Tenkuu no Escaflowne y ninguno de sus personajes me pertenece, que mas quisiera, pero bueno terminando las formalidades empezamos nuestra historia.
Tenkuu No Escaflowne: Homecoming
Capítulo 1: El paso es revelado
"¡Ja ne!" Hitomi se despidió de sus amigos mientras salían de la universidad. Sonrió para si mientras se dirigía a su práctica, ahora tenía veinte, se había convertido en toda una mujer. Seguía siendo atlética y esbelta, la figura de Hitomi era agradable al gusto de los hombres, tenia la cantidad correcta de cuervas en su cuerpo. Se había dejado crecer el cabello hasta un poco más debajo de sus hombros. Que en este momento traía en una cola alta. Las facciones del rostro de Hitomi también habían madurado. Los planos de su cara se habían alargado y estaban bien definidos sus pómulos y boca. Sus ojos verdes habían profundizado en color y mostraban la sabiduría que había obtenido durante su aventura en Gaea. Hitomi se había convertido en una hermosa mujer.
Tarareaba una simple canción para si y dejó sus pensamientos vagar. Por supuesto sus pensamientos viajaban a un bien conocido lugar, Gaea específicamente hacia cierto joven: Van. Se preguntaba como estaba. La última vez que se comunicaron el le había dicho lo bien que iba la reconstrucción de Fanelia. Fanelia estaba casi completa en sus palabras fue "mucho mas de lo que podría haber esperado".
Durante sus primeros dos año de vuelta en la tierra, ella y Van habían podido comunicarse casi a diario. Ha como el tiempo pasaba, había ido disminuyendo, aun ahora cinco años después seguían hablando no obstante una vez cada par de semanas. Eso estaba bien para Hitomi por que ella aun podía pasar algo de tiempo con su verdadero amor.
No podía recordar como fue que paso exactamente, pero sabía que lo amaba mucho antes de dejar Gaea. Hitomi lamentó el no haberle revelado sus sentimientos pero que caso tenía tener esos sentimientos si ella no estaba con él para demostrárselos. Además no sabía si Van sentía de la misma manera. Hitomi sabía que él la quería pero necesitaba saber si él pensaba en ella como su alma gemela justo como ella pensaba de él.
Hitomi suspiró y buscó dentro de su bolso de deportes de la suerte, sacando la pluma que Van le había dado. La giro entre sus dedos antes de acariciar su mejilla con suavidad. "Aishiteru, Van". Hitomi susurró para ella. Cerró sus ojos y puso lejos el preciado obsequio. Dejo caer el bolso sobre la banca y se saco la chaqueta. Justo cuando Hitomi comenzaba sus estiramientos una voz familiar la llamo.
"¡Hitomi-chan!" Yukari grito mientras se acercaba a su mejor amiga. Yukari se detuvo sin respiración en frente de Hitomi.
"Konbanwa, Yukari-chan. ¿Daijobu?" Hitomi sonrió.
"Daijobu". Yukari tomó una respiración profunda, "¿Vas a salir esta noche?".
Hitomi levantó una ceja, "No lo se, ¿Vamos?"
"¡Hitomi-chan!" Yukari gimoteo.
"¡Esta bien, esta bien!", Hitomi cedió, "¿No se supone que deberías salir con Amano?".
"No esta noche, Hitomi-chan. Eso es mañana. Además quiero pasar un poco de tiempo de calidad con mi mejor amiga".
Hitomi rió y abrazó a su amiga, "Solo espera a que termine de practicar y caminaremos juntas".
Yukari asistió y se dejo caer enseguida del bolso de Hitomi. Observó mientras Hitomi competía con su entrenador. Había paso un tiempo desde que ella y Hitomi había salido. Pareciera que Hitomi siempre estaba muy ocupada. O al menos tratando de mantenerse ocupada.
Hitomi había explicado acerca de Gaea a Yukari y Amano después de que había vuelto. Yukari no dudaba que Gaea era la razón por la que Hitomi se mantenía ocupada. Desde que había regresado, Hitomi había olvidado a Amano e incluso había alentado a Yukari que fuera tras él. Hitomi también había tomado clases de autodefensa y obtendría su cinturón negro la próxima semana. Sin mencionar algunas clases de kendo y el atletismo. Se había aplicado dentro de su deporte y había mejorado grandemente. En una reunión en la pista, Yukari incluso había comentado que pareciese que Hitomi volaba a través de la pista.
Yukari sabia que Hitomi era cada vez más y más desdichada. Era cada vez más distante y Yukari se encontró afortunada de que aun podía conseguir que Hitomi saliera con ella. Durante los últimos cinco años se habían graduado de la preparatoria y ahora asistían a la misma universidad. Mientras Yukari siempre estaba en busca de lo que le deparaba su futuro, Hitomi, ella podría decir, que perdía su fe en el suyo. Para Hitomi, la tierra se convertía cada vez menos y menos al lugar al que pertenecía. No era más su hogar.
