Este es el primer fic que hago. Lo he publicado en un foro de Ouran, y ha sido bien recibido. Espero que sea de tú agrado.

Aunque algunos personajes son de mi invención, de los que aparecen en la historia original de Bisko niguno es de mi autoría.

Deja reviews, ok :3?


Capítulo 1 .- La guinda de un encuentro.

El viento golpeaba las ventanas del salón, mientras Haruhi miraba de reojo el cielo plomizo que amenazaba con dejar caer un nuevo temporal. En el salón, el profesor hablaba, pero Haruhi lo escuchaba vagamente. Sintió un escalofrío que le recorría su espalda, y encontró a Hikaru inclinándose levemente por sobre su hombro, para ver lo que estaba escribiendo. Se encontró con una serie de garabatos que no podo entender.

¿Qué , piensas que ya sabes lo que profesor nos está enseñando? – Dijo en tono desdeñoso

Para nada – Respondió Haruhi haciendo una mueca – es sólo que me he desconcentrado un poco –

Pues no deberías – Replicó desde el pupitre cercano Kaoru , mientras rozaba la cara de la chica con una regla puntiaguda, de aspecto amenazante –

Ustedes tampoco deberían hablar mientras yo explico esto, señores Hitachiín- Dijo el profesor con una cara de pocos amigos – Hacedme el favor de retirarse del salón- Añadió. Luego, girándose a Haruhi, dijo en voz baja – Y para usted, joven, que sea esta la primera y última advertencia.-

Ya en el pasillo, los gemelos decidieron hacer una visita al host club. Todo era mejor que la oficina del rector, pensaron, mientras doblaban en el rellano del segundo piso. Mientras avanzaban por los desiertos pasillos, una voz familiar, cálida y dulce, los hizo parar en seco delante de la puerta del aula .

Pues para esta ecuación, si F(x) 4, entonces la respuesta es que x 1 es igual a uno, y x 2 es 5.- Dijo la pequeña voz, dándose importancia.

Excelente – dijo la profesora- y eso, en el problema, significaría….-

¡que para hacer cuatro pasteles, es necesario cinco kilos de azúcar!- Dijo la pequeña voz.

Los gemelos se acercaron un poco a la puerta, con la intención de oír mejor. Era la primera vez que habían visto a Honny dentro de una clase. No se sorprendieron, pues sabían que matemáticas era su materia favorita. La profesora suspiró:

Ibas muy bien, Mitsukuni, pero la respuesta es incorrecta- Dijo, mientras se apoyaba sobre el escritorio. Toda la clase estaba en silencio, y en el último banco, quedándose dormido, estaba Mori-sempai.

- Si te fijas bien - añadió la profesora- Si reemplazas los números en la ecuación, no calzará el 5, sólo el 2-.

Ne, nee, pero es mucho mejor si los pasteles tiene más azúcar¿Verdad?- Dijo con una sonrisa Honny, mientras abrazaba un poco más a Usa-chan.

La profesora y las jovencitas del salón suspiraron un sonoro KYA!, que consiguió despertar a los dormidos. Mori sólo entreabrió los ojos.

La campana sonó, y los gemelos tuvieron que correr para no ser sorprendidos por la avalancha de estudiantes de último año que salían de sus clases. Mori se levantó, y se llevó su bolsón al hombro. Cuando llegó hasta el puesto de Honny, dijo:

Debemos irnos-

Takashi¿has dormido lo suficiente¿quieres que Usa-chan te cante una canción para dormir? – Dijo Honny, mientras tomaba sus cosas y se subía a los hombros de Mori-

No es necesario, es que el kendo me ha cansado un poco.- dijo Mori, mientras salían del salón.

¿Tendrás la competencia pronto, kanee?- Dijo Honny, mientras se balanceaba hacia atrás.

Pero algo impidió que Honny escuchara la respuesta. Al elásticamente doblarse y quedar invertido, Honny quedó de frente con una niña de grandes ojos verdes, tez blanca y pelo negro que coronaba un menudo pero elegante cuerpo. El color amarillo del vestuario escolar realmente no le sentaba, y su pelo estaba cogido por un lazo rojo, que combinaba con sus zapatitos de charol. Honny se quedó ensimismado, y Mori paró en seco, haciendo que la niña, al golpearse por la rapidez del movimiento de Tamaki, rozara levemente la mejilla de Honny. Un calor embargó las mejillas, así como cuando se acercaba demasiado al horno para ver si las galletitas que preparaban en casa estaban listas.

Lo siento – Balbuceó la niña, recogiendo a Usa- chan, que a diferencia de su dueño, no había podido afirmarse de Mori.

No… no es nada – Dijo Honny, mientras sus manos temblorosas recibían a su conejito.

Mientras la niña se alejaba, Honny sintió lo que se siente cuando has comido mucho dulce. Una tremenda explosión en su interior, que lo hizo correr detrás de ella, y tirarle el cabello. La niña giró, y con una expresión atónita en su rostro, miró a Honny. Primero arriba, como quien mira a alguien de su misma altura, y luego, lentamente, hacia abajo. Honny Sonrió, y le quitó suavemente el lazo de su pelo. Ella siguió mirándolo, y luego echó a correr. A Honny, mientras ella desaparecía, se le llenaron los ojos de lágrimas. Necesitaba un chocolate.

Mori lo tomó, y llevándoselo al hombro, se susurró:

Esa no es manera de acercársele a una mujer- dijo, mientras caminaban hacia el host.

Yo no quería acercarme a ella… - Dijo Honny, mientras hacía una mueca de niño mimado enojado- sólo quería su lazo, porque le quedaría muy bien a mi Usa-.

Bien, pues después de nuestro turno en el Host, la buscaremos y le regalarás un lazo nuevo, para reemplazar el que le has quitado-.

En el corazón de Honny, lentamente, se estaba cocinando un pudín que contenía un sentimiento que hasta ese momento, el no conocía.


Capítulo 2: Dos cucharadas de agridulces recuerdos

Haruhi, al caminar hacia el host club, se sentía algo abatida. ¿Qué le pasaba? Desde aquel día, aquel abrazo, sentía que no podía mantener su cabeza fría como lo había hecho veces anteriores. Sintió que no podía entrar al salón de música. Posó su cabeza un momento en la dorada puerta, y luego hizo un ademán violento, sacudiéndose el pelo. Miró hacia atrás, pues unos pasos le indicaban que alguien se acercaba. Hikaru y Kaoru la miraron un instante, y Hikaru, al ver a Haruhi, le susurró al oído a su hermano, mientras se acercaban a la chica :

¿Podrías adelantarte? – sus mejillas empezaron a enrojecer

¿Porqué?- preguntó distraído Kaoru, mientras miraba extrañado a su hermano. Luego, al fijarse en la escena frente a ellos, entendió.

Sólo espero que sepas que si El señor te ve, te hará pedazos por pervertir a su hija- añadió, mientras pasaba por entre la puerta, guiñándole un ojo a Haruhi, quien lo miraba con cara sorprendida.

La puerta se cerró, dejando a ambos con un incómodo silencio. Hikaru preguntó, mientras se apoyaba en la pared junto a ella :

¿Qué sucede?-

No es nada, sólo estoy un poco casada…- dijo, mientras miraba por los ventanales. Una fría brisa golpeaba y del cielo empezaban a caer algunas gotas.

Quieres que..- hikaru tragó saliva – quieres que te traiga algo con que arroparte? – preguntó, mientras tocaba levemente el cuello desnudo de Haruhi.

Haruhi se dio cuenta que estaba temblando, y vino a su mente el recuerdo de cuando, aún sostenida por Tamaki, sintió un calor inmenso en su interior, a pesar de estar empapada por la caída desde el puente. Sus labios se tensaron, y en su cara se dibujó una expresión que Hikaru pudo entender inmediatamente.

