LA EXCITACIÓN DE LA REUNIÓN

- Antes de entrar, ¿cómo es? - un niño 11 años, de ojos azules, pelo castaño y gafas.

- No lo sé. -le respondió su madre Amy.

- ¿No sabes cómo es tu marido? - se burló Georgie, con una prepotente cara de escarnio, herencia de su padre.

- Hace más de once años que no lo veo, no sé cómo es ahora.

- Es decir, que aún no has entrado.

- No he tenido agallas ...

- Por-porque no nos sentamos y hablamos un rato para calmarnos los dos.

- Buena idea.

- Bueno, ¿de qué quieres hablar?

- ¿Por qué me llamaste George? Sé que Andrew es por tu padre, pero por más que lo pienso, no encuentro razones para las que me llamarías George.

- Por tu padre.

- Juraría que antes me dijiste que mi padre se llama Sheldon.

- Así es.

- Entonces, ¿por qué George?

- Tu abuelo paterno (que se llamaba George), murió de un infarto a los 51 años, y tu padre tenia. 14. Nunca lo admitió, pero lo que pasó lo afectó mucho. De hecho, el reloj que siempre llevaba a tu padre, fue un regalo que le dio el suyo la última vez que se vieron. Cuando naciste, supe que si tu padre estuviera allí, me daría mil razones para llamarte George, sin decirme la verdadera razón, para honrar a su padre.

- Ah, ahora lo entiendo.

- ... Hagamos esto. Yo entro primero, para asegurarme de que es él. Si lo es, puede que tarde un rato en salir.