"This is Halloween, This is Halloween, Halloween, Halloween, Halloween, Halloween!"

¿Hace cuanto que esa canción dejó de sonar por las calles de Halloween Town? Nadie sabe con exactitud. Nadie sabe cuando la sonrisa apacible del temible Jack Skellington desapareció. Nadie sabe cuando el silencio reinó en sus calles. Nadie sabe cuando la fama de Jack se detuvo y quedó flotando, quieta, sin moverse, como que iba cayendo...cayendo...muriendo...

Tal vez hace 1 semana...pero para Jack pareció un año entero...

Esa noche era el funeral. Una noche tormentosa, llena de niebla, igual que el intento de arruinar esa "navidad" de Sally...pero con la luz de luna llena eterna.

Ni un lobo aulló esa noche. Todo se quedó callado, muerto, mudo, silencioso...

Ninguna bruja por el cielo...el aire estaba helado. Helado y quieto.

Se reunieron en el centro de la ciudad. Todos y cada uno...todos en silencio, mirando quietos a un ataúd...

Ahi descansa la dulzura de Jack. Su sonrisa y su paz.

Quieta. Reconstruida. Sally.

Entre los murmullos se escuchan las causas de la muerte: Su científico la mató en una pelea porque Sally quería vivir con Jack. Dicen que fue intencional, otros comentan que fue accidental. Ella estaba enojada porque la había reemplazado, entonces le preguntó "Si ya tiene a otra sirviente ¿Por qué no me deja libre?" Y él le respondió que era su creación y que debía quedarse con él aunque hubiera sido tonta y rebelde...y comenzaron una batalla de argumentos que acabó con lo fatal...

Cuando Jack se enteró, sintió que estaba muerto en vida. No podía creer que esto estuviera pasando.

Luego de un discurso hecho en memoria de la muñeca, hecho por el alcalde, que resaltaba la belleza y la amabilidad de la difunta, Jack se acercó a ella. La miró...tan bella y perfecta. No pudo articular palabra alguna. El esqueleto se quedó mudo ante su figura, ahora silente e inmovil...porque sabía que no se movería nunca más. Solo se atrevió a suspirar con desilusión y a decirle adiós con sus vacios ojos.

No asistió al entierro. ¿De qué valía? Se entristecería más. Hace tan poco la había visto sonreirle...pero ahora que había muerto, esa sonrisa se paralizó.

Y la suya se borró.

-¿Por...qué?- Logró al fin decir Jack.- ¿Por qué ella?

Una figura en las sombras sonrió con delicia. Ahí estaba Jack Skellington. Debilitado. No pudo creer que ese fuera Jack en ese momento. La mujer relamió sus labios con malicia. Luego se frotó las manos como queriendo tramar algo. Se quedó en silencio, observando al esqueleto alejarse...silente y triste. Saltó entre las colinas de Halloween Town, planeando cómo presentarsele.

Ella sabía sobre Jack y su fama. Pero ahora, tenía en mente robársela frente a sus propios ojos. Ah, que deliciosa derrota fue durante esos años de anonimato! Ah, esa silente malicia que recorría ferviente sus venas! Ah, esas ganas de sobrepasar al rey calabaza! Ahora mismo iba a demostrarle quien era ella.

Jack estaba desanimado. El viento arremolinó la niebla a sus pies. Miró el suelo y la luna...A sus pies cayó una carta escrita con tinta blanca en papel negro.

-¿Y esto?- Se preguntó. Miró el inicio. Decía, claramente, "Jack Skellington". Era para él. Se dispuso a leerla.

"Jack Skellington:

¿Quieres ver a la luna en su máxima expresión? Ven al cementerio."