¡Hey! Hi again. Aquí estoy con un nuevo fic – jsjsjsjs – basado en un espacio tiempo que no tenía planificado. Me explico: Resulta que sólo tenía planeado "Antes de esos Tiempos" - fic que ya subí a mi perfil – y otro llamado "Si Fueran Otros Tiempos" - sin publicar – que trata de los hijos de Harry Potter y compañía. Pero me di cuenta que ese fic no explicaba mucho lo sucedido entre ambas historias; por lo que decidí hacer estas historias que tratan básicamente de sucesos relevantes en la vida de los Merodeadores, sus parejas e hijos... (Incluso un par de nietos).
Entonces este fic es más como una serie de historias cortitas contadas cronológicamente que hablan un poco sobre la visa de nuestros personajes después de terminado el fic "Antes de Esos Tiempos".
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Advertencia Principal: Yo escribo Yaoi/Slash/Homo como quieras llamarle; sigue siendo ChicoxChico, entonces... Si no te gusta esta temática, eres libre darle al botoncito de reversa y buscar otra cosa que sea mas de tu agrado.
La mayoría son Ocs mios otros de mi querida sempai a quien le pedí permiso para usarlos. Aunque siento que su personalidades son diferentes a lo que Tlacuilo-san les dio en su momento. :P
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Renuncia de derechos: El universo principal de Harry Potter es de nuestra querida y contrariada Jk Rowling – Como es eso Jotaka?Ahora resulta que McGonnagal conoció a Newt? -. Eileen, Lynxs, Antares y Dhur son pensamiento y creación de Tlacuilo-san. Todo el ooc y desmadre es mio.
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Pareja principal: Ehmnn sería, SirRus, HarCo, JamIly, RemIus
Secuela de "Antes de Esos Tiempos" (Antes de esos tiempos nos conocimos realmente).
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Nota de autor: Como dije mas arriba. Los shoot se basan en un momento en especifico de cada personaje, pero abarcan en general su vida y personalidad. Con esto supongo que entenderán que son en su mayoría ocs. Pero como sus papis son quienes amamos tanto pues estos tienen mucha participación.
Así que, cariño, te aviso; Acepto reclamos, sugerencias y tomatazos, pero lo acepto por mis errores de escritura, no por mis chicos. ;)
A Leer...
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Tiempos de un universo no explorado
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MAS ALLA DE UNA GRADUACION.
Faltaba un día, tan solo un día y ya no volverían allí.
"Al menos, no como alumnos" pensaba Sirius. A su lado su hermanito Regulus leía la carta de su prima Narcissa. Mientras él, con pergamino en mano preparaba una lista de cosas y personas, sin sentido aparente.
Narcissa dice que asistirá pero Lucius no está seguro. Aun se siente indispuesto.— Habló el menor una vez terminó de leer.
—Esta bien, encargué comida suficiente. Kuki estaba encantada de cocinar todo lo que le pedí. Esa elfa es bien útil— Dijo mientras junto al nombre "Narcissa y compañía" escribía un signo de interrogación. Poco antes de iniciar su último año escolar había recibido de su tío Alphard una elfa pequeña pero trabajadora llamada Kuki que le encantaba la cocina. Severus se había negado al inicio pero la pequeña le había visto con sus enormes ojos almendrados y a Sev no le había quedado de otra que aceptarle. Aunque le había impuesto tantas reglas que al final sólo se encargaba de la cocina, cosa que parecía agrandarle.
—¿Que hacen ustedes dos? La cena está pronta a iniciar— En aquellos momentos Severus hizo aparición. De inmediato Regulus se había levantado y preguntado si es que Lucius le había enviado una carta y del como se encontraba. Sirius se había quedado embobado viendo la figura de Severus, quien con su uniforme pulcro, y su cabello más largo – le llegaba bajo los hombros – que se mecía suavemente con el viento. Su ceja alzada y sus labios en una delgada linea. Sus manos cruzadas sobre su pecho. Había cruzado algunas palabras con Regulus. Pero le miraba a éL. —¡Oye, Pulgoso! Te estoy hablando— Sirius se puso de pie y le sonrió. Se acercó al Slytherin mayor y le tomó de la cintura. Apegándolo a su cuerpo. Como acto reflejo, Severus pasó sus manos por su cuello –No me ignores, chucho.
Sirius se rió al momento que le daba un beso. A Severus no le gustaba ser besado en público – mucho público – pero con solo Regi a su lado y este haciendo que miraba a otro lado, porque no le gustaban esas muestras de cariño; sabía que su Severus no le pondría peros.
