Hay cosas que ni aún viéndolas uno se las cree. Ese es mi caso. Suelo ser bastante escéptica con todo lo que puedo y con lo que no puedo, también. No me gusta la idea de andar creyendo cosas porque a la larga terminaran por descubrirse a sí mismas como grandes mentiras inventadas en pos de necesidades egoístas.

Bueno, está bien, tal vez suene demasiado psicológico y más que nada negativo, pero no me van a decir que no hay veces que piensan: mira, hasta verlo, no lo creo e incluso ahí, seguir con mis dudas. ¿Ah? No quieran mentirme, no pueden, percibo...percibo su duda...y el café con leche que hicieron los elfos, PERO, eso es aparte.

Se preguntaran ¿A qué se debe tanto monologo? Explica que si no entenderemos ni medio y nos iremos porque aburres.

La verdad sea dicha entonces: James Potter tiene novia. Y no soy yo.

Ajá, si, esa es la cara que quería ver. ¿No es eso extraño? ¿No es acaso la misma persona que juro y perjuro que yo, en mi hermosa existencia (por qué soy lo in de lo in de lo top aun con mis tres kilitos rebeldes y de mas) sería su esposa? O por lo menos, novia.

Pero dirán (por qué yo sé que ustedes saben): ¡te ha estado arrastrando el ala durante años mujer! ¿Qué esperabas? ¿Que se hiciera monje y llorase por tu desprecio?

La idea no es mala si debo admitirlo. Pagaría por verlo, James Potter monje...mmmm.

Pero bueno, a lo que iba.

Tiene novia y no soy yo, esta junto a ella acariciando su largo y sedoso cabello negro. Sus amigos sonríen y hablan, todo al mismo tiempo. Es increíble la capacidad pulmonar que tiene Black para soltar esas risotadas y continuar hablando sandeces. Es como mágico, me animaría a exclamar, pero claro, estamos en Hogwarts, aquí todo es mágico. Momento, tal vez los inodoros no pero, pero (ojo) tengo mis serias dudas sobre ello así que no pondré las manos sobre el fuego.

Entonces ¿A que iba mi queja inicial?

Digo, mi observación.

Uf.

Estos pisotones mentales son de lo más complicados, resultan tremendos a la hora de tener que ocultar la verdad a uno mismo. Son como sirenas de ambulancias anunciando que algo está yendo por mal camino. Ahora, como no tengo mucho sentido de la orientación (me he perdido en mercados grandes desde que era una cría) no me llama la atención para nada. Es decir, ya estoy acostumbrada a andar pérdida ¿Para qué cambiar?

Podrán tacharme de inmadura pero oigan, escucho buena música por lo menos...

Cuando estoy en mi casa porque aquí rara vez consigo un aparato mágico para mover el esqueleto.

Se preguntaran ¿Y ahora sale con que le gusta bailar?

Y respondo con mi tono de maestra ciruela ya que me encanta corregir: "¡Pues claro! ¿A quién no? incluso a los que no saben bailar les gusta hacerlo. "

Yo soy de esos últimos, que aun sin tener la menor idea le doy a los brazos y a las caderas vida propia cuando hay melodía cerca que valga la pena. Lo demás corre por cuenta del seguro medico de cada uno. Me hago responsable por MIS huesos rotos.

MMM ¿Que estaba haciendo?

Oh si, yendo a la sala común.

Pero primero.

Debo levantarme.

- Lily...tienes mermelada en la nariz.- Sam es...como el ángel guardián que nunca encargue pero que de alguna forma termino conmigo. Es amigo de Annie, si, la conocen, esa de Ravenclaw que canta en el coro y tiene ojos almendra. ¿Cómo que no? Si, si, ustedes estaban ahí cuando ella...ah, no, esperen, esa fui yo.

Perdón, tiendo a confundirlos conmigo.

Cabeza la mía.

Después de sacarme el violáceo menjunje de la cara, agradezco y me largo. No he sido bulímica nunca, ni aun en esa época en la que me rompí la pierna siendo niña y estuve enyesada un mes y medio y subí mucho de peso. No.

La comida es importante y cuando uno ingiere algo rico y bueno, debe mantenerlo en su lugar: el estomago.

Se preguntaran entonces ¿de qué diablos hablas?

