UNA NOCHE DE LUNA NUEVA

Era una noche de luna nueva, el cielo era muy lindo y había demasiadas estrellas muy hermosas. Inuyasha estaba sentado, maldiciendo su forma humana prefiriendo ser un mitad demonio, se sentía tan débil y tan inútil en esa forma, en eso momento llego kagome y se le queda mirando unos instantes después se le acerca un tanto como para que la oyera.

– ¿Qué haces aquí tu solo? –Le preguntó la azabache en tono amable y dulce, él solo volteo y no le respondió, ella frunció el ceño gritó un poco frustrada por su actitud– ¡Contéstame!

–Nada de importancia, vete quiero estar solo–Respondió un tanto arrogante y sin girar a verle, ella lo miro un poco enojada inuyasha solo la ignoro y no dijo nada, kagome se le acercó y le volvió a gritar– ¡contéstame caray! –Inuyasha solo volteo y le dijo

– ¡Vete! –Ella puso sus manos en su cara y comenzó a llorar mientras entre sollozos le decía–Yo–Le dijo con voz entre cortada–Solo que-quería saber si estabas bi-bien porque pensé que te sentías solo–Sollozo tras sollozo y unas cuantas lagrimas caían y soltaba sin cesar la oji-café intentando detenerlas, inuyasha al ver la reacción de ella intento calmarla pero no lo logro, esta solo seguía llorando.

–Lo-lo siento kagome yo no quise hacerte llorar perdóname–

–y-yo–Ella lloraba sin parar hasta que intento hacerle pagar–Inuyasha a-aba... –No pudo continuar por que algo se lo impedía, era algo suave era algo lindo eran los labios de inuyasha posados en los suyos, inuyasha el, él le había besado, era algo que ella nunca se esperaba de él, siempre lo imaginaba ella siempre lo había querido y ahora él lo estaba cumpliendo lo que siempre soñó, ese beso era tan cálido tan dulce algo tan bello que parecía irreal.

–"Él-él me beso como puede ser posible" –Pensaba sin poder creer la miko del futuro, cuando se separaron los dos estaban muy sonrojados y se veían a los ojos como si se perdieran en ellos, todo era silencio era como si supieran todo lo que el otro pensara con tan solo verse.

–Yo-yo, no se me ocurrió otra cosa para que pararas de llorar–Murmuró el pelinegro apartando la mirada de la achocolatada–Yo, lo siento–Dijo, después bajo la mirada.

Kagome tomo a inuyasha de la barbilla y lo levanto para tener de nuevo esos hermosos ojos grises azulados viendo los suyos, con su otra mano acarició su mejilla y dijo.

–Inuyasha no digas lo siento has hecho lo correcto no me molesta que me hallas besado incluso–Mención un poco más sonrojada, si eso era posible–I-incluso me gusto–Afirmó dándole una hermosa pero tímida sonrisa, ella acerco al humano a sus labios volviéndolos a besar al cual este correspondió un tanto tímido.

–Kagome entonces no estas enojada conmigo–Susurró un poco sonrojado, después de separarse de los cálidos labios de la chica.

–Claro que no inuyasha–Le sonrió abrazándole pero después apartándose con una sonrisa traviesa.

–Es más… ¡Osuwari!–Gritó con una enorme sonrisa a lo cual este se enterró en el suelo, inuyasha un poco adolorido y enojado pero más que nada sorprendido, reclamó.

– ¿Por qué lo hiciste?–Le dijo enfadado

–Por qué te amo y esa es mi manera de mostrar mi amor–Le dijo levantándolo y volviéndolo a besar.

–Tienes razón tu forma de querer duele–Confirmó sonriendo y un gran sonrojo se extendía en sus mejillas.

A esto kagome le dio una sonrisa, él la tomo por la cintura y la abrazo fuertemente, ella solo acepto el abrazo y al cabo de unos minutos se quedó dormida inuyasha solo la observaba dormir le encantaba hacerlo, le encantaba ver esa expresión tan calmada en su rostro, tan linda, tan llena de confianza y cariño, inuyasha al percatarse que dormía profundamente acaricio su rostro y susurró.

–Te amo–

En otra parte no muy lejana de ahí (específicamente a unos menos de 3 metros detrás de una piedra) se encontraban sango, miroku y shippo quienes se encontraban observando todo, solo sonrieron y dijeron entre si

–Ya era hora–Susurró la exterminadora con una enorme sonrisa.

–Sí, que bueno que la señorita kagome e inuyasha al fin se hallan confesado sus sentimientos–

–Ya me aburrieron mejor me voy a jugar con Kirara, Kirara ¿dónde estás? ¡Kirara! Uta ya se durmió ni modo–Se quejó shippo mientras se sentaba en una enorme piedra tomando algunos de sus juguetes.

–Se ven tan lindos juntos–Murmuró la Tajín felizmente.

–Tienes razón son muy bonita pareja sanguito–Confirmó el monje alargando su mano hacia sango.

–Miroku–Musitó lentamente sango agitando su puño y con un sonrojo recorriéndole las mejillas.

Soltó una bofetada la exterminadora hacía en monje.

–Pero sanguito fue mi mano maldita–Afirmó el peli-azul sobando su mejilla roja.

–Si claro su mano maldita, maldito monje pervertido–Musitó entre dientes– shippo ya vete a dormir ya es tarde, tú también miroku–Señaló a ambos mientras comenzaba a caminar rumbo a la cabaña.

–Está bien–Dijo el monje siguiéndole, sango dirigió una última mirada a la pareja que se encontraba pacíficamente allí y sonrió.

FIN

Reeditado.- viernes, 14 de marzo de 2014,21:40pm