—Dios ¿No pueden esperar hasta su ceremonia?— Desde el castillo James les gritaba mientras ambos se separaban un poco.
—Cállate Potter— Alzó Severus la voz y volvió a besar a Black. En la cena cada uno se sentaría en su mesa correspondiente y él quería estar un momento mas con Sirius.
—James, no hables de más— Le dijo Lily mas bajo. —Recuerda que Severus no sabe de eso.— Le tomó la mano –Además, no les molestes, deja que se quieran un poco mas.
—Cariño, esos dos van más allá de solo quererse— Se fijó en que Regulus ya caminaba hacia ellos —¡Ehy! ¿Mañana vas a ayudarnos?
—Que pasa Potter ¿Le temes a un poco de trabajo duro en casa de tu amigo?
—Después no digas que te dejamos de lado pequeño Black.— Dijo James a un curioso Black. Si bien James era mayor que él, en cuanto a alturas; Regulus le ganaba por sobre una cabeza y aún le faltaba crecer.
—Tengo que ir a otro lado antes. Pero no faltaré—. Y con eso se marchó hacia el interior del castillo.
—¿Aun les falta mucho?— Petter había aparecido con ellos en ese momento. Últimamente el muchacho estaba menos tiempo con ellos. Pero todos lo atribuían a que era debido a las materias que el cursaba sus horarios eran muy diferentes.
—Ah, Wormtail. No no es mucho. Mas que nada el jardín que Sirius quiere encargarse personalmente— Le dijo James sonriente.
A su lado Lily asintió. —Sirius y Severus le prohibieron a Kuki que se acercara al patio. No hasta que Sirius elimine al dementor.
Los tres miraron a la pareja en cuestión.
Desde pequeño, Sev había creído que en el patio de su casa había un dementor junto a la chatarra de su padre. El nunca lo había visto pero podía sentir la pena inundarlo cuando se acercaba a esas cosas. Su madre también se lo había prohibido. Cuando Sirius se enteró de eso había decidido encargarse él solo pero siempre terminaba dejándolo para después. Y ya no podía aplazarlo mas.
—Si realmente hay algo oscuro ahí. Sería bueno que estuviéramos juntos. Quienes mejor que nosotros para deshacernos de cualquier amenaza— James dijo mientras miraba su reloj de muñeca -regalo de Lily -. Mejor vamos por ellos, la cena está por iniciar y esos siguen... ahmnn cariñosos.
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Desde aquella vez en quinto año, muchas cosas habían cambiado, más aún después de que en sexto curso, Remus hubiera mordido a Severus. Que después descubrieran que había sido a propósito era algo que Remus aún no se perdonaba, por el hecho de permitir que su lado animal – y sobre natural – tomara acciones en su sentir.
Se había alejado un poco de ellos. Sobre todo cuando - y hablando en temas de manada – Sirius había decidido "Luchar" por el Omega contra él, quien era el Alfa del grupo.
Cosa que a Sirius le tenía sin cuidado. De igual manera a Remus-El mago. Pero los días de luna; su parte animal resentía el rechazo y un par de veces prefería alejarse de la pareja.
Le consolaba saber que lo que a él - la bestia – le molestaba era que Sirius se haya comportado como Alfa y no que el Omega le haya rechazado.
Entonces, ahora se encontraba solo en la sala de prefectos. Mirando nuevamente los cuadros de los alumnos anteriores. Hacía poco el cuadro de ellos – los de séptimo junto a los premios anuales - adornaba la pared. Exactamente, abajo del cuadro que El siempre veía.
Un olor suave a cítricos y tierra húmeda junto a los arándanos y el cuero fueron percibidos en el ambiente. Ya no estaba solo.
—Ah~ el año de Lucius— Severus estaba de un lado y del otro Lily.
—No sabía que El fuera prefecto— Comentó la pelirroja mirando la imagen. Evidentemente interesada.
—Solo compartimos un año escolar. Además como Gryffindors no conocíais mucho a los de mi casa, pero El es Lucius Malfoy— Y señaló al joven de cabello largo y pose altiva. Aquel mismo mago que siempre atraía la mirada de Lupin. No podía creerlo. Había oído hablar de ese joven por mucho tiempo sin saber que era El mismo que El solía ver cuando estaba en ese salón.
