Love Live no me pertenece, los personajes son propiedad de Sakurako Kimino, ASCII Media Works, el sello discográfico Lantis, y el estudio de animación Sunrise.

3, 2, 1 ¡ACCIÓN!

Toma 1.


Una película. Su libro más famoso, el que más amaba, sería adaptado a una película.

Aún no podía creerlo, todo había sido tan sorpresivo que apenas podía repasar las palabras de su editor cuando le dio la increíble noticia. Y eso había sido apenas hace dos meses, desde entonces su rutina usualmente tranquila, se convirtió en un ir y venir de personas, firmas y noches de desvelos convirtiendo la historia en un digno guión para ser llevado a la pantalla grande. Porque nadie mejor que ella podría conducir lo que tanto le costó escribir.

Aunque seguía pareciendo un sueño.

Trabajó tanto en cada palabra, cada frase y cada personaje, especialmente en la protagonista. Dejó el alma en cada escena, su corazón había sido plasmado, parte de sus arrepentimientos en la historia. Para ella, el que le gustara a tantas personas y fuera su despegue a una fama creciente, era tan perfecto. El libro era su obra maestra, aunque había escrito muchos más después, ése era el que contenía los sentimientos que dejó atrás.

Nunca pensó que alguien se interesara en rescatarlo y traerlo a la vida.

Al principio, dudó en ceder los derechos, pensó que una película no podría hacer justicia a lo que había creado, su imaginación era lo único que tenía cuando necesitaba escapar de los recuerdos y en parte, ella temía que alguien pudiera ver más allá de la vida que tanto le costó ocultar. Pero cuando los rumores comenzaron en internet, y notó la cantidad de fans que apoyaban la idea y esperaban ver el proyecto realizado, supo que el libro no le pertenecía sólo a ella. Al final, fueron esos desconocidos los que la hicieron saltar de una escritora novata, a un ídolo reconocido. Esta película la merecían ellos.

Y ahí estaba, ojerosa pero satisfecha, tomando un poco de té, escuchando los comentarios de la productora sentado a su lado y también de la directora, sobre algunos de los prospectos que le fueron recomendados para interpretar a la protagonista. Ambas mujeres eran competentes, disciplinadas y apuntaban a hacer el mayor éxito de la historia, Eli Ayase y Toujo Nozomi tenían una fama que las precedía, todas sus películas siempre rompieron taquillas tanto en Japón como en el extranjero, cosechando premios en los Blue Ribbon Awards, Hochi Film Award y los Awards of the Japanese Academy, incluso con nominaciones al Óscar que lamentablemente no ganaron. Según ellas, esta película sería la que les daría el tan ansiado premio.

Por ello, la producción era de alto presupuesto, Umi sabía lo crucial que era elegir a la persona perfecta para el papel, aquella que pudiera interpretar a la chica que creó con tanta energía que no hiciera sentir decepcionados ni a los fans, ni a ella misma. No sólo eso, la persona elegida… debería ser un poco como ella. La chica en quien se inspiró.

Era estúpido, lo sabía. No podía esperar encontrar a alguien que la reemplazara, Maki se lo había dicho incontables veces; tenía que olvidarla, dejar atrás los amargos recuerdos.

—Bueno, creo que ya es hora y por lo que Rin ha informado, las aspirantes están completas, ¿deberíamos comenzar? ¿Sonoda-san? —Nozomi miró a cada lado, poniendo especial atención en ella.

—Por supuesto —asintió, dejando la taza semivacía de té en el pequeño escritorio. Tomó en sus manos el guión y buscó la escena que se interpretaría. Ella lo había elegido personalmente, así como había insistido en ser parte del casting. No permitiría que su personaje fuera arruinado.

—Excelente, esperemos encontrar a la indicada pronto, aún quedan muchos personajes por buscar —Eli hizo lo mismo, acomodando su propio juego de copias.

Un asentimiento de Nozomi hacia la castaña de lentes en la puerta, fue todo lo necesario para que la primera persona entrara.

Decir que estaba decepcionada era poco, no es que las chicas que se presentaron frente a ella no fueran capaces de hacer la escena o interpretar los diálogos, lo hacían bastante bien y la mayoría ya tenía una renombre detrás, es sólo que… Umi sentía que les faltaba algo. Una chispa en sus ojos, una energía que las hiciera especiales. No había nada de eso, ninguna lo tenía. Todas eran lindas y se metían en el papel, pero les faltaba un algo que no podía explicar. Se sentía frustrada por no entender lo que estaba buscando.

Alrededor de dos horas después, apenas quedaban un par y ninguna de las otras le era suficiente, ¿era ella demasiado estricta tal vez?

—Tranquila, suele suceder. Después de todo, es tu historia y eres a la primera que debe gustarle quién se haga cargo de tu protagonista —Nozomi la intentó consolar, después de ver como el estrés se hacía cargo de su mente.

—Lo siento, juro que no es mi intención postergarlo demasiado.

—No es necesario que te disculpes, aún podemos hacer un segundo casting —Eli propuso, mientras miraba la lista de chicas que aún faltaban, de pronto, su mirada se iluminó cuando sus ojos azules se posaron en uno en especial—, o… podría ser mucho más pronto. Creo que la siguiente podría ser la indicada.

