Un nuevo fic, pero este es muy diferente a los tres que he hecho, éste fic es D. OdF lo que significa que es Después de la Orden del Fénix, un libro que a mi parecer estuvo genial y que, aunque mataron a nuestro adorado Sirius (buaaaaaaaaaaaaa), me pareció muy digno de nuestra admirada Jo Rowling; pasando a lo del fic, es el primer fic que voy a dividir en capítulos, un reto para mí pues siempre tengo varias ideas al principio y después se me acaban pero bueno, intentando se mejora y en cuanto a la trama sólo les diré que éste narra el reencuentro de nuestros adorados protagonistas después de varios años de tomar caminos separados.

Dedico éste fic a mi mejor amiga por la red, a la loca de Karen, tal vez no le gusten las mismas parejas que a mi pero su amistad vale tanto que me ayuda a suprimir por un rato mi Harry/Ginny Fobia; éste fic es para ti amiga.

CAPÍTULO 1: EL REENCUENTRO.

            *Ocho años han pasado, ocho largos y... bueno, podría decirse que han sido insignificantes, nada que ponga de cabeza mi vida ha pasado y aunque sé que ha sido un error he vivido en el pasado durante todo éste tiempo; aún vivo de los recuerdos de mi infancia y mi adolescencia, al menos los que pasé en Hogwarts, no he hecho nuevos amigos y en realidad no estoy interesado en hacerlo, he dejado de lado la carrera de auror que tanto me costó lograr para entrar al equipo de Quidittch de Inglaterra y ni siquiera esto me emociona como alguna vez lo llegué a pensar, mi vida no está en decadencia, no, sólo está estancada, tal vez esto no sea mejor pero por el momento es lo único que tengo.*

            Harry detuvo sus pensamientos de repente al notar que el ferrocarril había detenido su paso, bajó de su compartimiento exclusivo y al sentir un calor casi asfixiante se dio cuenta de que ahí se encontraba, en el lugar en el que la mayoría de los magos soñaban estar, Ignihood, una ciudad cerca del mar que sólo puede ser vista por magos y brujas, y que tiene la fama de ser ''exclusiva''aunque en realidad se podría llamar discriminatoria puesto que sólo dejan pasar a las personas más famosas en el mundo mágico, a Harry le sorprendió que le llegará una invitación a la puerta de su casa pero en realidad no era ninguna sorpresa que el jugador más reconocido de Inglaterra que llevó a su equipo a ganar el campeonato mundial fuera invitado. Salió del área de descenso poniéndose unos lentes oscuros y desordenando su cabello para ocultar su legendaria cicatriz entrando al área en la que se confirmaba la reservación del hospedaje, al llegar tocó la campanilla y un mago de cabello rubio con muy buen porte lo saludó de la manera más cordial.

- Buenos días señor, ¿puedo servirle en algo?

- Si, quiero saber cual es la habitación que tengo reservada para éste fin de semana.

- ¿A nombre de quien está hecha la reservación señor?

- Potter, Harry Potter

- ¡¿HARRY POTTER?! ¿EL GRAN HARRY POTTER, EL NIÑO QUE VIVIÓ, EL NIÑO QUE VENCIÓ A QUIEN USTED SABE, EL HARRY POTTER QUE

- ¡SI! Y le agradecería que bajara la voz y me dijera de una vez cual es mi maldito cuarto - dijo Harry en un tono tan alto como el que el mago de la recepción había comenzado antes de que Harry lo interrumpiera

- Por supuesto, lo siento, me dejé llevar señor, su cuarto es el numero 17 señor, una de nuestras mejores suites, si gusta que nuestro botones lo guíe

- No, así está bien, quiero darle un vistazo a las instalaciones primero

- Claro que si señor, siéntase como en su casa y no se preocupe por su equipaje, cuando llegue a su cuarto ya estará ahí