¿Estás pensando en el señor?- preguntó. Su cabeza recibió un golpe de adrenalina, y mientras acercaba a Haruhi más hacia él, rodeándola con sus largos brazos, dejó de lado su vergüenza. Ella era su amiga...¿verdad? … entonces … debía confortarla.

Podía sentir su aroma envolverlo… incluso vestido de niño, Haruhi olía definitivamente como una flor de cerezo. Su delicada forma, tan cerca de él, lo invitaba a besarla. Haruhi, sintiéndose aliviada de los tortuosos pensamientos por el abrazo de Hikaru, no se dio cuenta que Takashi y Honny ya subían la escalera del tercer piso Se encontraba consolada entre los brazos de Hikaru, sin entender porqué estaba allí; quería descansar, quería no pensar más en él. ÉL. Estos brazos no eran de él. Este olor no era el de él…

Ejem… - una voz detrás de ellos los alertó de que ya no estaban solos y rápida e incómodamente se separaron - Tamaki nos está esperando, ya es casi hora de abrir-.

Kyoya miró a Haruhi, pero al contrario de lo que pensaba la joven, su mirada tenía una pizca de picardía, en vez del usual tilde desaprobación y frío cálculo. Ella dio las gracias porque no tenía que dar explicaciones, y entró al salón, en donde Tamaki los esperaba, con su usual sonrisa. Haruhi se sintió nerviosa nuevamente. Mientras trataba de alejar esos pensamientos contradictorios de su mente, sintió que alguien la abrazaba efusivamente.

Haru-chan , Haru- can! – dijo Honny, mientras la rodeaba con sus brazos pequeños.

¿Cómo has estado?- preguntó Mori, mientras dejaba su maleta cerca del sillón en donde estaba sentada Haruhi. Los ojos de Mori atravesaron a la niña y por más que quiso mentir, no lo pudo engañar. Mori podía adivinar lo que ocurría. En realidad, excepto Tamaki , todos podían.

Honny, por su lado, ya se había instalado a comer postres, mientras esperaba que llegasen sus clientes del día. Jugueteaba con el lazo que momentos antes le había quitado a la niña. No pensaba directamente en ella, pero sí sentía un calor especial en ese vacío en su cabeza cuando trataba de recordar aquellos sentimientos que lo impulsaron. Comió otro pedazo de pastel, mientras veía como la sala se llenaba de jovencitas.

Y allí, entre medio de otras tantas, estaba ella.

Mori sabía que vendría, sin embargo, secretamente esperaba que no lo hiciera. Su cuerpo alto y bronceado, su pelo color avellana recogido elegantemente en un moño, sus ojos verdes encendidos y su traje de judo que se ceñía justo en los lugares precisos para indicar de que era una niña. Ella se aproximaba rápidamente hacia el asiento en donde estaba Honny, y arrodillándose, pidió :

Sempai, por favor, devuélvale el lazo a mi hermana Kana - dijo la joven, mientras tocaba el suelo la nariz- Es su lazo favorito y se lo ha dado nuestra madre-.

Dile a tu hermana, que Hannodzuka personalmente irá a disculparse y devolverle su lazo – Dijo con su típica voz profunda Mori, mientras miraba a Honny. Éste le devolvía la mirada con un aspecto algo nervioso, como si le pidiese que no lo inculpase más. Luego añadió, con aire despreocupado :

Nee, neee, Takashi, se lo devolveré solamente porque a Usa- chan no le ha gustado- dijo – pero no pienses que es por que me preocupo por ella- agregó, y miró hacia otro lado.

Todos en el salón escuchaban. Era la primera vez que veían a Honny siendo increpado por algo, y poniéndose tan nervioso por ello.

Gracias, sempai.- La joven se incorporó- Gracias- miró a Mori, quien inclinó la cabeza. La chica salió a paso marcial, sin antes mirar de reojo a Tamaki, quien extendía una pronunciada reverencia a su salida.

El Host club cerró, y mientras todos se retiraban, Honny y Takashi salieron por la puerta principal. Se dirigieron hacia el hall, mientras que una copiosa lluvia golpeteaba la cúpula de vidrio. Atrás, Haruhi conversaba distraídamente con los gemelos, fijando de cuando en cuando la vista hacia el cielo con aire preocupada, cuando sintió que una mano suave se deslizó por sus hombros.

Haruhi¿ necesitas que te lleve a casa? – Dijo Tamaki, con un toque de rubor en su rostro.

No es necesario – dijeron los gemelos al unísono – ella irá con nosotros.

Haruhi…- dijo Tamaki.

Haruhi vio la expresión del rostro de Tamaki, y lo comprendió. Tendrían que hablar. Estas dos semanas había rehuido esa conversación. Pero ahora era el momento. Se separó de los gemelos, y se dirigió a la limusina con Tamaki. Subió, y Kyoya nuevamente con una risa burlona los despidió, cerrando la puerta.

Hikaru se sintió un poco consternado, y extrañamente, a su lado, su hermano sentía lo mismo. De esta tarde lluviosa, dependía el hilo que los unía. Esperaba que, hacia donde se cortara, ninguna de las partes saliera muy lastimada. Kaoru miró a su hermano, y le tomó la mano. Por sobre su hombro, le susurró:

Vámonos a casa-.

Honny abrió la puerta de la limusina, y fuera del dojo lo esperaba Kirii, su mayordomo, con un paraguas con conejitos y una amplia sonrisa en su longevo rostro. Takashi salió detrás de Honny, mientras las gotas caían sobre él. Se dirigieron a la casa principal, una mansión estilo tradicional imponente, rodeada de altos árboles y flores pálidamente iluminadas por las luces del interior . Kirii , mientras caminaban, dijo en voz baja :

debe cambiarse rápidamente su ropa y bajar a la sala de reuniones porque tenemos visitas, joven amo –

mhum – Dijo Honny. Rápidamente subió a su cuarto y se puso su kimono. Ya en el primer piso, fuera de la sala de reuniones, lo esperaba su hermano. Honny sostenía el lazo rojo entre sus dedos. Miró a su hermano un instante antes de entrar, y con aquella mirada su hermano supo que no era el momento de retar a duelo a nadie. Entró a la sala de reuniones y allí, sentada junto a su padre, estaba Kana con un lindo kimono aguamarina estampado de flores púrpuras y su hermana con un diseño similar . Ambas saludaron a Honny, y este, devolviéndoles el saludo, se inclinó. Su padre, con una sonrisa, dijo :

¡Qué poco efusivo¿ Así saludas a tu prometida? –

Honny, mientras evitaba la mirada de Kana y sin decir una palabra, extendió su brazo y dejó caer el lazo rojo que tenía en sus manos.


Capitulo tres :Una agria capa de dificultades.

Kyoya vio la limusina de Tamaki alejarse, y abriendo su paraguas, caminó nuevamente hacia el interior de la escuela . Ya en el salón de música, se dispuso a su usual revisión de cuentas . La lluvia golpeaba suavemente las ventanas, y las luces de vez en cuando titilaban. Distraído, miraba la ruma de papeles que tenía sobre su escritorio. Los ordenó en dos pilas, y se dispuso a cerrar. Fue hacia la caja fuerte ( perfectamente escondida tras una pintura de Rembrant) y al abrirla, un papel cayó. Kyoya recogió el pliego, y luego de leerlo, dio un golpe a la caja fuerte, que se encontraba vacía. Tomó su celular, digitó unos cuantos números, y con voz autoritaria dijo:

Sasuke, prepara el escuadrón delta y el siete. Los necesito inmediatamente aquí. Trae por favor a las fuerzas de contención. Han abierto la caja fuerte -.

