Disclaimer: Naruto ni su personajes me pertenecen, son una creación de Masashi Kishimoto.

N/A: Esta es mi primera historia en el Fandom del kakasaku y también un poco del Sasusaku he querido leer un fic así pero existen muy pocos así que decidí escribir el mio, sin mas los dejo leer .

Aclaraciones:

Narración

-diálogos-

-pensamientos-

-inner Sakura-

(Interrupción del autor)

::::: Cambios de escenario:::::::

Capitulo 1 : Sentimientos encontrados-parte 1

El atardecer se asomaba por el ventanal de uno de los consultorios del ya no tan concurrido hospital de Konoha.

Una joven pelirosa, que se encontraba sentada tras el pequeño escritorio, exhaló un suspiro cansado, desganado, producto del arduo trabajo que tan ocupada la había tenido durante la mañana. Por fin tenía un momento de descanso, pero aunque quería relajarse, la cabeza no dejaba de dolerle, enviando dolorosas punzadas que golpeaban su cráneo – aún podía escuchar los llantos de los pequeños que había pasado vendando y suturando durante toda la mañana.

–Y pensar que son los futuros ninjas de Konoha... –susurró con aire cansino, preocupada por lo que deparaba a su aldea. Sin embargo, un golpe repentino a su puerta quebró aquellos pensamientos que habían amenazado con arruinar su descanso. –Adelante– respondió resignada, dispuesta a atender cualquier otro paciente que estuviese esperando tras su oficina.

No se sorprendió al vislumbrar a una joven de cabellos negros y ojos azules asomándose por la puerta, con una expresión que reflejaba casi lo mismo que la doctora.

–Doctora Haruno, su ultimo paciente ya está aquí, ¿quiere que lo haga pasar?

–Sí, gracias Kasumi– respondió la pelirosa forzando una sonrisa, al tiempo que sentía como la desesperación golpeaba su ser. Lo que deseaba era que su turno acabara ¡pero ya!

–De acuerdo.

La joven hizo pasar a un pequeño niño, nada mas ni nada menos que no el nieto del difunto Sandaime Hokage: Konohamaru Sarutobi. Sorprendentemente, el chico se encontraba tranquilo a pesar de traer una shuriken incrustada en su mano izquierda; portaba una sonrisa enorme, justo como las que Naruto solía dar cuando se lastimaba o hacía algo estúpido.

La enfermera súbitamente se despidió y cerró la puerta al salir.

El pequeño niño no tardó en tomar asiento y observó tranquilamente como la muchacha se acercaba a él, dispuesta a realizar su trabajo con rapidez. Al llegar a él, Sakura retiró con cuidado el shuriken, escuchando como Konohamaru aguantaba el gemido de dolor que quiso escapar de sus labios. De inmediato, reunió un poco de chakra en su palma para cerrar la herida, cicatrizando el corte en el que se había incrustado el arma.

No le hizo falta vendaje, puesto que su chakra había sido suficiente como para curar al discípulo de Naruto.

–Listo– anunció de repente la joven, palmeando la piel rosada que ahora era la única marca de la herida– la próxima vez ten más cuidado.

–¡Claro que sí! ¿eso es todo, doctora?– preguntó Konohamaru, tranquilo.

–Sí, es todo.

Dicho esto, el chico sonrió en agradecimiento y se dispuso a marcharse, atravesando la oficina en un instante.

Tras haberse marchado, Sakura no pudo evitar sonreír con alivio evidente. Era el primer pequeño que atendía en el día, y no había hecho algún berrinche o drama –le recordaba muchísimo a sus compañeros anbu de equipo. Con un suspiro inaudible, la chica tomó asiento de nuevo tras el escritorio, recostando su rostro sobre una de sus manos que se encontraba apoyada sobre el escritorio. Sus ojos se desviaron hacia un costado, y no pudo evitar mirar por enésima vez en el día el reloj sobre la pared.

Eran las 4:30. Las manecillas parecían no avanzar luego de haber desayunado con los chicos y tras haber recibido aquella extraña propuesta de Sasuke.

