Nota: Esta es una traducción al español del Fic "KNOTS" (Nudos) del autor Little leaf of the Redwoods, quien amablemente me ha concedido el permiso para hacerlo. Es seguramente el Fic de los hermanos Hansen que más me ha gustado. Aclaro que para traducir la historia, no utilizo ninguna herramienta de traducción. No soy dueña del relato, ni busco ganancia económica.
Advertencias: La historia contiene spanking paternal/castigo corporal/nalgadas en algunos capítulos, expresiones fuertes, insinuaciones sexuales, maltrato infantil (aunque no tan descriptivo), violencia, puñetazos, drama, angustia familiar, amor adolescente, dolor, consuelo, momentos de hermandad y escenas emocionales (Creo que he cubierto todo).
Personajes Principales:
Sig Hansen - 18 años de edad. Hermano mayor. Rubio, ojos azules, un personaje muy trabajador y agradable. Este verano, será responsable del cuidado de sus dos hermanos menores… "Dios se apiade de su alma"
Norman Hansen - 17 años, corto de estatura, ojos grandes y de color azul cobalto, cabello castaño. Es un tipo muy inteligente, pero con un temperamento feroz.
Edgar Hansen - 13 años de edad. "el bebé de la familia". Larguirucho, alto para su edad, cabello marrón, sedoso largo y suave. Ojos de color verde oscuro, nadie puede negar que es un chico terco pero absolutamente adorable y algunas veces, inseguro.
CAPITULO 1: "EL CHICO"
Junio, 1984
Sig esperaba sentado en una de las sillas de la cocina mirando con insistencia la puerta de tela metálica, su ira iba creciendo a cada minuto.
El reloj marcaba las 11:30 de la noche y su hermano menor, Edgar, todavía no estaba en casa. Norman, su hermano mediano, estaba viendo la televisión en la sala...o al menos se supone que eso era lo que fingía hacer...aunque en realidad, Norman estaba retrasando su ida a la cama con el fin de asegurarse de que su hermano mayor no asesinara a su hermano menor en el mismo instante en que el chico se dignara a entrar por la puerta.
Edgar había perdido su "toque de queda establecido" por dos horas y media y ahora ambos hermanos mayores estaban muy preocupados…aunque ninguno de ellos lo admitiría nunca en voz alta.
Habían pasado apenas seis meses desde el repentino fallecimiento de su madre. El médico explicó que todo fue ocasionado por un derrame cerebral y el entierro ocurrió tres días antes de que Edgar cumpliera sus 13 años.
Obviamente su padre estaba devastado, casi no hablaba con ellos y finalmente se escondió en su propio mundo. Era la temporada de pesca y él, como jefe del hogar, se quedó en casa ese año para estar con sus muchachos y evitar que crecieran fuera del ceno familiar.
Los tres jóvenes sufrieron en silencio la pérdida de su madre, cada uno de manera diferente. Sig hundió su cabeza en las tareas escolares y también tomó un trabajo en los muelles, reparaba embarcaciones y equipos. Norman, por su parte, continuaba con su trabajo en la ferretería local, también se dedicaba junto a sus amigos a la reconstrucción de motores, aunque la mayor parte de su tiempo lo dedicaba a su novia. Ambos chicos se alejaron mucho de su hogar..
Edgar, siendo el más joven, recibió con más fuerza el impacto de la muerte de su madre. Comenzó a faltar a la escuela y cambió su círculo de amigos. El pequeño Hansen estaba en un constante impulso de encontrar algún tipo de aventura y mientras más peligrosa era…más le atraía. Su padre parecía estar en una niebla permanente y no tenía idea de lo que estaba haciendo. Sus hermanos prácticamente lo abandonaron y casi nunca los miraba en casa. Para Edgar, fue como si ese día, hubiese perdido toda su familia al mismo tiempo.
Debo aclarar que no siempre las cosas fueron de ésta manera. Aunque nunca fueron personas muy cariñosas, los chicos siempre compartían tiempo juntos. Su madre se encargaba de eso, siempre organizaba cenas familiares, vacaciones y celebración de días festivos, destacando la importancia de permanecer unidos. Los tres hermanos se amaban mucho, pero no siempre lo comunicaban verbalmente siguiendo las instrucciones del "manual de comportamiento" de su estoico padre. Él era un hombre tranquilo que tenía un genio fuerte, pero lo mantuvo controlado cuando se trataba de sus hijos y rara vez les mostró afecto físico.