Colgó furiosamente su teléfono, y golpeó nuevamente la pared. El cuadro que prendía de ella se descolgó, y cayó al suelo. En la parte posterior de la pintura se encontraba adherida una foto del último festival de Ouran. Haruhi se mostraba sonriente en los brazos de Kyoya, mientras un suave vals los llevaba de un lado a otro, y las ondas del vestido de la muchacha la hacían ver como una antigua diva de Hollywood . Kyoya, galantemente vestido con un frac que le combinaba a la perfección, no tenía su usual sonrisa sarcástica, sino que lo rodeaba un aura de paz y tranquilidad, mientras en el cielo los coronaban una serie de fuegos artificiales multicolores. El chico miró alarmado la fotografía, y pegó nuevamente el auricular a su oído. Luego parpadeó, y cerró el celular. Rió. No había porqué alarmarse, se dijo, era sólo un burdo intento de jugar con su psiquis. Además, no era prudente molestar a Tamaki cuando estaban tan ocupado. Se sentían pasos marciales en el rellano del tercer piso, por lo que Kyoya volvía incorporarse totalmente y esperó, dispuesto a dar las órdenes pertinentes. Al pasar por su escritorio, pasó a llevar el afiche en el que había estado trabajando. "EL HOST CLUB DE OURAN TIENE EL AGRADO DE INVITARLOS A NUESTRA ESPECIAL CELEBRACIÓN…"

Un relámpago alumbró la naciente noche.

Haruhi se sentía más y más mareada mientras se dirigía a su casa. Tamaki miraba distraídamente por la ventana, como si esperase algo, y a cada gota que caía en el frío vidrio, más se aceleraba su corazón. ¿Cómo se lo diría? Él no tenía idea de lo que pasaba en su interior, de hecho, ni siquiera ella creía saberlo. Apretó compulsivamente sus pantalones con ambas manos, como buscando alguna salida en su regazo. Tamaki salió de su ensimismamiento, y vio como a Haruhi le carcomían los nervios . Se fijó en su menudo cuerpo, y sintió como un escalofrío que no tenía nada que ver con el frío recorría su espalda. Al tiempo que la limusina se detuvo fuera de la casa de Haruhi, ninguno de los dos había cruzado palabra alguna. Tamaki descendió, y abrió su paraguas. Se acercó al lado contrario del automóvil, para abrirle la puerta a Haruhi, con una reverencia. La chica salió, mientras su corazón latía aún mas fuerte, y ambos caminaron lentamente hacia la entrada. Cuando Haruhi levantó el rostro para gesticular un tímido "Hasta luego" Tamaki impulsivamente tomó su perfilado y delicado rostro entre sus dedos. Se miraron por varios minutos, cada uno nadando en los ojos del otro. Tamaki estrechó a la muchacha entre sus brazos, y sintió como la chica se remecía al escuchar un trueno, y como su hermoso rostro se iluminaba con un relámpago. Después de unos segundos, Tamaki dijo con voz suave y tierna :

¿Sabes Haruhi? habrá un baile de máscaras que tendrá lugar la próxima semana… Y me preguntaba si podrías dejar de ser Host por un día y… ser mi princesa… sólo por una noche-.

Sempai… Yo…- Empezó a decir Haruhi, mientras salía de su ensimismamiento y se separaba de tamaki, sonrojada.

Háha – dijo Tamaki, mientras cerraba picaronamente un ojo y negaba con el índice-No tienes que responderme nada ahora, y tampoco es esto una declaración de ningún tipo. Solo quiero saber si te gustaría… eso es todo. Sin sentimientos involucrados... aún.-

Un silencio torrentoso y los relámpagos que iluminaban tenuemente los ojos de ambos opacaron el suspiro de Tamaki y el gesto de sorpresa en el rostro de Haruhi, al escuchar aquella última palabra . Aún… ¿qué significaba eso?

- Es que yo… prefiero invitarte antes de que los gemelos intenten uno de sus descabellados planes – agregó Tamaki al cabo de un rato en que ambos permanecían estáticos, y sintió que su cara ardía de vergüenza.

Lo pensaré – Dijo Haruhi, mientras abría la puerta y entraba a su casa – Nos vemos mañana – agregó, y volteó para ver por última vez a Tamaki.

Haruhi sintió que su mejilla derecha era marcada por unos suaves labios ardientes y mientras se tocaba el lugar en donde Tamaki la había besado, vio partir la lujosa limusina, iluminada por la luz de luna que se colaba por entre las nubes oscuras.

El lazo rojo cayó sobre el suelo del tatami, mientras que todos permanecían callados. El padre de Honny miraba a su hijo con una expresión de gentil desconcierto, mientras que Kana recogía su lazo y lo colocaba dentro de su kimono. Después de unos segundos, el padre de Honny dijo, carraspeando :

Ejem, ejem… Bueno, pues es tiempo de que dejemos las cosas claras ¿No te parece, Rumiko?- preguntó, mirando a la atlética muchacha que tiempo antes había ido al host club a hablar con Mitsukuni.

Como usted guste – dijo cortésmente la joven mientras hacía una leve reverencia con su cabeza – es tiempo de que honremos la tradición de nuestros dojos y la palabra empeñada de mi difunto padre años atrás. Como usted bien sabrá, soy la heredera de una gran fortuna a raíz de la muerte de mi madre, pero soy incapaz de poder manejarla, ni a ella ni al Dojo Tsukinawa pues no soy varón. Además de esto, se ha concertado entre nuestras familias un acuerdo nupcial entre el señorito aquí presente y una doncella del linaje directo al sama del dojo. Yo, como usted verá, estoy en igual facultad que mi hermana aquí presente para poder desposar a vuestro hijo, pues ambas somos menores que él y cumplimos con las cualidades requeridas . Está en su poder el decidir a que novia eligirá-.

Es cierto que yo hace mucho tiempo que he elegido a Kana para que sea la prometida de Honny. Mantengo además la palabra empeñada años atrás junto con tu padre, y aún honro su memoria. Pero debo considerar que si uno a mi hijo en matrimonio, se convertirá en mi contendor, pues pasará a ser el cabecilla del dojo Tsukinawa, además de que…- dijo el padre de Honny, antes de detenerse al ver que Kana se ponía de pie, al tiempo que decía :

¿Es que nadie me preguntará que es lo que yo quiero? Y ¿Que pasa si yo no quiero casarme con este condenado chiquillo¿qué pasa si yo lo odio?- gritó, mientras sus finos cabellos se soltaban del elegante moño que los contenía.

Nadie puede odiarme- dijo Honny, mientras un calor subía a sus mejillas rosadas, tornándolas a un rojo encendido, y elevaba su chillona voz- y yo tampoco quiero casarme contigo, niña odiosa.

¡Hijo! – Gritó el padre de Honny

¡Kana!- Reprobó la esbelta joven, mientras miraba con ojos desorbitados a su hermana.

Compórtense – dijeron Rumiko y Mtsukuni padre al unísono. Kana y Honny se levantaron, y cada uno dirigiéndose a una salida contraria, desaparecieron con un portazo.

Rumiko y el padre de Mitsukuni se miraron aturdidos por varios minutos. Una criada entró con té tradicional japonés, al tiempo que se pedían disculpas:

Siento mucho el comportamiento de mi hermana, pero seguramente el viaje desde china la ha perturbado mucho, y se debe sentir cansada – dijo Rumiko, mientras hacía una reverencia.

No te preocupes – dijo el padre de Honny, avergonzado mientras sorbía la taza de té.

