Sinopsis: ¿Qué se puede hacer cuando las cosas son demasiado dulces? ¿Qué haces cuando tienes una fierecilla atacándote?...Fácil, algo de sal puede arreglarlo todo.

Negación: Toradora es propiedad de su autor, yo simplemente uso los personajes para esta historia.

"Vanilla salt"

Ella odiaba el romanticismo, quizás era porque en toda su vida había vivido de una forma un tanto "salvaje" jamás le puso mucha atención a esa clase de asuntos tan superfluos y superficiales. Pero desde que había comenzado a salir con Ryuji esos asuntos comenzaron a dar vueltas por su cabeza.

-Ryuji.-Llamó, tratando de captar la atención por un solo segundo de su novio y nada, el joven parecía más interesado en aquel nuevo número de revista de cocina que en la mujer que se suponía amaba.

-Um.-Balbuceo como simple respuesta pasando la hoja de dicha revista.

La vena de su sien se inflamo, sus manos antes extendidas ahora estaban hecha puño y su ceño fruncido…1, 2, 3…al diablo, la paciencia podía irse mucho al carajo. Golpeo la mesa con sus puños y se puso de pie.

Ryuji por un momento vio el mismísimo infierno por primera y quizás ultima vez, su respiración era entrecortada y su cuerpo temblaba como una gelatina, Taiga podía llegar a ser como un pequeño monstro cuando se ponía de ese genio, y lo mejor en aquella circunstancia era cubrir tu cabeza antes de terminar con algo clavado en ella.

Sus ojos se movieron a través de la habitación hasta dar con algo pequeño y pesado que doliese mucho al momento de arrojarlo, sus agudos sentidos se fijaron en la pequeña naranja que silenciosamente aguardaba pacientemente para ser arrojada.

-! MALDITO PERRO TRAIDOR ¡.-Tomo impulso y la arrojo directo a la pobre victima frente a ella.

Ryuji coloco la revista en su cabeza, pensando ingenuamente que con solo esa protección sería suficiente para soportar el huracán que se avecinaba.

Los objetos comenzaron a volar, y no exactamente por un fenómeno sobrenatural o algo parecido, las frutas junto con el frutero desaparecieron, los cojines, vasos e incluso los platos.

-T-Taiga, tranquilízate.-Pedía el único sobreviviente de aquel aparatoso desastre.-Te aseguro que podemos arreglar esto de otra manera.-Trato de negociar Ryuji.

-Arregla esto.-Respondía el tigre de bolsillo, mientras chocaba su puño contra la barbilla de su joven novio, como lo hizo la primera vez que se conocieron.


Sostenía una bolsa con hielos en su rostro mientras Taiga limpiaba aquellos rasguños y colocaba gasas y banditas para evitar que se infectasen.

-Lo siento.-Comentaba repentinamente la jovencita mientras humedecía otra mota de algodón.

-Sabes, te ves bonita molesta.-Respondía el joven.

Taiga no pudo evitar sonrojarse, por unos minutos se mantuvo en esa misma posición ocultando su mirada bajo su flequillo.

Y como si de un animal atrapado se tratase ella no pudo más que saltar sobre Ryuji para dejarle nuevos rasguños. Y Ryuji se pregunto… ¿Cuál era la mejor manera de tratar con una muchachita poco romántica?...Fácil, colocarle algo de sal y ya.


Konichiwa!!!!!!!!!!! Me reporto…les informo que ya subiré el ultimo capitulo de "sabores" (Soul Eater), el segundo capítulo de "Convivencia" (Fairy Tail) y estoy planeando iniciar un nuevo fic de Black Cat y de Inuyasha.