Todas las demostraciones fervientes de cariño vinieron por parte de su madre y cuando ella se fue, también lo hizo el afecto físico.
Edgar sintió la pérdida de afecto más que la mayoría, los menores son sensibles y que necesitan ese tipo de amor más que sus hermanos mayores. Era un chico muy trabajador, incluso a una edad más temprana, que casi siempre hizo su mejor esfuerzo en la escuela, hacía sus tareas y trató de mantenerse fuera de líos. Como la mayoría de los niños, se metió en su parte justa de problemas, pero no era nada fuera de lo normal.
Por último, debido a la acumulación de facturas por pagar y la disminución de los ahorros familiares, su padre tuvo que salir a pescar. La familia poseía un barco de pesca de cangrejos donde el patriarca Hansen era el capitán. Él acababa de salir hace cinco días para el comienzo de un viaje a la pesca de salmón por un periodo de dos meses.
Antes de salir, el padre informó a su primogénito, quien ya tenía cumplidos los 18 años de edad y se había graduado en la escuela secundaria, que no podía viajar con él como lo había prometido el año pasado. En su lugar, a Sig se le asignó la responsabilidad de cuidar del pequeño Edgar para el verano. Norman, ahora era de 17 años, así que básicamente podía cuidar de sí mismo.
De más está decir que Sig estaba dolorosamente decepcionado. No solo porque deseaba pescar ese verano, sino que también perdió la oportunidad de que su padre lo entrenara como co-capitán del barco familiar. Así que lo último que el joven quería hacer, era quedarse en casa y cuidar a un niño de 13 años. Sin embargo, aceptó la decisión de su padre porque no había nada que ninguno de los dos pudiera hacer al respecto. Mamá se había ido y la vida de todos cambió cuando ella se fue.
Desafortunadamente para Sig, con la salida de su padre, la correa que sujetaba a Edgar desapareció totalmente y aquel dulce niño se convirtió en un cerdo salvaje.
Era verano y Edgar prácticamente reprobó su séptimo grado. Con la excusa de la pérdida de su madre, la Dirección escolar prácticamente le regaló su pase al octavo grado, pero Sig, en secreto pensaba que la escuela media sólo quería deshacerse de un chico problemático.
Cuando su padre se fue, Edgar invertió su verano yendo y viniendo de la casa a su antojo. Él ignoró cada tarea, cada toque de queda y cualquier otra norma impuesta en el hogar. También dio sus primeras degustaciones con las bebidas alcohólicas…un detalle por el que Sig simplemente no podía reclamarle, ya que él mismo comenzó a beber a la edad de Edgar.
Pero al final, el aspecto de más preocupación para el hermano mayor era los "amigos" de Edgar. Ellos eran la banda más mala y peligrosa del lugar, integrada por chicos grandes, algunos de los cuales no eran niños, sino adultos jóvenes en sus veinte años. Sig sabía que ese grupo pertenecía a la escuela, ya que la mayoría de ellos estaban en el mismo salón o en clases superiores a las de Edgar y también varios fueron compañeros del mismo Sig en sus años escolares. Todos y cada uno de ellos eran perdedores totales, traficantes de drogas, adictos, matones y Dios sabe qué más. Sig Hansen seguía siendo conocido como uno de pocos de su generación que en realidad trabajaba para ganarse la vida.
Este grupo a menudo se reunía en un lugar llamado "La Cabaña", que era un bar destartalado en las afueras de la ciudad en medio de la nada. Un lugar donde solían ocurrir "accidentes" peligrosos como sobredosis, peleas que terminaron en asesinatos y por supuesto, el juego ilegal.
Uno de los rumores más tontos que Sig escuchaba, era la historia de un equipo de jóvenes que se enrolaban en carreras de motocicletas en el lodo y la oscuridad donde todos apostaban por quien se estrellaría primero. Pero a diferencia de su hermano mayor, Edgar pensaba que este juego era la mejor idea para olvidar sus problemas y una fuente informó a Sig que el niño era un participante reciente en este ridículo concurso. Edgar, siendo el piloto de una impresionante motocicleta (cortesía de su hermano mediano) se sintió atraído por este tipo de actividad como una abeja a la miel.