– Ha sido un día largo para todos, seguro Hannodsuka entrará en razón pronto, cuando se acostumbre a la idea. Mal que mal, eran amigos de la infancia¿Verdad?- Razonó Mitsukuni, mientras acompañaba a Rumiko hacia la puerta principal. Rumiko empezó a buscar con la mirada a su hermana en el Hall, a lo que Mitsukuni padre respondió :

No te preocupes, yo veré que llegué al dojo sana y salva cuando se calme. No debe andar muy lejos de aquí, y después de todo, conoce esta casa desde siempre, así que no habrá problema – Dijo, mientras palmeaba el cuerpo de la joven.

Rumiko desapareció entre la gruesa cortina de lluvia que caía copiosa sobre el dojo, al tiempo que Honny corría por el ala Norte de la casa. Rápidamente sus menudos pies golpeteaban el suelo de madera. Pronto se encontró frente a un enorme árbol de cerezo, y entre sus ramas, se encontraba Kana, con su larga cabellera suelta y su hermoso kimono completamente empapado. Al ver a Honny contemplándola, sonrió y saltó para caer justo junto a Honny. Se miraron por un instante, y Honny, sonriente, la tomó de la mano, y la llevó bajo las escaleras, lejos de la lluvia. Allí le pasó una toalla y luego de esperar que la niña se secase, le dijo:

Buena actuación ¿Nee?

Hasta yo creí que me odiabas- dijo Kana, sonriendo ampliamente.

Escucharon unos pasos mitigados por el sonido de la lluvia cayendo, por lo que tuvieron que guardar silencio. Luego de comprobar que nadie estaba fuera en el pasillo, caminaron hacia un pequeño cuarto en donde se guardaban los víveres. Honny tomó nuevamente la mano de la chica y al tiempo apuraba el paso le susurró:

Rápido, Takashi debe estar esperándonos-.

Al abrir la puerta del pequeño almacén, vieron una silueta alta que se encontraba tumbada en el suelo. Era Mori. Al sentir el ruido de la corredera, éste inmediatamente se incorporó, y al ver el rostro de Kana, una leve sonrisa invadió su rostro. Kana se abalanzó sobre él, en un profundo y efusivo abrazo. Honny sigilosamente dejó a ambos dentro del cuarto, y cerró la puerta. Apoyando su menudo cuerpo contra la corredera, sintió que las gotas de lluvia que caían se mezclaban con silenciosas lágrimas que recorrían su infantil rostro.


Capitulo 4 .- Las dos cerezas congeladas

Un radiante haz le luz mañanera se coló por entre las cortinas de la habitación de Hikaru. A su lado, al abrir los ojos, vio a su hermano tendido sobre las sabanas, durmiendo plácidamente. Se levantó sigilosamente para no despertarlo y mientras tomaba la toalla para darse una ducha, vio que un pétalo de cerezo se había colado. Que extraño, pensó, mientras se dirigía al baño, en esta época del año aún no han florecido. En el piso inferior, ya se sentía el ajetreo de un nuevo día. Hikaru, por alguna extraña razón, no se sentía con ánimo, por lo que prefirió no llamar a las criadas para su usual tormento mañanero. Se vistió calladamente, y mientras veía a su hermano retozar sobre la cama, suspiró. Kaoru, incorporándose, le dijo:

quiero llegar temprano a clases hoy –

¿para qué?- dijo Hikaru, mientras miraba a su hermano. No era de aquellos que se levantaban temprano, o cumplían las normas si no era por algún fin jugoso.

Quiero ver si podemos encontrar a Haruhi antes que el señor lo haga. Se que está planeando invitarla al baile, y me quiero adelantar- dijo Kaoru, mientras se estiraba tal cual lo haría un gatito mimoso.

¿Te interesa ir con ella? – preguntó Hikaru, con un dejo de ironía en su voz.

Pues sí. Por un lado, para fastidiar al señor, y por otra, por que sé que te molesta a ti. Estoy cansado de esperar que hagas algo. Eres un bebé para estas cosas, y si tu no te esfuerzas, yo me quedaré con ella. ¿Es linda, sabes? Todo un partido. – Dijo Kaoru, mientras buscaba su toalla.

¿Y es que acaso tú no crees que el señor ya le ha preguntado¿Acaso no la has visto, como se miran los dos?. Si …- Hikaru quitó la vista del torso desnudo de su hermano. Sentía un nudo en la garganta ¿porqué?- yo soy su amigo, y debo apoyarla¿eso es lo que hacen los amigos verdad?- agregó, mientras buscaba pantalones.

Pues no sé, como vez, tengo la misma experiencia que tu en amistades… cero. Pero si se esto: si sientes algo por ella, que es más que amistad, me sentiré muy celoso.- dijo kaoru, mientras abrazaba a Hikaru. Este se mantuvo en silencio por un rato, disfrutando la cercanía con su confraterno. Siempre encontraba la palabra justa para hacerlo sentir bien. - ¿Sabes que no te cambiaré por nadie, verdad? Siempre serás mi hermano.

Lo sé. Dijo, mientras se alejaba hacia la puerta. – Y es eso mismo, lo que a veces me molesta, hermano- susurró, mientras se cerraba la puerta.

Al girar en el rellano, Tamaki se encontró que un tumulto de jovencitas se apiñaban fuera del salón de música. Cuidando no golpear a nadie, pasó por entre las niñas y leyó un cartel que decía:

"SE SUSPENDERÁN TODAS LAS RESERVACIONES HASTA NUEVO AVISO. EL HOST CLUB SE RESERVA COMENTARIOS, Y RUEGA A QUE SÓLO LOS MIEMBROS INGRESEN AL SALÓN."

¿Nya! Sempai, que ha pasado?- Preguntó una niña bajita a tamaki, notablemente ruborizada, mientras otras tantas escuchaban atentas.

Mi bella dama, me rompe el corazón no poder llenarme de sus almas perfectas hoy, más solo eso sé. Lo averiguaré ahora.-

Y diciendo esto, entró al salón, dejando en un mar de suspiros a sus clientas. Dentro del salón, ya estaba Kyoya, atrás de una pila de archivos, dando las indicaciones a unos soldados, y divirtiéndose con juegos portátiles, los Hitachiin. Tamaki los saludó jovialmente, y vio en los ojos de Hikaru un brillo rojo. Tamaki se sorprendió. Debo necesitar lentes, dijo. En ese instante, Honny y Mori hicieron su entrada, tratando de parar a las frenéticas jovencitas que golpeaban para poder echar un vistazo al interior del salón. Kyoya, al ver que la mayoría de host estaba reunido, despidió a los soldados, y llamo a que se sentasen en la mesa. Se aclaró la garganta, y dijo :

Debo informarles que no nos será posible realizar el baile de mascaras –

¿no,Porqué?- exclamaron al unísono los demas host.

Porque ayer he recibido una nota amenazante, de alguien que no desea que sigamos con nuestras usuales actividades- Dijo Kyoya, mientras se arreglaba sus lentes que resbalaban

Si me lo permites, me gustaría averiguar quien es aquel que nos ha molestado – Dijo mori, incorporándose – No dejaré que nadie se interponga… en nuestras acciones – dijo, mientras en sus ojos azabache se encendía un fuego. Los gemelos, que estaba a su lado, lo miraron sorprendidos. Hikaru sonrió. Es este tipo de determinación que necesito. Es así como lo debo hacer, pensó. Honny, que estaba sobre la espalda de Mori, sintió que un escalofrío le embargaba su pequeña espalda.¿Porqué Mori ansiaba tanto esto?

Lamentablemente- dijo Kyoya – No es un alumno quien nos ha amenazada. Estoy casi seguro que es uno de los líderes de las compañías rivales de la corporació de mi padre, ya que ha desencriptado la clave de la caja fuerte, la ha robado, y ha puesto una foto que se conecta con una conversación que escuché a mi padre tener con mi hermana hace unos días atrás-.