Lily solo negó un poco y palmeandole el hombro le señaló la puerta –vamos, que nos esperan.
En la entrada estaban Sirius, Petter y james. Lily tomó la mano de su novio pero antes de que Severus se acerque a Sirius, Remus le tomó de la manga de la túnica. Sev se volteó.
—El asunto de la poción. Acepto la oferta—. Severus asintió con una pequeña sonrisa en sus labios. Luego siguió el ejemplo de Lily y le tomó la mano a Sirius.
Desde que Severus había sido mordido, se había auto impuesto el mejorar la poción matalobos, usándose como conejillo de indias. Desde entonces y cuando sintió que realmente surtía efecto la poción le había preguntado a Remus si quería probarla también. Mientras mas hombres lobos la probaran mejores resultados podrían obtener y así hacerle mejoras.
Durante el último año, Remus se había negado a ser participe de ese experimento. En parte debido a lo que los hijos de la luna decían. De como dormiría sus sentidos e instinto, dejándole indefenso ante los predadores del bosque. Pero ya no asistirían a Hogwarts, mucho menos al bosque prohibido, que había sido el hogar de sus transformaciones durante siete años.
…::...
—No puedo creer que hayas sido aprobado por al academia. Cada año le bajan mas al nivel...— Molestaba Severus a James quien le comentaba las buenas nuevas de esa mañana.
—¡Oye! Que yo también fui aceptado— Se quejaba Sirius a su lado mientras miraba por la ventana. Ambos iban muy juntos.
—Y con eso reafirmo mi punto— Pero le sonrió. Mientras retomaba la conversación con Remus –Por cierto, no has dicho que vas a hacer ahora.
—Voy a seguir la carrera de mi padre. El era reconocedor de Espectros— Dijo con un brillo en los ojos.
—Seguro que se siente orgulloso de ello— Remus sonrió ante lo dicho por Lily. Su padre había fallecido hacía poco. Finalmente la pena de perder a su esposa le había superado y en marzo le había dicho Adiós. Al menos el pudo comunicarle su interés de continuar con su trabajo. Por eso mismo quería estar en todos sus sentidos cuando empiece sus estudios. Y una de esas cosas era controlar su parte bestial, incluso si debía sedarla y para ello empezaría a tomar la poción matalobos.
En ese momento y como siempre, Petter entró con las manos llenas de dulces.
—Sigo sin entender porque Petter siempre aparece con dulces cuando la señora pasa con el carrito preguntando.— Finalmente Regulus había dicho palabra desde que iniciaran el viaje de regreso. Desde hacía un tiempo el menor de los Black se pasaba las idas y venidas del colegio en el vagón con ellos. Era silencioso así que no les molestaba.
—No me gusta esperar— respondió con simpleza.
—Además, asi puede escoger las cajas de ranas que mas le llamen la atención.
Petter sonrió. Después de todo, sus amigos le conocían bastante bien. Aunque El siempre se guardaba un par de ases bajo la manga. Ellos no tenían idea de los nuevos amigos que se había hecho Petter durante esto años. Y era mejor así.
El viaje fue tranquilo, incluso silencioso a ratos. Después de todo; sería el último viaje de ellos en ese tren. Curiosamente, en ese mismo lugar se habían conocido, al menos 4 de ellos. Severus y Lily habían llegado juntos desde su calle y sentados en el expreso cuando dos muchachos de su edad entraron al vagón y mientras ellos hablaban se burlaban de sus preferencias en cuanto a casas. Ya que Snape prefería Slytherin – la casa de su madre Eileen – y no Gryffindor como la mayoría. Como esos niños. Sirius y James.
Severus recorrió con la vista el vagón. Sus ojos se posaron en Lily, quien sentada frente a ella parecía perdida en sus pensamientos mientras miraba la ventana. Durante un tiempo le soñó sentada a su lado y tomando su mano; ahora quien iba de su lado era el mismo cuatro ojos molesto que conoció en primer año... Acomodó su cabeza en el hombro de Sirius. El otro chico molesto., aquella espina en el trasero... El chucho pulgoso que había menospreciado la casa Slytherin, mismo con quien compartía lecho durante el último tiempo. Después de haber odiado la casa de las serpientes se había ido a meter el solo al nido de una.
Sonrió un poco al sentir el brazo de Black acariciar su costado. No se miraban, ambos sumidos en sus pensamientos pero cómodamente acoplados.