¡Moría porque terminara su turno

::: Flashback:::

. -¡Sakura chan!, ¡Sakura chan! anda ábrenos ¿Qué no recuerdas que iríamos a desayunar juntos? El teme y yo ¡morimos de habré!- desde el otro lado de la puerta gritaba un rubio hiperactivo, mientras golpeaba la puerta sin importarle las constantes miradas de sus compañeros.

Cansada quito las sabanas sobre su rostro al escuchar el incesable llamado a la puerta y constantes gritos, bufo un poco el hecho de despertar con la "hermosa voz" de Naruto gritando su nombre, no era lo que ella llamaría un "hermoso despertar" , pero el recordar que era día de almuerzo marco una leve sonrisa en su rostro.

Los "días de almuerzo" como los llamaba Naruto eran los únicos días de la semana donde se reunían como familia para tomar el desayuno, claro a excepción de los días de entrenamiento, pero eso era otra cosa, desde el regreso de Sasuke se había convertido en una tradición del equipo.

Tras cepillar su cabello, echar un pequeño vistazo en el espejo para comprobar que se encontraba presentable abrió la puerta, golpeando al rubio, que tras tremendo golpe había hecho una pequeña grieta sobre el suelo.

-¡Ahrg ya cállate Naruto que no ves que vas a despertar a alguien!- retiro su puño de la cabeza del Uzumaki.

-¡Ouch!..¡Sakura chaan! Eso dolió-dijo sobándose el ahora enorme chichón sobre su cabeza -lo siento Sakura chan es que pensé que habías olvidado ¡dattebayo!- sobaba de nuevo la parte adolorida.

-No no lo olvide Naruto- dijo mientras habría completamente la puerta al joven Jinchuriki, el capitán Yamato, Sai y por ultimo Sasuke -Adelante chicos- retrocedió cediendo el paso a sus compañeros.

-Buenos días Sasuke-

Saludo con una sonrisa al reintegrado compañero de equipo que entraba como siempre muy callado, ante el saludo de la pelirosa asiendo un ademan con la cabeza y su tono habitual respondió

-Buenos días Sakura-

Al ver a sus compañeros dentro cerró la puerta ante la atenta y fruncida mirada del Uzumaki que aun sobaba su cabeza.

-¡AHH! ¡Sakura chan no te has cambiado!-chillo de repente al notar que aun se encontraba en pijama, los chicos rodaron las vista ante tal descubrimiento mientras que la kunoichi suspiro –¿Como es que es el héroe que salvo la aldea ?–pensó

-argh Naruto- bufo mientras dirigía su mirada a sus demás compañeros- póngase cómodos no tardo, iré a cambiarme-

Sin esperar respuesta alguna de sus compañeros corrió de nuevo a su habitación, busco entre el pequeño closet, saco su camisa favorita y una falda beige. (Su ropa de siempre), se dirigió al baño, lavo su rostro y sus dientes, por último peino sus cabellos para después colocar su banda como diadema. Hecho un último vistazo a su figura en el espejo y satisfecha salió al recibidor donde sus compañeros esperaban ansiosos para después tomar camino hacia Ichiraku.

El desayuno había transcurrido "normal" Naruto y Sasuke como ya era costumbre habían tenido una sus platica-peleas, Sai no paraba de molestarla con su ya acostumbrado "fea" y el capitán Yamato el bueno, el solo miraba de un lado a otro las platicas de sus compañeros ya se había acostumbrado. Al terminar todos se habían repartido la cuenta y decidieron caminar unas cuantas calles juntos disfrutando de la fresca mañana y la poca concurrencia, durante la caminata Hinata se les había unido, tras haber avanzado unas calles más Sai y el capitán Yamato se habían despedido y marchado, púes según habían dicho tenían misión, tampoco tardo mucho para que la pareja (Naruto y Hinata) también se separaran según había dicho iban a "entrenar"

-Si seguro ese par se irán a pasear por la aldea- pensó ante la clara intención de los tortolitos. -Pero me alegra que por fin tengas alguien a quien ames de verdad Naruto-

Observo a la pareja alejarse tomados de las manos.