Umi no sabía sobre quién se refería, había sido muy específica al decir que no quería saber el nombre de las candidatas, para evitar algún juicio prematuro. A ella no le importaba su fama, sino quién podría llevar una carga tan grande como la chica de la historia.

Por eso, definitivamente nunca esperó que esa persona, fuera la siguiente en entrar.

—Soy Kousaka Honoka, es un placer estar aquí y, ¡espero ser lo que buscan!

.

.


No había ningún error. Ella estaba ahí, a unos metros de distancia. Era diferente a como la recordaba, un poco más alta, con facciones endurecidas y su cabello jengibre más largo, sin la coleta infantil de sus viejos años. Su voz era igual de enérgica, tal vez un poco más madura debido a la edad, sus ojos azules eran el reflejo mismo del cielo, grandes, expresivos, como un par de soles eclipsando el lugar. Umi podía ver la energía y esperanza brotar de ella. Fue una visión dolorosa.

Quería irse de ahí, correr tan lejos como pudiera. No estaba lista para esto, no estaba preparada para escucharla después de siete años de ausencia.

—Puedes empezar cuando quieras.

Entonces pasó, ella la miró y Umi sintió que su corazón caía en picada. Podía esperar cualquier cosa, una mirada de odio, de enojo o de resentimiento, pero no hubo nada de eso, en los segundos en que sus ojos se encontraron, Honoka sonrió, tan cálido y amorosa que hizo más grande su angustia. Quería llorar.

Se tragó sus emociones, puso su mejor cara de indiferencia y regresó a mirar las líneas que conocía de memoria.

Honoka no debía de estar ahí.

Su voz comenzó a recitar las palabras, sólo cuando la escuchó, Umi levantó la vista sabiendo que estaría concentrada en lo que debía interpretar.

Fue impactante, arrollador. No estaba segura siquiera de cómo estaba respirando. Era ella, su protagonista viva. Honoka hizo suyo el papel, se convirtió en apenas segundos, sus gestos, su ira, su risa, su dolor.

«El mundo no es tan simple como crees, aún si te vas, no cambiará en nada mi decisión. Voy a morir por ti... y no puedes detenerme»

El aplauso de Eli y Nozomi hicieron eco en la habitación.

—¡Ha sido espléndido, muchas gracias! —Las dos mujeres estaban satisfechas y encantadas con la expresividad de la chica, algo que las otras no habían mostrado.

Honoka hizo una reverencia agradeciendo la atención con una risa boba que enmarcaba sus dientes blancos. Sus orbes azules la encontraron otra vez, con una expresión de añoranza que le hizo retorcer las entrañas.

Pronto, dejó la habitación suspirando de alivio, o al menos eso creyó Umi. Su mirada no la abandonó en ningún momento, captando una silueta más baja saltando hacia ella cuando la puerta se cerró.

—¡Eso fue increíble! —clamó Nozomi, recostándose en el respaldo de su asiento.

—La mejor hasta ahora —Eli confirmó, escribiendo algo sobre la hoja con el nombre. Después, la miró, siendo consciente de su silencio—, ¿qué te pareció Sonoda-san? Ya sé lo que pensarás, que es una novata cuando dijimos que no necesitábamos eso, pero vamos, su escena fue genial, y es una actriz en ascenso que sólo ha estado en dramas de televisión, este podría ser su despegue y realmente es muy buena.

—Ha tenido buenas críticas y recibimos un par de correos de referencias —Nozomi continuó—, sé que no te importa nada de eso pero personalmente creo que el papel está hecho para ella, ¡me puso la piel de gallina con esa última frase! Dudo encontrar a una mejor Sálikan que la que hizo.

Por supuesto que lograría encarnar al personaje, la creó pensando en ella.

Eli y Nozomi estaban de acuerdo, ¿ella lo estaba? Si decía que sí, tendría que soportar verla por el siguiente año, regresar a esos recuerdos enterrados y enfrentar lo que tanto le costó olvidar. Pero si no lo hacía, si la dejaba ir… ¿cuándo volvería a verla? ¿A saber de su vida y escuchar su risa? Honoka volvería a desaparecer, justo como ella hizo siete años atrás cuando aquello ocurrió.

No sabía cuánto la extrañaba hasta que la vio entrar.

Suspiró, leyendo las líneas de un guión lleno de angustia.

—Es la indicada —dijo, acariciando el papel, tratando de recordar cómo se sentía su piel.

—Muy bien, entonces haré la llamada. Tenemos a nuestra protagonista.

.

.


N/A:

¡Bienvenidos a una nuevo relato que no sé de dónde salió! O bueno, si sé, de la pequeña amargura de mi vida actual (?) En fin, no sé si será corto o será más largo, uno o diez capítulos más, sólo sé que me ha ayudado a no hundir mi poca imaginación y salvar mi corazón que me ha pedido algo de la OTP desde hace años, ¡las amo! El manga es tan asdfghjklñ con ellas, en serio, en serio, las hacen tan cercanas y tan unidas que no veo como separarlas, es taaaan hermoso. Y bueno, hay que llevar su amor por todos lados ¡porque el mundo necesita más HonoUmi! En fin, hasta la ¿próxima?