Pronto; la entrada al túnel les dio la bienvenida al termino de su viaje. Cuando la luz llegó a ellos nuevamente su viaje había terminado. Habían llegado a la estación. Muchos padres estaban esperando la llegada de sus hijos, aquellos de primer año, muy pocos venían a buscar a los jóvenes de último año; después de todo, estos ya eran adultos, en el caso de Severus y Remus, ya no tenían padres y los demás no habían aparecido porque consideraban a estos ya mayores.
Cuando se bajaron del tren; El grupo caminó hacía la calle, pero antes de cruzar el umbral. Sirius le dio un beso a Severus al momento que James lo hacía con Lily. Petter y Remus sonrieron un poco mientras negaban divertidos y de un puff Black, Potter y Pettigrew desaparecieron.
—Creía que Sirius me acompañaría también...— Dijo mirando a Lily. Esta solo se encogió de hombros.
—James me dijo que necesitaba comprar algunas cosas ahora que llegáramos a Londres. De seguro Sirius y Petter le acompañaran.
—Si, era un asunto "sorpresa"— Remus dijo señalando a Lily. Severus asintió pensando en que Potter le compraría alguna chuchería a Lily.
—¿Y si vamos por un helado?
—Y luego donde Damocles.
—También podemos comprar ingredientes para esas nuevas pociones que querías probar de tu libro extranjero.— Señaló Lily. Obviamente trataban de distraerse mutuamente. Pero Severus asintió a lo pedido por sus amigos mientras una mínima sonrisa aparecía en sus labios.
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Cuando Damocles les vio entrar, se alegró —¡Severus! Me hubieras dicho que salías hoy. Hubiera ido especialmente a la estación— dijo mientras le daba palmaditas en el hombro —Lily ¡Querida Lily! ¿Hoy vienes a curiosear?— Ella negó.
—Hoy vengo de cliente— El anciano sonrió aun mas.
—Ah~ Damocles: este es mi amigo Remus. El también es...
—Hombre-lobo... Quien te mordió.— Dijo de forma seria pero sin enojo. Los tras asintieron —¿Quieres la matalobos? Patente pendiente— dijo lo último como si hablara del precio oferta.
—Si, me gustaría probarla— y así fue que ambos jóvenes se internaron en otra salita mientras Lily miraba el muestrario que el hombre siempre tenía a mano. En cuanto desaparecieron de la estancia. Ella levantó su brazo. Mostrando un reloj de pulsera delicado y femenino. Tomó su varita y pronunció unas palabras de forma baja. Sabía que el mensaje le llegaría a James y ellos Estarían al tanto.
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por eso cuando James sintió el calor de la magia rodear su muñeca, levantó su manga para ver como Lily le avisaba que estaban con Damocles.
—Aun tenemos unas horas. Después van por helados y a comprar cosas— Gritó mientras salía de la casa.
En el jardín se encontraban Petter y Sirius peleando con un Boggart que habitaba la chatarra de Severus. No era un dementor como creían, pero este ser ciertamente daba la misma sensación. En cuanto pudieron congelarlo, Petter lo metió en una maleta que había hechizado y lo cerraron con magia. Petter lo llevó hacia el interior.
—¿Cuantas personas van a venir?— Habló James mientras terminaba de recortar el pasto.
—¿Además de nosotros?— Potter asintió —Si aparecen los Malfoy seríamos diez.
—¿Y por que no solo ocultar todo esto?— Y señaló el jardín en general.
—Porque mas que quiero hacer en el jardín antes de empezar la academia. Y sacar a ese bicho de ahí ya me tomaría mucho tiempo— dijo mientras agitaba su varita e iba desapareciendo la basura.
—Petter, sobre la mesa del comedor hay unos paquetes, tráelos— Petter salió unos minutos después con varias cosas en sus manos.
Los paquetes de diferentes tamaños entre sus manos y con un movimiento de la varita de Sirius se fueron desenvolviendo y creciendo. Con cuidado os acomodó y cuando el espacio estuvo listo; solos se acomodaron. Una mesa grande con un mantel claro, sobre esta, una sombrilla que mantendrían frescos los alimentos que Kuki colocaría mas tarde. Unas lonas multicolores en el suelo central para la celebración.
—James, ayúdame con los globos.
—A que altura los quieres.
—Ahí está bien.
—Que mas hago— Preguntó Petter.
—La pérgola.
—Bien, por cierto; alguien está en la entrada.
—¡Valla! Hermano, te has esmerado.