Y de nuevo estaba sola con el morocho, de nuevo, últimamente eso ocurría muy seguido no era que le molestase la presencia de Sasuke, al contrario le agradaba la idea de recuperar el tiempo perdido, pero ella también tenía cosas que hacer, miro el reloj sobre su muñeca y hablo

- Sasuke yo ..etto.. tengo que ir al hospital - comento apenada por tener que dejarlo solo

- Vamos – respondió serio.

Con algo de sorpresa por su ofrecimiento, caminaron rumbo al hospital charlando sobre la reconstrucción del nuevo barrio Uchiha, una que otra broma para Naruto, el trabajo en el hospital etc, de pronto la chica reparo en que ya habían llegado, se encontraban en la entrada del edificio.

.-aquí es Sasuke- aviso tras la pérdida mirada del pelinegro

-Si aun recuerdo como es el hospital Sakura-respondió con un poco de ironía y una sonrisa ladina.

- Si jeje- rio un poco y se despidió – Hasta pronto Sasuke-sonrió

-hasta pronto Sakura- dudo un poco pero volvió a llamarla - … Sakura- la tomo por la muñeca haciéndola volver sobre sus pasos

–si- respondió la oji jade.

-Este .. Quería preguntarte ¿a qué hora sales? – agacho un poco su cabeza en intento ocultar el leve sonrojo en su rostro.

La chica pestaño y en su rostro apareció un gesto de cuestionamiento -¿Porque me preguntara eso? – Mmm, hoy saldré temprano, creó que será algo así como las 6:00 pm – coloco la mano en su mentón tratando de recordar bien su horario no quería dar información errónea a su compañero –Si a las seis – sonrió segura de su respuesta.

-Hum.. a las seis -pensó un poco y decidió – pasare por ti, necesitó hablar contigo, hasta pronto Sakura – la atrajo hacia él para plantar un suave y sorpresivo beso en su mejilla.

El aludido giro sobre sus pies y con las manos en sus bolsillos camino por la avenida tranquilamente, la chica lo observo alejarse unas cuadras hasta que decidió que debía entrar a trabajar.

::: Fin del Flashback::

Las cinco y cuarto marcaba el reloj para cuando había salido de sus cavilaciones, sobo un poco sus sienes, su cefalea no cesaba, había disminuido pero no cesaba, hecho una mirada por la ventana observando el rojizo color del cielo que acompañaba el atardecer tras la montaña Hokage. Tras aquel pequeño había la tarde se había normalizado, ya no había tantas emergencias como las semanas pasadas, pues la mayoría de los shinobis hospitalizados ya habían sido dados de alta -menos ellos- susurro para si, al recordar aquello un dejo de tristeza se pinto sobre su rostro.

Ya habían pasado tres meses desde aquella batalla, esa donde miles de shinobis, habían dado su vida para proteger el mundo y sus aldeas, aquella que ahora los pergaminos describían como: La guerra del amor. Esa batalla donde los dos equipos de Amigos-Rivales habían sido los héroes que habían peleado y derrotado a Madara.

Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto, lo habían dado todo durante la pelea, al terminar la guerra con unas semanas de hospitalización y algunos cuidados básicos habían salido bien librados, sin embargo no era lo mismo con el segundo equipo, Uchiha Obito y Hatake Kakashi, los héroes del sharingan después de aquel milagroso jutsu, el Uchiha mayor había vuelto y peleado por Konoha, ellos habían caído en el campo de batalla, no muertos pero si en coma, el uso excesivo de su chakra los había dejado así.

El solo recuerdo hacia que el corazón del la chica volviera a latir con el mismo desenfreno que aquella vez al verlo caer al suelo de la nada, cuando pensó que lo había perdido, si, a aquel peligris, su ex sensei, aquel vago y pervertido hombre, mas de una década mayor que ella, aquel hombre que le había robado el corazón, del que se había enamorado.

- Kakashi sensei- susurro llevándose ambas manos sobre su pecho, sentía latir su corazón agitado, el vacio en su estomago volvía y una sonrisa inmediata aparecía en sus rostro por el solo pronunciar su nombre, hacía dos días que no les veía pues había salido de misión, por eso sin pensarlo más se levanto y tomo rumbo a la habitación de los héroes.