Sig estaba realmente preocupado por su hermanito. En la actualidad, podríamos decir que se encontraba totalmente petrificado y muerto de miedo de que algo malo iba a pasarle a Edgar. La sola idea le revolvía el estómago.
Norman entró en la cocina, abrió la puerta de la nevera y cogió una lata de cerveza. Él abrió la lata y se apoyó en el refrigerador… "Él está bien, lo sabes. Estará en casa en cualquier momento"…dijo tratando de sacar a su hermano de la preocupación.
-"Está lejos de estar bien. Usted sabe dónde está"… contestó Sig, que ya había compartido la reciente información con su hermano mediano. "¿Has oído lo que pasa en ese lugar?"
-"Hey, tú y yo hemos hecho algunas cosas bastante estúpidas, también."…Norma replicó con una sonrisa.
La respuesta ligera pareció irritar a Sig, definitivamente Norman no parece percibir la gravedad de la situación…. "Sí, cosas estúpidas como beber el licor de papá o de nuestros amigos, o tomar el coche sin permiso. Esto es diferente Norman. Es como si Edgar se empeñase en conseguir que lo maten. Esa gente con la que sale, son muy diferentes a los niños que visitábamos cuando teníamos su edad. No juegan por diversión. Él está en un mal camino Norman y tú lo sabes. Deja de tratar de jugar con esto. No lo estás ayudando. Si ésta mierda no se detiene, Edgar va a terminar muerto a finales del verano. Esos muchachos no dudarán en matarlo si los hace enojar".
-"Mi hermano tiene razón"…Norman tuvo que admitir para sí mismo. Edgar estaba en un gran problema y no había nadie alrededor para ayudarle…."Y entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?"...Preguntó manteniéndose a sí mismo fuera de la ecuación y también con mucha curiosidad por ver cómo su hermano mayor manejará esta difícil situación, incluso se preguntó por un momento si debía encerrar bajo llave todos los cuchillos y objetos cortantes de la cocina.
"Carajo, no lo sé….uhmm…¿Qué piensa usted?"… Sig sonaba desesperado por cualquier tipo de ayuda que pudiera encontrar.
Norma se encogió de hombros y volvió sus ojos azul cobalto a su hermano mayor… "No me gusta decir esto porque siento que lo estoy traicionando, pero... castígalo sin salir de casa, quítale su motocicleta, el chico debe tener algún tipo de consecuencias que lo mantendrá a salvo por un tiempo y tal vez cambie de opinión acerca de la dirección en que va".
Sig suspiró y devolvió la misma mirada de ojos azules a su musculoso hermano. "Tú odias decir eso, ¿eh? ¿Cómo crees que me siento yo que tengo que hacerlo realmente?"…Sig preguntó con pesar.
Norman no tuvo la oportunidad de responder. Los dos hermanos oyeron el estruendo de la conocida motocicleta llegando. Se volvieron y se miraron uno al otro.
Norman se apresuró a añadir, por el bien de la vida de su hermano pequeño…"Mantenga la calma, Sig. Sé que es difícil para ti, pero trata de tener paciencia. Recuerde que él se atemoriza cuando la gente le grita." Dicho esto, se levantó para irse, ahorrando a su hermanito el bochorno de una audiencia cuando todo el peso de la ley cayera sobre su cabeza…Sin embargo, no fue demasiado lejos, simplemente regresó a la sala y comenzó a "ver" la TV de nuevo.
Sig respiró profundamente y en silencio le pidió a Dios paciencia. Él sabía muy bien que la paciencia no era de sus puntos más fuertes. Pero aún así, él encontró una manera de ser paciente y firme con su hermano menor.
La puerta mosquitera de la cocina se abrió y un chico alto, flaco, de pelo rizado y tupido entró. Sig se preguntó por un momento cómo es que él era el único rubio de la familia si sus dos hermanos menores tenían un precioso pelo castaño claro. Edgar estaba cubierto de polvo, la suciedad cubría sus zapatos y también su camisa blanca. Tenía manchas de lodo en su rostro y su cabello estaba completamente sucio.