"El hogar es donde esta el corazón," Yukari murmuró para si mientras observaba a Hitomi correr a través de la pista. La declaración sonó verdadera. Si el hogar esta donde el corazón se supone debe estar, entonces Hitomi solo se sentiría en casa con el hombre que ella llamaba "Van".
Yukari observo mientras el resto de la práctica pasó rápidamente. Hitomi acababa de caminar fuera de los cuartos de duchas, "¡Yukari-chan!" Hitomi saludó a su amiga, "¿Estas lista para irnos?".
Yukari asistió y dio a Hitomi su bolso, "Y bien, ¿A dónde quieres ir primero?".
"No lo se," Hitomi se encogió. Después de pensarlo un poco, "¿Qué tal si vamos a comer algo primero?".
Después de haber asistido las dos amigas empezaron a hablar mientras se dirigían a su restaurante favorito.
~ Fanelia ~
"¿Su majestad?" Uno de los muchos consejeros de Van tocó, entonces abrió lentamente la puerta del estudio de Van.
Van se dio vuelta levemente, "¿Si?"
"Hay algunos contratos y leyes que necesitan de su sello oficial". El funcionario entró y colocó los mencionados documentos en el escritorio de Van.
"Gracias. Ven a recogerlos más tarde". Van despidió al funcionario. Observó mientras el consejero se inclinaba y dejaba la habitación. Regresando a su posición en el balcón mirando fijamente el cielo que oscurecía. El sol estaba apunto de esconderse y las estrellas empezaban a aparecer en la oscura extensión. Pronto las dos lunas de Gaea aparecieron en el panorama. Van se encontró mirando fija y largamente a una de las lunas, la Luna Fantasma que curaba su corazón. "Aishiteru, Hitomi". Van susurró mientras sostenía el colgante alrededor de su cuello.
Se preguntaba que estaría haciendo en este momento. Sabía que solo con concentrarse lo suficiente su mente la podría encontrar. Van suspiró, la pesadumbre se escribió a través de sus apuestas facciones. Los años habían sido mas que amables con Van; había sido, por carencia de un mejor terminó, éxtasis. A sus veinte, Van media un muy respetable 1.85. Había madurado y pronto fue tan o mas solicitado que Allen. Sus facciones cinceladas eran suficientes para hacer a cualquier mujer desvanecerse. Tenía anchos hombros, que se habían desarrollado cuando ayudo en la reconstrucción de su país. Su piel seguían teniendo ese precioso bronceado, su cabello seguía siendo negro azabache y sus profundos ojos rojizos que siempre le caracterizaron. Esos mismos ojos rojizos que cambiaban de un rojizo profundo, cuando estaba calmado, a un rojizo oscuro cuando la furia estaba presente. Van había crecido emocionalmente también. Dejó de ser el joven temerario y en su lugar estaba un rey paciente y experto espadachín.
Los pasados cinco años habían sido una lucha y una alegría para el joven rey de Fanelia. Van había asegurado el futuro de su gente saliendo victoriosa de la Gran Guerra. Cuando había comenzado la reconstrucción de Fanelia había asegurado su presente. La capital había sido restaurada dos años atrás y todo lo que faltaba de reconstruir en Fanelia eran algunas pequeñas ciudades y villas. Van recordó su última conversación con Hitomi. Le había dicho que Fanelia prosperaba bastante bien y que era mucho más de lo que él podría haber esperado. Sonrió mientras recordó cuan emocionada había sonado su voz mientras ella lo felicitaba y le pedía que le contara mas. Y el le dijo mas, pero no le dijo lo que él había estado esperando decirle desde que ella había entrado en su vida. Para él, Hitomi era su otra mitad, su alma gemela. Pero no era justo para Hitomi decirle que la amaba estando aquí en Gaea, no pudiendo hacer nada al respecto. No deseba agobiarla con sus sentimientos, especialmente desde que no sabia como se sentía sobre él. Sabía que ella lo quería pero necesitaba saber si ella lo amaba.
Van paso una mano a través de sus ingobernables cabellos, "Al menos podré hablar con ella mañana". Van se dijo mientras recordaba la fecha que habían acordado durante su última conversación. "Debería volver al menos a los asuntos de Fanelia". Van dio vuelta y se alejo del balcón, sentándose en su escritorio. Una vez absorbido en su trabajo, Van sintió una sonrisa tocar sus labios mientras un rápido "Hola" de Hitomi se repitió a través de su mente. "Hola, Hitomi".