Camino por los largos pasillos del hospital hasta dar con la puerta, la abrió con esperanza, la misma esperanza de cada día de encontrarles despiertos, pero solo encontró la misma escena de siempre, suspiro, término de adentrarse en la habitación y volvió a verles, observo el subir y bajar de sus pechos, su tranquila y pausada respiración, se acerco un poco para acariciar los rebeldes cabellos del Hatake pero se detuvo al escuchar unos pasos tras ella, volteo rápidamente para encontrarse con la divertida sonrisa de la que ahora se había convertido en su mejor amiga y compañera de casa.

-¡Rin!, etto …¿pensé que estabas de misión? ¿Cuándo volviste?- pregunto nerviosa al verse casi descubierta, en aquel intento por acariciarlo.

-si.. bueno regrese esta mañana, ¿tu cuando regresaste Sakura?-pregunto la castaña, feliz de ver a su amiga

–Si regrese el Jueves, por eso ya no alcance a verte- respondió la pelirosa ya un poco más tranquila pues su amiga parecía no sospechar nada. De pronto una pregunta surco sus pensamientos, ¿si había regresado esa mañana que hacia aquí? Bueno la respuesta era obvia ella tras el termino de la guerra como un gesto de solidaridad a la compañera de su sensei y cumpliendo la promesa que había hecho al mayor de los Uchiha la había invitado a vivir en su departamento con ella no era la gran cosa pero tenía lo suficiente para que ambas vivieran cómodamente, con el tiempo se había integrado a sus actividades o a las que realizaba entre ellas, trabajar en hospital e incluso formar parte del grupo de chicas. Sin soportar más la duda o ¿celos? Pregunto.

–Y… ¿qué hacías aquí?, digo aquí trabajas, pero pensé que Tsunade-sama te daba los días después de misión libres – sonrió.

-Logre convencer a Tsunade sama que me diera medio tiempo siempre que regresase de misión pero viene antes de mi turno porque quería ver cómo van –hecho una mirada a los hombres que descansaban en la habitación- por eso ¿y tú? – devolvió la pregunta.

-Yo también venia a checar como se encontraban y a limpiar un poco la habitación- respondió rápidamente al notar la mirada un poco incrédula de parte de la Nohara.

– Entonces te parece si te ayudo a limpiar- sonrió, comenzando a recorrer y abrir un poco la ventana de la habitación

- si.- respondió la pelirosa sonriendo a su amiga.

Tras varios minutos de ordenar, limpiar el polvo la castaña pregunto rompiendo el silencio.

–Sakura puedo ¿preguntarte algo? – La miro algo tímida.

– ¿qué sucede?

- Bueno es que esta mañana que venía camino acá y por casualidad te vi junto a Sasuke kun y bueno… el te beso ¿acaso son novios?-

Tras la pregunta Sakura negó rápidamente con cabeza y manos impresionada por la forma en la había relacionado con el morocho.

- No, no- negó nuevamente- Sasuke solo se estaba despidiendo porque me acompaño, pero solo somos amigos.-

-Oh, bueno es solo que me pareció extraño, pero Sasuke kun y tu forman una pareja muy linda- aquel comentario simplemente sonrojo a la chica, estaba a punto de refutar pero el llamado a la puerta interrumpió llamando la atención de ambas medic ninjas.

–Adelante – llamaron al unísono.

- ¿Sakura? ¡oh! hola chicas – Llamo una rubia adentrándose completamente en la habitación – puedo hablar contigo un momento Sakura - pregunto mientras juntaba sus manos y sonreirá manera suplicante.

Ya lo veía venir, siempre que le decía" podemos hablar" terminaba pidiéndole algún favor o con algún viejo rabo verde que atender.

– Pues ya que- respondió resignada, triunfante la Yamanaka tomo a Sakura de muñeca arrastrándola hacia la puerta

-¡nos vemos luego Rin! – se despidió la ojiazul.

Soltándose de agarre de su amiga la pelirosa se despidió.

- Rin lo siento nos vemos en casa, tal vez me retrase – miro a la Yamanaka, quien salía de la habitación

-claro, Sakura no te preocupes y ¡suerte!- sonrió despidiéndose de su amiga pues sabía qué tipo de favores pedía la Yamanaka a ella misma le había tocado y no había terminado nada bien, aun recordaba el termómetro y al señor Misaki. Una mueca de desagrado se planto en su rostro y un escalofrió recorrió su espalda.

