Bueno, este es mi sexto fic y de la pareja HeraclesxKiku, solo que es Japón femenino xD
Un día leí un fic de esta pareja (Las tres torturas chinas, lo tengo en favoritos) y me dio la idea de un fic con un Fem Japón. Lean y espero que les guste y comenten =)
Advertencias: Ninguna.
Etapa 1. Como me enamore.
Era un lindo día para Heracles, un apuesto griego de cortos cabellos cafés y ojos verdes que se encontraba sentado en la banca de un lindo parque en Japón.
El y su familia llevaban viviendo ahí aproximadamente dos años. Si tenia que ser sincero, a el no le gustaba mucho Japón en ciertos aspectos, era un lugar muy poblado y siempre se estaba en movimiento. Podía escuchar casi siempre el ruido del claxon de los autos y a la gente gritando por quien sabe que razones. Le era muy difícil encontrar un buen momento silencioso y tranquilo para dormir.
También tenía a un muy molesto vecino turco, desde que lo conoció se llevaron mal y siempre que se veían lo hacían con una mirada de odio infinito y peleaban como perros y gatos.
La escuela no era mala, pero también era muy activa y había cierto grupo de estudiantes que le preocupaba – Compuesto por un americano, un ingles, un francés, un chino y un ruso –. Si no tenía cuidado podría terminar metido en uno de esos grandes desastres gracias a todos sus estudiantes únicos – No es que el fuera relativamente normal también –.
Japón es un lugar lindo, pero era demasiado movido para una persona tan calmada y despreocupada como el.
Si no fuera por dos cosas el ya se habría ido de ahí hace mucho tiempo y hubiera regresado a su calmada tierra natal. Pero no lo hizo, como dijo antes por dos cosas.
Una de ellas era por sus padres, como el tenía aun diecisiete años no era mayor de edad y no podía viajar solo, eso contando también que si sus padres se enteraran de que el hiciera algo como eso lo matarían. La verdad es que en los primeros días de llegar a la nación del sol naciente considero arriesgarse, pero después surgió la otra razón.
La otra razón es porque conoció a alguien.
Una persona que se volvió muy importante para el, la persona de la que se enamoró.
Se enamoro de una linda chica japonesa, bella como ninguna otra. Era muy bajita para su edad – una año menor que el – lo cual la hacia ver tierna junto con su linda carita, tenía una piel blanca, ojos color café profundos e hipnotizantes, un cabello lacio y corto. Su voz era muy suave y calida, casi como un arrullo para que el tomara un siesta.
Tenía una personalidad muy calmada, era tímida y un poco reservada, pero también era apasionada y ponía empeño en sus actividades. Y su precioso nombre era Akemi.
La conoció en un día normal de escuela, el llevaba apenas una semana de ingresar a esa singular academia. Heracles recuerda que estaba en la azotea tratando de dormir, de repente un gran estruendo lo despertó, el se levanto y fue a ver desde las rejillas de la azotea que pasaba. En el patio de enfrente se encontraba cinco estudiantes llenos de suciedad y con los cabellos muy desordenados, pudo ver también alguno de esos instrumentos que se usaban para la clase de química.
Flash Back
- ¡Estúpido Alfred, mira lo que has hecho! – Grito extremadamente enojado un ingles de grandes cejas.
- ¡Ahora es mi culpa, estas cosas no hubieran explotado si no me hubieras distraído viendo como le hablas a tus amigos imaginarios! – Le respondió de igual manera un americano.
- ¡No son amigos imaginarios son criaturas mágicas! – Dijo el ingles.
- Les dije que no debían tomar los instrumentos del laboratorio-aru – Hablo esta vez un chino de largo cabello sujeto en una cola baja.
- ¡Miren como quedo mi cabello! ¿Qué haré? Hoy tengo una cita con mon amour Matthew – Se quejo un guapo francés.
- ¡Ah! ¡Maldito te dije que no te acercaras a Matthew! –
- ¡Atrévete a hacerle algo a mi hermanito y te castro! –
- Por que no lo arreglamos volviéndonos todos uno con migo – Hablo por primera vez un ruso con una extraña sonrisa en la cara.
- ¡Nadie pidió tu opinión Ivan! – Gritaron los otros cuatro enojados.
- Oigan tenemos que irnos rápido antes que llegue un maestro-aru – Dijo el chino.
- Francis si te atreves a tocarle un solo pelo a Matt te juro que no volverás a ver la luz del día – El ingles ya había tomado del cuello Francis y lo amenazaba.
- ¡Pónganme atención-aru! –
- "Que ruidosos" – Pensó el griego algo fastidiado, el solo trataba de tomar una siesta pero gracias a ese extraño grupo de personas no tendría silencio.
Mientras el griego veía a las cinco personas de abajo, no se había dado cuenta de que alguien había entrado por la puerta.
- ¡Ah! Lo siento, no sabía que había alguien aquí – Dijo una suave voz.
Heracles atraído por esa voz volteo y lo que vio lo dejo hipnotizado, en la entrada de la puerta estaba la persona mas hermosa que había visto alguna vez en su vida, era una chica que no había viso antes en la escuela, le pareció como una joya humana, sentía que irradiaba brillo su belleza.