~ Tierra – Luna Fantasma ~
"Hola, Van". Hitomi concentro su mente para dar un rápido saludo a su amor mientras Yukari estaba en el baño. Sonrió mientras la voz familiar de Van toco su mete. Una vez que la voz se había ido, Hitomi miro fijamente al plato. Empujó la comida no realmente interesada más en ella. Mientras estaba jugando con su comida, Yukari apareció otra vez colocándose en su asiento.
"¡No creerías la línea para el baño!" Yukari se quejó, "Creo que alguna señora trato de codearme para así poder ir primero".
"¿Huh?" Hitomi miró a Yukari.
Yukari dio una mirada de reprensión a su amiga, "¿No estabas poniendo atención a nada de lo que te estaba diciendo?".
"Claro que si", Hitomi sonrió nerviosa.
"Entonces ¿Qué estaba diciendo?".
Hitomi abrió un poco sus labios; "Estabas diciendo algo acerca de que el baño tenia un codo".
Yukari lanzo sus manos al aire, "Me rindo, ¿Qué voy a hacer contigo, Hitomi-chan?".
"Tu me vas a ayudar a terminarme esto para que así podemos salir de aquí".
Yukari suspiró y ella y Hitomi procedieron a terminar sus cenas para que así pudieran irse. La cuenta fue finalmente pagada y unas muy llenas Yukari y Hitomi caminaron fuera del restaurante. Caminaron en silencio cómodo hacia su lugar favorito en el parque. Yukari recordó todas las veces que habían venido a este lugar a pensar, jugar, reír, o cualquier otra cosa que podrían hacer para mantenerse lejos de casa. Eran famosas con sus madres por siempre pedir, "Solo cinco minutos mas, ¿Onegai?". Yukari rió entre dientes ante el recuerdo.
"¿A que se debe esa risa?" Hitomi miró fijamente el rostro de su amiga.
Yukari le dijo a Hitomi sobre el recuero y pronto las dos mujeres empezaron a reír. La risa se volvió tan contagiosa e incontrolable que se dejaron caer en una de las bancas cercanas. Pronto la risa seso y una vez más todo quedo en silencio. Ambas reclinaron su espalda en la banca y miraron al cielo. Era una hermosa tarde. El cielo estaba limpio y la luna de la tierra estaba llena. Hitomi cerró sus ojos y respiro profundamente.
"¿Hitomi-chan?" Yukari preguntó reservadamente, "Somos las mejores amigas, ¿verdad?".
Hitomi abrió sus ojos y miró fijamente a Yukari, "Por supuesto, ¿Por qué preguntas?".
"Oh, por nada. Solo quería escucharte decirlo, es todo".
"¿Yukari-chan?"
"¿Es por Gaea que ya no lees mas el tarot?".
Hitomi dio a Yukari una mirada desconcertada. Esta era la primera vez que Yukari había preguntado acerca de sus cartas del tarot. Cuando había regresado de Gaea, Hitomi había puesto lejos sus cartas diciendo a sus amigos que ella no haría más eso. Yukari nunca había preguntado por que había dejado de hacerlo. Solo había aceptado la decisión que había tomado su mejor amiga. Después Hitomi le explicó acerca de Gaea y sus aventuras. Aun Yukari nunca preguntó. Hitomi soltó el cabello de la cola y empezó a jugar con la liga, "Si".
"¿Estas segura?" Yukari giro para enfrentar a Hitomi, "¿O es por que tienes miedos que te conduzcan de vuelta?".
"¿Que?" El rostro de Hitomi se volvió confuso, "¿Yukari-chan?".
Yukari puso una mano confortante en el hombro de Hitomi, "Ello te condujo una vez a él. Temes que te conduzcan de nuevo a él".
"!Cómo puedes decir eso!" Hitomi casi gritó a Yukari, "Sabes lo que siento por él. Deje las cartas por la forma en la que estaba cambiando el destino".
"Todos cambian el destino a diario, con o sin cartas del tarot. Nadie tiene el destino escrito en una piedra, Hitomi-chan. Esa es la forma en que la vida sigue. Quizás puede haber propósitos en la vida de todos, pero no hay caminos definidos".
Hitomi miro dentro de los ojos de Yukari y sabía que lo que estaba diciendo era verdad. Ella las había alejado por que estaba asustada. Estaba asustada de enfrentar a su destino, de no cambiarlo. "De la forma en que lo miro," Yukari interrumpió los pensamientos de Hitomi, "cualquiera que te dijera que tus cartas del tarot estaban cambiando el destino tomó ventaja del hecho que tú no entendieras el destino".