Edgar vio a Sig sentado en la mesa de la cocina y con el instinto afinado de un niño en grandes problemas, prácticamente se congeló. "¡Mierda!"… pensó mientras sus ojos de color verde oscuro se abrieron tan amplios y redondos como los platos de la cocina.
"Haz que todo esto salga bien por favor"…Sig pensó para sí mismo.
-"¿Qué hora es?" …el mayor preguntó.
-"Tarde" …Edgar respondió con altanería.
-"¿A qué hora es tu toque de queda?"
-"¿Tengo uno?" El chico replicó descaradamente.
Sig tuvo que contenerse por un minuto…."Usted sabe que lo tiene, su toque de queda es a las 9:00 pm no a las 11:45…así que ¿Dónde estabas?"
Edgar no podía contestar esa pregunta sin mentir. Odiaba mentir a sus hermanos, pero por otra parte, no siempre fue totalmente honesto con ellos tampoco. "Oh Dios, permíteme salir de esto"… Edgar era un mentiroso terrible y él lo sabía…. "Yo estaba con Matt y simplemente perdí la noción del tiempo."… respondió frotando con su mano la suciedad de su cara.
Sig había anticipado esa respuesta... "Llamé a la casa de Matt hace rato. Está con su padre fuera de la ciudad este fin de semana….uhmm… ¿Quieres intentarlo de nuevo?"
"Oh, por lo menos lo intenté"…Edgar pensó. No podía darle a su hermano una respuesta directa porque lo mataría si supiera dónde estaba en realidad. Así Edgar negó con la cabeza y no respondió nada.
Sig comenzó hablar tan suavemente como pudo… "Usted estuvo en La Cabaña, corriendo en su motocicleta."…No era una pregunta, sino una afirmación.
Los ojos de Edgar cayeron al suelo. "¿Cómo demonios es que sabe esto?...Este individuo debe tener espías en todas partes"… Edgar siguió centrándose en frotar la suciedad y quizá hasta la piel de su cara.
Sig continuó… "Usted sabe que no se le permite ir a ese lugar y también sabe por qué. Eres un chico inteligente. Es peligroso."
Edgar seguía mostrando desinterés total por la conversación.
Sig suspiró y añadió en un susurro: "Estábamos preocupados."
La mirada del chico seguía en el suelo, pero no podía negar que esa declaración realmente le sorprendió. Jamás se le ocurrió creer que sus hermanos se preocuparían.
Sig continuó otra vez intentando que su hermano mirase hacia él… "¿Qué estabas pensando?...Tú nunca te comportas así, esto no es propio de ti."
El leve regaño llamó la atención de Edgar. Él dirigió sus oscuros ojos verdes llenos de rabia directo a su hermano…"¿Cómo demonios sabes cómo soy? Usted no está aquí. Nunca estás en casa. Estás conmigo sólo porque papá te está obligando."
Sig perdió la paciencia mucho más rápido de lo que esperaba. "¡Maldita sea!"…Dijo dando un puñetazo sobre la mesa haciendo que Edgar saltara por el ruido. "Ojalá papá estuviera aquí, pero él no está!"
"Y tampoco mamá"…fue el silencioso pensamiento que quedó flotando entre ellos.
-"Y si papá estuviera, tal vez tú no actuarías de esta manera." Sig trató de calmarse respirando lentamente…" Pero al final no importa porque yo soy el afortunado que quedó a cargo…dijo señalándose a sí mismo en el pecho… Así que, ahora considérate oficialmente castigado sin salir de casa."
Edgar se quedó atónito, tanto que su mandíbula casi cae al suelo. "¿Qué?" …fue la única palabra que pudo salir de su boca.
-"Por una semana"…Sig habló en voz baja y luego agregó: "Y nada de motocicletas hasta nuevo aviso."
La gravedad de la situación comenzaba a ser real y Edgar se dio cuenta de que su hermano lo estaba castigando. Él tenía el derecho, siendo quien estaba a cargo. Pero el aguijón que le produjo esa declaración, fue inesperado.
-"Usted no puede"…respondió Edgar, atrapado en algún lugar entre la rabia de ser castigado y simplemente estar enojado consigo mismo por hacer algo tan estúpido para que lo castigaran..
