No soy fan de esta pareja y esto quedó muy jalado, pero en cierta forma me gustó el resultado. Creo que hay bastante Ooc. Naruto no me pertenece.
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Desde el momento en que se convirtió en un ninja, supo que debía estar preparado para cualquier posibilidad que pudiera presentarse, desde la muerte de sus compañeros hasta la suya propia. Pero ni todo el tiempo que llevaba realizando misiones, ni todas las cosas que habían vivido hasta el momento, podían haberlo preparado para lo que se vería obligado a hacer en unos instantes.
La nieve del suelo se encontraba enrojecida, mientras algunos copos caían lentamente, anunciando una tormenta próxima. Neji se encontraba hincado sobre la nieve, sosteniendo entre sus brazos el cuerpo de Tenten, que se enfriaba a cada minuto que pasaba.
La sangre de sus heridas no paraba de fluir, manchando el inmaculado atuendo blanco del Hyuuga, pero él se negaba a soltarla. Sabía que ella no podría resistir mucho tiempo, mucho menos hasta llegar a una aldea.
Él se encontraba solo, sus compañeros de equipo habían desaparecido horas atrás, y no había tenido oportunidad de localizarlos antes de que ambos fueran atacados.
Habían sido superados en número, y aunque él había logrado salir bien parado de la batalla, no podía decir lo mismo de su compañera castaña. Nunca podría olvidar la impresión que tuvo al ver el cuerpo de su compañera sobre la nieve, mientras la mancha carmesí a su alrededor se iba extendiendo y ella, completamente inmóvil.
Si tal solo tuviera un poco más de chakra... era una de las cosas en las que podía pensar en ese momento. Si tan solo hubiera sido más rápido... si tan solo...
Pero ya no había forma de retroceder. Sabía que su compañera moriría, lenta y quizás dolorosamente a juzgar por sus heridas, y lo único que podía hacer era observar mientras eso ocurría. La débil voz de la castaña lo distrajo de sus pensamientos.
Sus ojos estaban entreabiertos, y lo miraba fijamente, pero no podía decir que era lo que veía en ellos. Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Tenten, y comenzó a hacer algunos intentos de decirle algo.
Neji se quedó en silencio, acercando un poco mas su rostro al de ella para no perder detalle. Lo que ella le dijo en ese momento, lo dejó helado.
Mátame. Mátame.
Al mirarla a los ojos, una pequeña sonrisa se formó nuevamente en los labios de la chica. Ella hablaba en serio. Estaba pidiéndole a él apresurar su muerte.
-N-no quiero morir de esta forma Neji, si voy a morir pronto prefiero que seas tú quien tome mi vida
El ojiblanco sabía que no podía negarse a la petición de su compañera, no en ese momento.
Activando su byakugan, miró una vez más los ojos entreabiertos de Tenten, que esta vez claramente mostraban el agradecimiento que ella sentía, y le dio un pequeño golpe, haciendo que su corazón se detuviera.
Con cuidado, cerró con su helada mano los ojos de la chica. Su rostro lucía tranquilo, como si se encontrara durmiendo.
El viento soplo con más fuerza, sacudiendo los cabellos del ojiblanco, que se quedó con el cuerpo de Tenten entre sus brazos, negándose a soltarla. A pesar de nunca haberlo dicho en voz alta, ellos sabían que lo que tenían era más que una simple amistad, y ahora, por culpa de un momento de descuido, ya no podría volver a escuchar su voz, ni ver su sonrisa cuando lo recibía cada mañana en el campo de entrenamiento.
Neji cerró los ojos. Tenía fuerzas suficientes para buscar a sus compañeros en las cercanías, pero él no deseaba hacerlo. Se quedaría al lado de Tenten hasta que alguien más los encontrara, o hasta que la muerte lo sorprendiera. Esta vez no se apartaría de su lado por ningún motivo.