—¡Reggi!— El menor de los Black traía ropas cómodas pero elegantes. Sobre su túnica negra con piel azulada a los bordes. La elegancia propia de los Black. —¿Pasaste a la tienda?
—Por supuesto. Son las ropas de Severus después de todo— Dijo mientras levantaba las bolsas con las túnicas dentro —Ah si, y también tus ropas.— Y sin mas entró en la casa.
—Regulus parece muy cariños con Snape— Petter dijo mientras acomodaba las flores usando su varita en la pérgola.
—Es porque Narcissa está lejos. De alguna manera ve a Severus como su familia.
—¿¡En vez de a ti que eres su hermano mayor?!— y ambos se rieron de Sirius.
…::...
Para la tarde todo estaba iluminado. Habían velas flotando al compás de la música.
Petter le había puesto un conjuro simple a la pérgola. Algo extra que Sirius no había pedido pero que El había hecho apra alegrarles. Los hechizos ilusorios se le daban bien.
—Me siento desnudo— Decía Black mientras se pasaba la mano una y otra vez por su cabello corto.
—Eso te pasa por embrujar las velas y no fijarte antes de que no hubiera algo en el camino.— Narcissa, que recién había llegado terminaba de acomodar los últimos detalles del atuendo de Sirius. Quien llevaba un elegante traje de color Marfil, una túnica color perla con detalles en hilos negros y brillantes bordados delicadamente. Narcissa le había acomodado algunas flores de lis que era las favoritas de Sev.
—Narcissa... Quiero agradecerte por lo que harás esta noche. Lamento que Lucius no haya podido venir.
Entonces; escucharon unas risas. Lily y Severus habían regresado de su salida. Justo cuando James y Petter terminaban de acomodar sus ropajes.
El primero en acercarse a la salida del jardín fue Severus. Iba a medio camino de quitarse la túnica. Dejando ver el entallado suéter que usaba esa tarde.
—¿Que es esto?— Dijo Severus en un tono mas bajo. De inmediato Sirius se acercó a El —Sirius...? Que pasó con tu cabello... Porque vistes... así...?— de pronto comenzó a retroceder mientras Sirius aceptaba.
—Hey! Sev... Yo... Ah~ sorpresa...?— Severus le miró con incredulidad. —Yo... Mhnn— Recuerda que tenía todo un discurso preparado, aunque también había pensado en que al ver el jardín Severus correría de inmediato a sus brazos... No que retrocedería, como ahora. —Hay algo que quiero darte...— Dijo mientras metía su mano en el bolsillo de su pantalón.
—¡NO!— Para cuando Sirius encontró el anillo, Severus se había ido. Rápidamente se marchó por el pasillo hacia el dormitorio.
—Que..— No supo que decir. Miró a Lily y señaló el pasillo.
—¿En serio no se lo habías propuesto? Creía que ya... ustedes...— Lily parecía contrariada —Pero que esperas!? Ve con El— Y lo empujó para que entrara en la casa.
Mientras ella señalaba a Remus para ir al dormitorio de Severus cuando pequeño y ahora funcionaba para invitados. Mientras ella iba al baño a arreglarse.
—¿Crees que habrá boda?— Escucharon decir a Regulus a lo lejos. Pero no la respuesta de quien sea le haya preguntado.
…::...
—Sev ¿Puedo entrar?
—Para que...
—Tu sabes...
—¿Esta era la razón de tu actitud durante la semana?
—Quería que fuera una sorpresa.
—Sorpresa?! Casarnos?!
—Te amo ¿porque no querría casarme contigo?
La puerta se abrió un poco dejando ver un rostro lúgubre que escondía lágrimas.
—Y ¿Porque habrías de amarme?
—Como que porque...
—Sirius, lo nuestro fue extraño desde el inicio. Y luego que después de que me mordieran tu no te alejaras y luego lo de ser un omega en potencia y tu un alfa y...
—No sigas.— Dijo acercándose a la puerta. —Déjame entrar por favor— le susurró mientras acariciaba los dedos por entre el borde de la puerta. Severus le dio el espacio para que entre.
De inmediato Sirius cerró la puerta tras El y le tomó de un desprevenido y necesitado abrazo. —Te lo quise decir desde el primer instante. Te amo.— Lo abrazó con mas fuerza —ya no recuerdo desde cuando, puede que desde el mismo momento en que entre a ese vagón y te vi reír con la pelirroja.— Acarició con su mejilla la contraria. —Puede que haya estado terriblemente celoso de ella y de Malfoy... Hasta de mi hermanito. Todos tenían tu atención menos yo.