Cuando salió de la habitación busco con la mirada a la Yamanaka entre el ahora concurrido pasillo, miraba de un lado a otro sin encontrarla, pensó en dejar la plática para después y preparar unas cosas antes de salir de pronto, sin aviso alguno se vio arrastrada y encerrada a uno de los armarios más cercanos.

-¡Ino cerda que te pasa, casi me matas de un susto!- reclamo a la rubia quien rápidamente hablo

- hay no te quejes fretesota que no ves, lo que te voy a decir es un secreto. – ante el comentario Sakura callo y pregunto curiosa

,-¿Qué es Ino?- la Yamanaka se cruzo de brazo satisfecha por tomar la atención de su siempre curiosa flor - Ino! Ya dime es que ¿acaso no ves que hace mucho calor aquí?- bufo ante el silencio de la Yamanaka quien el ver a Sakura a punto de salir soltó

- Sai me invito a salir- la chunnin cerró la puerta de nuevo sonriendo maliciosamente siempre funcionaba – ¡SAI! – Grito emocionada por sus amigos sobre todo por su amiga

.- ¡Shh! Cállate- le silencio con una mano sobre la boca de la pelirosa- ¡acaso no te dije que era un secreto! – susurro, tras una mirada del la pelirosa, la ojiazul retiro la mano del rostro de la kunoichi que al poder hablar pregunto

- ¿Cuantas llevan ya?-

- con esta son cuatro- río emocionada pues cabía que ahora se hiciera oficial su noviazgo.

-¡Me alegra mucho Ino!, pero estaba ocupada limpiando el cuarto de kakashi sensei y..- no logro terminar cuando la Yamanaka interrumpió de nuevo

- hay Sakura que amargada eres – nuevamente se cruzo de brazos – pero no te llame solo para contarse eso- finalizo sonriendo.

-¿Y ahora de que se trata Ino? - pregunto resignada con una gota en su cabeza, conocía muy bien a su amiga como para saber que no la dejaría tranquila hasta que aceptara.

– ¿Me podrías cubrir mi turno de madrugada?- pidió sonriendo- anda ¿sí?, no la pasaras mal, mis pacientes de la semana son kakashi sensei y Obito kun - golpeo los costado de Sakura mientras movía la cejas de manera incitante, pues conocía muy bien los sentimientos de la chica.

-¡Ino te has vuelto loca!- le dio la espalda sonrojada en el reducido espacio del armario, - No puedo cubrirla aunque quisiese- pensó ,-chaa! Chica estamos hablando de kakashi sensei – respondió de la nada su inner - Pero quede con Sasuke kun – respondió – Podemos salir con Sasuke en el cambio de turno y quedarnos el turno restante con Kakashi sensei, ¡ yo sé muy bien que quieres! -

Lo pensó por un momento y sin encontrarle objeción a su inner dio vuelta hacia la Yamanaka quien la veía con una mueca de "estás loca". – Esta bien cerda, pero será la última vez - advirtió echando una mirada autoritaria.

-Eres la mejor muchas gracias Sakura – grito colgándose del cuello de la pelirosa. – ¡Prometo regresar antes de que termine el turno!- abrazo aun mas fuerte a su amiga.

-si,si. Como digas – intento apartar a la Yamanaka- ahora ¡déjame salir! aquí ¡hace mucho calor! –Si –respondió la rubia abriendo rápidamente la puerta, ambas salieron pretendiendo no haber salido del armario de servicio.

Al salir la Yamanaka miro el reloj sobre el pasillo y dijo – Bueno Sakura me voy o llegare tarde quedamos de vernos en el campo de entrenamiento. – Termino presurosa

– Si, si, si anda vete no se te vaya hacer tarde, Sai es muy puntual- la Chunnin tomo a la rubia de los hombros llevándola hacia la salida.