-"Créeme, desearía no tener ese poder…. Ojalá no estuviera en esta posición"… El mayor aclaró con honestidad.
Edgar estaba empezando a perder el control... "Já, te apuesto que desearías no estar aquí tampoco"…dijo bruscamente.
Sig miró a su hermano y vio que el chico estaba conteniendo las lágrimas. "Usted sabe que no es verdad...¿Qué te pasa Edgar?... nunca me habías hablado así"…
Edgar hizo una mueca de disgusto …"Lo que sea. Voy a tomar una ducha"…dijo mientras salía de la cocina.
-"Edgar, no hemos terminado de hablar así que no te he dado mi permiso para salir todavía"…Sig habló con firmeza…. "¡Dios, sueno exactamente como papá!".
Edgar siguió su camino… "Vete a la mierda, Sig"… gritó con tanto odio que el hermano mayor quedó congelado sin poder moverse lo suficientemente rápido como para detenerlo….Aunque quizá, eso fue lo mejor porque quién sabe lo que habría pasado si lo hubiese hecho.
Edgar salió de la cocina y vio a Norman en el sofá. Empezó a tratar de defender su caso, pero Norman inmediatamente puso su mano con la palma abierta directamente en su cara, este era un gesto silencioso de "yo no me estoy involucrando en sus peleas."… Edgar gruñó con disgusto y subió las escaleras de dos en dos.
Norma esperó un minuto, oyó el agua de la ducha correr en el piso de arriba y se levantó para ir a la cocina. Sig seguía sentado en el mismo lugar que estaba antes de que Edgar llegara a casa y Norman no pudo resistir su deseo de bromear un poco... "vaya hermano, eso salió bien"… dijo con sarcasmo.
Sig todavía estaba en estado de shock. "¿Qué demonios fue eso? ¿Dónde está mi hermanito y quién diablos es ese mocoso que se parece a él?...¿En realidad acaba de mandarme a la mierda?...¿en serio?...Quiero decir…sí, él me lo dijo otras veces, pero creo que esta vez no estaba bromeando ".
Norma sintió lástima por Sig pero igual sintió lástima por Edgar también…. "Hey, dale un descanso, no es fácil ser castigado por su hermano mayor, lo sé yo también lucharía si estuviera en su lugar, pero como soy perfecto, no tengo que preocuparme por lo que no hago... no he hecho nadita que amerite ser castigado"…añadió con una sonrisa, tratando de conseguir una sonrisa de su hermano también.
Sig rodó los ojos. Norman fue castigado más veces que Sig al crecer, sobre todo porque le gusta poner a prueba los límites de la paciencia de su padre.
Norma agregó…"Déjalo en paz esta noche. Sólo necesita tiempo."
-"Cuándo diablos te volviste tan condenadamente inteligente, hermanito?" Preguntó Sig.
-"Esa no es la pregunta correcta. La pregunta es: ¿Cómo no te distes cuenta antes?... Norman se levantó y se fue a la cama para dar a Sig y a su mal humor un poco de privacidad.
¿Qué esperaba que Edgar te dijera?...hey, gracias por castigarme, me gustó mucho!
Definitivamente no, pero la ira que vio en esos ojos verdes le dijo que Edgar estaba enojado con él por mucho más que sólo por el castigo de esta noche. Su hermano estaba en un espiral emocional que estaba a punto de terminar en un desastre si alguien no interviene y hace algo al respecto. Sig tenía ese mal presentimiento en su estómago…ese presentimiento que sólo aparece cuando se divisa una gran tormenta en el horizonte.
Y la tormenta no les iba a hacer esperar… Sig fue a la cama después de haber escuchado cerrar el agua de la ducha y el suave golpe en la puerta del dormitorio de Edgar. Por la mañana, despertó y lo primero que hizo fue llamar a Edgar para el desayuno. Descubrió que su hermanito se había ido. Las sábanas de la cama estaban intactas desde la noche anterior y la ventana estaba abierta de par en par. .
Sig oyó a Norman gritar desde las escaleras…"Hey, la moto no está!"… Y el único pensamiento que acompañó al hermano mayor en ese momento fue… "¡Hoy voy a matar a Edgar!
