Realmente estaba deseando pasear por ese castillo del que tantas veces había oído hablar. Ya era hora que empezara el colegio, pensaba.

Y, como de la nada, apareció él, Harry Potter, el muchacho que tantas veces mencionaban mis padres. Había oído que había crecido con muggles, así que no sabía bien que pensar de él.
A día de hoy aún no he entendido que vio el mi; yo era pobre, no tenía mucha vida social y muchas familias hablaban mal de la mía… pero nos hicimos amigos, los mejores amigos que se pueda imaginar; le expliqué un poco de nuestra cultura, y me sentí importante, valioso.
Era yo, joder, Ronald Bilius Weasley, el que le estaba enseñando a Harry James Potter. El niño que sobrevivó-.

Y sin explicación alguna apareció Hermione Jane Granger en nuestra vida. Y la odié, oh si, la odié mucho.
A fin de cuentas, ¿Quién era ella para decir que "tu hechizo para cambiar a scabbers de color no era efectivo? ¿Quién era ella para presentarse ahí en medio, ponerte nervioso, y encima, echártelo en cara?

No era nadie, en resumen. Así que lo mejor sería que la pusieran en una casa diferente a mí, y que me dejara tranquilo…

La tuvieron que poner en Gryffindor, claro. Y la tuvieron que poner a mi lado en Encantamientos… y me tuvo que ridiculizar con el dichoso hechizo. Pero me vengué, oh sí. Lo hice.

Bueno, en verdad no fue una venganza justa… yo me sentí mal un rato, y ella toda una tarde… pero en fin, que se le iba a hacer, ¿no?
Tenía once años, y había un fantástico banquete de Halloween esperando para ser devorado.

Y de golpe…

¡PUM!

Un troll en Hogwarts.

¡PUM!

Hermione no lo sabe.

¡PUM!

Culpabilidad al acecho.

¡PUM!

El troll encerrado.

¡PUM!

Hermione está con el troll.

¡PUM!

Salvo a Hermione.

¡PUM!

Ella se juega el cuello para salvarnos a nosotros.

Y, sencillamente, el corazón dio un cambio. El corazón ya no odiaba a esa chiquilla de once años, pelo encrespado y dientes salientes.

Tampoco la quería, aún.

Pero la apreciaba. Quería tenerla como amiga.

Porque aquella chica, Hermione Granger, que odiaba romper las reglas, lo había hecho. Para salvarnos. Para salvarme.

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(Odio hacer estar separaciones, pero sino ya no sé que hacer xD)

Bueno, estoy subiendo antiguas historias que escribí sobre Ron y Hermione! Esta en concreto trata de los pensamientos de Ron durante el primer año. La verdad es que mientras el verano pasado releía por 2782 vez Harry Potter y la Piedra Filosofal, empecé a sentir algo… malo. No lograba entender como Ron, odiando tanto a Hermione, se podía enamorar de ella. Entonces decidí escribir esto para explicarlo por mí misma, algo así como autoterapia xD Siempre había oído que lo hacían otras personas y tal, y esta ha sido la primera vez que DE VERDAD, necesitaba escribirlo… y me encanta como quedó!

Espero que os guste! Los reviews me animan el dia! :D