Beatrice tiene sueños extraños que la involucran en situaciones muy prometedoras con Wirt, pero, tiene un mal presentimiento, sabe que él y Greg están donde pertenecen, ¿acaso el no logro regresar? ¿Qué paso con la bestia? ¿Qué tal si la bestia tomo el cuerpo de Wirt y ahora es el, el que vaga por el bosque? Su obsesión por encontrarlo la llevaran a un peligro latente, pero sabe que tiene una nueva aventura de por medio, donde no solo descubrirá lo que el AMOR puede llegar a hacer, sino que también liberara una pasión desenfrenada y vera que el amor: para bien es hermoso, y para mal es el más vil veneno… No apto para menores de 15
Obsesiones
"El amor es el sentimiento más puro que puede haber, el más hermoso y más poderoso que puede romper barreras y hacer lo imposible posible… pero ¿Qué pasa cuando alguien lo utiliza solo para su beneficio? El amor se vuelve oscuro, puede llegar a ser perverso, efímero y ser el veneno más vil y mortífero de todos"
Capitulo uno
Una joven pelirroja se había perdido en el bosque, corría y corría pero no lograba hallar la salida, la noche estaba a punto de caer cuando de la nada, tropezó con las inmensas raíces de un árbol que pronto comenzó a enredarse entre sus piernas parando justo en las rodillas. Con sus manos intento por todos lados quitarse aquellas raíces, pero era inútil por más que forcejeaba sus intentos eran inútiles. Pronto escucho una tétrica voz que le puso los pelos de punta.
-hola ¿Quién anda ahí?- dijo aterrorizada la joven, pero no consiguió respuesta –por favor si es alguien ayuda, te lo suplico- al decir eso noto como las raíces comenzaron a subir, intentando a toda costa deshacerse de ellas, pero seguía siendo inútil, se estaban incrustando en la piel como si ellas quisieran arrebatarles las piernas y suplantarlas con las raíces. La noche por fin estaba comenzando, no había nadie en aquel lugar, su temor se hacía cada vez más grande, pronto algunos animales carnívoros saldrían de caza y ella sería una presa fácil, en eso vio a lo lejos caminar a alguien con una linterna, la luz era tenue por lo que no distinguía a la figura.
-por favor, ¡te lo suplico! ¡Ven a ayudarme!- aquella figura corrió entre los árboles para ayudar a la joven que poco a poco se inmovilizaba con las raíces. La joven pensó aliviada que pronto seria rescatada… error pronto noto como aquella figura se iba aclarando, la figura correspondía a un joven, maso menos de su edad, pero de repente aquella figura paro, ya no se acercaba hacia ella, ahora las raíces arrastraban a la joven muchacha hacia aquel extraño, de pronto cubrieron toda la parte de sus piernas, le llegaban hasta la cintura
-por favor, te lo suplico, ayúdame- dijo ya con lágrimas en la cara, las raíces apretaban con fuerza sus piernas, que un dolor punzante fue lo único que sentía.
Aquel joven dejo la lámpara en el suelo se acercó aquella pelirroja y con sus manos en empezó a quitar las raíces, en cuanto a ella estaba finalmente agradecida, pero pronto su sonrisa cambio al ver el rostro familiar de aquel joven
-no, es imposible, tu no, NO, TU ESTAS LEJOS, TU NO-
-hola Beatrice- dijo aquel joven cuya mirada vacía yacía en los ojos de aquella chica, pronto sus brazos comenzaron a entrelazarse en la espalda de ella -¿sorprendida de verme cariño?- dijo de forma seductora y a la vez burlona.
Beatrice se quedó atónita a pesar de estar en el suelo podía ver claramente aquel rostro -¿pero tu estas?-
-no mi querida ave, aquí estoy dispuesto a cumplir con mi destino- dijo aquel joven quien seguía sujetando a Beatrice
-¿Qué destino?- dijo mientras se aterraba cada vez más
-uno muy especial- dijo mientras sus labios comenzaban a tocar su suave y cálido cuello
-n… no por fa… favor, detente Wirt-
-wirt detente te lo suplico, detente, detente Wirt…. Aaaaahhh-
Aquella pelirroja despertó jadeante y alterada, estaba en su cuarto a mitad de la noche –otra vez ese sueño- dijo para sí misma, -no puedo creer que siga soñando lo mismo ¿Qué clase de tortura es esta?- dijo ella mientras se cubría de nuevo con su manta –él se ha ido, no pudo haberse quedado- las lágrimas comenzaron a caer sobre su almohada ¿Y si tal vez él no lo logro? ¿Y si el sigue aquí? ¿Qué tal si la bestia?... no, no, no, NO, él está bien, él está en su casa, él está con Greg, la bestia desapareció, ella lo vio con sus propios ojos, ella estuvo presente, ella lo vivió. Sus pensamientos se giraban en torno a eso que no diviso que la madrugada estaba en su máximo esplendor.