Yukari alcanzo una lágrima que había escapado de los ojos de Hitomi. "Lo que vez es una guía. Es un POSIBLE futuro, no EL FUTURO. Sabiendo lo que tiene preparado el destino no significa que estés obligado a seguirlo. Recuerda que me contaste como el enemigo había manipulado el destino para que tú y Allen se besaran y así distrajeran a Van de completar su destino". Espero a que Hitomi cabeceara, "Recuerda también como superaste el destino que habían diseñado para eventualmente hacerlo a tu manera y regresar a Van". Hitomi asistió otra vez. "Vez, destino es un nombre que las personas han dado a los caminos que ellos han elegido. No representa nada más que la posibilidad. Como vez, Hitomi-chan, cualquiera puede cambiar el destino".
Hitomi miro fijamente a su amiga con los ojos sorprendidos. Todo lo que acababa de decir tenia un sentido de verdad del todo. "¿Cuándo te volviste tan inteligente, Yukari-chan?"
Yukari sonrió, "No lo se, quizás es el destino". En ese momento las dos amigas estallaron en risas.
Algunos momentos después, Hitomi estaba en casa lista para ir a la cama. Pensó en el momento en que mañana podría hablar con Van de nuevo. Habían fijado esa fecha la última vez que hablaron. Hacia cuatro años que habían descubierto que ellos podían verse en sus sueños. Eso satisfacía ambas partes de su amistad visual y vocal. Hitomi se desplomó en su cama y miraba fijamente el techo. Recordó lo que era dormir bajo las estrellas de Gaea. Había millones y millones de estrellas en el cielo que alumbraban las noches. Hitomi giró para ver fuera de su ventana. Aquí en la tierra seguían viéndose, solo que no tan numerosas. Bostezó finalmente estaba cómoda en su cama. Tiro de los cobertores hasta su barbilla, Hitomi se durmió pensando en lo que Yukari le había dicho sobre sus cartas del tarot.
A la mañana siguiente, Hitomi despertó sintiendo que sus sentidos zumbaban inesperadamente. Algo pasaría hoy y no sabía que. Se limitó a salir de la cama y acercarse al escritorio. Su mano abrió el cajón en el que habían estado las cartas los últimos cinco años. Hitomi vaciló. Con todo aun la revelación de su conversación con Yukari, Hitomi seguía insegura de usar las cartas del tarot. Echo un vistazo al reloj. Eran ya la 8 a. m. Hitomi se dio una palmada en la frente, momentáneamente olvidando el uso de las cartas del tarot, "Se me va a hacer tarde para la reunión en la pista". Las cartas ahora completamente olvidadas, Hitomi corrió hacia la ducha para comenzar su día.
Escaleras abajo, la madre de Hitomi miraba hacia arriba el ruido que provenía de la habitación de su hija. Aun que su hija había comenzado la universidad, había rehusado moverse. Hitomi insistió que ella estaba bien viviendo con ella y que ella no era una carga. La madre de Hitomi suspiró. Miraba los resultados del estudio que el doctor había enviado a ella. Por un tiempo había estado sintiendo que las cosa iban mal y ahora sabía por que. Le rompía el corazón pensar como esto podría afectar a Hitomi. El tiempo estaba corriendo para ella y se iba asegurar de que el tiempo no corriera para su hija. Antes de dejar este mundo, la madre de Hitomi se prometió que le diría a Hitomi sobre su pasado y que sabía acerca de Gaea.
Hitomi salio corriendo del baño ya vestida con su uniforme de pista. Parando solo para acomodar lo esencial dentro de su bolso de la suerte, Hitomi salió de su habitación. Unos momentos después se regresó. Lentamente abrió el cajón. Tomó las cartas y las puso dentro de su bolso. "Solo por si acaso". Murmuró para si mientras abandonaba de nuevo la habitación. En su salida Hitomi besó a su madre en la mejilla, "Estaré en casa para la cena. Deséame suerte".
"Buena suerte, Hitomi", su madre sonrió. Mientras observaba a su hija salir de la casa, empezó a prepararse para el regreso de su hija.
"Ach, Hitomi ya debería estar aquí". Yukari dijo ausente a Amano mientras revisaba su reloj.
Amano puso a Yukari en su asiento y pasó un brazo alrededor de sus hombros, "No te preocupes, Yukari-chan. Probablemente se quedo dormida eso es todo. Son sola las 8:30. La reunión no iniciara hasta las 9".
"Lo se pero solo ve a su entrenador, esta a punto de arrancarse los cabello".
Ambos rieron entre dientes. Observaban el resto del calentamiento cuando una familiar cabellera de color rubio cenizo venia corriendo a través del campo. "Hablando de Hitomi". Yukari apunto a hacia ella a Amano. "Al parecer estabas en lo correcto".
Hitomi dejo caer su bolso enseguida de las cosas de resto del equipo rápidamente se quitó su tibio traje para revelar su shorts y playera de entrenamiento. "¡Ya llegue! ¡Gomennasa!". Hitomi se inclino ante su entrenador.
"No te preocupes por eso". La voz áspera del entrenador ordenó, "Inicia tu calentamiento. El recorrido de 100 metros es primero".