Pues es sencillo y no me tomen por grosera negadora pero ver a Potter haciéndole mimos a esa chica no me cae muy bien. Es como ver a alguien vomitar después de una gran panzada al tiempo que te balanceas de forma estrepitosa en un columpio. No es ni sano ni limpio. Y todos sabemos que soy muy sana y muy limpia en muchos aspectos. En otros no, pero en estos sí.

¿Me estoy yendo de tema nuevamente?

Sepan disculpar. Me encanta hablar conmigo misma como si hubiese alguien más, algo así como un público que escucha cada palabra que digo con interés. No digo que sean grandes conferencias pero me defiendo y por lo menos de vez en cuando puedo salvar el poco orgullo que me queda.

Soy tan torpe por eso. Colgada en hablar conmigo misma pierdo el hilo de la realidad y en cuanto lo hago PAF, golpazo contra algo rudo, filoso, caliente o áspero...O todo junto. Muchas veces me han dicho: Lily, mira por donde caminas. O cuidado con esa puerta o aléjate del fuego. Esta última no tanto, suelo respetar mucho y es por eso que en pociones me va tan bien. Me esfuerzo.

Gracias, gracias.

Uf.

Qué lindo día.

¿Alguna vez les conté de la vez que James Potter me invitó a salir por primera vez?

Yo estaba en cuarto y él también, es increíble que vayamos al mismo año, evidentemente soy mucho más madura que él por quince vidas o algo así. Nunca estoy segura con los meses pero redondeando sería eso.

Como iba diciendo, fue su primera vez y de paso la mía (la ligue mal, pobre de mí). Después de clases un pequeño grupo de conocidos nos habíamos quedado en las cercanías del lago luego de estudiar un par de seres acuáticos en las orillas. Tengo que decirlo esa clase estuvo magistral. La mejor en años.

Pero bueno, todos sabemos de las ansias de protagonismo de Potter. Black como su porrista personal, no, espera, ese es Pettigrew. O ambos, bueno, quizás no. La cosa es que le estaban festejando una payasada que había dicho de los Slytherin.

Como bien sabrán en esa época tenía amigos ahí.

Mmmm.

Bueno, mejor continuar. No deseo momentos lacrimógenos al regresar a la sala común, alguien podría verme.

La cosa es, y volviendo al tema, que estaba a punto de irme cuando Lupin me llamó. Esa semana nos había tocado como compañeros de mesa en transformaciones y teníamos que arreglar los por menores del trabajo. Ambos somos muy aplicados así que no faltaba tanto.

Y fue ahí, cuando acercándome al grupo de los que ahora se hacen llamar "los merodeadores" James Potter fijo la mirada en mí y no le di importancia en ese entonces por qué no tenía la menor idea de lo que significaba que un chico te viese de esa forma. En mi calle si alguien hacía eso, era porque le dabas asco o tenias pegado gomina en el pelo. Inocente sonreí para evitar...no tengo la menor idea de por qué lo hice, pero estoy segura que fue para evitar algo. No me juzguen, tenía catorce recién cumplidos y hacía solo un verano que había dejado de jugar con las muñecas.

Pues bien, la cosa paso de blanca a negra de un segundo para otro porque ni bien cruce la primera palabra con Lupin, Potter se metió en medio con esa ya conocida sonrisa de ganador (que en ese entonces era un esbozo de patada al hígado con hormonas despertando) y espetó: ¿Sales conmigo?

¡Catorce años! ¡Ni más ni menos! ¿Cómo alguien con esa edad se va a plantar con esa seguridad ante una chica de su mismo curso? Mi respuesta instintiva y puedo admitirlo ahora por qué no me avergüenza, fue el NO. Me dio miedo ¿Que querían?

Creo que él pensó que me tiraría sus brazos o algo así porque no puso buena cara.

Para mi pasó una eternidad cuando volvió a hablar.

Preguntó ¿Por qué?

Y ahí estuvo mi fallo. Tal vez un: "por qué no me gustas." Hubiese dejado la situación más clara pero solo solté: por que no.

Eso no es una respuesta. Respaldó a los segundos.

Yo alucinaba. ¡Claro que es una respuesta! casi le grite. Preguntaste, respondí. No hay ciencia.

Luego puse los ojos en blanco y al ver que Potter seguiría con su marea de preguntas absurdas me fui.

Es increíble ¿no?

Tan chiquito y tan contestón, pero bueno. Ahí empezó todo y hemos pasado de todo.

Y ahora está ahí, pavoneándose con la babosa de...bueno, babosa no es. Catherine es muy bonita aunque va a un curso menor que el nuestro. Siempre saca buenas notas y es excelente oradora. De seguro será premio anual el año entrante, este año lo soy yo.