-yo sé que él está bien- se dijo para sí misma –yo sé que estas bien Wirt- dijo ella mientras trataba de conciliar el sueño…
A la mañana siguiente, la madre de Beatrice llamo a cada uno de sus hijos, para el desayuno –Elizabeth, Andrew, Cándense, Beatrice, David, Elías, Henry, Harry y Catherine… a desayunar-
-querida tienes una memoria formidable- dijo el padre de Beatrice que traía leña para la chimenea, era invierno por lo que el frio azotaría la casa si no ponían suficiente calefacción.
Beatrice seguía dormida una mala noche hizo que se olvidara de levantarse temprano, como era de costumbre en aquella familia, los rayos del sol azotaban la habitación de aquella joven, pero aún le costaba abrir los ojos.
-uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho… ¿Dónde está Beatrice?-
-dormida seguramente- contesto su hermana mayor
-esa holgazana, iré por ella-
La madre subió directo al cuarto de su hija, estaba a punto de tocar, cuando escucho ruidos extraños, proveniente de la alcoba de su hija estaba a punto de girar la manija cuando volvió escuchar como su hija balbuceaba
-no, te lo suplico, basta, por favor no me…-
-Beatrice, querida levántate que hoy es un día nuevo- la voz de su madre no hizo efecto sobre ella, hasta que poso su mano tratando de despertarla –hija levante-
-NO WIRT- despertó de un solo golpe jadeante, temerosa y confundida -¿ma… mama? ¿Dónde estoy?-
-estas en casa, hay mi pequeña, tuviste una pesadilla- dijo mientras se acercaba abrazar a su pequeña –vístete que ya estamos en la mesa con el desayuno-
-si mama, solo fue un sueño-
-por cierto ¿Quién es wirt?-
Beatrice quedo paralizada al escuchar ese nombre, realmente esos sueños la estaban volviendo loca, llevaba alrededor de mes soñando con eso.
-Wirt es el joven del que te platique madre-
-valla, valla, valla ¿y qué sucede con ese jovencito?-
-sueño que él está en el bosque… pero es imposible el regreso, adonde pertenece- dijo mientras unas cuantas lagrimas comenzaron a caer
-tranquila mi niña, fue solo un sueño, anda vístete y baja a desayunar- dijo mientras abrazaba a su retoño –prepare tierra- con una sonrisa la madre de Beatrice salió del cuarto, dejándola sola
-mama, ya no le llames tierra-
Aun su mirada en sus pensamientos Beatrice miraba el techo, los rayos del sol se colaban por su habitación, debía darse la idea de que su madre tenía razón y ella solo tenía sueños espantosos.
Se alisto lo más rápido que pudo, bajo corriendo al comedor, donde la mayoría de su familia estaba desayunando, avena caliente endulzada con miel, panecillos de trigo recién hechos, leche cliente y café, era lo que el olfato de la joven pudo divisar.
-valla hasta que al fin te apareces- dijo su hermano mayor Andrew
-cállate-
Tomo asiento y comenzó a desayunar, el padre dio indicaciones a cada uno de sus hijos, el invierno estaba cerca y debían prepararse, estaban a una semana de las terribles nevadas y en ese tiempo sobrevivir era lo importante.
-para comer hare patas con…-
-¿con melaza?- dijo Beatrice interrumpiendo a su madre
-¿Qué?-
Sus demás hermanos rieron por tal cosa, lo cual hizo que la joven pelirroja se sonrojara por la vergüenza, que tenia, se había acordado del pequeño Greg, al cual también extrañaba mucho, pero ahora él se encontraba a donde pertenecía ¿Cómo estarán aquellos dos niños? Ya había pasado un año desde que se fueron, ella deseaba ir con alguien que pudiera ayudarla, pero el temor abundaba, ahora ya no era un ave al cual podía ir y venir ahora tenía que permanecer con su familia… y ellos con la suya.
La mañana pasó y ella estaba en el patio trasero levantando las hojas sueltas de los árboles, su padre le había ordenado hacerlo y ponerlas en el granero para mantener calientes a los animales, pero a pesar de todo el trabajo duro ella seguía sumida en sus pensamientos recordando a aquellos dos chicos: sus niños, cada una de sus aventuras y como se comportaba con cada uno de ellos, un viento helado acaricio su mejilla al recordar a Wirt. Se sintió observada por un momento y llevo su mirada a los inicios del bosque que tenía por detrás, negó con la cabeza y comenzó su trabajo normal.