Hitomi asistió y miró hacia las gradas. Saludó a Yukari y Amano mientras ella comenzó sus estiramientos. Hitomi terminó los estiramientos y empezó con el calentamiento de piernas para terminar. No pasó mucho antes de que el grupo entero fuera llamado para recibir las últimas instrucciones del entrenador a parte de una pequeña charla. Hitomi tranquilizó su mente y buscó a Van. "Deséame suerte".
~ Fanelia ~
Van estaba aburrido con su reunión. Eran cada vez más y más insistentes en que debía tener un heredero a su trono. Aun que no había ninguna ley que decretara cuando debería casarse, Van sabía que el consejo de Fanelia no se rendiría hasta que estuviera casado. Suspiró. Repentinamente la voz de Hitomi susurró a través su mente. "Deséame suerte". Casi había olvidado que hoy era la carrera de Hitomi. Separándose de la discusión del consejo, Van aclaró su mente. "Suerte y velocidad, Hitomi".
~ Tierra – Luna Fantasma ~
"Gracias, Van". Hitomi sonrió. Ahora estaba lista. Tiempo de ganar.
El equipo compartió una aclamación de entusiasmo mientras el primer grupo salio, incluida Hitomi, se alinearon para el primer evento. Hitomi silenciosamente dijo una plegaria para la suerte y se acomodó en posición. Echó un vistazo a la meta, visualizando su victoria.
"En sus marcas" Hitomi se puso en posición.
"Listos" Hitomi miró fijamente la meta.
"Fuera" Se disparó el arma y Hitomi estaba fuera de su marca. Se colocó rápidamente al frente del grupo. – 10 m – Hitomi sonrió mientras que sentía sus pies y cuerpo alcanzaban mas velocidad. – 20 m – Podía escuchar las aclamaciones de la muchedumbre mientras corría más rápido. – 30 m – Repentinamente algo en la mente de Hitomi estalló. – 40 m – El cuerpo de Hitomi corría en piloto automático mientras imagen tras imagen reclamaban su mente. – 50 m – De regreso en la casa de Hitomi, su madre colapsó de un incesante dolor en la cabeza. – 60 – Seguía corriendo, la mente de Hitomi, empezaba a ser sobrecargada de recuerdos, llamó por ayuda. – 70 m – En Fanelia, Van se puso de pie abruptamente causando confusión en sus consejeros. – 80 m – Yukari notó que Hitomi vacilaba y comenzó a animarla mas fuerte. – 90 m – Alguien mas en Gaea, la mente de otra persona era bombardeada con los mismos recuerdos, causando que se desplomara. – 100 m – Hitomi cruzó la meta, cayendo en sus rodillas y empezando a llorar, no importándole que a cavaba de ganar la carrera.
Los compañeros de equipo de Hitomi notaron la reacción y todos fueron a ayudarla. Hitomi se abrazaba y se mecía de atrás para adelante. Yukari había visto como la carrera había terminado y estaba ya corriendo a través del campo, arrastrando con ella a Amano, hacia su mejor amiga. Yukari rompió el círculo protector que el equipo y el entrenador habían hecho alrededor de Hitomi. Dejando a Amano, Yukari se arrodilló, "¿Hitomi-chan?".
"Ellos se la llevaron", El rostro de Hitomi giró hacia Yukari, sus ojos llenos de lagrimas.
"¿A quien se llevaron?" Yukari cuestionó,
"Mi hermana" Hitomi murmuró y se lanzó en los brazos de Yukari. Yukari sostuvo a Hitomi y dio un vistazo confuso a Amano. Amano encogió. ¿Desde cuando Hitomi tenía una hermana?
Después de que pudieron calmar a Hitomi y sacarla del campo, Yukari le dijo al entrenador de Hitomi que la iba a llevar a su casa. El entrenador estuvo de acuerdo y golpeó la espalda de Hitomi, "Ganaremos este encuentro por ti. Nos has dado un gran inicio".
Hitomi le dio a su entrenador una pequeña sonrisa, "Arigato". Observó mientras él caminó de vuelta con el equipo y todos agitaron sus manos para despedirse.
"Vamos Hitomi". Yukari colocó un brazo alrededor de ella, "Vamos a llevarte a casa".
Hitomi se dejó ser conducida al auto de Amano. Una vez que todos estaban acomodados Yukari giró hacia Hitomi, "¿Qué pasó allá?".
"No lo se" Hitomi masajeó su sien. "Todo lo que se es que algo muy malo va a pasar y tengo que encontrar a mi hermana".
"¿Hermana?" inquirió Amano. "Pensé que tenias una hermano".
"Lo tengo. Pero creo que tengo una hermana también. Tengo que llegar a casa. Creo que mi madre tiene algunas explicaciones que darme".