¿Qué conversación?- dijo Tamaki, extrañado-

Mi padre, al igual que el tuyo, están pensando en que ya es tiempo que tengamos prometidas- dijo kyoya, mientras una mueca extraña se formaba en su rostro. ¿es eso pudor? Pensó Kaoru.

Ne, parece que todos los papás están con esos planes- dijo Honny, con la cabeza gacha. Mori sintió que en su espalda, la respiración de su primo se aceleraba y su agitado pecho golpeaba el suyo.

¿Cómo es eso¿Alguien podría explicarme? – Dijo tamaki, mientras empuñaba sus manos y se exaltaba, resaltando con rojo sus mejillas, y desordenando su dorada cabellera.

Lo que yo he escuchado, es que tanto tu padre como el mío han decidido que Haruhi será nuestra prometida, cosa que como bien sabes es imposible. Si bien nuestros padres no se pelearán, por un lado, para saber quién se quedará con ella, esta decisión afectará mucho a las compañías de nuestros padres, pues un matrimonio significaría una asociación a las corporaciones más importantes del país. Tú comprenderás que muchos hombres de negocios querrán casar a sus hijas con nosotros. Gran problema para Haruhi, pues ella no sabe nada de este mundo, por lo que creo será lastimada.- dijo Kyoya, mientras se acercaba a la ventana, por donde penetraban cálidos rayos de luz, y un aroma a humedad mezclado con rosas.

¿Y eso es lo que te molesta¿No te molesta que tu padre haya elegido a una prometida sin siquiera preguntarte? – inquirió Hikaru, mientras hacía un ademan violento con la mano. Parecía sulfurado, indignado, completamente diferente a su hermano, quien lo miraba pétrificado.

Pues en realidad no, no me molesta en absoluto - dijo Kyoya, mientras volteaba para mirar a los gemelos y a tamaki – Yo tengo mis intereses, y por lo que concierne a Haruhi, esto era parte de mi plan-.

Un silencio reinó en la sala. Todos miraban atónitos a Kyoya. Esta era¿una declaración de amor?.. ¿Kyoya, el frío Kyoya?

Una portazo rompió el silencio. La voz de Haruhi al entrar, erizó la nuca de todos los host.

¿Qué pasa?- preguntó la niña, sentándose inconcientemente cerca de Tamaki. Éste,

se ruborizó casi indescriptiblemente, y movió su cuerpo un poco más lejos del calor que emanaba Haruhi, un poco más lejos de su olor a flores. Hikaru torció un poco su rostro al ver la cercanía proxémica entre el rey y Haruhi. Un torbellino emanó de su mente, y todo fue por un instante iluminado con un rayo de luz mañanero. Todo. La conversación con su hermano. Este era el tiempo. Este era la hora. Hikaru se levantó rápidamente, pidió disculpas y salió del salón. Haruhi miró sorprendida.

Estamos viendo una situación que se nos presentó ayer, pues el host club fue robado. Creo que… – Dijo kyoya, imparcial, como si nada hubiese pasado momentos antes

Debemos seguir con lo planeado – Dijo Kaoru, indiferente a que su hermano recién había salido del salón- ¿Sería lo mas sensato, no te parece? Lo que pretende el que nos amenazó es saber que tiene el poder para obligarnos a hacer lo que quiere. Lo que tenemos que hacer es seguir con nuestras actividades, y estar atentos si hay algo sospechoso. Respecto al sujeto en peligro, nos aseguraremos de que no lo esté –Kaoru le guiñó el ojo a Kyoya, y este asintió- Para eso necesitaré de algo de tu contingente militar- Agregó, al ponerse de pié – Además, el baile de mascaras nos permitirá decidir acerca de todos estos sentimientos encontrados- dijo, antes de abandonar el salón, echando un vistazo a Tamaki, Kyoya , Mori y Honny.

Haruhi, sentada, comprendió que no era el momento para hablar nada. Ya le preguntaré a Kyoya mas tarde pensó. Ensimismada en sus pensamientos, no notó que Tamaki se incorporaba. Lo vio caminar elegante, y sintió que su corazón se aceleraba. Fijó la mirada en otro punto. ¿Qué haría?. En ese instante, al prepararse para partir ella también, vio la mirada de Honny. De inmediato, tomó de la mano al chico y le dijo a Mori.

-¿Me lo prestarías un segundo? Hay algo que quiero hablar con el – dijo la joven, sonriendo. Mori miró por un instante a su primo, y viendo que este asentía, lo dejó partir con Haruhi.

Al verlos salir a ellos también, Kyoya se acercó a Mori, y le preguntó:

¿No será que Haruhi…?- dijo, señalando las manos unidas de ambos chicos al salir.

Qué ¿ahora tu también estás celoso? – dijo Mori, mientras se despejaba la cara de un pelo no lo suficientemente largo para hacer molestia alguna.

No seas idiota, dijo Kyoys, algo exaltado- Alguien tiene que hacer algo para que esta situación se desenrede pronto-

Porqué siempre será..- dijo Mori, tomando su bolso e incorporándose – ¿Qué siempre las madres niegan el sentimiento suyo para hacer más felices a sus hijos?...- Porqué será…- dijo, apoyándose en el respaldo de la puerta- que las madres no pueden admitir que están celosas de la relación especial que existe entre las hijas y sus padres?- agregó, antes de salir y dejar a Kyoya, turbado con sus pensamientos

Haruhi caminaba de la mano con Honny por entre las arboledas de la escuela, y, al ver la cúpula de rosas delante de ellos, decidió que era el mejor lugar para conversar.

Sempai… puede… usted… puede…- ¿Como preguntarle? No era muy diestra en conversaciones amorosas.

Ne, Haru-chan- Dijo Honny, volteándose a Haruhi, con lágrimas en los ojos- ¿cómo te sentirías si vieses a quien has amado toda tu vida enamorado de alguien que también amas mucho?-.


Capitulo 5 .- Revolver hasta que suspiremos

Hikaru aceleró el paso, mientras que sus manos se apretaban cada vez más. Dobló a la derecha, luego a la izquierda, y dos veces más a la derecha. Frente a él, una puerta estrecha de roble se erguía. Buscó entre sus bolsillos la llave, y al girar la perilla, se encontró con una estancia pequeña. Al encender la luz, se iluminó un hermoso vestido blanco, semejante al de una novia. Hikaru se quedó contemplándolo calladamente, mientras en su rostro se dibujaba una tenue sonrisa. Arregló un lado alicaído, y lo observó otro tanto. Luego de una bolsa que sostenía, extrajo unas pequeñas perlas, y con hilo, las bordó en el centro del vestido.

-Ahora, ya está todo listo- Se dijo, mientras cortaba el hilo.- Ahora, ahora es el momento de probárselo a la princesa-.

Tamaki caminaba por el jardín, ensimismado en sus pensamientos. Todo se hacía difícil, justo cuando ya no podía enfrentar más problemas. Mientras el olor a rosas lo embargaba, caminó hacia la glorieta pensando que allí podría descansar un poco e iluminar sus pensamientos. Al acercarse a la glorieta, vio a Haruhi sentada de la mano con Honny. Un río de agua fría primero bañó su cuerpo, y luego un ardor salió de sus entrañas. Se quedó petrificado, mirando la escena

-¿Honny¡Honny!. Pensó.- Es… Honny, no podrá hacer nada con ella¿verdad?, es decir, el es sólo un niño-.

-Espera. El No es un niño- dijo una voz en su cabeza- Es un hombre, un hombre mayor que tú. Debes protegerla.

- Pero ¿porqué? - Se dijo a si mismo, mientras los espiaba conversar detrás de unos geranios- . ¿Porqué debo protegerla? Sé que Honny no le hará nada.

