-¿Kurapika?, ¿Qué haces?- Pregunto un hombre alto y moreno- ¿Me estas escuchando?- Volvió a preuguntarle a un joven rubio ojiazul que estaba perdido.

-¿Si?- Pregunto el rubio, dando a entender que no se enteraba de nada- P-perdón Leorio, ¿puedes empezar de nuevo?- El mayor suspiro y asintio con la cabeza.

¿Y qué pasaba con esos dos?

Simple, Kurapika termino su meta, y más razones no encontraba para vivir¿Y a quien fue a acudir?, al pobre doctor quien cursaba ya el ultimo curso de su larga carrera y sueño.

-¿Repiteme otra vez para que decidiste llegar a mi departamento en primer lugar?- Pregunto el mayor mientras subrayaba algunas paginas de libros gigantes- Digo, no me desagrada tu presencia, pero siempre estaré ignorandote por mis estudios, más ahora que curso último año.

-B-bueno, quería estar cerca de un amigo, ¿Eso esta bien verdad?, y además ya no tengo porque pelear entonces...quería vivir una vida normal como cualquier otra persona.

-Vale..- Comento el mayor volviendo a suspirar por segunda vez- Bien como decía antes, en la casa hay reglas, y como es mi casa, MIS reglas, ¿Entendido?- Le pregunto mientras cerraba un libro y abría otro.

-S-si- Respondió Kurapika mientras observaba cuanto había cambiado su querído amigo, ahora era más alto que antes y su cara se había afinado, sus ojos no dejaban ese brillo cálido, aunque se podían observar pequeñas arrugas por el estrés y el estudio continuo.

-Solo hay un cuarto para dormir, y por lo mismo, solo una cama- Las mejillas del joven Kurta se pusieron rojizas- No te preocupes, es algo amplia, ya que el departamento se lo compre a una pareja, puedes elegir el lado que quieras, yo estoy bien con cualquiera.

Kurapika asintió con la cabeza, tragando duro, habían pasado decadas desde la ultima vez que durmió con alguien en la misma cama...

-Por cierto, veo que te cambiaste el arete, te queda bien- Comento el mayor sonriente mientras cerraba otro libro y se ponía de pie- ¿Quieres comer algo?- Pregunto.

Kurapika sonrojado se limitó a asintir con la cabeza mientras tocaba el nuevo arete que compro junto a una tienda de articulos extraños, en una de sus muchas misiones.

Pasaron varios minutos hasta que el mayor termino de cocinar.

-¡Ven aquí Kurapika, ya esta la comida!- Grito el moreno desde el pequeño comedor donde se encontraba una mesa para 4.

Kurapika lentamente se acerco hasta topar con la pequeña y curiosa mesa circular, y vio que frente a la mesa había un pequeño mueble y encima de él, una foto del grupo.

-¿Te gusta?, se la pedí al lider de los cazadores después de terminar el examen.

-¡Me encanta!- Respondió Kurapika- Tienes que darme una copia, Leorio.

-¿Para qué?- Pregunto el moreno- Si ya vives aquí, puedes verla cuando quieras.

-Ah, si es cierto...aun no me lo creo- Observo la comida- No sabía que cocinabas, Leorio- Comento tomando asiento frente al moreno.

-Bueno, de algo se vive- Dijo riendo- Por cierto otra regla- Dijo con seriedad- Tu no cocinas.

...

¿Qué?

-¿¡P-pero porqué?!- Pregunto enojado, él tambien quería prepararle el desayuno a Leorio.

-¡Porque quiero vivir un poco más si se me es permitido!

-¡Leorio!, eres un grosero, yo igual quiero cocinar y...y hacerte el desayuno a veces, y también cuando vengan tus amigos, yo quiero hacer la comida...¿¡Porque no me dejas!?- Pregunto triste el rubio.

-Vale, vale, tampoco te pongas así- Lo calmo el mayor- Mira, si quieres, te enseño a cocinar, ¿Vale?, y mientras aprendes puedes AYUDARME a hacer las comidas, pero de ahí en más...solo Killua aguanta tus venenos.

Kurapika avergonzado y enojado, se propuso a comer en silencio, dando pequeños vistazos al moreno que comía con tranquilidad mientras observaba su celular.

-¿Q-qué tanto lees?- Pregunto por fin el Kurta, después de unos largos 10 minutos de estar viendo como Leorio se la pasaba en el celular.

-Estaba viendo fechas- Explico sonriente- En una semana estare completa y oficialmente en vacaciones de invierno, y pues quería ver si podían venir nuestro queridos Gon y Killua.

Una sonrisa se hizo presente en la cara del Kurta, cosa que no fue desapercibida por Leorio.

-¿En serio?, espero que si puedan venir- Dijo sonriente recordando esos lindos días que paso con sus 3 mejores amigos, y no podía esperar a revivir esos días.

-Seguro que sí, antes han podido venir, no debería haber problema ahorita.

-¿Antes?- Pregunto Kurapika, ¿Habían tenido reuniones antes?

-Ah, tu no estabas, siempre que llamaba estabas en tus...eh...¿Misiones?, Y estabas ocupado, pero hemos tenido algunas cuantas reuniones desde que encadenaste a Kuroro.

-Ah...- Kurapika no quería responder, era cierto que estaba ocupado, pero igual cegado por la venganza...sino, jamás le diría que no a alguno de sus compañeros...mucho menos a Leorio.

-Venga no te desanimes, ¡Esta vez vas a estar con nosotros todo el día!, yo los vi hace unas semanas, así que para mi no han de haber cambiado tanto, pero seguro que tu te sorprendes.

-¿Tanto han crecido?- Pregunto Kurapika intrigado.

-Pues no es como si hayan crecido mucho, pero anda que han madurado un poco, aunque siguen siendo igual de molestos- Dijo, y escuchando un sonido proviniente de su celular, aparto la mirada.

-¿Hola, Leorio?- Se escucho tras el celular.

-¡Gon, que bien que llamas!- Contesto el mayor de los cuatro con felicidad.

-¿Qué sucede ahora, vejete?- Se escucho la voz de otro niño detrás de Gon.

-¡Eh, que no estoy viejo!- Regaño el mayor- Pero vale, ¿Estan disponibles la proxima semana?-Leorio aparto el celular al escuchar los gritos de Gon.

Y decidio poner el altavoz.

-¿¡Estas libre!?- Pregunto el más joven de los 4- ¡Genial, por supuesto que estamos libres!...eh...¿Estamos libre, Killua?- Se pudo escuchar un gran suspiro de parte del compañero.

-Si, Gon, Estamos libres.

-Excelente, entonces el próximo sabado en mi departamento, y por cierto, les tengo una sorpresa un tanto especial- Tomo a Kurapika de los hombros y lo atrajo al celular- Saluda- Le susurro.

-H-hola- El celular casi se rompe al escuchar los gritos de emoción no solo de Gon, pero también de Killua.

-¿¡Kurapika!?- Pregunto Gon emocionado- ¿Has terminado ya con tu misión?

-Así es- Respondió el Kurta sonriente- Y fue todo un exito.

-Me alegro por tí, Kurapika- Felicito Killua- Gon y yo tenemos que irnos ya, el entrenamiento es apunto de empezar, ¡Nos vemos el sabado!

Colgo Killua.

-Muy bien- Leorio guardo su celular y recogió los platos.

-¡Oh no!- Dijo decidido Kurapika- ¡Al menos sé que puedo lavar platos!

Y asi, Kurapika se gano su puesto en la cocina...en el lavaplatos.