"Es una premonición, ¿no es así Hitomi-chan?" Yukari se preocupó.
"Honestamente no lo se Yukari-chan". Hitomi dijo reservada. Ella apretó su mano dentro de su bolso y sintió la familiar textura de las cartas del tarot. Quizás era tiempo de usarlas de nuevo. El resto del viaje fue silencioso mientras el trío estaba inmerso en sus propios pensamientos. El viaje terminó pronto y Amano ya estaba en la casa de Hitomi. Salieron del auto y se dirigieron a la casa.
Hitomi sacó la llave de su casa y abrió la puerta, "¡Okaa-san! ¡Estoy en casa!".
El silencio los recibió. "Quizás no te escuchó". Yukari respondió ante el confuso rostro de su amiga.
Revisaron la casa en busca de la madre de Hitomi. Fue Amano quien la encontró. "¡Hitomi! ¡Yukari! ¡Aquí!".
Hitomi y Yukari corrieron hacia el lugar. "¡Mama!" Hitomi se arrodilló y tocó la frente de su madre. "¡Esta hirviendo!".
"Llamaré a una ambulancia". Yukari rápidamente fue al teléfono.
"Amano, mi hermano. ¿Puedes recogerlo? Esta en la casa de enseguida". Hitomi solicitó. Amano asistió y se fue en busca del hermano de Hitomi.
"La ambulancia esta en camino" Yukari se arrodillo enseguida de Hitomi.
Hitomi acomodó a su madre en su regazo, "¿Qué esta pasando? Primero las visiones y ahora esto, ¿Qué sigue?".
La ambulancia llego y Hitomi viajó con su madre. Amano, Yukari y su hermano fueron manejando se encontrarían en el hospital. Cuando Amano, Yukari y su hermano llegaron al hospital, encontraron a una impaciente Hitomi en la sala de espera. Hitomi vio a sus amigos y fue con ellos. Abrazando a su hermano, Hitomi agradeció a Amano y Yukari. Después los llevó a la sala de espera y reasumió su lugar.
Una hora mas tarde y cuatro tazas de café, el doctor vino, "¿Esta aquí Hitomi Kanzaki?"
"¡Hai!" Hitomi caminó con paso constante hacia el doctor. El doctor la sacó de la sala de espera.
Adentro Amano, Yukari y el hermano de Hitomi (me disculpo no recuerdo su nombre) observaban mientras la cara de Hitomi expresaba sorpresa, tristeza y cólera, y después finalmente aceptación. El doctor dijo algo más y ellos podrían decir que Hitomi agradecía al doctor. Cuando todo había terminado, Hitomi regresó con ellos.
"¿Qué pasó con Okaa-san?" El hermano de Hitomi solo tres años más joven que ella. "¿Va a estar bien?".
Hitomi sacudió su cabeza. "El doctor dice que Okaa-san tiene un tumor en el cerebro. Al parecer se había estando tratando por esto los últimos tres años".
"¿Ella nunca te lo dijo?" Amano dio a Hitomi una mirada cuestionadora.
"No. La enfermedad la ha estado matando y ellos ya lo han diagnosticado como terminal". Hitomi tragó saliva, "No hay nada que podamos hacer mas que mantenerla cómoda".
"Eso no puede ser" su hermano grito enojado. "¡No puede morir!"
Hitomi puso a su hermano cerca de ella y enterró su cabeza en su hombro. Él detuvo las lágrimas que se desbordaban de sus ojos.
"¿Hay algo que podemos hacer?" Yukari pasó una mano por el hombro de Hitomi.
Hitomi levantó su cabeza del hombro de su hermano y dio vuelta hacia Yukari y sacudió su cabeza, "Ve a casa y descansa un poco. Mi hermano y yo nos quedaremos aquí con mamá. La dejaran esta noche y la podremos llevar a casa por la mañana".
Yukari asistió y después la abrazó, ella y Amano se fueron con la promesa de recogerlos por la mañana.
"¿Kanzaki-san?" una enfermera entró en la sala de espera. "Puede ir con su madre ahora. Esta en la habitación 323".
Hitomi asistió. Ella y su hermano caminaron tristemente a la habitación de su madre.
~ Fanelia ~
"¿Señor?" un consejero se asomó en el estudio de Van.
"Retírate". La severa contestación de Van hizo saltar al consejero.
"Si, su majestad"
Una vez que la puerta fue cerrada otra vez, Van volvió a su lugar. Algo había pasado en la Luna Fantasma que había causado que Hitomi llamara pidiendo ayuda. Después de escuchar su llamado, Van había salido tempestuosamente de la reunión y se había dirigido al templo de Escaflowne. Merle estaba a punto de saludarlo, cuando ella vio la mirada en sus ojos y lo evadió sabiamente. Sus instintos le decían que algo esta muy mal. Lo siguió y observó mientras él abrió las puertas que conducían a Escaflowne.