Tras la pequeña ayuda de la ojiverde , corrió hacia la salida pero se detuvo al ver a lo lejos tras la puertas transparentes del hospital a un chico alto, de mirada fría, cabellos azabache, peinado cola de gallina y una vestimenta un tanto parecida a la que antes usaba. Se encontraba quieto como si esperase a alguien –Que estará haciendo Sasuke aquí- sin pensarlo dos veces, regreso a la recepción donde la pelirosa se encontraba revisando algunos papeles agendando sus próximos turnos y hasta revisando algunos de otros.

-¡Sakura!- grito haciendo dar un pequeño salto a la chica

-¡cerda vas a matarme de un susto! ¿Que acaso no te habías ido ya? – Pregunto irritada.

- cállate frete de marquesina y mira – giro a la pelirosa y señalo la entrada

- ¿Ves? ¿Ese de ahí no es Sasuke? - pregunto a la pelirosa, que tras ver al morocho esperando miro el reloj de nuevo

– ¿Tan pronto ya son las seis?- hablo para sí misma haciendo que la rubia gritara por la falta de atención que ponía

.- ¡Que tiene que ver el hecho de que sean las seis con que Sasuke esté ahí afuera! – Por un momento no comprendió sus palabras, pero al ver posar los ojos de la pelirosa en el Uchiha comprendió y con la mirada entrecerrada grito – ¡Viene por ti cierto!- la señalo con su dedo acusador – ¡Por qué no me habías dicho nada! Eh frente de Marquesina – agito a la pobre chica por los hombros.

-Por que no es nada Ino, Sasuke solo se me dijo que quería hablar, además fue esta mañana – respondió tranquila aun con sus ojos en forma de espiral. La mirada incrédula de Ino se poso nuevamente en el reloj -6:20- ¡rayos fretesota! Te salvaste ya voy tarde, pero cuando regrese quiero un informe completo!- la pelirosa en respuesta rodo los ojos y vio salir a la rubia.

Exhalo algo nerviosa y se dirigió al consultorio pensando que podría ser lo que Sasuke quería hablar, tomo su chaqueta del respaldo de la silla y se dirigió a la salida donde el joven morocho al verla salir se acerco.

-Tardaste- soltó con una sonrisa ladina y un tono divertido, al estar lo suficientemente cerca de la chica plato nuevamente un beso en su mejilla.

-Y ahora que le pasa- pensó - lo..lo siento Sasuke – se sonrojo ante la mirada del Uchiha- es que perdí la noción del tiempo, siento haberte hecho esperar-

-hum, bueno Kakashi no hacia esperar más- bromeo- ¿Ya cenaste?-pregunto al mismo tiempo que observaba a la chunnin ponerse su chaqueta.

– No Sasuke¿ y tú? – pregunto de vuelta mientras caminaba al la avenida sin rumbo alguno.

Le parecía de lo más extraño hablar así con él, era cierto que desde que había vuelto ya no era el mismo chico frio y arrogante que se había marchado poco más de tres años pero aun así le parecía extraño.

-No, acabo de regresar de misión- contesto siguiéndole a un lado

–¿misión?, ¿que fue? regresaste muy rápido- volteo a verle

- no fue nada Tsunade me pidió que ayudara a Iruka en la academia- contestó, recordando las preguntas de los infantes.

- Oh! Entonces alguien ya es sensei- observo al pelinegro con el entrecejo fruncido y una sonrisa socarrona, su gesto muy bien se parecía a aquel que Naruto usaba para molestar, rio imaginado a su compañero hacer explicaciones sobre el chakra y demás.

-¡Que! ¡ No! - respondió al notar la extraña mueca en el rostro de la kunoichi.

-Hay Sasuke no tiene nada de malo- comento mientras le daba unos pequeños piquetes en los costados, y rio de nuevo ante la reacción del morocho que para su sorpresa también estaba está riendo. Al escuchar aquel sonido que desde hace mucho no escucha, en realidad casi nunca lo escuchaba, una sensación cálida invadió su pecho ¿que era aquello que sentía?

La grave voz del Uchiha, llamo su atención de nuevo- ¿entonces a donde quieres ir?- retomo una vez que paro de reír.- ¿Co..Como Sasuke? – contesto.

-¿Te estoy preguntando a donde quieres ir a comer?- volvió sus manos a sus bolsillos.