-No. Ella no debe estar con él.-

-¿Porqué no?-

- Porque el único…El único…- Dijo Tamaki, mientras el rubor se apoderaba de sus mejillas y se incorporaba dispuesto a interrumpir la conversación- El único que pueda tocarla de esa manera, DEBO SER YO!- Gritó, espantando a los pájaros que comían semillas cerca de los arbustos.

Tamaki, viendo que había hecho mucho ruido, alcanzó a esconderse antes que Haruhi volteara su cabeza. Miró alarmado, pensando que había sido descubierto, y sus grandes ojos azules captaron el justo momento en que Honny, tomando la cara Haruhi entre sus manos, la acercaba hacia su rostro cada vez más. Su sangre hirvió y antes de pensarlo, tenía entre sus brazos a Haruhi , mientras se interponía entre Honny y la joven.

-Sempai¿Qué hace?- Preguntó escandalizada la joven, mientras se arreglaba sus ropas.

- ¿TU! Tú, que es lo que haces?- Dijo Tamaki, mientras que señalaba a Honny, que miraba con una expresión extrañada.

Lo que haga yo fuera de los horarios del Host, no es de incumbencia suya- Le espetó Haruhi, tomando del brazo a Honny, quien seguía con su expresión de gentil desconcierto. Giró sobre sí misma, y caminó a paso marcial hacia el campus. Tamaki se quedó atónito, mirando a Haruhi alejarse.

Mientras Tamaki seguía pensando en qué diablos había hecho, sintió que algo se acercaba a toda velocidad, bajando rápidamente. Ágilmente, pudo escapar en el momento justo, antes de ser aplastado por alguien que caía de la rama cercana al árbol que estaba sobre la glorieta. Extrañado, ayudó a la joven que yacía en el suelo. Al levantarla, miró sus hermosos ojos verdes, y la ayudó a quitase las ramas secas de su largo pelo negro. Recogió la cinta roja , y se la entregó. La chica, tímidamente, recibió el lazo. Tamaki, al ver que su pies estaba herido, la levantó en sus brazos. La chica, ruborizándose aún más, cerró sus ojos, dejándose llevar por el chico, quien la levantaba con gracia principesca Tamaki la llevó silenciosamente, hasta la enfermería. Allí, mientras esperaba a la encargada, le preguntó:

¿Puedo decirte algo?-

Dígame – respondió la Chica, ruborizándose.

¿Le ha dicho a Fujioka sus sentimientos?- preguntó Tamaki, sonrojándose al sólo pronunciar el apellido de Haruhi, mientras miraba hacia la ventana.

¿Fujioka? – Preguntó la niña, extrañada.

¿No espiabas a Haruhi?- Preguntó Tamaki, volviéndose hacia la niña.

¿Es ella quien estaba con Hannodsuka?- preguntó la niña, mientras un tilde de celos distorsionaba sus bellas facciones.

¿Honny?- Preguntó Tamaki- ¿Qué tienes que ver tú con Honny?- Inquirió, olvidándose de todos los modales. Si podía averiguar algo más de Honny, podría llegar al fondo de su relación con Haruhi.

Yo…- Dijo la chica, mientras sus mejillas se llenaban de un rojo intenso- Yo…-

Está bien- Dijo Tamaki, mientras se acercaba a la chica con una gran sonrisa- no tienes que decirme nada. Lo que sí, y no se como los has descubierto, debo pedirte que mantengas en secreto que Haruhi es mujer. Puede afectar su permanencia en la escuela. ¿De acuerdo?-

Lo haré, pero primero debe prometerme que su club estará abierto para el público- dijo la chica, mientras miraba con sus grandes ojos verdes a Tamaki, suplicante.

El club funcionará como siempre lo ha hecho- Dijo Tamaki- Y serás bienvenida a asistir a nuestras fiestas de té cuando gustes. De hecho, creo que…- empezó a decir Tamaki, pero al voltearse, se encontró con un gran abrazo de la Chica.

Tamaki se sonrojó por un instante, y luego sintió como ese abrazo era el de una hermanita. La chica rompió a llorar. Fraternalmente, acaricio sus cabellos. A lo lejos, se sintieron unos pasos. La puerta de la enfermería se abrió de par en par, y Haruhi, con sus mejillas acaloradas, apareció frente a donde estaban Tamaki y la chica abrazados. Los miró por un instante, con ojos fríos, y luego dijo:

Pensé que algo le había pasado. Veo ahora que está en mejor compañía.-

Y diciendo esto, salió, dejando a Tamaki boquiabierto, y a la chica anonadada. Luego de un rato, Tamaki se levantó, aún atónito, y se despidió de la chica.

- Espero no haberle causado muchos problemas sempai- dijo la chica, mirándolo fijamente.

- no te preocupes- dijo Tamaki- De hecho, con esto se han revelado varias situaciones- agregó, mientras se acercaba a la puerta-. Una cosa más – dijo, mientras se volvía hacia la chica - ¿Cómo te llamas?-

- Kana Tsukinawa. Soy… - empezó a decir la chica, mientras tragaba saliva – soy la prometida de Honny-.

Tamaki salió de la enfermería, cuando ya estaba oscureciendo. Caminó hacia el Host, mientras el cielo violáceo anunciaba que nuevamente esta noche llovería. Sus pensamientos se agolpaban en su cabeza, rápidamente, como un torbellino. Ya podía ver todo. Si Haruhi había reaccionado de esa manera, pensaba, era que… pero no podía estar seguro. Las gotas de lluvia comenzaron a caer, suave y sigilosamente, acompañando a Tamaki en sus pensamientos. No. No podía estar seguro ,no hasta que se lo preguntara. Abrió la puerta de host, y un rayo iluminó a la silueta de Haruhi, mientras Hikaru la besaba. El gemelo alcanzó a ver el Rostro de Tamaki, antes de que este se echase a correr. Al salir a la lluvia, Tamaki sintió que unos pasos lo seguían. Al girase, recibió un seco golpe en la cabeza. Quedó tendido, con sus cabellos rubios embarrados y su cuerpo mojado por la tormenta que acababa de comenzar.


Capitulo 6 : Crema De dificultades

Ne, Haru-chan- Dijo Honny, volteándose a Haruhi, con lágrimas en los ojos- ¿cómo te sentirías si vieses a quien has amado toda tu vida enamorado de alguien que también amas mucho?-.

Haruhi miró un momento, sorprendida, a Honny. Sintió que por primera vez en su vida alguien estaba confiando ciegamente en ella para que lo aconsejara. Respiró hondo y le dijo, tomándole de las manos :

Sempai, lo más hermoso que puede sentir una persona es el amor. No puedo decir que me sentiría bien sabiendo que aquel al que amo no le corresponde estar a mi lado, pero si me alegraría si el pudiese estar siempre junto a la persona que realmente ama, porque su felicidad sería la mía.

¿Como así?- Preguntó Honny

Piense que si ama a alguien, siempre querrá lo mejor para aquella persona. ¿Qué cosa es mejor que estar con la persona que uno ama? Debe uno desear entonces que esa persona especial encuentre su felicidad, aunque no sea junto a nosotros.

Eres muy madura Haruhi.- Dijo Honny, mientras se miraba los zapatos, con expresión triste- Me gustaría ser como tú. Así, tal vez le gustaría más a Kana.

¿Quién es Kana? – dijo Haruhi. Su corazón se aceleraba, y realmente no escuchaba ya las palabras de Honny. Esas palabras, esos sentimientos¿de donde habían salido¿era realmente lo que ella pensaba? Porque si era así, debía ser consecuente con ella misma. Debía decirle lo que sentía, aun cuando eso significara que no pudiese verlo nunca más como amigo.

Un Grito ronco hizo que Haruhi mirase hacia los geranios de otro lado de la glorieta. Un sonido de ramas moviéndose hizo pensar a haruhi que tal vez los estaba espiando. Suspicazmente se mantuvo observando, hasta que la voz de Honny la hizo volver a la conversación.