Van no sabía que había sido seguido y estaba a punto de activar a Escaflowne otra vez cuando su mente racional reacción. ¿Qué estaba haciendo? No podría ayudar a Hitomi de esta forma. Caminó fuera del templo y de regreso al palacio. Ahora de regreso en su estudio, Van pensó, tenia que calmarse lo suficiente para darse cuenta que él podía utilizar su conexión con Hitomi para saber que estaba mal. Cuando había terminado todo aquello que estaba sintiendo ella regresó a él. Ella no estaba lo suficientemente coherente para escucharlo. Podía sentir el dolor, la cólera, la tristeza y la confusión que atacaban la mente de Hitomi. ¿Qué estaba pasando?
"¿Van?" Merle finalmente decidió encontrar que era lo que estaba pasando con su mejor amigo. Hacia mucho tiempo que se había dando cuenta que Van nunca podría ser suyo. Su corazón pertenecía a Hitomi estaba alegre que por lo menos amara a su amiga y no a alguien que no le agradara. Era fácil estar un poco angustiada ayudándose se movió. Ahora una casi mujer-gato, a sus 18 Merle llamaba la atención. Las personas empezaban a notar que hermosa se estaba volviendo y ella tomó ventaja de eso. Por insistencias de Van ella había aprendido como usar una espada y un guymelef. Aunque ella crecía, para Van seguía siendo su pequeña hermana. Y ella no lo quería de ninguna otra manera. "¿Estas bien?"
Van sacudió la cabeza y se dejó caer en su silla. Merle se sentó en la orilla del escritorio y miró con fijeza su rostro, "¿Es Hitomi-chan?".
"Si y no". Van pasó una mano entre sus cabellos. "Anteriormente su mente me llamó por ayuda y ahora todo lo que percibo es un sentimiento de confusión".
"¿Por qué no le preguntas cuando hables con ella esta noche?" Merle sugirió.
"Supongo que es eso lo que tendré que hacer. Al parecer no puedo llegar a sus pensamientos ahora".
Merle dio a Van una palmada reconfortante, "No te preocupes. Estoy segura de que si algo estuviera mal, te lo diría". Van asistió.
~ Tierra – Luna Fantasma ~
Hitomi miro fijamente fuera de su ventana. Esta noche le diría a Van que había pasado y quizás él podría ayudarle. Seguía aun muy confundida. ¿Qué significaba todo eso? ¿Y quien era su hermana? Hitomi giró hacia su familia. En la silla enseguida de la cama, su hermano se había dormido sosteniendo la mano de su madre. La madre de Hitomi se había despertado brevemente para decir que quería hablar con ella y después había dormido después de que Hitomi insistiera que hablarían después. Hitomi suspiró. "Podré descubrir que sucede con Okaa-san mañana". Hitomi se estiró y bostezó. Después de ponerse cómoda en una silla enseguida de la ventana, Hitomi cerró sus ojos y se preparó para hablar con Van.
~ Mundo de sueños de Van y Hitomi ~
"¡Hitomi!" Una voz familiar la llamó.
"¡Van!" Hitomi abrió sus ojos y corrió hacia su amigo. Salto a él, lo abrazó y pronto comenzó a llorar.
"Hitomi, ¿Qué pasa?" Van inclinó su rostro y se miró dentro de los ojos llenos de lagrimas.
"Mi madre esta muriendo". Dijo tranquilamente. "Y encima de todo tuve una visión. No me retracto. Eran mas como recuerdos, recuerdos pasados".
Van la dirigió a su lugar favorito y se sentaron juntos. "¿Estas bien?"
"No lo se. Es solo que es mucho para tomarlo. Creo que mi madre sabe mas, pero no se como preguntarle por respuestas".
"¿No hay nada que puedas hacer para ayudarla?"
Hitomi negó con la cabeza, "Los doctores dijeron que era terminal. Tiene quizás un par de semanas mas".
"Lo siento mucho, Hitomi". Van pasó una mano por su hombro. "¿Hay algo que pueda hacer?".
"No. Solo el que me escucharas es suficiente, Van". Hitomi dio a Van una pequeña sonrisa.
"Y bien, ¿quieres hablarme de esos recuerdos?" Van ofreció con una sonrisa.
"Parecían ser recuerdos de cuando tenía cerca de 8. En todas ellas tengo esta hermana. Creo que era cinco años mayor que yo. La admiraba y ella siempre me defendía, y se echaba la culpa cuando yo causaba el problema. Me amaba muchísimo".
"¿Y tú no tienes una hermana?".
"No que yo sepa. Trate de buscar en mis viejos recuerdos y no pude recordar. Todos son recuerdos de un hermano no una hermana".
"¿Qué mas viste?".