—Podrías haber sido mas amigable también— Severus temió levantar la voz, un nudo en su garganta, con amenaza de nuevas lágrimas le impedían hablar mas alto. —O haber ido a Slytherin conmigo.
—Ya sabes como soy, no quería ser como mi familia, yo... era pequeño e idiota, James se había vuelto mi primer amigo real y quería compartir con El.— Se alejó un poco para mirarle a los ojos. Esperaba una respuesta.
Severus abrió los ojos y le miró largamente. Hasta que sus manos subieron por su cuello y acariciaron los cortos mechones de cabello. Con el paso del tiempo el rostro de Sirius se había perfilado mas y con el cabello corto demarcaban mas sus facciones masculinas... Dio un largo suspiro. —Puede que yo no te haya querido desde hacía tanto como tu— sonrió un poco —Pero si te amo... Tanto que...— sus mejillas se colorearon —Tanto que a veces siento celos y dudas de mi mismo.
—¿Como podrías? Eres increíble.
—¿Eres tu quien habla? O el alfa...— Preguntó mordiendo su labio inferior. Desde su mordida, Sirius había cambiado con El, su trato y mucho mas. Remus le había comentado una vez, que si un alfa encontraba un omega y se juntaban – hablando de los hombres lobos – este sería amable y cariñoso con su pareja. No como se cree que siempre son salvajes. Cuando Sirius se convirtió en su alfa... Severus dudó de la legitimidad de sus sentimientos. De si era Sirius queriendo a Severus o el can alfa protegiendo al lobo omega ¿Si lo quería a El o a lo que podía ofrecerle?
—Escúchame bien Severus Snape. La única vez que permití a mi animal hablar por mi fue cuando te protegí de Remus aquella primera noche. Desde entonces y antes siempre he sido yo. Hablándote a ti, Severus. Aceptando eso que siento por ti y queriendo expresártelo.— Le sonrió. Honestamente, si Sirius hubiera sabido de esos complejos en Severus habría sido mas claro con El.
Severus sonrió, pero no como solía hacerlo, no de esa forma tímida y parca; en sus finos labios se había formado una amplia sonrisa- Mostrando sus dientes y levantando las mejillas sonrojadas. Sirius no se contuvo mas y le besó. Beso que fue bien recibido por Snape y quien con ganas correspondió. Se sentía tan bien, tan liviano, tan feliz.
Sus pies se movieron hacia atrás y ambos cayeron sobre la cama. Con los sentimientos a flor de piel, planeaban entregarse en ese momento. De igual forma a como lo habían estado haciendo desde sexto año pero de forma tan diferente, esta vez se sabía mutuo. Esa vez ambos eran completamente sinceros al otro.
O bueno~ Esa era su intensión.
"Cuidado" Al inicio parecían murmullos.
"Tranquila, solo ponemos un hechizo aquí y se arregla" Esa era la voz de Regulus.
"no me refiero a eso, si no que no hay que hacer mucho ruido" Bueno, no lo estaban logrando. Podían escuchar la voz de la pelirroja mas claro cada vez.
"Pero al final ¿Si va haber ceremonia o que?"
"Conocemos a Padfood, esos dos se quieren demasiado para mi gusto"
"Ya acéptalo James"
"Si no lo aceptara Remus, no hubiera pasado mi tarde de graduación ayudando a sacar un boggart del patio de Snape".
—Guau, creo que es lo mas simpático que James te a dicho alguna vez.
—Siento escalofriaos.
—Ah~ puede ser por tu falta de ropa.
—Nos están esperando... No?
Sirius se alejó de Severus, se acomodó la ropa y sacando nuevamente el anillo se arrodilló a un costado de la cama: —Severus ¿Me harías el honor de ser tu esposo?
Severus le miró un momento, la frase estaba mas que clara, Sirius quería que estuvieran juntos, quería unirse a El. Su rostro enrojeció y parte de su desnudo pecho. Se acomodó al borde de la cama y acercó su rostro al de Sirius, le dio un beso que los dejó a ambos sin aliento.
Cuando se separaron, sonrió y asintió.
Sirius con una sonrisa en rostro, y los ojos achicados y aguados, le puso con prisas el anillo. Severus la observó.
—Se parece a la de mi colgante...— observó como el color de la piedra cambiaba cuando la luz del sol no le llegaba a traves de la ventana. —Y tiene el mismo efecto que esa piedra.
