Disclaimers: Bleach no me pertenece ni tampoco sus personajes.

El cielo gris se expandía al igual que el silencio entre nosotros, la brisa que había en las calles de Karakura eran fuertes y las nubes oscuras que se asomaban escondiendo el celeste tan maravilloso del ancho cielo estaban espantando y previniendo a las personas para volver a sus hogares, en cambio yo, estoy esperando a que aquellas frágiles y dolorosas palabras que se desvanecieron en el viento las niegues y que me expliques lo sucedido, aunque en verdad tengo tan claro lo que ocurrió.

Flash Back (Día anterior)

Tus manos recorrían mis mejillas, haciendo que me acerque para terminar con un sencillo y suave beso, tan delicado como un pétalo de rosa, tan hermoso y simple, tan… celestial. Tus brazos rodearon los míos, haciendo que un sonrojo salga a la vista, acariciaste mi cabello, lo entrelazaste en tus dedos y luego cayeron para quedar de la misma forma que antes, me besaste nuevamente y colocaste un brazo alrededor de mi hombro, diste un pequeño suspiro en mi cuello lo que hizo que una especie de corriente comience a recorrer mi espalda.

Fin flash back.

Desvié mi mirada para que no veas mi rostro lleno de lágrimas que no podían salir, alcé mi mano y sequé las que salían, oculté mi cara con mi cabello, casi no podía aguantar más, hasta que en un solo segundo comencé a caminar despacio mientras una pequeña llovizna me acompañaba, descendía frágil y al sentir que tu mano sujetó la mía me asombré, sin decir nada mantuvimos el gran silencio, aquel que me comenzaba a hacer daño…

Lo siento, Riruka… Tú no te merecías esto – Pronunció Ichigo dándome un abrazo reconfortante, el que hizo salir mis lágrimas.

Me sujetó la cabeza, apegándola más a él, de mis ojos solo salían lágrimas y de mi boca sonidos de llanto, cerré mis ojos segundos después de verte cerrar los tuyos, y al abrirlos vi a la muchacha que me alejaba de ti, ella solo observaba un tanto apenada, yo sabía perfectamente que tu chica era yo, pero Rukia te amaba y no podía hacer nada para evitarlo, cambiaste de opinión de un día para otro, aunque me alegra un poco que sea con ella…

Cuida bien… de Ichigo – Fue lo último que dije y se lo susurré a Rukia.

Fueron mis últimas caricias y también lo último que les pronuncié de frente.

Adiós, Ichigo – Dije en un pequeño susurro que lo llevó la brisa, haciendo que una pequeña lágrima cayera al igual que la lluvia que comenzaba sin piedad alguna.

Fin.