"Bueno el último recuerdo que recibí era de mi hermana y yo jugando en el parque". Hitomi tembló mientras revivía el recuerdo. Van lo notó y la colocó entre sus brazos. "Mi padre y mi madre estaban observándonos y después repentinamente había un fuerte ruido. Escuché a mi madre y a mi padre gritar, y a mi hermana corriendo hacia mí. Vi a es ese hombre y él se estaba agachando como para tomarme. Grite y mi hermana en el último minuto me empujo fuera. El hombre tomó a mi hermana en mi lugar, después estaba una columna de brillante luz y ellos se habían ido. Él se la llevó, Van". Hitomi comenzó a llorar otra vez.
Van acarició ligeramente el cabello de Hitomi y la dejó llorar. Se quedaron así hasta que Hitomi no pudo llorar más. "¡Oh Dios!" Hitomi se empujó fuera del pecho de Van. "Lo siento tanto. No quise llorar de esa manera".
"Esta bien, Hitomi". Van le sonrió. "¿No hay nada mas con lo que pueda ayudar?".
Hitomi se sonrojó, "No lo creo, pero me gustaría que nos viéramos otra vez mañana. ¿Está bien?".
"Claro, Hitomi"
"Creo que podré explicar todo para entonces. Mi madre estaba muy insistente en explicarme".
"Bien entonces, mañana en la noche". Van ayudó a Hitomi a levantarse.
"Y cuando todo este explicado podrás decirme que ha estado pasando contigo," Hitomi trataba de sonar alegre. Después con un último abrazo, "Gracias por escudarme, Van".
Van llevó a su amor. "Cualquier cosa por ti, Hitomi".
~ Fuera del mundo de sueños ~
"Aishiteru Hitomi". Van abrió sus ojos y miró fijamente la Luna Fantasma.
"Aishiteru Van". Hitomi abrió sus ojos y miró hacia fuera a las estrellas.
La mañana siguiente, Hitomi, su hermano y su madre fueron llevados a casa por Amano y Yukari. Después de muchas quejas, la madre de Hitomi finalmente estaba recostada en su cama. Hitomi agradeció a Amano y Yukari, prometiendo a Yukari que la llamaría mañana cuando estuviera segura de lo que estaba pasando, Yukari se había ido con la amenaza de quitarle a Hitomi su posesión mas preciada si ella no la llamaba como había prometido. Hitomi había suspirado y rió entre dientes. Cuando se fueron, Hitomi se dirigió a la cocina para hacer algo de té.
Una vez que el té estuvo hecho, sirvió tres tazas y las puso en una charola, las cargó escaleras arriba hacia la habitación de su madre. Ya adentro, su hermano apresuro el paso hacia Hitomi. "Ya era hora de que llegara aquí. Okaa-san ha estado preguntado por ti".
A su comentario, Hitomi puso la charola en la mesa de lado e indicó a su hermano que sirviera el té. Hitomi se sentó enseguida de la cama de su madre. "¿Qué pasa, Okaa-san?"
"Hitomi, no he sido honesta contigo". Los ojos de su madre estaban llenos de dolor.
"No entiendo. ¿Con que nos has sido honesta conmigo?". Aceptó el té de su hermano. Observó mientras su madre rechazaba el té y en su lugar tomó su mano.
"No he sido honesta contigo acerca de tu pasado y tu vida". Su madre tomó un profundo respiro. "Y acerca de Gaea".
Hitomi dejó caer la taza de té en el piso. "¿De que estas hablando?". Hitomi nunca le había explicado acerca de Gaea a su madre. Hasta donde sabía su abuela era la única que sabía acerca de Gaea. "¿Qué esta pasando? ¿Esos recuerdos? ¿Son tuyos, no es así?"
"Hay algo que quiero mostrarte". Con eso la madre de Hitomi se sentó. Apunto hacia el hermano de Hitomi y movió su mano. Él desapareció. Sofocó un grito. Después la madre de Hitomi se arrodilló en la cama, se inclinó hacia delante. Repentinamente la blusa de su madre se rompió y un par de alas blancas salieron de su espalda. Se giró hacia Hitomi, "Ves Hitomi. Lo siento tanto, nunca quise mentirte".
Hitomi no podía creer lo que veía. Pero no escuchó ni una simple palabra de lo que su madre le decía, por que estaba muy ocupada tratando de no desmayarse por el sobresalto.
Fin del Capítulo 1
Nota del traductor:
Para empezar este fic no es mío es una traducción de Tenkuu No Escaflowne: Homecoming de Jayli si desean escribirle su correo es Jayli123@rocketmail.com , y si no yo puedo hacerle llegar sus opinión mi nombre es Diana y mi correo es dermond00@hotmail.com por favor háganme saber sus opiniones y si tienen alguna duda no duden en preguntar...^_^