- No, puedes quedarte si quieres – Hablo un poco torpe aun viéndola fijamente.
- Gracias – Dijo ella caminando hasta quedar a un lado del griego. Ella escucho el escándalo que el pelicafe había olvidado gracias a ella y extrañada dirijo su vista hacia abajo. – Yao-nisan – Dijo ella sorprendida.
- ¿Eh? – Musito el otro.
- Es que el chico de abajo es mi hermano – Informo ella.
- Vaya – Respondió el. No sabía que decir, quería hablar con ella pero no encontraba un tema de conversación hasta que vino a su mente el que el chino fuera su hermano. – ¿Si es tu hermano porque nunca antes te había visto aquí? – Pregunto él.
- Es que estuve enferma la primera semana de clases y Yao-nisan no me dejo venir – Respondió ella aun viendo hacia abajo.
- Ya veo –
- Ah, lo siento no me he presentado, soy Honda Akemi, un gusto conocerlo – Hablo ella haciéndole un reverencia.
- Si, yo soy Karpusi Heracles, un gusto también conocerte – Dijo el algo nervioso por la reverencia de la más bajita.
- ¿Es usted nuevo en la academia verdad? – Pregunto ya erguida la chica.
- Si –
- Bueno, aunque es un poco tarde, bienvenido a la academia Hetalia Karpusi-san – Dijo ella con una linda sonrisa que hizo sonrojar al griego.
- Si, muchas gracias, aunque te pido por favor que no me llames Karpusi, me molesta un poco –
- ¿Entonces como debería llamarlo? – Inquirió ella curiosa.
- Supongo que Heracles –
- Lo siento, no creo que pueda, lo acabo de conocer y eso seria un atrevimiento – Dijo la japonesa.
- Te pido por favor que lo hagas, a mi no me molesta – Insistió el griego, en verdad le gustaría que ella lo llamara por su nombre.
- Bueno, Heracles-san – Acepto la ojicafé.
Heracles sintió una calida sensación en su cuerpo, como si el que la chica lo llamara por su nombre lo pusiera feliz.
- Cierto, ¿Por qué estas aquí? – Pregunto él.
- Me sentía un poco hostigada entre tanta gente, aveces quiero un poco de silencio y poder descansar en tranquilidad – Respondió.
- Yo también pienso lo mismo – Dijo el sorprendido porque la japonesa tuviera una idea parecida a la suya. Un ruido atrajo su atención, a su derecha, en un gran árbol al lado de la escuela había un gato en una rama.
- ¡Un gato! – Dijo ella de repente entusiasmada.
- ¿Te gustan los gatos? –
- Si, me parecen animales muy lindos –
- Espera aquí – Dijo Heracles y se acerco a todo lo que le permitió la barda le permitió, saco uno poco su mano y llamo al gato. Akemi se pregunto que hacía, no creía que el gato se la acercara, pero para su sorpresa aquel gato color café se subió la barda escalándola y terminando en los brazos del recién conocido estudiante nuevo.
- ¡Wa! ¡Que lindo es! – Ella se acerco al griego que tenía al gato en brazos.
- Por supuesto, a mi me gustan los gatos –
- ¿En serio? – Ella se veía entusiasmada – ¡Que bien!
Ella acerco su mano al gato y este se dejo acariciar por ella ronroneando felizmente. El griego había conocido a una muy linda persona. La miró acariciar al gato, le pareció una tierna imagen. Por un momento se sintió extraño, ese sentimiento cálido volvió a el, pero ahora mucho mas grande y pacífico. Se pregunto que era, no lo sabía, pero quiso sentirlo un poco más, miro a la chica, y ese sentimiento sigo haciéndose más fuerte en ese momento.
El griego entonces lo descubrió, descubrió que era lo que sentía y porque, también supo que esa linda chica se había olvido algo especial y diferente a sus ojos.
Tan encimado estaba viéndola que no se dio cuenta de dos cosas, una era que una sutil pero tierna sonrisa se había mostrado en sus labios, y la otra era una mirada asesina desde el patio de abajo de parte de cierto chino.
Fin del Flash Back
Desde ese momento empezó a sentir mariposas en el estómago y cuando pensaba en ella su corazón empezaba a latir más rápido. Estaba completamente seguro de que se había enamorado de ella.
El la adoraba, la quiere como nunca antes había querido a alguien. Es por eso que tenía que hacérselo saber.
Es cierto que el es la persona más tranquila que puedas encontrar, pero siente que ya no puede reprimir más sus sentimientos, ya los había aguantado por dos años y no puede hacerlo más tiempo.
Heracles quiere, no, mas bien esta decidido, debe decirle a Akemi que la quiere.
Quizás la asuste, o quizás ella deje de hablarle, sabe que eso le dolería demasiado y que estaba yendo demasiado rápido, quizás debía pedirle una cita primero pero no lo soportaba mas ¡Tenia que decírselo pronto!
- "Decidido, mañana tengo que decirle lo que siento" – Pensó el griego. Pobre, no sabia que desde ese momento una serie de desafortunados eventos lo perseguirían.
¿Les gusto? Amo a Akemi y Heracles son tan lindos, aunque también amo a Kiku xD
Por favor comenten. Bye!
