguien de tu calibre con nosotros."