Si, lo sé. Gracias.

Esperen un segundo. ¿Por qué ponen esa cara? ¡AH! ¿Están pensando lo mismo que yo?

¿Qué?

No, por Merlín, claro que no estoy celosa...yo decía lo de...momento, momento, esperen todos a la vez no. Sé que es un mundo libre pero tanta libertad se convierte en libertinaje y nos vamos al diablo.

...

Uno por vez, si...ajá...si, no...NO.

¿Cuántas veces tengo que repetirlo? No estoy celosa. Si lo estuviera lloraría de vez en cuando, por las noches.

¡Lo de ayer no cuenta! Casi me rompo los dedos de los pies con el filo de ese escalón mal señalado. Que minutos antes hubiese visto a Potter besar a su novia antes de caminar hacia la sala común fue pura coincidencia. Si, se los digo porque es la mera mera de la milanesa.

...

¡Tampoco cuenta esa vez! Yo...yo volvía de mandar una lechuza y hacía mucho frío. ¡Se me congelo hasta lo que no tengo y más allá! No fue para nada porque oyera la confesión de Potter por Catherine. Para nada, se los aseguro. Fue incomodo eso sí, ¿Quien es tan bestia de declararse en una torre llena de lechuzas con la luna en el horizonte y la nieve cubriendo todo de manera mágica y romántica en un halo plateado tornasolado?

Encima ella se tardó horas en responder...aficionada.

...

No, no sufro de complejo de negación y si, ya tengo psicólogo, gracias.

...

Miren, si van a recordarme solo las veces que POR CASUALIDAD Potter estuvo en los alrededores antes de que me pasase algo que me hiciera llorar, cortamos esto acá.

¿Cómo que no se van a ir a ninguna parte?

¿Acaso no pueden dejarme sola como mis pensamientos?

...

Miren, eso de que ustedes son mis pensamientos no me ayuda ni lo creo en nada, así que a otro despistado con ese cuento ¿Si?

Tengo mis diecisiete años bien puestos para saber cuando alguien me gusta y James Potter no me gusta, ni me lástima que se pasee con su novia un año más joven, menos que se sienten en los alrededores del lago y mientras ella lee algo él se deja caer la cabeza en su regazo para pasar la tarde así.

No. Obviamente, acá hay de todo menos eso. Soy una persona centrada y madura que evita los problemas lo más que puede y que...disculpen, me estoy quedando sin aire mental.

...

¿Quien dijo eso de que mi cabeza está llena de aire y que no debo preocuparme?

Ash.

No

Si uno intenta hablar con uno mismo y uno le sale con estas cosas (Que manera de repetir). No hay vergüenza. ¿Saben qué? Yo no tengo por qué soportar esta humillación, bastante mal me siento cuando recuerdo que este año no va a haber intento desesperado de San Valentín de su parte.

Y no me miren así, Potter será un pesado atolondrado y presumido pero compra unos chocolates exquisitos. No sé donde los consigue pero nunca he podido encontralos y eso que los he buscado.

Ni tampoco recibiré ese ramo de flores, una de cada una por que aun no ha descubierto cual me gusta más (que quede entre nosotros, yo tampoco lo sé. Debe ser por eso...).

Pero bueno. La vida es así ¿No?

...

Y ya dejen de insistir. Si ahora me arden un poco los ojos no es porque me lamente por lo antes mencionado sino porque esta pasta dental es muy fuerte. Si, demasiado mentol. Le voy a pedir a mi madre que me envié la común o la que sabe a frutilla. No esperen, esa me la como.

Uf.

Cerebro…desconéctate...AHORA.

...

¡Ah mierda! ¡Mi ojo!

¿Quién apretó el pomo así?


¿Pueden creer que no puse nota de autora antes por que había perdido la practica y no encontraba los botones correctos? Estoy vieja, si lo sé. Y en otra pagina ni les cuento, pero soy de darme maña.

¿Que les pareció?

Ya sé, hace mucho que no subía nada, estuve desaparecida del fandom por un rato pero oigan, volví.
Antes que nada quiero agradecer a todos los que leen y me dan una porción de su tiempo.

Supongo que este podría ser un cap único o el comienzo de algo corto. Veremos como sale.

Desearía saber su opinion.

Les mando muchos beshos y nos estamos leyendo ;)

Grisel