- etto ..- lo pensó un momento – ¿te parecen unos Dangos?

-Nii san – aquel platillo aun le traía muchos recuerdos, sin darse cuenta una sombra de tristeza se apodero del rostro del chico. Había superado ya la muerte de Itachi incluso lo habían redimido como un héroe de la aldea sin embargo su recuerdo seguía latente.

– ¿Sasuke? – llamo al notar el cambio en el rostro del muchacho.

–Si- respondió sacudiendo su cabeza

- ¿si que? – interrogo de nuevo, no le gustaba ver la tristeza en su rostro no después haberlo visto reír.

– si vamos- contesto hablándola de la mano, mientras caminaban.

Aquella acción la congelo, la fuerte mano de su compañero sostenido la suya.- Que le pasa a Sasuke está actuando muy extraño-

Se dejo arrastrar hasta el puesto, donde entraron, tomaron una mesa cercana, pidieron una orden, un poco de té y continuaron con su charla.

:::::::

Había visto marchar a sus amigas, primero a la Yamanaka y después a su compañera de casa salir acompañada del Joven Uchiha, sonrió y volvió a la habitación donde había pasado la mayor parte de la tarde, tomo una de las sillas y la coloco en medio de ambas camas, tomo asiento y se dispuso a observar el subir y bajar de sus pechos al compas de su respiración pausada. Aun no podía creer que estaba ahí, con sus compañeros de equipo, como antes aun le era extraño verse en el espejo y ver su figura de tan solo 18 años, cuando si lo pensaba ella tendría la misma edad que ellos.

Miro al Hatake y algo temerosa, acaricio su plateada cabellera

– Kakashi- susurro recorriendo de nuevo su cabellera, le miraba con ternura -Tienes que despertar pronto, todos están impacientes por qué regreses, ella lo está. Despierta y habla con ella. –

Tenía ganas de decirle muchas cosas más, pero la sensación de ser observada la obligo a detenerse y voltear lentamente para solo contemplar al mayor de los Uchiha sentado observando cada uno de sus movimientos con tristeza y añoranza, esa misma que solía poner cuando niños. La kunoichi no lo podía creer, se abalanzo sobre azabache que la recibió con los brazos abiertos. Las lágrimas recorrían las mejillas de ambos, habían esperado tanto tiempo que no podían ni querían hacerlo más.

-Obito- repetía una, mientras se aferraba a su cuello, había extrañado tanto su compañero, pensó que no lo volvería a ver después de aquella misión, no estaba segura del porque de muchas cosas tenía mucha preguntas en su cabeza, pero ya tendrían tiempo de hablar, tenían tanto de que hacerlo.

Tras unos minutos sin querer separarse del dulce tacto, el Uchiha se despego lentamente de los brazos de su compañera para observar el fruto de lo que fue su infierno y ahora de nuevo era su cielo, por lo que había hecho tanto y ganado el peor de los castigos, no tenía perdón por sus acciones y lo sabia pero haría lo posible por redimirse y ser aquel hombre que solía ser, el que ella necesitaba. Sin pensarlo acaricio su mejilla como ansió hacerlo millones de veces, quería decirle tantas cosas pero lo único que salió de sus labios fue el susurro de su nombre

–Rin-

La Castaña ante el llamado de su nombre, parpadeó un par de veces convenciéndose que no era sueño alguno, acaricio lentamente cada surco, de esa cicatriz en el rostro de aquel que había sido su compañero fiel y risueño, limpiando sus lagrimas se acerco para decirle –Bienvenido- mientras observaba su peculiar mirada bicolor, compuesta por su ojo azabache capaz de despertar un poderos Sharingan y el violeta de un Rinnegan.

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Tras haber salido de aquel restaurante de Dangos, decidieron caminar por la aldea, observando su ya casi terminada reconstrucción y los pocos preparativos para el festival que se celebraría en unos meses, caminaron disfrutando de la fresca brisa, llegando al pequeño lago cerca del nuevo distrito Uchiha.

-Sabes algo Sasuke, la he pasado muy bien contigo – comento mientras tomaba el brazo del joven tal como lo hacía de niños, se había convertido en un gesto de cariño entre ellos.