—Es también una alejandrita.— respondió y dudó un poco, pero igual dijo: —De hecho, cuando aceptaste el colgante; fue una promesa de que nos casaríamos algún día.
—Sirius...— Severus le miró con algo de sorpresa. Luego simplemente negó.
…::...
—Bueno, el pastel ya está completo. Gracias kuki— La elfa asintió no acostumbrada a que muchos le miren trabajar. Miró la mesita con el mantel y que sobre este estaba el pastel de bodas.
—Miss Lily ¿la comida, debería colocarla también?
—Esperemos un poco mas Kuki ¿Podrás mantenerla en la cocina?— La elfa agachó la cabeza tanto que la punta de la nariz tocaba sus pies. Lily le sonrió un poco incomoda. No le gustaba tratar con elfos domésticos.
La pequeña desapareció. La pelirroja miró a todos ya arreglados, las velas seguían moviéndose y el cielo estaba levemente oscurecido.
De la casa, Sirius con prisas fue hasta Lily.
—Me dijo una cosa de que los novios no podían verse hasta que estén en el altar?! Que venga por ti— Pero la sonrisa en su rostro no denotaba enojo por ser echado del dormitorio. Lily sonrió ampliamente y se inmediato entró.
—Ehy Sirius, llegó el mago del Ministerio— Regulus llegaba hasta El.
—Bien, justo a tiempo, que pase al jardín.
Regulus volvió a la entrada. Poco después apareció con dos personas; uno de ellos era anciano, con una túnica mora y un sombrero del mismo tono, una barba gris con vetas blancas y lentes dorados El hombre se movía con gracia hasta El, parecía flotar en vez de caminar. A su lado, un hombre delgado y pecoso, de unos 10 o 12 años mas que ellos le acompañaba con un maletín. Su traje marrón y su túnica del azul marino contrastaban con su cabello rojizo.
—Señor Shacklebolt*, me alegro que haya aceptado.
—A varios del consejo se nos hizo curiosa tu petición. Y muchos no quisieron aceptar debido a Orión.— Sirius asintió, su padre pertenecía al Wizenmagot y luego de que El se hubiera ido de casa el verano pasado y madre le desheredara estaba claro que nadie le ayudaría en lo que el necesitara. —Por suerte para tí. Yo no me muevo bajo los deseos de tu Padre.— Dijo mientras le sonreía mostrando sus dientes blanco.
—Gracias.— Miró al pelirrojo —Y ¿Usted es?
El mencionado le miró con un sonrisa en el rostro, El estaba emocionado viendo todo en el Jardín. Sobre todo porque el barrio en el que estaban era uno de muggles y varios de los objetos y la ceremonia en general no parecía a las clásicas de los magos. —Artur Weasley. Soy ayudante del Señor Samuel Shacklebolt. Mucho gusto.— Sirius asintió.
—El se encargará de hacer legal todo esto. Es un buen joven, no te preocupes.— Miró a su alrededor, y vio a uno de sus congéneres —Si me disculpas, me e encontrado con un buen amigo. Vamos Artur.— Sirius le dejó pasar viendo que iba con Albus. El director había llegado unos minutos antes. Y así como El hombre anciano se fue, James apareció a su lado.
—¡Ey!— le dijo a modo de saludo.
—¡Ey!— Le respondió Sirius. Puso una mano en el hombro de Potter —Gracias.— Le dijo.
James le miró raro —Somos hermanos, hermano. Incluso si ese otro— Señaló a Regulus que estaba hablando alegremente con Narcissa —Le gusta decir que sólo El tiene ese derecho.— Le sonrió.
—Gracias por aceptar mis locuras.— Y levantó un poco sus manos mostrando a su alrededor. —Y por aceptar a Severus.
—¿Y quien te dijo que lo he aceptado?— Levantó una ceja.
Sirius le miró incrédulo, pero con una sonrisa aflorando. James miró hacia un lado con algo de vergüenza. Se rascó la mejilla. —sigue sin ser mi persona favorita. Pero él ha provocado cambios en ti. Y— Le miró a los ojos —Eres alguien completamente diferente al cabrón de hace dos años. Sigo descubriendo si eso es algo bueno o malo; pero me conformo con saber que eres feliz con la persona con quien estás.
