Claim: Hyuuga Neji/Uzumaki Naruto.
Notas: Sin línea de tiempo.
Rating: T.
Género: Romance/Angst.
Tabla de retos: Drabblethon.
Tema: Con los ojos cerrados.


Neji no necesita tener los ojos abiertos para advertir su presencia, rápida, ágil y llena de vida entre los árboles. Mucho menos necesita el Byakugan, linaje legendario lleno de secretos. Sabe que Naruto está ahí nada más escucha una rama moverse a lo lejos, el trino de las aves al escapar de sus nidos al pasar él hecho un vendaval por su lado, el sonido de sus sandalias ninja dejando marcas en las ramas de los árboles. Naruto siempre se anuncia a sí mismo como un vendaval de vida, problemas y dedicación. Y cuando se hace visible ante sus ojos, pensando que lo sorprende cuando aparece ante él, haciendo gestos que pretenden asustarlo, Neji ya se ha preparado para su presencia.

—¡Oh, no es justo! ¡Sabías que estaba aquí por el Byakugan! —siempre se queja el rubio, en un juego que se repite constantemente, aunque ahora, con más constancia. Neji nunca dice nada, esboza una sonrisa de suficiencia, aunque no está orgulloso de su Byakugan, sino de su capacidad de sentir a Naruto a varios metros de distancia. Por eso, nunca revela el secreto, se limita a encogerse de hombros antes de seguir con su entrenamiento, siempre consciente de que Naruto se le unirá en poco tiempo y así pasarán otra tarde de extraña amistad.

Sin embargo, otra tarde como muchas en Konoha, con la sombra de la guerra ciñéndose sobre ellos como un manto oscuro, la rutina se ve trastocada por un hecho aún más extraño, aunque tratándose de Naruto no debería de sorprenderle. Se ha hecho tarde mientras entrenaba y ahora el ocaso está cubierto de ese mortecino tono púrpura de los golpes, Neji está a punto de marcharse a casa antes de que Hiashi le diga algo cuando siente la presencia de Naruto, acercándose entre los árboles. No obstante, sus intenciones parecen diferentes de ocasiones anteriores y aunque no logra sorprenderlo cuando aparece ante él, un torbellino de color naranja, rubio y de ojos azules, su siguiente acción le deja paralizado, aún con los ojos abiertos, como si quisiera demostrarle que eso también pudo preveerlo. Un beso, rápido, tan rápido que dudará de su autenticidad cuando esté en su cama en unas cuantas horas. Una sonrisa traviesa y Naruto regresando por donde vino, con la promesa de regresar otra vez al día siguiente y al siguiente, por lo menos hasta que la guerra (Sasuke) los reclame a ambos.