—Te amo, Bev, te amo. Te amaré por siempre—.Repites en tu mente mientras penetras a tu esposa con dulzura, su cabello rojizo te hace cosquillas en el cuello, y piensas por un momento que si fuera un tono más claro las hebras de su pelo parecerían llamas , sus ojos azules de momento se convierten en verdes. Recuerdas fugazmente una voz dulce llena de amor, la oscuridad, y la unión de sus cuerpos, de sus almas; un vinculo sagrado y eterno.
Dos niños gimiendo y los ecos de las alcantarillas resonando en tus oídos, la certeza de saberte correspondió y…
—Yo también te amo Bill—.Susurra Beverly con voz infantil mezclada con un tinte efímero de adultez. Tus caderas se mueven por si solas a causa del deseo, el deseo de su piel, de su rojo cabello como brasas refulgentes, de sus pequeños pechos firmes, el deseo de ella, pero sobre todo ;el deseo de esa unión entre el mundo y el infinito.
—Te amo, Bev, te amo. Te amaré…
por siempre.
Audra termina con un escandaloso gemido y se acurruca en tus brazos, pero estos se sienten tan…tan vacios, huecos, anhelando algo que tú has olvidado ¿Quién es Bev? Te cuestionas unos segundos como todas las noches al terminar de hacerle el amor a tu esposa.
Acabo de terminar de leer IT y esto surgió justo cinco minutos después. Esperaba que Bev y Bill terminaran juntos, pero que se le va hacer yo no soy Stephen King, así que me conformaré con escribir de esta pareja.