—James...— Pero antes de poder decir algo más, Lily apareció a su lado. Tomó su varita y la levantó hacia la fonola. Esta comenzó a tocar una melodía muy especifica. Los magos le vieron extraña y ella rodó los ojos. —Es la marcha nupcial, significa que la nov- El novio va a hacer su entrada.— se corrigió y regresó a la entrada. Como habían acordado, El mago anciano se acomodó junto a Pérgola. De un lado estaba Sirius y tras El; James, Remus y Petter. Del otro lado estaban Narcissa, Regulus y Albus. Artur estaba junto al anciano preparándole las cosas que este diría en la ceremonia.
Lily levantó su mano y de la puerta Severus apareció, miró la mano extendida de su amiga y negó suavemente. Ella aún asi le tomó del brazo y caminaron de forma lena. Severus usaba un traje similar al de Sirius. Un traje Gris Perla ajustado a su cuerpo y una túnica blanca mas larga; provocando que al caminar hiciesen ondas. Petter agitó su varita y dos hileras de flores fueron apareciendo cuando ambos caminaban en el centro. Así hasta el altar todo el camino floreció.
Una vez llegaron; Lily le entregó la mano de su amigo a Sirius. Con un amenaza implícita. —Solo es prestado, te portas mal y lo arranco de tus brazos, Black.— Varios rieron ante ello. Después de todo había sido la misma frase que Severus había usado el día en que James y Lily le contaron que eran novios oficialmente.
Una vez juntos y frente al anciano. Sirius y Severus se tomaron de las manos. Así la ceremonia dio inicio.
…::...
El anciano hablaba con parsimonia y elocuencia. Había dado un breve discurso de los tiempos difíciles y como era importante que la pareja estuviese unida, de igual forma las amistades que ahí estaban presentes. Si bien la ceremonia era una formalidad para el ministerio, en donde quedaría registrado el matrimonio de ambos y como Sus apellidos pasarían a ser uno solo de ahora en adelante. También la ceremonia presentaba algo mas esotérico y llevado a sus tradiciones mágicas; pero debido a lo intimo de aquello Shacklebolt no sería quien terminara esta, ni él o Albus.
Una vez ambos pusieron sus huellas mágicas en un pergamino que Artur les entregó. El anciano Samuel hizo lo mismo, al desaparecer la unión ya estaba formalizada y aceptada ante el ministerio. Eran un matrimonio ante las leyes mágicas. Entonces la pareja se dio un beso, en ese momento la pergola empieza a florecer y los petalos de cada flor a desprenderse, flotando alrededor de ellos.
Lo presentes vieron asombrados el bonito efecto que daba al momento. Petter asintió cuando James le preguntó si lo había hecho él.
Una vez el beso terminado. El anciano dio un paso hacia atrás y Narcissa se situó frente a ellos. Miró a los presentes y con su varita hizo aparecer un lazo hecho de abeto, Hizo que la guirnalda se uniera a si misma y comenzó con el ritual ancestral donde ambos jóvenes se unían y le daban con parte de su magia la protección a su hogar. Ese mismo que de ahora en adelante compartirían – aunque vivían desde hace un año juntos -. Sonrió cuando al hacer que ambos dijeran los hechizos protectores, la guirnalda que antes estuvo alrededor de ambos cuellos se alzara y expandiera cubriendo todo el terreno, desapareciendo segundos después en brillantes e ínfimas luces doradas.
—Las protecciones de La Casa Snape-Black están completas.
Narcissa entonces extendió los brazos y ambos jóvenes se voltearon a sus amigos quienes sonrieron y se acercaron para abrazarles.
Si años atrás, alguien les hubiera dicho que Sirius Black iba a ser el primero de los Merodeadores en casarse probablemente le hubieran tildado de loco pero si además le dijeran que Snivelus sería su esposo puede que hasta hechizos le hubieran llegado. Pero la realidad era esta... Sirius y Severus se habían enlazado. Ahora estaban unidos no solo por una firma, no solo por su amor, si no por su magia que protegía su casa, su hogar de cualquier mal que quiera ir por ellos.
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Continuará...
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Y? Que les pareció? Es el primero de este nuevo fic.
(*) Este Shaklebolt es un pariente de Kinsley. Se supone que los Shaklebolt son una de las familias nobles e importantes – sangre limpia – de Inglaterra. Supuse que los del Wizenmagot debían ser honorables ancianos pertenecientes a estas casas de nobles. Por ello mismo puse a Orión como otro mas del consejo de ancianos.
Y si, el pelirojo que aparece con el anciano es el patriarca Weasley que conocemos.
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