- Gracias

- Con mucho gusto

Harry salió rápidamente de la recepción agradeciendo que todos los que viajaron en el mismo tren que él no estaban cerca cuando el recepcionista armó ese escándalo, aligerando el paso un poco se dedicó a observar el hotel, era sumamente hermoso, se encontraba simplemente en el pasillo que conducía al interior del hotel pero el resplandor que las paredes de color verde brillante adornadas con finos detalles en un metal de color azul producían en él una admiración que desde que llegó a Hogwarts por primera vez no sentía, al terminar el pasillo se encontraba una hermosa fuente circular de la que salían durante ciertos periodos de tiempo varias líneas de aguas de diferentes colores formando figuras esplendidas, al lado derecho de la fuente había otro pasillo en el que un letrero indicaba se encontraban las habitaciones, a la izquierda estaba el restaurante y bar, la cancha de Quidittch, un salón de usos múltiples, una tienda de souvenir , un pequeño hospital y una librería; justo enfrente de la fuente se encontraba el pasillo que conducía a la piscina, Harry decidió ir a ver que tal estaba para darse un buen chapuzón después, pasando el pasillo ricamente adornado como el anterior se sorprendió al ver una alberca de proporciones estratosféricas, se acercó y distinguió varias divisiones que tenían ciertos letreros en los que se podían leer el nombre de varias especies marinas, en algunas se encontraban delfines, tiburones, tortugas, estrellas de mar y ballenas pero también había una gran cantidad de criaturas mágicas en las que sobresalían las sirenas, los tritones y los calamares gigantes. Todo era maravilloso pero cuando a Harry se le ocurrió levantar la vista se asombró aún más al ver que había grandes masas de agua flotando encima de su cabeza, ahí pudo distinguir a dos figuras  que seguramente se encontraban nadando, decidió buscar la manera de subir y como si le hubiesen leído el pensamiento un montón de algas entretejidas en forma de estrella se colocaron a su lado, con un poco de desconfianza Harry se subió a su transporte el cual comenzó a elevarse hasta donde la alberca flotante estaba, se bajó con mucho cuidado y descubrió que esa alberca era como la de abajo excepto por el hecho de que no tenía ningún tipo de criatura adentro, en realidad era muy parecido a la playa pero sin las olas; al recordar por que había subido se dedicó a buscar a las figuras que habían llamado su atención, caminó un poco y al llegar a un bello lugar en donde había una pequeña cascada se detuvo repentinamente, vio la silueta de una mujer, una mujer muy bella pero de la cual no se distinguía ninguna característica por la cual la pudiera reconocer, se acercó un poco más y a sus oídos llegó un sonido en extremo melódico, era la voz de la mujer de la cascada, Harry se estremeció, esa voz era tan familiar pero, pero era muy difícil recordar a la dueña exacta de esa voz, se acercó mucho más y al estar muy cerca de la cascada seguía intrigado con esa mujer, su curiosidad era tan intensa que no le importó mojar toda la ropa que traía puesta (además con un simple hechizo podía secarse), se acercó aún más y decidió hacer un rápido movimiento tomando de la cintura a la joven mujer, la reacción de la susodicha fue inmediata, volteó violentamente con la mano en el aire dispuesta a golpearlo por el atrevimiento, pero algo la detuvo, ella conocía a Harry y él la conocía a ella a la perfección, al menos durante siete años fue así; la sensación de familiaridad que la mujer provocaba en Harry era perfectamente comprensible, había compartido con ella gran parte de su adolescencia y su infancia, era de la persona que tenía más gratos recuerdos y de la que seguía teniendo sentimientos. La ahora adulta Hermione cambió radicalmente su expresión de sorpresa por una enorme sonrisa y se abalanzó contra Harry dándole un fuerte abrazo y un sonoro beso en la mejilla.

- ¡Harry! Eres tú, en verdad eres tú, jamás pensé que nos encontraríamos aquí

- Herm, me alegra tanto verte de nuevo, hace mucho tiempo que no platico con alguien de Hogwarts

- ¿Acaso sólo soy alguien de Hogwarts para ti?- preguntó Hermione con ojos de perro abandonado

- Claro que no Herm, sabes que tu eres alguien especial para mi, alguien muy especial

- Claro que lo se tontito, estoy tan feliz de verte de nuevo Harry, cada día recuerdo los días en Hogwarts y estoy a punto de mandarte una lechuza pero después algo del trabajo me entretiene y decido dejarlo para otro día

- Y ese día no ha llegado en ocho años ¿cierto?

- Pues, bueno, tu tampoco te has comunicado conmigo ¿o si?

- Es que yo, lo que pasa es que no estaba, no estaba listo para hablar del pasado Herm, siempre lo recuerdo y podría decirse que vivo en él pero, nunca lo afronto, tú sabes, tú y yo, tú y Ron, las complicaciones y las peleas, todo es algo difícil de confrontar

- Harry, yo, yo no sé que decirte, todos estos años alejados de todos han sido muy buenos pero simplemente he estado huyendo, huyendo de lo mismo que tú, hasta ahora no he sabido confrontar mi pasado y...

- No te preocupes Herm, se que algún día podremos hablar de todo tranquilamente pero por ahora a disfrutar de éste lugar

- Está bien Harry, por cierto, felicidades por lo del campeonato, ya se que todos pronosticaban su triunfo pero de todas formas muchas felicidades

- Gracias, y, bueno, ¿tu que haces aquí?