Kana es mi prometida. Desde que tengo memoria, siempre he estado a su lado. Desde niños hemos estado solo nosotros, jugando, asistiendo a la escuela, caminando por los parques, entrenando en el Dojo… Solos nosotros... tres. –dijo Honny. Mientras volteaba la cara , para que Haruhi no pudiera ver las lágrimas caer de sus grandes y acaramelados ojos.- Es ella… es ella la que hace que mi corazón se vuelva cálido… Pero ella desde pequeña está enamorada de Takashi. Puedo verlo en sus ojos, en su sonrisa amplia cuando está con él. Y creo que él le corresponde. Hubo un tiempo que pensé que podía verla como una amiga, estar feliz por ellos… pero no puedo. Soy muy egoísta, soy muy infantil, la quiero solo para mí. Ahora que ha vuelto de China, no puedo, no puedo…- Sus puños apretaron sus pantalones, y la mano de Haruhi asió con más fuerte la de Mitsukuni. Honny miró nuevamente a Haruhi, y tomó entre sus manos el rostro de la chica .

¿Crees que tengo posibilidad?- Los ojos de Honny se encontraron con los de la chica, y sus narices se rozaban. Un estrellazo contra un espalda fornida hizo a Haruhi tambalear por un instante. Se encontró entre los brazos de Tamaki. ¿La había estado espiando¿desde hace cuanto? Pensó Haruhi, mientras la sangre se agolpaba en su cara.

-Sempai¿Qué hace?- Preguntó escandalizada la joven, mientras se arreglaba sus ropas. Era justo, justo la persona que menos esperaba Haruhi. ¿Qué hago si es que me ha escuchado¿Podré enfrentarlo?

- ¿TU! Tú, que es lo que haces?- Dijo Tamaki, mientras que señalaba a Honny, que miraba con una expresión extrañada.

-Lo que haga yo fuera de los horarios del Host, no es de incumbencia suya- Le espetó Haruhi, tomando del brazo a Honny, quien seguía con su expresión de gentil desconcierto. Debo salir de aquí, dijo Haruhi, mientras un torbellino de pensamientos se amontonaban en su cabeza. Su sangre corría por su menudo cuerpo con velocidades exorbitantes. Estaba llena de alegría, alegría por aquella escena que colmaba su corazón con gozo, con expectación. Tal vez si hay una posibilidad, que después de todo, puedo aún conseguirlo , se dijo a sí misma, mientras trataba de esconder su sonrisa de Tamaki. Giró sobre sí misma, y caminó a paso marcial hacia el campus. Tamaki se quedó atónito, mirando a Haruhi alejarse.

Cuando ya estaba lejos de la glorieta, Haruhi se dio cuenta que traía aun del brazo a Honny. Estaba tan absorta en sus pensamientos, que ni siquiera se había dado cuenta que el chico aún seguía con ella, y que de vez en cuando le lanzaba una mirada de complicidad . Al encontrarse con los ojos de Mitsukuni, Haruhi supo que, tal como lo había hecho, él, era el momento que ella también abriese su corazón.

Yo…- Comenzó a decir Haruhi, cuando ya se encontraban cerca de la entrada de la escuela.

No tienes que decirme nada, yo desde siempre lo supe…- dijo Honny, con una sonrisa en su infantil rostro- Usa-chan y yo siempre supimos que Haruchan y Tamachan harían una linda pareja. Tal vez algún día, comeremos dulces todos juntos- dijo, mientras adoptaba su usual posición lolishota..

Si, tal vez algún día, Kana podrá acompañarnos- Dijo Haruhi, con una sonrisa triste.

¡Prometamos seguir nuestros corazones!- Dijo Honny, mientras le Ofrecía el dedo meñique a Haruhi. La chica lo miró sorprendida.

¿Nee, Haruhi, no sabes hacer la promesa del cerdito chiquitito? – Le dijo Honny,

mientras miraba a la joven algo extrañado. Haruhi negó con la cabeza , expectante. Honny suspiró, y se dispuso de manera que parecía un profesor dando lecciones.

La promesa del cerdito pequeñito fue inventada por una princesa muy hermosa, quien anunció que se casaría con aquel que le mostrase el dedo que ella escondía detrás de su espalda. Un día, un caballero llegó y le mostró el dedo pequeño, y lo unió con el de ella, como símbolo de su eterno amor hacia ella. Aún después de su muerte, el caballero siguió siendo leal a su princesa, buscando la felicidad para ella. Así, la unión de los dedos pequeños significa un pacto de ser siempre honestos. Seamos honestos con nosotros mismos, y con nuestros príncipes y princesas.

De acuerdo- Dijo Haruhi, sonriendo. Estrechó el meñique de Honny, y los dos rieron mirándose un largo rato. Luego, Honny se despidió cuando vio a Takashi dirigirse al club de Kendo.

Haruhi se dirigió hacia el colegio, más contenta que de costumbre. Al pasar por los pasillos, se dio cuenta que un montón de chicas se agrupaban en la ventana que daba hacia los jardines en los que hace unos momentos ella se encontraba. Curiosa, se acercó a la multitud haciéndose la desentendida, mientras ponías atención a dos chicas que murmuraban:

Hey!¿ Que no vieron que Tamaki-san caminaba hacia la enfermería?

En serio? Qué le habrá pasado?

Me dijeron que una chica había aterrizado sobre él, al caer de un árbol..

Kya! Espero que se encuentre bien…

Quién sabe… si se fue a la enfermería, y si le cayó una chica en la cabeza, lo mas probablemente es que ya esté inconciente y por lo menos algo herido…

En la cabeza de Haruhi se nubló todo, y los murmullos de las muchachas solo fueron un lejano sonido. En su corazón, la sangre le hervía, la tiraba, la obligaba a saber inmediatamente que le había pasado a Tamaki. Su pecho se oprimía, y mientras doblaba a toda velocidad se estrelló de pleno contra Hikaru. En el suelo, y mientras se afirmaba un brazo lastimado por el violento golpe, Hikaru miró a Haruhi, y sintió que la sangre se le subía de nuevo a sus mejillas. Incorporándose, Hikaru miró a Haruhi, y vio que en sus ojos una imrada de desesperación le indicaba que algo no andaba bien.

¿Haruhi, qué pasa?-

En las mejillas de la joven, tal vez por el dolor que le había causado el golpe, tal vez por la aflicción que se acunaba en su corazón, corrían silenciosas un par de lágrimas.

Tamaki sempai está herido, le ha caído una chica en la cabeza- dijo Haruhi, al tiempo que apuraba nuevamente el paso. Hikaru trató de seguirla, mientras pedía más detalles respecto al incidente.

¿Una chica en la cabeza¿Cómo?-

Realmente no lo sé, pero debo saber cómo está- dijo Haruhi.

"Debo saber como está". Esas palabras resonaron en la cabeza de Hikaru. ¿Qué era lo que le interesaba tanto de él¿Qué era lo que lo hacía tan especial?¿Qué era lo que a él le faltaba, para que Haruhi pudiese ver a través de su cuerpo, directamente a su corazón, y se quedase para siempre con el?

Después de subir las escaleras, llegaron a la enfermería. Dentro se sentía un leve murmullo. Haruhi miró la puerta un momento, con los labios y los puños apretados, y Hikaru supo que estaba buscandio fuerzas para poder entrar. Estaba buscando fuerzas para enfrentar a Tamaki, y desnudar todos los sentimiewntos que se encontraban sazón. Sintió que un agujero gigante se estaba haciendo en su interior, y que pronto este orificio consumiría todo a su paso, dejándolo como una cáscara vacía. Pero¿Qué podía hacer? Haruhi era su amiga. La miró tiernamente, le acarició suavemente el hombro y le dijo:

El debe estar esperando que tú vengas. De seguro se alegrará de verte, ese tonto señor. Te puedes quedar con él a solas, o pueden venir conmigo y lo vendremos a ver juntos más tarde. Es tu decisión-.

