Los Jóvenes Titanes no me pertenecen.
Raven Roth era una pequeña niña. Solo tenía seis inocentes años, pero había vivido más que muchas niñas de su misma edad. Era golpeada por su padre. Su madre contaba que una vez la dejó en el suelo cubierta en sangre.
Su familia era increiblemente rica, pero no de una manera compleramente honrada. Gracias a los negocios sucios de Trigon, su padre, y la herencia de su madre, Arella, era que habían formado tal fortuna. Aún así su padre era exageradamente avaro y no daba mucho a su hija. Mientras que sobornaba a Arella con joyas y ropa costosa, dejaba que su hija usara las mismas prendas hasta desgastarlas.
Un día, Arella había convencido a su marido que llevaran a la pequeña Raven a elegir unos zapatos nuevos. Trigon accedió, aunque no estaba tan entusiasmado con la idea. Llegaron a una tienda de zapatos para niños y Arella le dijo a su hija que eligiera el par de zapatos que ella quisiera. Raven anduvo un rato en la tienda, viendo todos los modelos que había, decidiendo cuáles le gustaban más. Después de unos pocos minutos llegó corriendo con sus padres cargando una caja de unos zapatitos blancos adornados con un pequeño moñito. Arella y ella encontraron la talla adecuada y Trigon pagó. Al salir de la tienda le dijo a su hija.
-Quiero que esos te duren mucho.
A lo que Raven contestó:
-Te prometo, papá, que me durarán mucho. Para siempre.
Dias después, Raven murió.
Un accidente de carro. Iba en camino hacia la casa de su mejor amiga, Kori Anders, cuando un coche con un conductor ebrio se estrelló contra ellos en el cruce de una avenida. La familia Anders salió con vida, y Kori casi ilesa. Pero Raven no corrio la misma suerte, pues cuando se estrelló contra la ventana quedó muy mal y, horas después en el hospital, perdió la vida.
Cabe decir que Trigon fué el más afectado del matrimonio Roth. Claro que Arella sufrió lo que cualquier madre sufriría al perder a su única hija, incluso que puede que más. Pero a Trigon lo acechaba la culpa de como había tratado siempre a Raven.
Descansando sobre la cobija favorita de Raven, hecha de terciopelo rojo, protegidos por una pequeña vitrina, estaban esos zapatitos blancos, los últimos zapatitos de Raven. Los zapatitos que jamás se desgastarían .
Los zapatos que, dicho por su propia hija, le durarían para siempre.
¿Qué tal les vendría un bello review diciendome que les pareció? ;)
~Aurora de Logan