- Pues, disfrutando de unas vacaciones muy merecidas, al menos eso creo yo

- Estoy seguro de que así es, ¿viniste sola?

- ¿Checando si salgo con alguien señor Potter?

- Bueno, pues si no te he visto en años al menos quiero saber algo de tu vida

- Si claro, pues para tu información no vine sola

- ¿A no? - al escuchar esto último su expresión cambió radicalmente de una hermosa sonrisa a un gesto entre tristeza y tal vez enojo

- Nop, vengo con una muy buena amiga

- Ahhhh - dijo el chico de cabello azabache en un claro tono de alivio - ¿y como se llama? ¿trabaja contigo?

- Pues si, trabaja en el Profeta conmigo y tú también la conoces

-¿Yo? ¿y por que lo aseguras?

- En cuanto la veas me darás la razón, sígueme

            Harry obedeció a su amiga caminando junto a ella por la orilla de la alberca hasta llegar a donde él sabía que había visto la otra figura desde abajo, al estar un poco cerca notó que era una mujer con cabello rubio sentada placidamente en una parte baja de la piscina, cuando Hermione se acercó a la mujer Harry todavía no tenía la mas mínima idea de quien era pero al voltear la reconoció al instante, se trataba nada menos que de Luna Lovegood.

- ¿Luna? ¿Qué haces aquí?

- ¡Harry! Que milagro verte, tiene años que no veo esos ojos verdes

- Lo mismo digo Lu, no sabía que trabajabas con Herm

- Pues ya lo ves, la vida da sorpresas, además, no iba a seguir con el periódico de mi padre después de que él murió y me pidió que abandonara algo sin futuro

- Lo siento Lu, no sabía lo de tu padre

- No hay cuidado Harry, él sigue conmigo

- Si, se a lo que te refieres…

- Bueno, que tal si vamos a cambiarnos y nos ponemos al día, ocho años son mucho tiempo y creo que nos tomará más de una tarde – propuso la chica de los ojos marrones

- Claro que si Herm – bajaron de la alberca y entraron al hotel, Harry se sentó en la orilla de la fuente – las esperó aquí, pero no se tarden, eh HERM

- No Harry… sigue igual de impaciente Dios mío – trató de susurrar a Luna

- Te oí Hermione -  la joven sólo soltó una leve carcajada y apresuró el paso hacia su habitación.

            Harry sintió en ese momento algo que no había sentido en mucho tiempo, sintió un calor adentro, era verdad que Herm y él tuvieron algunos problemas y que nunca llegaron a resolverlos pero el sólo ver su sonrisa de nuevo le produjo una sensación que no sentía en años; tal vez estaba siendo un poco injusto con Luna por no alegrarse tanto de su reencuentro pero, aunque fue una excelente amiga por dos años no se comparaba con los siete años que él y Hermione habían compartido, ese lazo que mantenía con ella era único y a decir verdad no era solamente un lazo de amistad, aunque él no lo quería reconocer seguía teniendo fuertes sentimientos hacía su amiga de la infancia, era algo tan confuso como hace nueve años que lo descubrió pero bueno… tenía que pensar en otra cosa que no fuera su pasado ya que al fin su pasado también era parte de su presente al estar Herm y Luna con él.

            El chico de los ojos verdes seguía pensando y recordando cosas hasta que de repente una persona que pasaba rápidamente lo distrajo, le pareció ver a un hombre de cabello rojo y una nariz singular pero conocida, pensó que su mente al ver de nuevo a sus amigas lo estaba engañando y mostraba imágenes de más gente de su pasado pero al ver seguido ese hombre por una mujer de cabellos igualmente llamativos y otro hombre rubio supo de inmediato que no era una ilusión, por más increíble que eso pudiera parecer, enfrente de él habían pasado las otras tres personas de las que se estaba acordando en ese preciso momento.

Bueno, eso es todo por ahora, en realidad paré aquí por que no sabía que más poner, ando un poco corta de inspiración, pero bueno… algún día llegará, al menos eso espero; por ahora espero que a alguien le haya gustado el principio, se que no es mucho y que tiene mucho de interesante pero tenía que sacarme la idea de éste fic por que mi subconsciente ya me estaba matando. Un aviso, a todos los amantes de la pareja Ginny y Draco los invito a que se unan a un grupo que acabo de abrir que se llama "Hate?... I don't think so" la dirección está en mi BIO.

Espero recibir muchos reviews para poder seguir con esto, o muchos que digan lo contrario, como sea espero recibir reviews.

ATT:

                                               ARIZ