-Beatrice- Ella paro de inmediato pareció que escucho a alguien susurrar su nombre, la cual se perdió en el viento –"debo estar volviéndome loca"- pensó ella antes de volver a su tarea, volvió a escuchar pero esta vez, era como si el sonido proviniera del bosque, era medio día y la temperatura comenzó a bajar, la cual hizo que ella se metiera rápidamente a la casa.
-ya termine- dijo la chica mientras veía a su madre y a sus dos hermanas mayores pelando las patatas y preparando lo demás platillos para la comida.
-muy bien jovencita, ahora lávate las manos y ven ayudar- dijo su madre mientras veía como su hija se dirigía al cuarto del baño.
Parte de la mañana pasó y parte de la tarde también, ahora Beatrice se preparaba para dormir de nuevo, a soñar de nuevo con aquel chico: con su chico. Negó rápidamente la cabeza, él estaba en su hogar, con Greg y su rana, con su familia… con su SARA
-¿qué haces Bea? Él está adonde perteneces y tú estás a donde perteneces- se regañó para sí misma aquella joven, quien terminaba de ponerse el camisón para dormir plácidamente…
Cayendo en los brazos de Morfeo, escucho como alguien le susurraba "duerme bien". Volviéndose adentrar en aquel bosque Beatrice se encontraba caminando sin dirección solo ella, llevaba puesto su camisón para dormir, era extraño, pero el frio del bosque no podía sentirlo, estaba perdida, cuando sintió como alguien la abrazaba por detrás
-wirt ¿eres tú?-
Aquella cosa que la abrazaba pronto la giro para hacerla ver su rostro, en efecto era el, pero sus ojos, aquellos orbes no eran su mirada castaña de siempre, eran unos ojos hipnóticos llenos de pasión y de ira a la vez, hicieron estremecer a la chica.
-wirt ¿Por qué me haces esto?-
Aquel chico solo bajo la mirada no comprendía
-¿wirt?... ¿Por qué?... ¿Por qué estas apareciendo?... ¿Estás aquí?... Respóndeme-
Pronto la mirada de la joven Beatrice cambio de una histérica a una muy asustada, de la cabeza del joven salían ramas como si fueran cuernos, tal como la bestia, sus manos que seguían abrazando a la chica se sintieron como ramas que se aferraban a ella, su mirada castaña ahora tenían el mismo color de la bestia, se volvió vacía. Beatrice se quedó aterrada al ver como Wirt se convertía ahora en la bestia, pero no exactamente, aún mantenía su físico de wirt.
-Beatrice, mi dulce ángel- dijo aquel joven mientras recargaba su cabeza con la de ella, parecía que ambos se fundirían en un beso, la cual hacía sentir a Beatrice más aterrada pronto, noto como sus pies descalzos comenzaban a salirle raíces, haciendo que ella no se pudiera mover, Wirt le dio un beso en la frente para intentar calmar a aquella chica, ella no comprendió que le pasaba, hasta que por fin sus labios con los de él se rosaron, haciendo un momento inolvidable.
Cuando por fin se apartó de su rostro Beatrice se quedó impresionada y confundida.
-¿wirt?-
Aquel joven viéndola mostro su sonrisa aquella joven, quien seguía atónita y confundida. Volvió a besarla una vez más pero esta vez con una fuerza que demostraba pasión, los sentidos de Beatrice se paralizaron sus sentimientos estaban desbordándose, realmente estaba disfrutando aquella situación, sin importar que las ramas y las raíces estuvieran creciendo en su cuerpo, aprisionándola cada vez más contra el cuerpo del joven.
Cuando por fin termino el beso, abrió los ojos, descubriendo una vez más que solo fue un sueño. Su corazón latía acelerado, todo parecía tan real. Se acercó a la ventana para observar el bosque –wirt- dijo mientras se tocaba los labios, realmente lo había disfrutado… pero ahora tenía que saberlo si el de alguna manera se estuviera comunicando con ella, por medio de sus sueños, regreso a la cama, se sentó y comenzó a visualizar de nuevo el sueño, lo que le preocupa era que el ahora fuera la bestia –es imposible- dijo para volver a dormir mientras seguía acariciándose la boca, mientras seguía saboreando el dulce sabor que le dejo aquel sueño…
Continuara
Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta nueva historia que escribí la verdad tenía dándome vueltas la cabeza desde hace una semanas, temo decirles que no será muy larga, pero tratare de actualizarla lo más pronto posible, pos data posiblemente habla un Lemon posiblemente…
Espero leer sus quejas, comentarios y mensajes. Cualquier duda puede enviarme inbox o comentarios
Dunk Mell fuera