El corazón de Haruhi latió fuertemente. ¿Era una petición para que ella eligiese? Los ojos de Hikaru la atrapaban, firmemente, egoístamente. Sintió que su rostro se calentaba, y que la presión de su cuerpo aumentaba, como si corriese una carrera en la que el premio era conocer lo que realmente su corazón sentía. Sintió que su garganta de desgarraba cuando dijo, volteándose hacia la puerta :

Esperame aquí. Volveré pronto.-

Alcanzó a ver a Hikaru voltearse rápidamente, y fijó de nuevo la mirada en la puerta de roble, para no ver a Hikaru alejarse. ¿Porqué le dolía tanto?. Retomó su posición tensa, y decidió que lo mejor era entrar de golpe, de lleno. Dentro, ya sabría como actuar. Abrió la puerta de par en par y alcanzó a ver a Hikaru por el rabillo del ojo doblar y desaparecer del pasillo antes de que fijar su vista hacia el interior del cuarto, y que un tenue rayo de luz que se colaba por las cortinas azulinas iluminase a Tamaki, entrelazado con otra chica. Un balde de agua fría mojó todo su cuerpo, y sus ojos se congelaron al instante. Conteniendo las ganas de llorar, dijo:

Pensé que algo le había pasado. Veo ahora que está en mejor compañía.-

Y diciendo esto, salió, dejando a Tamaki boquiabierto, y a la chica anonadada. Haruhi salió corriendo, mientras que su corazón poco a poco dejaba de latir. Una sensación de frío se apoderaba de todo su cuerpo. Quería escapar, no ver nunca mas nada, dormir profundamente y no saber nada más del mundo que lo contenía a él, a quien la había traicionado. Espera¿traición? Dijo una voz en la cabeza de Haruhi, mientras disminuía la velocidad "Traición" se aplica cuando ha habido un compromiso, y este ha sido roto. ¿Tu no tenías ningún compromiso con él, verdad?" Verdad, se respondió Haruhi a sí misma, y comenzó a llorar. Vio que por el extremo contrario del pasillo se acercaban unos estudiantes de tercer año, y pensó que era mejor que no la viesen. Miró a su entorno para ver un lugar donde esconderse. Sin darse cuenta se había dirigido al Host. Entró rápidamente, y allí encontró a Hikaru, iluminado por la violácea luz del atardecer, arreglando un hermoso vestido blanco.

-Hikaru…- Dijo Haruhi sorprendida y maravillada, mientras veía el vestido, y procuraba limpiar las lágrimas de su rostro.

- Haruhi, tú… - Hikaru quitó la mirada del rostro de Haruhi. No podía verla. Era malignamente hermosa para él, era como un veneno del que quería beber siempre. Debía ser fuerte. Ya la había dejado entrar, y ahora su dulce ponzoña recorría su cuerpo. Pensó que lo mejor que podía hacer era empezar a tratarla fríamente, como si nunca nada hubiese pasado. La enfrentó, y vio a Haruhi destrozada, llorando a todo lo que daba, tan frágil y hermosamente delicada que lo desarmó en un instante. Nunca nadie se había abierto así frente a él, nunca nadie había necesitado tanto de él en ese momento Con sus manos temblorosas, rodeó el menudo cuerpo de Haruhi, y la abrazó en un profundo enlance. La chica sólo loraba, desconsoladamente. Hikaru sintió que podía estar así para siempre, con ella, sólo con ella. La luz entraba menos a medida que el día oscurecía, dejándolos a los dos ligados en penumbra. Hikaru sentía la respiración de Haruhi cerca de su cuello, y sus lágrimas mojando su camisa.

Haruhi , al sentir el abrazo de Hikaru, se perdío inmediatamente en él. Era ese efecto mágico que él tenía, que podía hacer que se olvidase de todo, como aquel día en la tormenta. Era ese egoísmo que la hacía perderse en su todo, y ser nada.

Cuando su llanto cesó, ya era casi de noche. Hikaru había estado con ella por más de media hora, consolándola. Vio la flaqueza en su corazón, y sin embargo aún seguía viendola con suaves y tiernos ojos.

Hikaru, al ver que Haruhi se había repuesto, pensó en animarla y le dijo mientrs la miraba a los ojos, aún sosteniéndola contra su cuerpo:

¿Ves aquel vestido? Es el vestido que hice para que lo ocupases el día de la fiesta de máscaras, cuando vayas conmigo-

Mientras Hikaru pronunciaba estas palabras, un torbellino de imágenes agolparon la mente de Haruhi. Y vio a Tamaki en la limusina, con sus ojos suplicantes, con su gallarda belleza, un beso incandescente, un petición, un encuentro del príncipe con la princesa. Y las lágrimas cayeron nuevamente por su rostro, al recordar aquella escena.

Hikaru, por un instante, no sabía que había hecho mal . Y luego lo comprendió. Y sintió que una furia crecía como un incendio en su cuerpo, quemándolo todo a su paso. Sin pensarlo dos veces, giró la cabeza de Haruhi, y se unió a ella en un profundo y suave beso.

Haruhi se quedó consternada. Y sintió que su cuerpo, suplicante de consuelo, recibía gustoso aquel beso.

Hikaru, por el rabillo del ojo, vio que alguien abría suavemente la puerta. Pensó en separarse, pero luego, al ver a Tamaki, un impulso hizo que se aferrase aún más al cuerpo de la joven.

Haruhi se separó. Miró hacia todos lados, sonrojada y preguntó:

¿Ha entrado alguien?-

No ha sido nadie- Mintió Hikaru, mientras recuperaba el pulso normal. Su corazón latía a mil revoluciones. No dejaría pasar esta oportunidad. Ella sería suya. Ya no cabía duda, haría lo que fuese por ella.

Haruhi, se sonrojó aún más, y tomó sus cosas. Murmuró un tímido "Adiós" antes de dirigirse a la puerta. Antes de que pudiese salir, sintió que Hikaru la tiraba del brazo, y la dejaba frente a frente, con sus narices rozándose. Le besó la frente, y le dijo "Buenas noches".

Haruhi salió rápidamente del cuarto, y un poco más atrás, caminaba Hikaru. Haruhi se sentía aún más incómoda al tener al chico caminando calladamente detrás de ella, como si la situación no ameritase ninguna explicación. Preguntó, sin darse vuelta:

¿Porqué me estás siguiendo?-

No te sigo, hay sólo una salida , y yo también quiero ir a casa-.

Caminaron en silencio hacia la salida, y unas tenues gotas de lluvia mojaron los uniformes de ambos. A lo lejos, una limusina esperaba. A medida que se acercaban hacia la salida, vieron que dos hombres vestidos de negro arrastraban algo. Se acercaron un poco más, y vieron que una cabellera rubia entraba a la limusina. Haruhi lo reconoció enseguida. Era Tamaki. Al cerrarse la puerta , Haruhi comprendió todo. Soltó su bolso, y corrió desenfrenadamente en dirección al auntomóvil, el cual ya estaba en movimiento. Hikaru, corriendo dentrás de ella, le preguntó:

Haruhi¿qué pasa?-

Debemos contactar inmediatamente a Kyoya-sempai- dijo Haruhi, con voz alarmada, y los ojos asustados- Tamaki ha sido secuestrado.

Bajo la lluvia, sintieron que una gran tormenta estaba a punto de comenzar.


Próximo capitulo, se despejan las interrogantes. Si quieren la segunda tira de capitulos, por favor, dejen reviews. ;D