–etto …Sasuke- balbuceó un poco – Ino me pidió .

– que la cubrieras por que tiene una cita con Sai- Sasuke completo la frase sabía bien el motivo del balbuceo de la chica.

-¿Como lo sabes?- lo miro sorprendida aun colgada de su brazo

– Sai le pido a Yamato Taichou que le cubriera diciéndole lo de Ino -contesto de lo más simple. Mientras la chunnin reía al recordar las palabras de Ino "es un secreto" .

- ¿A qué hora comienza el turno? – pregunto ignorando la risa de la chica. – a las nueve - dejo su risa de lado para poner atención a las serias palabras de Sasuke

– Son 8:30 pero no pienso quitarte más tiempo Sakura, solo quería hablar contigo- pronuncio en un tono mucho más serio del que quería, provocando el endurecimiento de la mirada de Sakura.

.- ¿Sobre qué Sasuke? – pregunto con un nudo en su garganta temiendo que fuese algo grave.

Sasuke soltando el agarre de su brazo, se coloco frente a ella, la miro y explico

- De lo que dijiste la noche que me marche-

Aquello le helo la sangre, claro que recordaba lo que había dicho aquella noche, donde le había rogado e implorado que no se marchase le había confesado sus sentimientos, pero de nada había servido la había dejado con el peor de los vacios. Como no acordarse de la noche culpable de sus llantos y desvelos hacia años, trago en seco y sintió sus lagrimas recorrer por sus mejillas ¿Cuándo había comenzado a llorar?, agacho su cabeza intentando ocultar su llanto para responder un casi inaudibles– si-

Tras la respuesta de la kunoichi, continuo – Aquel día me dijiste que podrías hacerme feliz si me quedaba, qué harías todo por mí- autosito a la kunoichi recordando el día de su partida. Sakura apenada por su llanto ocultó su mirada intentando mirar el prontamente interesante piso, pero de nada habían servido sus esfuerzos pues el Uchiha la tomo del mentón obligándola a ver sus orbes negros – Ese día te di las gracias porque ya lo habías hecho-

La profunda mirada del pelinegro se ablando mirándola con ternura incluso aun desconocida para el

–Sasu….Sasuke – susurro su nombre, no pudiendo creer lo que escuchaba.

-Una vez me pregunte qué hubiera pasado si me hubiera quedado, ahora que he vuelto me pregunto lo mismo Sa- ku- ra . – Pronuncio su nombre tan lento como pudo mientras limpiaba las aun salientes lagrimas de la pelirosa- tú has cambiado, tu mirada ya no es la misma, ahora me miras como a Naruto, yo también he cambiado tu lo debes de saber después de todo me conoces mejor que nadie, mejor que mi mismo-

-Sasuke yo.. – Trato de hablar pero de nuevo el nudo en su garganta se lo impedía- ¿a dónde quieres llegar con eso? ¿Acaso te me estas declarando?- el tacto de sus manos entre las de su compañero la saco de sus pensamientos.

-Sakura seré directo, ya debiste deducirlo pero lo diré de todos modos, - inhalo profundamente - Sa-ku-ra ¿Quieres ser mi novia? -

Los ojos de la chica se abrieron enormemente, su corazón se detuvo por un momento acaso había escuchado bien. Intento hablar pero el nudo su garganta lo impedía haciendo aun mas grande su llanto.

- No me respondas ahora- poso su dedo índice sobre sus labios- esperare a que lo pienses y te veré mañana- Beso su frente y se alejo brincando por los tejados ante la mirada confundida de la pelirosa.

¿No estaba soñando? ¿Por qué ahora que se le declaraba su amor de infancia ya no sentía lo mismo por él? ¿Por qué había llegado el día que anhelaba de niña y no sabía que responder? ¿Por qué dudaba? si sabía que de aquel peligris que se había enamorado jamás le correspondería…


Bueno hasta aquí el primer capitulo de esta historia la tenia en mente desde hace un tiempo y me por fin he decidido a escribirla.

Si les gusto pueden dejar un Review también algunos tomatazos me ayudarían a mejorar en mis inicios en este fandom.

Saludos a todos ttebasa!